Las convulsiones nocturnas son convulsiones que ocurren mientras una persona está dormida. Pueden causar un comportamiento nocturno inusual, como despertarse sin razón u orinar mientras duerme, así como sacudidas y temblores del cuerpo.

Las convulsiones nocturnas suelen ser un tipo de convulsión llamada convulsión tónico-clónica. La mayoría de las personas con convulsiones nocturnas de este tipo padecen de epilepsia.

En este artículo, conoce más sobre las convulsiones nocturnas, incluyendo las causas, los síntomas y los tratamientos.

the legs of a person in bed who may be having a Nocturnal seizureShare on Pinterest
Las convulsiones nocturnas son inusuales y generalmente significan que una persona tiene epilepsia.

Varios productos químicos desencadenan la actividad eléctrica regular que desempeña un papel en el pensamiento diario, el movimiento y otras funciones cerebrales. Durante una convulsión, una oleada repentina e inusual de actividad eléctrica hace que una persona pierda el control de algunas de estas funciones.

Hay muchos tipos distintos de convulsiones, pero la mayoría de las convulsiones nocturnas son tónico-clónicas. Los médicos solían llamar a las convulsiones tónico-clónicas convulsiones de mal mayor. Normalmente duran menos de 5 minutos.

Durante la fase tónica, los músculos se endurecen. Esto puede hacer que se muerdan la lengua o que pierdan el control de la vejiga o los intestinos.

Durante la fase clónica, los músculos pueden contraerse. Inmediatamente después de la convulsión, es posible que sea difícil despertarse.

La falta de sueño es un desencadenante común de convulsiones entre las personas con epilepsia, por lo que las convulsiones nocturnas que interrumpen el sueño pueden aumentar el riesgo de nuevas convulsiones.

Durante una convulsión nocturna, una persona puede:

  • gritar o hacer ruidos inusuales, especialmente justo antes de que los músculos se tensen
  • ponerse muy rígida de repente
  • mojar la cama
  • retorcerse o moverse a sacudidas
  • morderse la lengua
  • caerse de la cama
  • puede ser difícil despertarse después de la convulsión
  • sentirse confundida o mostrar otros comportamientos inusuales después de una convulsión
  • despertarse de repente sin razón aparente

No todas las personas con convulsiones nocturnas saben que las tienen. A veces, el único síntoma es un dolor de cabeza o un moretón al despertar.

Después de una convulsión, una persona puede sentirse exhausta o con falta de sueño. Esto puede causar somnolencia o irritabilidad durante el día.

Las convulsiones nocturnas suelen ocurrir justo después de que una persona se queda dormida, justo antes de despertarse o justo después de despertarse.

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La genética es una posible causa de epilepsia.

La epilepsia puede causar convulsiones nocturnas. Epilepsia es un término abarcativo que se refiere a muchos tipos diferentes de trastornos convulsivos.

Saber que una persona tiene epilepsia no explica por qué tiene convulsiones. Los médicos diagnostican a una persona con epilepsia si tiene dos o más convulsiones que no se deben claramente a otra cosa, como fiebre o abstinencia al alcohol.

Algunas posibles causas de epilepsia incluyen:

  • la genética
  • un trauma en la cabeza
  • una infección cerebral
  • accidentes cerebrovasculares, malformaciones de vasos sanguíneos y tumores

Ciertos tipos de epilepsia son más propensos a causar convulsiones nocturnas. Estos incluyen:

  • convulsiones tónico-clónicas al despertar
  • epilepsia rolándica benigna infantil
  • síndrome de Landau-Kleffner
  • epilepsia del lóbulo frontal
  • epilepsia mioclónica juvenil

Distinguir las convulsiones nocturnas de otros comportamientos del sueño, como el sonambulismo o los terrores nocturnos, puede ser desafiante.

Las personas que viven solas pueden despertar cansadas, pero no saben que tienen convulsiones. Si una persona no experimenta convulsiones durante el día, es posible que no sepa que está en riesgo de tener convulsiones nocturnas.

Una persona con un comportamiento nocturno inusual, dolores de cabeza por la mañana o cambios de humor inexplicables debe consultar a un médico.

Los médicos suelen diagnosticar la epilepsia con un electroencefalograma (EEG), que es un examen que mide la actividad eléctrica en el cerebro. En algunos casos, el médico puede recomendar una resonancia magnética o una tomografía computarizada para determinar si hay un área cerebral lesionada, o un tumor en el cerebro.

Cuando una persona experimenta convulsiones nocturnas únicamente o no está segura de si sus experiencias nocturnas son convulsiones, el médico puede recomendar un estudio del sueño. Los estudios del sueño pueden descartar otros problemas, como la apnea del sueño.

Varios tipos de epilepsia infantil pueden causar convulsiones nocturnas.

La epilepsia rolándica benigna, la forma más común de epilepsia infantil, suele desaparecer en la edad adulta. El síntoma principal son las convulsiones nocturnas.

Los niños con esta forma de epilepsia también pueden tener migrañas o presentar problemas de comportamiento. La mayoría de los niños con esta forma de epilepsia tienen antecedentes familiares de convulsiones.

La epilepsia mioclónica juvenil, a veces llamada síndrome de Janz, suele comenzar en la adolescencia, y, al principio, las convulsiones pueden ser breves. Los médicos desconocen qué causa este tipo de epilepsia, pero puede ser genética.

No todos los ataques nocturnos en niños significan que el niño tiene epilepsia. Entre el 2 por ciento y el 5 por ciento de los niños menores de 5 años en Estados Unidos experimentan convulsiones febriles, que ocurren cuando tienen fiebre.

Las convulsiones febriles suelen ser inofensivas y normalmente se resuelven una vez que la fiebre disminuye. Sin embargo, es importante consultar a un médico para descartar otras causas, como una lesión cerebral o una infección.

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Los medicamentos anticonvulsivos pueden ayudar a prevenir las convulsiones nocturnas.

Las convulsiones nocturnas son potencialmente peligrosas y aumentan el riesgo de morir de epilepsia. Tener una convulsión mientras se está durmiendo también puede hacer que una persona sea propensa a lesionarse.

Las personas que experimentan convulsiones nocturnas son más propensas a sufrir bajo nivel de oxígeno en sangre durante y después de la convulsión. También es más probable que continúen experimentando actividad cerebral inusual después de la convulsión.

Si bien la epilepsia puede ser aterradora, generalmente se puede tratar. Controlar las convulsiones reduce en gran medida el riesgo de complicaciones de una persona.

El tratamiento adecuado depende del tipo de convulsión que tenga una persona, la causa y otros factores de salud. Los posibles tratamientos incluyen:

  • medicamentos anticonvulsivos, como la fenitoína
  • evitar los desencadenantes de convulsiones, como la privación del sueño
  • una dieta alta en grasas, baja en carbohidratos o una dieta cetogénica
  • un estimulador del nervio vago, o un implante quirúrgico que envía impulsos eléctricos al cerebro

Dar seguimiento a los síntomas y los desencadenantes puede ayudar a identificar cualquier patrón en los síntomas, y si el plan de tratamiento está funcionando.

Es aconsejable para las personas que tienen convulsiones nocturnas tomar medidas para prevenir lesiones. Estas pueden incluir:

  • elegir una base para la cama baja, o colocar el colchón directamente en el suelo
  • poner un tapete de seguridad, como los de gimnasia, en el suelo junto a la cama
  • usar lámparas de pared en lugar de lámparas de mesa
  • mantener los muebles lejos de la cama
  • usar un monitor de convulsiones nocturnas que alerta a un ser querido cuando una persona tiene convulsiones

Las convulsiones nocturnas son potencialmente peligrosas. Para las personas sin antecedentes de convulsiones, las convulsiones pueden ser la primera señal de epilepsia.

No importa cuántas convulsiones nocturnas tenga una persona o qué medicamento tome, es fundamental consultar a un médico inmediatamente por cualquier síntoma de convulsiones nocturnas.

Controlar las convulsiones nocturnas puede reducir significativamente el riesgo de complicaciones de la epilepsia. Un diagnóstico completo también puede descartar otras causas de estos síntomas preocupantes que ocurren por la noche.

Última revisión médica realizada el 31 de octubre de 2019.