Las complicaciones de la piel pueden ocurrir cuando los niveles de azúcar en la sangre son demasiado altos, y a menudo son la primera señal visible de diabetes.

Las personas con diabetes tienen niveles de azúcar en la sangre demasiado altos debido a la falta de insulina, o el mal funcionamiento de la insulina en el cuerpo.

Se estima que un tercio de las personas con diabetes experimentan afecciones de la piel relacionadas o influenciadas por la afección.

Las personas pueden usar medicamentos para resolver sus problemas de la piel, pero el manejo del azúcar en la sangre suele ser la mejor manera de prevenir y tratar los problemas de la piel relacionados con la diabetes.

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El nivel alto de azúcar en la sangre puede provocar deshidratación, piel seca e inflamación.

Cuando los niveles de azúcar en la sangre son demasiado altos durante un tiempo prolongado, se producen varios cambios en el cuerpo que afectan la salud de la piel.

El azúcar en la sangre se elimina del cuerpo a través de la orina. Cuando hay demasiado azúcar en la sangre, la persona orinará más. Esto puede resultar en deshidratación y piel seca.

Los niveles altos de azúcar en la sangre también pueden provocar inflamación. Con el tiempo, esto puede atenuar o sobreestimular la respuesta inmunitaria.

El daño a los nervios y vasos sanguíneos también puede reducir la circulación. El flujo sanguíneo deficiente puede alterar la estructura de la piel, especialmente su colágeno.

Sin redes de colágeno saludables, la piel puede endurecerse y, en algunos casos, volverse frágil. El colágeno también es necesario para la cicatrización adecuada de heridas.

La mayoría de las complicaciones de la piel relacionadas con la diabetes son inofensivas, pero algunas pueden resultar en síntomas dolorosos y persistentes, y pueden requerir atención médica.

La opción de tratamiento más efectiva para muchas afecciones de la piel relacionadas con la diabetes es el control eficaz del azúcar en la sangre. Sin embargo, en casos graves el médico puede recetar esteroides orales, cremas medicadas u otro tratamiento.

En este artículo analizamos algunas afecciones comunes de la piel asociadas con la diabetes tipo 2.

La acantosis nigricans se caracteriza por la aparición de una banda oscura de piel aterciopelada y engrosada, especialmente en los pliegues cerca de la ingle, la parte posterior del cuello o las axilas.

Los cambios pueden ser una señal de prediabetes, pero también pueden ser el resultado de un problema hormonal o el uso de algunos medicamentos, como píldoras anticonceptivas, corticosteroides y niacina.

La acantosis nigricans ocurre en hasta el 74 por ciento de las personas con obesidad y diabetes.

No es peligrosa ni contagiosa, pero el médico puede aconsejar sobre un tratamiento. El manejo de los niveles de glucosa en la sangre y el índice de masa corporal (IMC) pueden ayudar.

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La psoriasis es una enfermedad autoinmune crónica que causa parches escamosos en la piel que producen picazón.

Las personas con psoriasis suelen desarrollar manchas rojas en su piel que pueden dar picazón y lucir escamosas.

Algunas personas también pueden experimentar cambios en las uñas o el cuero cabelludo.

Algunas personas con psoriasis en la piel también podrían desarrollar artritis psoriásica que incluye dolor articular severo.

Las opciones de tratamiento para la psoriasis incluyen cambios en el estilo de vida, cremas y ungüentos de cortisona, manejo del azúcar en la sangre y del peso corporal, y en casos de moderados a graves, medicamentos biológicos orales o inyectables.

Las personas con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de desarrollar psoriasis que las personas sin diabetes.

Es un trastorno del tejido conectivo. El engrosamiento simétrico de la piel afecta la parte superior del cuerpo, por ejemplo, la espalda alta y la parte posterior del cuello.

En casos severos, puede dificultar que una persona se mueva. La esclerodermia es una afección poco frecuente que generalmente afecta a las personas con exceso de peso. Los autores de un estudio señalan que puede afectar a las personas con diabetes que manejan bien sus niveles de azúcar en la sangre, así como en aquellos que no la manejan bien.

También puede presentarse en personas sin diabetes, después de una infección estreptocócica.

Los tratamientos incluyen medicamentos orales, como ciclosporina, corticosteroides y metotrexato, pero la investigación no ha confirmado su efectividad. Algunos médicos pueden recomendar la terapia de luz.

Las personas con diabetes pueden desarrollar piel tensa, gruesa y de aspecto ceroso en la epidermis, las manos y los dedos. Esto se debe a problemas circulatorios.

A menudo comienza en las manos, pero puede extenderse a los brazos y la parte superior del cuerpo. Con menos frecuencia, puede afectar las rodillas, los tobillos o los codos, y la piel puede verse como cáscara de naranja.

Puede presentarse rigidez articular.

Las personas con diabetes pueden prevenir esta complicación manteniendo sus niveles de azúcar en la sangre bajo control. El médico puede recomendar fisioterapia.

Algunas personas desarrollan llagas con forma de ampollas irregulares que aparecen de forma aleatoria en sus pies y manos. Las ampollas suelen ser grandes, indoloras y aparecen solas o en parches.

La única opción de tratamiento real es un buen control del azúcar en la sangre, aunque el médico puede eliminar las ampollas grandes en entornos estériles.

Las personas con bullas deben evitar reventar la ampolla, para prevenir la infección. Por lo general, sanan sin dejar cicatriz, pero si se presentan complicaciones, a veces la amputación podría ser necesaria. Esta es una afección poco común.

Esta afección presenta manchas circulares, rojizas o de color marrón claro que por lo general aparecen en las espinillas u otras partes óseas del cuerpo. Los parches también suelen verse abollados y escamosos.

Cerca del 33 por ciento de las personas con diabetes tipo 1, y el 39 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 desarrollan dermopatía diabética.

La afección es causada por el daño a los nervios y vasos sanguíneos, en particular los cambios se presentan en los vasos sanguíneos pequeños.

Dado que la afección se presenta en áreas del cuerpo con músculo y grasa menos protectores, las lesiones pueden reflejar una mayor respuesta a las heridas.

Las lesiones son inofensivas, y la persona no suele necesitar tratamiento.

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Las personas con diabetes son propensas a tener problemas del pie.

A veces, las heridas insignificantes pueden convertirse en llagas abiertas llamadas úlceras diabéticas. Estas pueden presentarse en cualquier parte de la piel, pero son más comunes en los pies.

La diabetes puede afectar la circulación sanguínea y el sistema nervioso. Si una persona tiene una herida en el pie debido, por ejemplo, a zapatos mal ajustados, la falta de sensibilidad en el pie puede hacer que no note la lesión. Además, el bajo suministro de sangre puede dificultar la cicatrización de las heridas.

Sin tratamiento, se puede desarrollar una úlcera. Si llega a infectarse, existe un riesgo de muerte del tejido o necrosis, y la persona podría necesitar finalmente una amputación.

Es esencial que las personas con diabetes:

  • controlen sus niveles de azúcar en la sangre
  • revisen regularmente sus pies y otras partes del cuerpo en busca de heridas o lesiones que puedan requerir atención

Según un artículo en el BMJ, casi el 6 por ciento de las personas con diabetes desarrollarán algún tipo de enfermedad del pie, ya sea una infección, ulceración o muerte del tejido. Entre el 0.3 por ciento y el 1.5 por ciento de estas personas necesitarán una amputación.

Una persona con xantelasma tiene depósitos de grasa amarillos y escamosos en y cerca de los párpados. También pueden aparecer en el cuello, el tronco, los hombros y alrededor de las axilas.

El xantelasma puede ser el resultado de un nivel alto de azúcar en la sangre, y niveles altos de grasa en el cuerpo, pero puede ocurrir en personas sin estos factores.

En algunos casos, esto se debe a una tendencia genética a desarrollar xantelasma junto con colesterol alto. Las afecciones que aumentan el riesgo incluyen diabetes y obesidad, además del embarazo.

El xantelasma no plantea un riesgo para la salud, pero puede afectar la calidad de vida de una persona.

Algunos estudios pequeños han sugerido que los medicamentos reductores de lípidos pueden ser eficaces.

Algunas personas han probado tratamientos estéticos, como la terapia láser o una exfoliación química. Estos pueden ayudar, pero no hay una manera garantizada de remover el xantelasma.

El mal manejo de la glucosa en personas con diabetes a veces puede provocar la aparición de protuberancias con un color marrón rojizo a naranja amarillento. Estas pueden causar mucha picazón.

Las lesiones se pueden formar en cualquier parte del cuerpo, pero con mayor frecuencia aparecen en los muslos, los glúteos y en los pliegues de los codos y las rodillas.

La diabetes es una de las razones por las que esto podría ocurrir. Otras razones incluyen factores genéticos, hipotiroidismo y cirrosis.

Un caso grave puede indicar un mayor riesgo de pancreatitis. Una persona con síntomas graves debe buscar atención médica urgente.

El tratamiento para las personas con diabetes incluye seguir una dieta baja en grasas, perder peso y controlar los niveles de azúcar en la sangre. Después de esto, el médico puede recomendar el uso de estatinas o fibratos.

Los papilomas cutáneos son crecimientos blandos de color carne que cuelgan de la piel. Afectan a alrededor del 25 por ciento de la población general, pero también pueden ser una señal de niveles altos de azúcar en la sangre en personas con diabetes.

Los estudios han vinculado los papilomas cutáneos, también llamados acrocordones, con niveles altos o descontrolados de azúcar en la sangre.

Los papilomas cutáneos aparecen en áreas como los párpados, las axilas, el cuello, debajo de los senos y los pliegues de la ingle.

La necrobiosis lipoídica diabeticorum es una afección crónica poco común que causa que se forme un sarpullido en la piel de una persona con diabetes. Los investigadores estiman que afecta al 0.3 por ciento de las personas con diabetes. Más de la mitad de estas personas dependen de la insulina.

Las lesiones suelen comenzar como protuberancias pequeñas, firmes y elevadas, y progresan a placas más grandes de piel cerosa, dura, hundida, de color amarillo a marrón rojizo.

Las placas no suelen causar dolor, y la piel toma un aspecto de pálido a brillante.

Las lesiones a menudo se vuelven cerosas y desarrollan un borde color púrpura con el tiempo. Aunque inofensiva, esta afección puede causar complicaciones, como cicatrices. La piel también es más propensa a las infecciones. En alrededor del 15 por ciento de los casos, puede ocurrir ulceración.

El empeoramiento de los síntomas puede ser una señal de que el plan de tratamiento de la diabetes de la persona necesita ajustarse.

Los tratamientos para la necrobiosis lipoídica diabeticorum pueden incluir medicamentos tópicos y orales. La persona también debe proteger la piel de daños mayores debido a lesiones para evitar el riesgo de infecciones.

Esta afección presenta protuberancias pequeñas, firmes, elevadas, rojizas o de color de la piel que se extienden hacia el exterior formando un anillo. Las lesiones suelen presentarse en las manos, los dedos y los antebrazos. Puede aparecer solo una o en grupos en el cuerpo. Generalmente, aparecen simétricamente en el cuerpo.

La Organización Nacional de Enfermedades Raras (NORD, por sus siglas en inglés) señala que el granuloma anular puede ser una complicación de la diabetes o de la culebrilla (herpes zóster), aunque no está claro por qué se desarrollan las protuberancias.

Las lesiones son inofensivas y por lo general desaparecen sin tratamiento; sin embargo, si es persistente y causa incomodidad, el médico puede recetar un medicamento corticosteroide o isotretinoína. La fototerapia (terapia con luz) también puede ayudar.

Las personas con diabetes tipo 2 tienden a experimentar infecciones bacterianas y micóticas más frecuentes y graves que las personas sin diabetes. También podrían tener reacciones alérgicas más frecuentes y graves.

Infecciones bacterianas

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La tiña es una infección micótica que puede ser más probable que ocurra en personas con diabetes tipo 2.

Estos suelen aparecer como llagas enrojecidas inflamadas, llenas de pus y dolorosas, generalmente debido a una infección con la bacteria Staphylococcus.

Los antibióticos y el manejo efectivo del azúcar en la sangre generalmente pueden prevenir que las infecciones bacterianas pongan en riesgo la vida.

Después de unos días, la mayoría de las llagas bacterianas liberan pus, y luego comienzan a sanar. El médico podría necesitar drenar cualquier llaga que no pueda drenar espontáneamente o que sea dolorosa o persistente.

Las infecciones bacterianas comunes para las personas con diabetes tipo 2 incluyen:

  • forúnculos, que comienzan como llagas y luego se convierten en nódulos inflamados de hasta una pulgada de diámetro
  • orzuelo, una infección de la glándula dentro del párpado
  • infecciones de las uñas
  • infección de los folículos pilosos
  • carbunclos, que son bultos firmes y sensibles que agrupan una serie de forúnculos conectados

Infecciones micóticas

Por lo general causan erupciones enrojecidas bordeadas por piel escamosa y, a veces, pequeñas ampollas. Los hongos requieren humedad para desarrollarse, por lo que las infecciones tienden a ocurrir en los pliegues húmedos y cálidos de la piel, aunque pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo.

Los tipos comunes incluyen:

  • infecciones micóticas, como la candidiasis
  • pie de atleta, que puede aparecer como parches escamosos entre los dedos, ampollas recurrentes, o descamación polvorienta en las plantas de los pies
  • tiña, una infección micótica que da lugar a una erupción similar a un anillo

El tratamiento con medicamentos antimicóticos puede prevenir infecciones prolongadas o frecuentes.

La mejor manera de reducir el riesgo, la gravedad y la frecuencia de todas las afecciones de la piel relacionadas con la diabetes es mantener niveles saludables de azúcar en la sangre.

Consejos sobre la glucosa en la sangre

Los consejos de estilo de vida para lograr y mantener niveles saludables de azúcar en la sangre incluyen:

  • seguir una dieta saludable
  • hacer ejercicio regularmente
  • mantener un peso saludable
  • seguir el plan de tratamiento, incluyendo el uso regular de cualquier medicamento que el médico recomiende

La atención al cuidado personal y la higiene también pueden ayudar a prevenir estas complicaciones.

Consejos sobre el cuidado de la piel

Estos consejos incluyen:

  • evitar duchas y baños prolongados o calientes, saunas y bañeras de hidromasaje
  • elegir productos de baño que no resequen ni irriten la piel, como jabones sin fragancia
  • usar champús, acondicionadores y jabones corporales suaves
  • mantener la piel lo más limpia y seca posible
  • usar cremas hidratantes para hidratar la piel
  • usar un humidificador y bañarse con menos frecuencia cuando el clima es seco
  • evitar los aerosoles de higiene femenina
  • evitar rascarse o frotarse los lugares con infecciones, erupciones cutáneas y llagas
  • tratar los cortes inmediatamente y monitorizar el progreso de su curación
  • consultar a un dermatólogo si se presentan problemas persistentes en la piel

Es crucial que las personas con diabetes revisen sus pies diariamente para detectar alteraciones en la piel, llagas y otros cambios.

Usar zapatos cómodos y bien ajustados puede ayudar a mejorar la circulación del pie y prevenir o disminuir el impacto de otras afecciones.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 18 de diciembre de 2021.

Versión original escrita el 16 de abril de 2019.

Última revisión médica realizada el 16 de abril de 2019.