Descubrir una protuberancia dura debajo de la piel puede ser inquietante, pero raras veces es motivo de preocupación. Varios factores pueden causar protuberancias debajo de la piel y usualmente se pueden tratar.

En este artículo cubrimos diferentes tipos de protuberancias duras no cancerígenas debajo de la piel, sus causas y tratamientos, y cuándo consultar a un médico.

Las causas de una protuberancia dura debajo de la piel pueden incluir:

Quistes

Un quiste es una bolsa cerrada de tejido que contiene líquido o residuos. Los quistes se pueden formar en cualquier parte del cuerpo. Su textura varía dependiendo del material que se ha quedado atrapado dentro de la bolsa.

Un quiste puede desarrollarse debido a una glándula sebácea obstruida o un folículo piloso. Los quistes se sienten como ampollas blandas cuando están cerca de la superficie de la piel, pero pueden sentirse como protuberancias duras cuando se desarrollan en la profundidad de la piel.

Un quiste duro cerca de la superficie de la piel usualmente contiene células de piel muerta o proteínas atrapadas. Los tipos de quistes incluyen:

  • quistes ganglionares, que son comunes en las muñecas y manos
  • quistes sinoviales, que se desarrollan en la columna
  • quistes pilares, que aparecen en el cuero cabelludo
  • quistes mucosos, que pueden formarse en los pies, dedos de los pies o dentro de la boca

Los quistes raras veces requieren tratamiento y suelen dejar de crecer y desaparecer solos. En algunos casos, un punto negro puede desarrollarse cerca del centro de un quiste. Cuando esto sucede, un quiste puede explotar, liberando una secreción blanca o amarilla.

Un quiste infectado rojo, inflamado o con dolor puede requerir tratamiento médico, como:

  • antibióticos
  • aspiración con aguja
  • inyecciones de corticosteroides
  • un procedimiento quirúrgico para extirpar el quiste

Dermatofibroma

Los dermatofibromas son protuberancias duras de color café o rojo que se encuentran debajo de la piel. Usualmente se desarrollan en áreas expuestas de la piel, como las piernas, brazos y espalda. Los dermatofibromas no desarrollan cáncer.

En general, las personas que tienen dermatofibromas no experimentan otros síntomas. Sin embargo, en algunos casos, el dermatofibroma puede ocasionar picazón, irritación o sensibilidad al tacto.

Los dermatofibromas se desarrollan cuando un exceso de células se acumula en la capa más gruesa de la piel, que se llama dermis.

La causa exacta de los dermatofibromas permanece incierta, pero las posibles causas incluyen:

  • trauma o lesión en la piel
  • picaduras de insectos o arañas
  • astillas

Los dermatofibromas generalmente no requieren tratamiento, pero tienden a permanecer en la piel por el resto de la vida de la persona.

Se puede pedirle a un médico que retire el dermatofibroma quirúrgicamente si es antiestético o se encuentra en un área incómoda.

Las otras opciones de tratamiento solo retirarán parte del dermatofibroma. Estas incluyen:

  • congelarlo con nitrógeno líquido
  • inyecciones de corticosteroides
  • rasurar las capas superiores de la protuberancia
  • retirar su centro

Ganglio linfático inflamado

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Una infección por resfriado o viral puede ocasionar ganglios linfáticos inflamados.

Los ganglios linfáticos son pequeñas glándulas que filtran sustancias dañinas del líquido linfático, que es el líquido transparente que recorre los vasos linfáticos.

Estos pequeños ganglios en forma de frijol son un componente esencial del sistema inmunitario. Estos producen y almacenan los glóbulos blancos que destruyen los patógenos que ocasionan enfermedades y residuos.

A veces, los ganglios linfáticos se inflaman en respuesta a infecciones bacterianas o virales. Se pueden sentir duros y dolorosos.

Los ganglios linfáticos inflamados usualmente aparecen en la cabeza, cuello, axilas o ingle.

Varios factores pueden ocasionar ganglios linfáticos inflamados, como por ejemplo:

  • una infección por resfriado u otra de tipo viral
  • infecciones bacterianas
  • infección de dientes
  • infección de oído
  • condiciones médicas que afectan el sistema inmunitario, como artritis reumatoide o lupus

Las personas que tienen ganglios linfáticos inflamados debido a una infección pueden tener otros síntomas también, como:

  • secreción nasal
  • tos
  • dolor de garganta
  • fiebre
  • dolores de cabeza
  • fatiga

En la mayoría de casos, los ganglios linfáticos inflamados se curan solos sin tratamiento médico. Si no es así, el tratamiento deberá dirigirse a la causa subyacente, usualmente una infección.

Un ganglio linfático inflamado que se siente duro, elástico o inmóvil puede indicar una condición médica más grave.

Ciertos tipos de cáncer, como linfoma, leucemia y cáncer de mama, pueden afectar los ganglios linfáticos. Cualquier persona preocupada por ganglios linfáticos inflamados debería consultar con un médico.

Lipomas

Un lipoma es un tumor que contiene tejido graso. Estas protuberancias no cancerígenas se desarrollan debajo de la piel y lucen pálidas o sin color. Los lipomas usualmente se sienten suaves y movibles.

En general, los lipomas no ocasionan síntomas. Sin embargo, un lipoma que incluye varios vasos sanguíneos o nervios puede sentirse suave o doloroso.

La causa exacta de los lipomas sigue siendo desconocida. Algunas condiciones genéticas, como el síndrome de Gardner, pueden aumentar la posibilidad de desarrollar un lipoma.

Los lipomas no requieren tratamiento médico a menos que sean dolorosos, molestos o que impidan a la persona tener una vida normal.

Las opciones de tratamiento para los lipomas incluyen:

  • liposucción
  • drenaje
  • inyección de esteroides
  • escisión quirúrgica

Fibroadenoma

Un fibroadenoma es un tumor mamario benigno que consiste de tejidos fibrosos y tejidos glandulares.

De acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer, los fibroadenomas ocurren con más frecuencia en las mujeres entre 20 y 30 años de edad, aunque pueden aparecer a cualquier edad. Los fibroadenomas usualmente se sienten firmes, pero movibles.

Los fibroadenomas pueden desarrollarse como resultado de altos niveles de estrógenos. Estos pueden crecer debido a incrementos en los niveles hormonales durante el embarazo. En contraste, los fibroadenomas pueden reducirse durante la menopausia.

Los fibroadenomas que no son dolorosos o no crecen, no requerirán tratamiento médico. Sin embargo, es una buena idea monitorear los fibroadenomas en caso de cualquier cambio en su tamaño o apariencia.

Un médico puede recomendar extirpar un fibroadenoma si:

  • ocasiona dolor
  • la persona experimenta cambios en la forma o apariencia del seno
  • la persona tiene historial familiar de cáncer de mama
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Una persona con una protuberancia dura debajo de su piel debería consultar a un médico.

En general, una protuberancia no cancerígena se sentirá suave y movible. Cualquier persona preocupada por una protuberancia dura debajo de la piel debería consultar a un médico para obtener un diagnóstico. Las protuberancias duras con frecuencia no son más que un quiste o un ganglio linfático inflamado.

Las personas deberían buscar atención médica para una protuberancia debajo de la piel si:

  • notan cualquier cambio en el tamaño o apariencia de la protuberancia
  • la protuberancia se siente dolorosa o sensible
  • la protuberancia parece roja o inflamada
  • también experimentan pérdida de peso involuntaria

Un médico puede ayudar a diagnosticar una protuberancia debajo de la piel al examinarla y revisar el historial médico de la persona. Durante el examen físico, podrían extirpar suavemente o pellizcar la protuberancia.

El médico también preguntará cuánto tiempo ha estado allí la protuberancia y si ha cambiado en tamaño o apariencia.

Una protuberancia que luce irritada o con forma anormal podría requerir exámenes adicionales. Estos exámenes pueden incluir:

  • Exámenes de imágenes. Los médicos pueden utilizar las RMI, resonancias magnéticas, rayos X y ultrasonidos.
  • Un análisis de sangre. El médico podría ordenar un análisis de sangre para evaluar el recuento de glóbulos blancos o determinar si existen desequilibrios hormonales.
  • Una biopsia por punción. Durante una biopsia, un profesional de salud retira una pequeña muestra de tejido de adentro de la protuberancia para evaluarla mejor.

Una protuberancia dura debajo de la piel no necesariamente indica cáncer. Las infecciones, las glándulas obstruidas y los cambios hormonales pueden ocasionar protuberancias no cancerígenas debajo de la piel.

No es una buena idea tratar de retirar o apretar una protuberancia. Hacerlo puede ocasionar una infección o hacer que la protuberancia crezca más.

Las personas deberían consultar con un médico si tienen cualquier inquietud sobre una protuberancia nueva debajo de su piel o cambios en una protuberancia existente.

La mayoría de las protuberancias no requerirán tratamiento médico mientras no crezcan más ni ocasionen dolor. Si la protuberancia ocasiona incomodidad, se pueden discutir distintas opciones de tratamiento con un médico.

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