Los primeros síntomas del VIH generalmente aparecen entre 2 y 4 semanas después de que una persona se haya expuesto al virus, pero en algunos casos, los síntomas no aparecen durante meses o años después de la exposición.

El VIH es un virus que causa una afección del mismo nombre. Su etapa final es el SIDA, que es una afección grave que ocurre cuando se ha producido un daño significativo al sistema inmunitario de una persona.

El VIH se transmite a través de fluidos sexuales, sangre y leche materna. En 2015, las estadísticas sugirieron que el 94 por ciento de los casos de VIH ese año se debían al contacto sexual.

Sigue leyendo para obtener más información sobre los primeros síntomas del VIH, algunos detalles sobre la cronología de la afección y alguna información sobre el diagnóstico y cuándo contactar al médico.

Gloved hand holding a test tube, in order to test for early symptoms of HIV.Share on Pinterest
Bloomberg Creative/Getty Images

No todas las personas que contraen el VIH mostrarán síntomas de la afección inmediatamente. Sin embargo, si se presenta algún síntoma del VIH, generalmente aparece entre 2 y 4 semanas después de la exposición de una persona al virus.

En algunos casos, sin embargo, los síntomas solo aparecerán meses o años después.

A los médicos les resulta útil dividir el VIH en las tres fases siguientes:

  • fase 1, o infección aguda por VIH
  • fase 2, o infección crónica por VIH
  • fase 3, o SIDA

Estas diferentes fases no toman un período de tiempo determinado para progresar. El índice en el que progresa el VIH de una persona depende de muchos factores diferentes, incluyendo los efectos del medicamento que toma.

Las siguientes secciones analizarán cada una de estas etapas con más detalle.

Fase 1: Infección aguda por VIH

La infección aguda por VIH se refiere a cuando una persona experimenta ciertos síntomas del VIH muy rápidamente después de la exposición al virus.

Estos síntomas incluyen:

Algunas investigaciones indican que algunos de estos síntomas tienen más probabilidades de aparecer que otros. La lista anterior coloca los síntomas en orden de probabilidad decreciente.

Fase 2: Infección crónica por VIH

Según algunas investigaciones, los siguientes pueden ser síntomas de la infección crónica por VIH:

  • candidiasis vaginal, una infección
  • leucoplasia vellosa oral, que causa manchas blancas y de aspecto difuso en la lengua
  • culebrilla
  • daño neurológico o neuropatía
  • displasia cervical
  • púrpura trombocitopénica idiopática, una afección que impide que la sangre se coagule correctamente

Si esta fase progresa, el sistema inmunitario de la persona se deteriorará gravemente. Esto hará más difícil para su cuerpo combatir varias infecciones y otras afecciones.

Como resultado, una serie de afecciones podría afectar a la persona, incluyendo:

  • infecciones bacterianas recurrentes
  • neumonía recurrente
  • cáncer cervical
  • infecciones micóticas, como candidiasis, coccidioidomicosis y criptococosis
  • criptosporidiosis
  • enfermedad por citomegalovirus (CMV)
  • úlceras crónicas
  • sarcoma de Kaposi
  • linfoma

Fase 3: SIDA

El SIDA ocurre cuando la infección por VIH de una persona ha reducido drásticamente su recuento de células CD4.

Las células CD4 o las células T, son un tipo de glóbulos blancos. Su función es proteger el cuerpo de microbios que causan enfermedades. El VIH infecta estas células, haciéndolas incapaces de llevar a cabo su función.

Un recuento normal de CD4 es de 500 a 1,400 células CD4 por microlitro (mcl). Una persona tiene SIDA si su recuento de CD4 es menor que 200 células CD4 por mcl.

Cualquier persona que muestre síntomas de VIH debe comunicarse con el médico lo antes posible. Esto es especialmente importante si la persona ha tenido recientemente contacto sexual con otra persona o ha compartido una aguja con alguien más.

El VIH puede permanecer asintomático durante mucho tiempo. Por esta razón, cualquier persona que haya tenido relaciones sexuales sin protección recientemente y esté preocupada por la exposición al VIH debe comunicarse con el médico tan pronto como sea posible, incluso si no tiene ningún síntoma. Lo mismo ocurre con cualquiera que haya compartido recientemente una aguja.

Puede ser difícil hablar sobre la posibilidad de tener VIH. Sin embargo, sin un tratamiento adecuado, el VIH puede poner en peligro la vida. En estas situaciones, es muy importante que las personas antepongan su salud a largo plazo y hablan sobre el tema con el médico.

Los médicos tienen varias maneras de diagnosticar el VIH.

Las pruebas de cuarta generación son muy precisas. Estas implican analizar una pequeña muestra de sangre de una persona para detectar el VIH. También hay otras pruebas rápidas disponibles. Algunas de estas funcionan con una muestra de sangre, mientras que otras funcionan con saliva.

Algunas veces, los médicos también pueden utilizar pruebas de reacción en cadena de la polimerasa, que detectan la carga viral del VIH. Esta es la cantidad de VIH en la sangre de una persona.

Cuando la infección por VIH de una persona progresa hasta cierto punto, el médico puede diagnosticar SIDA.

Los médicos pueden diagnosticar SIDA de dos maneras diferentes: una persona tiene SIDA si su recuento de CD4 es menor que 200 células de CD4 por mcl o si tiene cualquier afección definitoria de SIDA.

Las afecciones que definen al SIDA son afecciones que una persona tiene más probabilidades de contraer si tiene VIH. Estas incluyen:

  • neumonía por Pneumocystis jirovecii, un tipo de neumonía micótica
  • tuberculosis
  • enfermedad de MAC diseminada
  • cáncer cervical
  • infecciones micóticas, como candidiasis, coccidioidomicosis y criptococosis
  • criptosporidiosis
  • enfermedad por CMV
  • sarcoma de Kaposi
  • linfoma

El VIH es una afección grave. Sin embargo, los científicos han hecho muchos avances en su tratamiento.

El pronóstico de una persona depende de la rapidez con la que reciba el medicamento y de la respuesta al tratamiento. Los medicamentos pueden aumentar el recuento de CD4 de una persona y disminuir su carga viral a niveles indetectables.

Como señala un estudio, una persona con VIH que tiene un recuento normal de CD4 tiene la misma esperanza de vida que una persona sin VIH.

Sin embargo, una persona con SIDA sin tratamiento puede vivir solo de 1 a 2 años después de su primera infección oportunista. Las infecciones oportunistas son aquellas que el sistema inmunitario de una persona no puede combatir porque está gravemente debilitado debido al VIH.

Con el medicamento adecuado, una persona puede pasar de tener SIDA a tener VIH sin SIDA.

Los primeros síntomas del VIH tienden a aparecer entre 2 y 4 semanas después de la exposición de una persona al virus. Sin embargo, a veces puede tomar de meses a años para que aparezcan los síntomas.

Sin tratamiento, el VIH puede poner en peligro la vida. Sin embargo, la medicina moderna permite a muchas personas con VIH vivir una vida perfectamente normal.

La clave es detectar y comenzar a tratar la afección lo antes posible.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 22 de abril de 2022.

Versión original escrita el 26 de abril de 2021.

Última revisión médica realizada el 26 de abril de 2021.