El VIH es un virus que solo se transmite entre las personas y de maneras específicas. Hay muchos mitos sobre la transmisión del VIH, y es importante conocer la realidad.

Entender cómo el VIH se transmite, y cómo no, ayuda a prevenir la transmisión y a reducir la discriminación y el estigma asociados con el VIH.

El número de nuevos diagnósticos de VIH y el impacto del virus en Estados Unidos están disminuyendo gracias a medidas y tratamientos preventivos eficaces.

Por ejemplo, la terapia antirretroviral puede reducir la cantidad del virus en el cuerpo a niveles indetectables. Cuando esto sucede, el virus no puede dañar el cuerpo ni transmitirse a otra persona.

Además, los medicamentos de profilaxis previa a la exposición (PrEP) ofrecen un alto nivel de protección al impedir que el virus se afiance si se produce la exposición.

En este artículo se analizan las formas en que el VIH se transmite, las formas en las que no, y cómo evitar que se transmita.

En la mayoría de los casos, las personas contraen el VIH a través de relaciones sexuales anales o vaginales, o al compartir equipo de inyección de drogas, como agujas o jeringas.

El VIH solo puede transmitirse a través de ciertos fluidos corporales, como:

  • sangre
  • semen
  • líquido preseminal
  • fluidos rectales
  • fluidos vaginales
  • leche materna

La sangre puede transportar más virus que otros fluidos corporales, por lo que el riesgo más alto implica la exposición a la sangre que contiene el virus.

Sin embargo, no se transmite a través de todo contacto con líquidos que contienen el virus. Para que ocurra la transmisión, el líquido debe entrar en contacto con el tejido dañado, el torrente sanguíneo o las membranas mucosas, como las de los genitales, el recto o la boca.

Si la sangre que contiene el VIH entra en contacto directo con el torrente sanguíneo de otra persona, por ejemplo, a través de una inyección al compartir una aguja, es muy probable que transmita el virus.

El VIH puede transmitirse al bebé durante el embarazo, parto o lactancia. Sin embargo, esto es menos común debido a las modernas medidas preventivas y tratamientos.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el VIH no se puede transmitir a través de:

  • picaduras de insectos, incluyendo las de mosquitos y garrapatas
  • el aire
  • contacto con saliva, lágrimas o sudor
  • saludar con la mano, abrazarse o besarse con la boca cerrada
  • compartir inodoros, platos o utensilios
  • comer alimentos manipulados por alguien con VIH
  • actividades sexuales que no implican intercambio de líquidos, como tocarse

El VIH no puede sobrevivir mucho fuera del cuerpo, por lo que no se transmite a través de las superficies.

Los riesgos de contraer el virus a través de otros métodos de exposición, como mordedura, rasguño y expulsión de líquidos corporales, son muy pocos o inexistentes.

También hay poco o ningún riesgo de contraer el VIH a través de:

  • Sexo oral. Sin embargo, tener úlceras bucales, úlceras genitales o encías sangrantes puede aumentar el riesgo de transmisión.
  • Intercambios en el lugar de trabajo. Sin embargo, la punción de una aguja u otro objeto afilado que contenga el virus puede causar la transmisión.
  • Transfusión de sangre o donación de órganos.: Las prácticas actuales de detección en Estados Unidos son seguras y están bien reguladas, lo que hace que esta transmisión sea muy poco probable.
  • Besos profundos con la boca abierta. La transmisión de esta manera es muy rara, pero puede ocurrir si ambas personas tienen llagas orales o encías sangrantes.
  • Tatuajes y perforaciones corporales. No ha habido informes de transmisión por tatuajes o perforaciones en Estados Unidos, aunque es posible si el equipo o la tinta han estado en contacto con la sangre de otra persona.

Cualquiera puede contraer el VIH, pero varios factores aumentan el riesgo. Estos factores incluyen:

  • compartir el equipo utilizado para inyectar drogas
  • hacerse un tatuaje con una aguja o tinta compartidas
  • tener sexo anal o vaginal sin preservativo
  • tener una infección de transmisión sexual
  • tener exposición frecuente a líquidos que contienen el virus, como en laboratorios, ambientes médicos o de emergencia
  • consumir drogas y alcohol, que pueden perjudicar la toma de decisiones
  • estar expuesto al virus durante el parto, el embarazo o la lactancia

En Estados Unidos, algunas poblaciones se ven más afectadas por el VIH que otras, incluyendo personas negras no hispanas y latinas (que pueden ser de cualquier raza), y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

Según los CDC, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres recibieron el 69 por ciento de todos los nuevos diagnósticos de VIH en el país. El sexo anal sin preservativo es la vía más probable de transmisión porque el riesgo de daño del tejido es alto.

Las personas negras no hispanas o latinas se ven más afectadas debido, en gran medida, a la inequidad sistémica en la atención sanitaria y a la distribución desigual de los recursos.

En 2018, las personas negras no hispanas recibieron el 42 por ciento de los nuevos diagnósticos de VIH en Estados Unidos, los hispanos recibieron el 27 por ciento y los blancos no hispanos, el 25 por ciento.

La prevalencia del VIH también difiere según la región en Estados Unidos. La región sur del país tiene el mayor número de personas que viven con VIH, y el noreste tiene la tasa más alta de VIH. La tasa es el número de casos por cada 100,000 personas.

¿Qué pasa con la lactancia materna?

Si una persona con VIH no recibe tratamiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa de una probabilidad del 15 por ciento al 45 por ciento de que transmita el virus a su bebé durante el trabajo de parto, el parto o la lactancia. Esto se debe al contacto con líquidos corporales relevantes.

La terapia antirretroviral puede reducir las posibilidades de transmisión a menos del 5 por ciento. La OMS recomienda que las personas con VIH combinen la lactancia materna exclusiva con el uso de terapia antirretroviral.

Factores sociales

Algunos factores sociales que influyen en el riesgo de infección por VIH de una persona son:

  • acceso a la educación sobre la transmisión y prevención del VIH
  • acceso a atención de salud asequible
  • discriminación y estigma en la atención de salud y en la sociedad en general
  • menor poder de negociación debido al sexo, el género y la situación financiera o de otro tipo

Una mayor conciencia y acceso a la terapia antirretroviral, los medicamentos preventivos y los servicios de apoyo son formas eficaces de reducir el impacto del VIH.

Ahora, una serie de estrategias eficaces pueden reducir el riesgo de contraer el VIH. Incluyen:

  • usar la PrEP, un medicamento preventivo
  • nunca compartir agujas con otra persona
  • usar preservativos durante las relaciones sexuales
  • hacerse pruebas frecuentes de VIH para personas con múltiples parejas sexuales
  • usar guantes y otros equipos estériles en entornos médicos
  • tomar profilaxis post-exposición de emergencia (PPE) después de una posible exposición al virus

Cuando una persona toma la PrEP diariamente, reduce el riesgo de contraer el VIH a través de las relaciones sexuales en cerca del 99 por ciento y a través de agujas en aproximadamente 74 por ciento.

El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos actualizó sus directrices en 2019. Ahora recomiendan que solo las personas que recientemente han recibido resultados negativos de las pruebas de detección del VIH sean candidatas para la PrEP. Las personas que tienen un alto riesgo de exposición al virus deben tomar la PrEP una vez al día.

Las personas con VIH que están embarazadas o planean estarlo deben hablar con sus médicos sobre las formas de mitigar el riesgo de transmisión, incluida la opción de amamantar.

Debido a los avances en la prevención y el tratamiento, el número de nuevos diagnósticos de VIH en Estados Unidos se ha reducido en más de dos tercios desde mediados de 1980.

Indetectable = no transmisible

El uso de la terapia antirretroviral de manera consistente, según indica la receta médica, puede reducir el riesgo de transmisión a prácticamente cero. Ralentiza o detiene la actividad del VIH en el cuerpo.

Cuando una persona con VIH tiene una carga viral de menos de 200 copias del virus por mililitro de sangre, los médicos consideran que el virus es indetectable. En este punto, el virus no se puede transmitir a otra persona.

Es importante seguir el plan de tratamiento y asistir a controles regulares para asegurarse de que la carga viral permanezca indetectable.

Muchas personas con VIH no experimentan síntomas. Una persona solo puede conocer su estatus de VIH al hacerse una prueba.

Los CDC recomiendan que todas las personas de 13 a 64 años se realicen al menos una prueba de VIH.

Las pruebas, el diagnóstico y el tratamiento tempranos son las formas más eficaces de detener la progresión y transmisión del virus.

Las pruebas frecuentes son una forma económica y eficaz de detener la propagación del VIH. Es especialmente importante realizar la prueba:

  • cuando planees quedar embarazada
  • después de quedar embarazada
  • antes de tener relaciones sexuales con una nueva pareja

Las personas con un alto riesgo de contraer el virus deben hacerse la prueba cada 3 a 6 meses, incluyendo trabajadoras sexuales, socorristas y otras personas que tienen contacto regular con líquidos corporales, así como las personas que usan agujas que pueden ser compartidas.

¿Cuál es mi nivel de riesgo?

Los CDC proporcionan una herramienta de estimación de riesgos en línea (en inglés), informada con evidencia actualizada. Ayuda a una persona a determinar su riesgo de contraer VIH a partir de diversas actividades.

El VIH solo se puede transmitir en ciertas situaciones a través del contacto con sangre, fluidos rectales, fluidos vaginales, leche materna y semen o líquido preseminal.

Hay muchas maneras de reducir el riesgo de contraer el VIH, incluyendo el uso de preservativos al tener relaciones sexuales, tomar PrEP y nunca usar agujas compartidas.

En Estados Unidos, el VIH tiene un impacto desproporcionado en ciertos grupos, incluidos los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las personas negras no hispanas y latinas.

Con la terapia antirretroviral moderna, menos personas contraen el VIH. Las personas con acceso continuo a este tratamiento pueden vivir vidas largas y saludables, y el riesgo de transmisión se reduce significativamente, a menudo a cero.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 10 de enero de 2022..

Versión original actualizada el 29 de noviembre de 2020.

Última revisión médica realizada el 28 de noviembre de 2020.