La artritis psoriásica (AP) puede agudizarse durante los meses fríos del invierno. Varios remedios y cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aliviar los síntomas.

La artritis psoriásica afecta a algo más del 3 por ciento de la población en Estados Unidos, y del 7 por ciento al 17 por ciento de los que tienen psoriasis, según los autores de un artículo de investigación de 2010. Este tipo de artritis también puede darse en personas sin psoriasis.

El frío puede provocar dolores articulares en muchas personas, y quienes padecen artritis u otras afecciones articulares pueden experimentar brotes importantes de los síntomas.

La artritis psoriásica provoca inflamación y dolor en las articulaciones. Muchas personas afirman que el frío empeora los síntomas, pero pocos estudios han investigado esta relación.

Las temperaturas frías y la baja humedad pueden contribuir a los brotes invernales de psoriasis. La falta de luz solar también puede tener un efecto negativo y provocar una deficiencia de vitamina D.

Los expertos creen que la vitamina D puede ayudar a reducir la inflamación y la sobreproducción de células en algunas personas con psoriasis.

Las investigaciones sugieren que la deficiencia de vitamina D puede ser más común entre las personas con artritis psoriásica, aunque no está claro si existe una relación. También es más probable que vivan más lejos de la línea del ecuador, donde hay menos sol en invierno.

Los siguientes consejos pueden ayudar a las personas a controlar la inflamación de la piel y las articulaciones, y al dolor asociado.

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Edición de fotos por Lauren Azor; Ricky Deacon/Getty Images

Un simple baño en agua tibia puede ayudar a aliviar la presión sobre las articulaciones doloridas, reduciendo la hinchazón y la inflamación.

Un baño caliente puede aliviar los síntomas de muchos tipos de afecciones musculoesqueléticas, como la artritis, la fibromialgia y la lumbalgia.

Lo ideal es que el agua no esté ni demasiado caliente ni demasiado fría, de unos 33 ºC a 38 °C (92 ºF – 100 °F). Permanece durante unos 20 minutos.

Intenta hacer algunos estiramientos suaves después del baño para mantener las articulaciones y los músculos flexibles durante más tiempo.

Las personas con problemas de piel debido a la psoriasis pueden encontrar que los tejidos naturales, suaves y transpirables, como el algodón, son menos propensos a irritar o provocar cambios en la piel.

Para mantener el calor en invierno, una persona con psoriasis y artritis psoriásica podría intentar llevar una capa base de algodón y añadir capas de prendas de tejidos más cálidos.

El uso de capas de prendas básicas de algodón, como camisetas de algodón de manga larga, mallas o calzoncillos largos, puede ayudar a evitar el contacto entre la piel y las fibras irritantes de las prendas exteriores.

Hay varias marcas de calzoncillos largos y otras prendas térmicas disponibles en Internet. Un forro polar 100 por ciento de algodón puede proporcionar una capa exterior cálida.

Muchas personas con artritis psoriásica experimentan dolor e inflamación en las articulaciones de las manos. Los guantes impermeables y aislantes pueden proteger las articulaciones del frío y la humedad.

Al elegir los guantes, asegúrate de que te dejen doblar la mano sin demasiada resistencia. Esto permite agarrar cosas sin ejercer demasiada presión sobre las articulaciones.

Los guantes térmicos están disponibles en tiendas de artículos para actividades al aire libre y en línea, incluidos guantes con dedos abiertos que permiten el uso del teléfono.

Caminar, andar en bicicleta y otras actividades al aire libre pueden ayudar a mantener la movilidad y la flexibilidad de las articulaciones, pero pueden ser menos tentadoras en los fríos meses de invierno, especialmente para las personas con artritis psoriásica.

Llevar capas de ropa puede ayudar a proteger las articulaciones del frío. Las personas pueden quitarse una o dos capas si tienen demasiado calor mientras hacen ejercicio.

Si hace demasiado frío en el exterior, una rutina de ejercicios en interiores, como el yoga, puede ser útil. Una revisión de 2019 sugiere que el yoga puede ayudar a controlar la inflamación en afecciones como la artritis.

Las directrices publicadas en 2019 recomiendan actividades de bajo impacto para las personas con artritis psoriásica, como el tai chi, el yoga o la natación.

Hacer ejercicio en una piscina climatizada puede ayudar a estimular la circulación y aflojar las articulaciones rígidas y doloridas durante los meses de invierno.

El agua proporciona una combinación de resistencia y flotabilidad, que puede beneficiar a las personas con artritis psoriásica. La resistencia aumenta la intensidad del ejercicio, mientras que la capacidad para flotar ayuda a soportar el peso del cuerpo y alivia la presión sobre las articulaciones.

Cabe señalar que el agua clorada puede irritar o resecar la piel de las personas con psoriasis.

Una persona con artritis psoriásica podría beneficiarse de la hidroterapia, que es un conjunto de ejercicios supervisados y estructurados que se realizan en una piscina de agua caliente.

Un estudio de 2013 entrevistó a 10 personas con artritis psoriásica sobre sus experiencias con la hidroterapia. La mayoría dijo que había mejorado su movilidad articular, su fuerza y su equilibrio, y que había reducido la rigidez y el dolor. Sin embargo, son necesarias más investigaciones para confirmar cómo la hidroterapia puede beneficiar a las personas con artritis psoriásica.

Un humidificador de interiores puede ayudar a contrarrestar los efectos de sequedad de la calefacción central. Estas unidades sustituyen parte de la humedad del aire, lo que ayuda a evitar que la piel se reseque.

Durante los meses de invierno, el clima nublado y la reducción de las horas de luz del día disminuyen los niveles de exposición a la luz solar. Esto puede desencadenar brotes de psoriasis en algunas personas.

Cuando los síntomas de la psoriasis empeoran, pueden desencadenar la artritis psoriásica.

La fototerapia, o terapia de luz, suministra cantidades controladas de luz UV a la piel. Esto puede ayudar a aliviar los síntomas de la psoriasis. Puede ayudar a las personas con psoriasis y con artritis psoriásica.

Se ha afirmado que los tratamientos de fototerapia con UVB y psoraleno más UVA (PUVA) pueden ayudar a controlar los síntomas de la psoriasis.

Pero pueden ser necesarias varias sesiones para ver una mejora. La exposición prolongada a los rayos UV también puede aumentar el riesgo de cáncer de piel.

Fototerapia UVB

Los rayos UVB están presentes en la luz solar natural. La exposición regular de las zonas afectadas de la piel a los rayos UVB puede ayudar a frenar el crecimiento de las células de la piel psoriásica.

Las personas pueden experimentar un empeoramiento a corto plazo de la irritación de la piel antes de notar mejoras.

Un médico o un dermatólogo pueden proporcionar este tratamiento en un entorno médico. También se puede aprender a utilizar una unidad de luz y realizar el tratamiento en casa.

Terapia PUVA

La terapia PUVA también utiliza los rayos presentes en la luz solar. Al igual que los rayos UVB, los rayos UVA frenan el crecimiento excesivo de las células de la piel y pueden ayudar a aliviar los brotes de psoriasis.

Para que esto funcione, una persona también debe tomar el medicamento sensibilizante para la luz, psoraleno.

La terapia PUVA puede causar efectos secundarios a corto plazo, como náuseas y un empeoramiento temporal de la irritación de la piel. Habla con un médico sobre los medicamentos y tratamientos caseros que pueden ayudar a contrarrestar estos efectos.

Algunas personas consideran que tener menos horas de luz altera su ciclo de sueño, haciendo que se sientan cansadas durante el día.

En el caso de las personas con artritis psoriásica, la falta de sueño puede empeorar el dolor crónico y otros síntomas. Esto puede afectar su calidad de vida.

Los siguientes consejos pueden ayudar a establecer buenos hábitos de sueño:

  • Sigue un horario de sueño regular.
  • Asegúrate de que la habitación esté oscura, tranquila y no sea ni demasiado caliente ni demasiado fría.
  • Evita la cafeína, el alcohol y el tabaco antes de acostarte.
  • Limita o evita el tiempo de pantalla antes de acostarte, y deja los dispositivos en otra habitación, si es posible.
  • Haz ejercicio todos los días, ya que esto ayuda a dormir mejor por la noche.

La vitamina D es una hormona esencial para mantener la salud de los huesos y la piel. El cuerpo produce la mayor parte de la vitamina D cuando se expone a la luz solar, pero los niveles pueden disminuir durante los meses de invierno.

Un estudio de 2015 analizó la relación entre la vitamina D3 y la artritis psoriásica. Las personas con artritis psoriásica con niveles bajos de vitamina D3 también tuvieron una mayor actividad de la enfermedad. Los niveles más bajos de vitamina D también se asociaron a lesiones cutáneas más graves en personas con psoriasis.

Una revisión de 2015 investigó la eficacia de las píldoras de vitamina D y los tratamientos tópicos con vitamina D para la psoriasis. Los investigadores descubrieron que ambos tipos de tratamientos con vitamina D podían reducir los síntomas.

Las fuentes alimentarias de vitamina D son el pescado azul y los productos lácteos enriquecidos. El médico también puede recomendar suplementos de vitamina D en algunos casos.

Durante el invierno, los vientos fríos y la baja humedad exterior pueden resecar la piel. La calefacción central puede agravar el problema, empeorando los síntomas de la psoriasis.

La solución de avena coloidal (CO) es un humectante natural hecho de avena finamente molida. Forma una barrera protectora sobre la piel, y esto ayuda a retener la humedad.

La CO también tiene propiedades antiinflamatorias, que pueden ayudar a aliviar los síntomas relacionados con la piel de las afecciones inflamatorias.

Una persona puede comprar cremas y lociones que contengan CO en las farmacias y en línea.

Como alternativa, prueba bañarte con una solución casera de CO. Envuelve un puñado de avena en una tela de muselina y ata el paño bajo un grifo de agua caliente.

Después del baño, da pequeñas palmaditas en la piel con una toalla suave y limpia. Aplica una capa de crema hidratante sobre la piel mientras está húmeda para ayudar a sellar la humedad.

Durante el invierno, el clima frío y seco y la reducción de las horas de luz pueden empeorar los síntomas de la artritis psoriásica. Pero una persona puede hacer muchas cosas para reducir estos efectos en su piel y articulaciones.

La hidratación y el uso de ropa adecuada pueden ayudar a proteger la piel y las articulaciones. Dormir lo suficiente, hacer ejercicio y tomar vitamina D también puede ayudar.

Durante el tiempo frío, tomar estas medidas puede reducir los síntomas, y puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con artritis psoriásica.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 29 de marzo de 2022.

Versión original actualizada el 5 de abril de 2021.

Última revisión médica realizada el 5 de abril de 2021.