Cuando una persona con artritis reumatoide tiene un brote, sus síntomas empeoran por un tiempo. Los medicamentos y los remedios caseros pueden ayudar a controlar los síntomas durante un brote.

Los síntomas típicos de la artritis reumatoide incluyen:

  • dolor e hinchazón en las articulaciones
  • rigidez
  • fatiga

Los síntomas pueden variar en intensidad, empeorando durante un brote y mejorando o desapareciendo durante los tiempos de remisión.

Un brote puede durar de unas pocas horas a varias semanas o más. La manera en que afecta a un individuo también variará.

Para algunas personas, los medicamentos pueden ayudar a prevenir los brotes y evitar que los síntomas se agraven. Los tratamientos médicos y los remedios caseros pueden ayudar a controlar los síntomas durante un brote.

En este artículo, exploramos cómo las personas pueden reducir y controlar los brotes de artritis reumatoide.

Un brote de artritis reumatoide puede tener un impacto significativo en el bienestar mental y físico de una persona y en su calidad de vida en general. Los siguientes enfoques y consejos pueden ayudar a manejar algunos de los problemas que pueden surgir:

Varios remedios caseros pueden ayudar a controlar un brote. Estos son algunos consejos que puedes aplicar en casa:

1. Conoce las primeras señales

Saber cómo detectar las primeras señales de un brote puede ayudar a prevenir que un brote se vuelva severo.

No siempre está claro qué causa un brote, pero puede haber algunos desencadenantes comunes.

Llevar un diario puede ayudar a identificar patrones comunes. Esto puede ayudar a una persona a tomar medidas para reducir o manejar el impacto de un brote, por ejemplo, haciéndose tiempo para un descanso adicional.

¿Cuáles son las primeras señales de artritis reumatoide?

2. Descanso

Una vez que empieza el brote, muchas personas necesitarán reducir sus niveles de actividad. Pueden necesitar descansar completamente por algún tiempo.

Puede ser útil contar con estrategias antes de que comience un brote. Esto puede incluir:

  • Hacer arreglos para trabajar desde casa, si el trabajo de la persona lo permite.
  • Dejar saber a los cuidadores o familiares cuándo comienzan las primeras señales de un brote, para que puedan estar listos para ayudar.
  • Verificar que los alimentos y los suministros médicos sean suficientes para que duren hasta que los síntomas mejoren o se pueda solicitar ayuda.

3. Ejercicio suave

La idea del ejercicio puede ser desalentadora durante un brote de artritis reumatoide. Sin embargo, el ejercicio moderado puede ayudar a prevenir la rigidez.

Por ejemplo, una persona puede hacer ejercicios sencillos de estiramiento y rango de movimiento mientras está sentada para mantener la movilidad en las manos y los pies.

El ejercicio acuático y caminar son actividades adecuadas para muchas personas con artritis reumatoide. Sin embargo, es posible que no se pueda realizar durante un brote. Un profesional de salud puede ayudar a una persona a preparar un plan de actividad adecuado.

4. Compresas calientes o frías

Las compresas calientes o frías pueden ayudar a reducir el dolor e hinchazón de las articulaciones. Las personas pueden empezar a usar estas compresas tan pronto como aparezcan los síntomas y continuar usándolas durante todo el brote.

Es esencial evitar colocar sustancias calientes o frías directamente sobre la piel. En su lugar, envuelve la compresa en una toalla antes de aplicarla sobre el área afectada.

5. Hábitos de dieta

Seguir una dieta antiinflamatoria podría ayudar a evitar los brotes y mejorar los síntomas cuando ocurran.

Estos son algunos consejos:

  • limitar la ingesta de alimentos procesados, azúcares refinados y grasas añadidas
  • consumir una variedad de frutas y verduras
  • tener una ingesta adecuada de fibra
  • limitar el consumo de alcohol

Los alimentos que pueden beneficiar a las personas con artritis reumatoide incluyen:

  • alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3, como linaza, semillas de chía, nueces, salmón y atún
  • alimentos ricos en antioxidantes, incluyendo verduras y frutas coloridas
  • granos integrales, que aportan fibra y otros nutrientes
  • aceites vegetales, como el aceite de oliva
  • nueces y semillas
  • especias, como el jengibre, la canela y la cúrcuma

6. Suplementos dietéticos

Según la Fundación de la Artritis, ciertos suplementos de hierbas pueden aliviar los síntomas de un brote. Estos incluyen:

  • curcumina, un ingrediente en la cúrcuma
  • jengibre
  • aceite de pescado u omega-3 con EPA y DHA
  • capsaicina, disponible en cremas y geles para aplicar sobre la piel
  • ácido gamma linolénico (GLA), un ácido graso omega-6 con propiedades antiinflamatorias
  • uña de gato (Uncaria tomentosa), que tiene propiedades antiinflamatorias

Las vitaminas y suplementos minerales específicos también pueden ser de ayuda, incluso:

  • calcio
  • cromo
  • cobre
  • hierro
  • folato
  • magnesio
  • selenio
  • sodio
  • zinc
  • vitaminas B, incluso B1, B2, B3, B6 y B12
  • vitaminas A, C, D, E y K

Cabe señalar que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no supervisa la calidad de las vitaminas y otros suplementos dietéticos ni garantiza su seguridad y eficacia.

A menudo, no hay suficiente evidencia para demostrar que estos productos son seguros y beneficiosos para un propósito específico. Es necesario comprobar siempre que un producto proviene de una fuente de buena reputación.

Cualquier persona que considere un suplemento debe consultar con un médico que el producto es adecuado, especialmente si está tomando otros medicamentos.

7. Bienestar mental

En un estudio de 2017, más del 86 por ciento de las personas con artritis reumatoide dijo que el estrés y los factores psicológicos podrían desencadenar un brote.

Reducir los niveles de estrés, cuando sea posible, puede ayudar a controlar o prevenir un brote. Estas son algunas formas de hacerlo:

  • meditación
  • respiración profunda
  • ejercicios físicos y mentales, como yoga y tai chi
  • escuchar música o hacer otras actividades que la persona disfruta

Las personas con artritis reumatoide pueden tener un mayor riesgo de desarrollar depresión y ansiedad. Cualquiera que tenga preocupaciones sobre la depresión debe buscar consejo médico.

La asesoría puede ayudar a aliviar o controlar el estrés, la ansiedad y la depresión. Algunas investigaciones sugieren que el tratamiento de la depresión también puede ayudar a reducir el impacto de la artritis reumatoide.

Conoce más sobre cómo los remedios naturales y caseros pueden ayudar a manejar la artritis reumatoide.

Los médicos pueden recetar varios tipos de medicamentos para la artritis reumatoide. Algunos ayudan a prevenir los brotes y a mantener la remisión. Otros ayudan a controlar los síntomas cuando ocurren.

Tratamiento de los síntomas

Los medicamentos para aliviar la inflamación y el dolor incluyen:

  • corticosteroides
  • fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno
  • acetaminofeno

Fármacos inmunosupresores.

Estos reducen el progreso de la artritis reumatoide y evitan el daño a las articulaciones al detener la respuesta inflamatoria del cuerpo. También son conocidos como antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME).

El metotrexato es la opción preferida, ya sea solo o junto con otros medicamentos.

Medicamentos biológicos

Estos medicamentos son una generación más reciente de los FARME, los cuales imitan las moléculas inmunitarias humanas. Incluyen inhibidores de TNF y no TNF.

Los fármacos biológicos se enfocan en partes específicas del sistema inmunitario para inhibir la respuesta inflamatoria.

Cualquier persona con artritis reumatoide sentirá los brotes de manera diferente, pero es común que los síntomas de la artritis reumatoide aparezcan y desaparezcan.

Los síntomas de un brote pueden incluir:

  • un aumento del dolor en las articulaciones
  • fatiga
  • hinchazón
  • rigidez
  • articulaciones sensibles
  • inflamación
  • estado de ánimo bajo
  • una sensación general de malestar
  • sudores nocturnos o fiebre
  • pérdida de peso

Los síntomas de la artritis reumatoide pueden ser frustrantes y desconcertantes. Pueden afectar la calidad del sueño de una persona y su capacidad para realizar actividades cotidianas.

El tiempo que dura un brote de artritis reumatoide puede variar ampliamente, desde unas pocas horas hasta varios días o semanas. Si un brote no mejora después de 7 días, puede ser una buena idea contactar al médico. El médico puede sugerir ajustar el medicamento de la persona.

Antes de que surja un brote de artritis reumatoide, una persona puede experimentar fatiga o sentir que algo no está bien.

Durante un brote, los síntomas tienden a aumentar hasta que alcanzan su pico. A medida que pasa el pico, los síntomas se reducirán y pueden desaparecer por completo.

La frecuencia y severidad de los brotes pueden variar ampliamente entre una persona y otra. Con el tratamiento, una persona puede pasar meses o años en remisión, mientras que otros podrían experimentar brotes con más frecuencia.

Los brotes de artritis reumatoide pueden ser predecibles o impredecibles. Un brote se producirá cuando algo desencadena un aumento en la actividad de la enfermedad, lo que significa que los niveles de inflamación suben.

Los brotes predecibles usualmente ocurren en respuesta a uno o más desencadenantes.

Algunos brotes no tienen un desencadenante aparente, y la persona podría no ser capaz de identificar por qué comenzó. Esto puede hacer que se dificulte evitarlos.

En 2017, una encuesta que involucró a 274 personas con artritis reumatoide que asistieron a una clínica en Turquía encontró que lo siguiente parecía empeorar sus síntomas:

  • estrés emocional o físico
  • infección
  • trauma físico
  • fatiga
  • cambios estacionales
  • algunas opciones dietéticas, incluyendo carne roja e ingredientes en alimentos procesados
  • fumar
  • pasar mucho tiempo de pie o sin moverse

Es posible que las personas que tienen brotes predecibles puedan tomar precauciones para evitarlos o reducir su gravedad.

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que actualmente no tiene cura. Los síntomas aparecen y desaparecen, así que los brotes se alternan con períodos de remisión.

Los medicamentos y consejos sobre el estilo de vida pueden ayudar a prevenir los brotes, y también pueden ayudar a controlar los síntomas cuando surgen o empeoran.

Una persona debe trabajar con su médico para crear un plan de manejo específico para sus necesidades, síntomas y estilo de vida.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 31 de agosto de 2021.

Versión original en inglés actualizada el 31 de marzo de 2021.

Última revisión médica en inglés realizada el 31 de marzo de 2021.