Un bulto en la areola, el área alrededor del pezón, puede aparecer tanto en hombres como en mujeres. Un bulto puede ser una infección local que puede o no ser el resultado de una inflamación del seno.
Aunque esta afección es posible en los hombres, los investigadores sugieren que más del 95 por ciento de las personas con un bulto en la areola son mujeres.
En las mujeres, hay dos tipos diferentes de bultos en la areola. Estos son abscesos subareolares no puerperales, que ocurren en una persona que no está amamantando, y abscesos puerperales, que ocurren en mujeres que están amamantando.
En este artículo, revisamos las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para un bulto en la areola.
La lactancia materna puede hacer que se desarrollen bultos en las areolas.
La causa más común de infecciones del seno es la lactancia.
La inflamación de los senos durante la lactancia puede afectar entre el 2 por ciento y el 3 por ciento de las mujeres lactantes, y entre el 5 por ciento y el 11 por ciento de estas mujeres pueden desarrollar un absceso.
Los hombres y las mujeres que no están amamantando también pueden desarrollar un bulto en la areola. Estos abscesos pueden ocurrir en personas de distintas edades.
Los abscesos mamarios no relacionados con la lactancia parecen estar vinculados con el tabaquismo y la diabetes.
Además, los investigadores han demostrado que las personas obesas y de raza negra pueden tener una mayor incidencia de abscesos en los senos que otras.
Las personas que tienen perforaciones en los pezones también pueden desarrollar bultos en la areola.
Las bacterias más comunes que causan abscesos mamarios en mujeres lactantes son las especies Staphylococcus aureus (S. aureus) y Streptococcus.
Los médicos están notando que en los bultos en la areola a veces también se encuentra una cepa específica de S. aureus que es resistente a los antibióticos de meticilina.
Las infecciones por S. aureus resistente a la meticilina (MRSA, en inglés) son más difíciles de tratar y requieren diferentes antibióticos.
Las bacterias que tienden a causar abscesos en los senos en hombres y mujeres no lactantes suelen ser una mezcla de especies de S. aureus, Streptococcus y bacterias anaerobias.
Una persona con un bulto en la areola se puede quejar de los siguientes síntomas:
- dolor en los senos
- enrojecimiento en el área
- calor al tacto
- acumulación de líquido en el sitio del bulto
También pueden informar sobre fiebre, náuseas, vómitos y drenaje de líquido del pezón o del área enrojecida.
Las personas jóvenes de cualquier sexo que no están amamantando tienden a reportar más dolor en los senos que las mayores.
Aproximadamente entre el 15 por ciento y el 20 por ciento de las personas con bultos en la areola tendrán secreción del pezón. El líquido que sale de un bulto en la areola de una persona más joven parecerá más diluido, mientras que alguien mayor puede tener una secreción más espesa.
Los médicos informan que los bultos en la areola en las mujeres que no están amamantando y en los hombres reaparecen con más frecuencia que los bultos en las mujeres que amamantan.
Los médicos pueden solicitar un ultrasonido del seno o una mamografía para obtener más información sobre el tamaño, la profundidad y la ubicación del absceso.
Cuando los médicos diagnostican un bulto en la areola, harán un corte y drenarán el líquido del bulto. Es posible que tomen una biopsia del bulto para descartar cáncer de seno.
Si el médico no puede hacer el drenaje de inmediato, puede comenzar un tratamiento con antibióticos.
Los médicos pueden recetar los siguientes antibióticos para los bultos en la areola:
- nafcilina
- ampicilina/sulbactam
- amoxicilina/ácido clavulánico
- doxiciclina
- trimetoprima/sulfametoxazol
- clindamicina
- vancomicina
Si el médico puede identificar las bacterias presentes en una muestra del líquido que drenan del bulto, puede recetar un antibiótico para tratar esas bacterias específicas.
Cuando se tienen abscesos recurrentes es importante tomar una muestra del líquido, ya que la causa se puede deber a que estos bultos tienden a tener una mezcla de bacterias, incluyendo las bacterias anaeróbicas.
Los médicos considerarán qué antibióticos son seguros para administrar a las mujeres que amamantan y que tienen bultos en la areola. Por lo general, se recomienda a las mujeres que sigan amamantando.
Si la persona tiene un bulto grande o síntomas de infección grave, el médico la puede internar en el hospital. Estos bultos más grandes requieren corte y drenaje en el quirófano, y tratamiento con antibióticos por vía intravenosa.
Un médico puede recomendar opciones de tratamiento como los AINE.
Una vez que un médico drene el líquido del bulto, ya no se debería sentir dolor en el sitio. Sin embargo, en algunos casos, aún se necesitarán analgésicos después del drenaje. Los médicos a veces pueden sugerir narcóticos y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para reducir el dolor.
Si todavía hay inflamación en el sitio, se puede aplicar una compresa tibia y un humectante para evitar que la areola se agriete.
Las personas con perforaciones o piercings en los pezones deben asegurarse de saber cómo mantener el área limpia correctamente.
Las mujeres que amamantan pueden consultar a una enfermera de lactancia para averiguar cómo prevenir la hinchazón de los senos.
Los bultos en la areola en mujeres que amamantan tienden a responder bien al tratamiento y es menos probable que reaparezcan si se tratan adecuadamente con drenaje y antibióticos.
Las tasas de recurrencia son altas en personas que no están amamantando. Los médicos no tienen lineamientos estandarizados para tratar los bultos en la areola y en algunos casos, esto puede ser una causa de recurrencia.
Si es el caso, una persona con un bulto en la areola puede consultar a un equipo de profesionales, que incluye un radiólogo, un cirujano general, un especialista en enfermedades infecciosas, un farmacéutico y una enfermera de lactancia.
Consultar con un equipo multiprofesional puede reducir los costos de atención médica, mejorar las tasas de recurrencia y reducir la necesidad de operaciones innecesarias.
Las fístulas son una complicación de los bultos en la areola que ocurren hasta en un tercio de las personas.
Una fístula es un tramo que se forma entre el conducto lácteo o la abertura del absceso en el seno y la areola. Si esto ocurre, durante el examen físico, un médico notará una lesión elevada con costra en el pezón.
Las fístulas también pueden ocurrir en hombres.
Las personas deben consultar a su médico si notan un bulto en el seno o el pezón o experimentan una pérdida de líquido del pezón.
Los médicos examinarán el bulto y recomendarán imágenes médicas para descartar cáncer de seno, especialmente en personas que no amamantan, o de cualquier sexo.
Las mujeres que están amamantando también deben ver a su médico si se forma un bulto en la areola. Una enfermera de lactancia puede ayudar a una mujer a prevenir futuros abscesos, y entrenarla para que continúe amamantando o usando un extractor de leche para sacar leche del seno afectado.
Cualquier bulto que tenga relación con síntomas de infección grave requiere hospitalización.
Los médicos también buscarán fístulas si una persona tiene bultos recurrentes en la areola.
Las personas que notan un bulto en la areola deben consultar a un médico. Con un diagnóstico rápido, el médico puede comenzar el tratamiento temprano. El tratamiento implica el drenaje del bulto y la terapia con antibióticos.
Las mujeres que están amamantando tienen más probabilidades de tener bultos en la areola, pero tanto los hombres como las mujeres que no están amamantando también pueden desarrollar estos abscesos.
El tabaquismo y la diabetes parecen estar relacionados con bultos en la areola. Los afroamericanos y las personas con obesidad también pueden tener mayores tasas de incidencia.
En algunos casos, estos bultos dolorosos pueden reaparecer. Las tasas de recurrencia son altas en mujeres que no están amamantando y en hombres.