La cúrcuma es una especia aromática que desempeña un papel importante en la cocina oriental. La gente la ha utilizado en la cocina y con fines medicinales durante miles de años.

La cúrcuma contiene curcumina, un compuesto activo que parece tener varias propiedades que pueden ayudar a combatir muchas enfermedades, incluidas algunas afecciones inflamatorias crónicas.

La gente utiliza la cúrcuma, o curcumina, en polvo, en forma de raíz, como ingrediente de una pomada tópica o como suplemento dietético.

Aunque la investigación no es concluyente, las pruebas actuales sugieren que esta especia puede ayudar en el tratamiento de ciertos trastornos de la piel, como la psoriasis.

La psoriasis es una enfermedad sistémica, lo que significa que afecta a todo el cuerpo, aunque las lesiones aparecen en lugares específicos de la piel. Los investigadores han estudiado los usos tópicos y orales de la curcumina para la psoriasis.

Aplicación tópica

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La cúrcuma puede ser beneficiosa para las personas con psoriasis.

Un estudio publicado en 2015 en la revista Iranian Journal of Pharmaceutical Research analizó cómo la aplicación de un preparado tópico con extracto de curcumina podría beneficiar a las personas con psoriasis en placas por su efecto sobre la producción de células cutáneas.

El estudio consistió en 34 participantes que se aplicaron el preparado durante 9 semanas.

Al final del período de estudio, los síntomas de los participantes habían mejorado significativamente; tenían menos lesiones y una mejor calidad de vida.

En un estudio más amplio, publicado en 2011, 647 personas con psoriasis se aplicaron un gel de curcumina en las lesiones de la psoriasis.

Tras 16 semanas, presentaron una reducción significativa de los síntomas, y estos desaparecieron por completo en el 72.2 por ciento de los participantes.

Los investigadores creen que esto ocurrió por la forma en que la curcumina influyó en la actividad de la fosforilasa quinasa (PhK). La PhK es una proteína que interviene en la sobreproducción de células de la piel y, en consecuencia, en la proliferación de la psoriasis.

Dosis orales

En 2016, los autores de un estudio con ratones encontraron que el tratamiento oral con curcumina provocaba mejoras en el enrojecimiento de las orejas, el peso de los ganglios linfáticos y otras características. Concluyeron que “la curcumina tiene un gran potencial para tratar la psoriasis”.

Otro estudio, publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology, analizó el efecto de la curcumina en la psoriasis cuando ocho personas tomaron 4.5 gramos de tabletas de curcumina al día durante 12 semanas. El estudio encontró que el suplemento dietético producía pocos beneficios, si es que los hubo.

Los investigadores concluyeron que el suplemento probablemente no era mejor que un placebo para controlar los síntomas. El estudio también tuvo limitaciones, como el reducido número de participantes.

Los que practican la medicina tradicional utilizan la curcumina por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas y anticancerígenas.

Las características que pueden ayudar a reducir los síntomas de la psoriasis incluyen su:

  • Actividad antioxidante. Esto puede disminuir el estrés oxidativo relacionado con las lesiones de la piel.
  • Actividad antiinflamatoria. La curcumina parece inhibir la producción de sustancias conocidas como citoquinas, que pueden provocar inflamación. Entre ellos se encuentran el factor de necrosis tumoral (TNF), la interleucina-6 y la interleucina-17.
  • Mejora de la función de barrera de la piel. Es posible que lo haga regulando la involucrina (iNV) y la filagrina, que participan en este proceso.

La curcumina también puede reducir la PhK, que parece ser mayor en las personas con psoriasis.

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Las formas de utilizar la cúrcuma incluyen el té de cúrcuma, añadirla a los alimentos y tomar suplementos.

La investigación sobre el uso medicinal más eficaz de la cúrcuma para la psoriasis todavía tiene camino que recorrer, pero ya existen algunas aplicaciones tópicas que contienen curcumina y pueden ayudar a algunas personas.

Las siguientes son algunas ideas para utilizar la cúrcuma, o curcumina, para ayudar con la psoriasis:

  • La cúrcuma en la cocina. Añade una cucharada de curcumina a los platos de arroz, al curry y a las salsas para obtener sabor, color y posibles beneficios para la salud.
  • Suplementos de curcumina. Están disponibles en tiendas de salud, pero consulta primero con tu médico sobre la cantidad que debes utilizar.
  • Té de cúrcuma. Hierve una cucharadita de cúrcuma molida con 4 tazas de agua, cocina a fuego lento durante 10 minutos y añade miel o limón al gusto.
  • Pasta de cúrcuma. Combina 1 parte de cúrcuma en polvo con 2 partes de agua en una cacerola, cocina a fuego lento hasta formar una pasta espesa, deja enfriar y guarda. Aplica sobre la piel.

Sin embargo, recuerda que la investigación no ha confirmado que la aplicación de la cúrcuma de esta manera marque una diferencia. Además, la cúrcuma tiene un color amarillo intenso, y es probable que manche la piel. Prueba primero en una pequeña parte de la piel.

Es probable que la cúrcuma sea segura para la mayoría de las personas, pero aun así hay que tomar algunas precauciones.

Tomar altas dosis de cúrcuma durante mucho tiempo puede provocar náuseas, diarrea e indigestión.

La Fundación de la Artritis (AF, por sus siglas en inglés) señala que, en dosis elevadas, la cúrcuma puede actuar como anticoagulante. Por esta razón, las personas no deben utilizarla médicamente junto con medicamentos anticoagulantes, como la warfarina (Coumadin), o si:

  • tendrás una cirugía
  • estás embarazada
  • tienes enfermedad vesicular
  • tienes un trastorno hemorrágico, como hemofilia, u otros riesgos de hemorragia

Las personas que deseen usar suplementos de cúrcuma para la psoriasis deben hablar primero con su médico para asegurarse de que no interferirá con ningún medicamento o problema de salud actual.

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La psoriasis provoca la aparición de manchas escamosas en la piel.

La psoriasis es un trastorno crónico e inflamatorio. Es una enfermedad sistémica que afecta a todo el cuerpo, pero los síntomas distintivos de la mayoría de los tipos de psoriasis son la piel inflamada y escamosa.

La psoriasis puede reducir la calidad de vida de una persona, debido a las limitaciones físicas causadas por el calor, el dolor y la hinchazón de las zonas afectadas.

La psoriasis se produce cuando el cuerpo activa accidentalmente el sistema inmunitario, lo que causa inflamación incontrolada y la rápida renovación de las células de la piel. Esta sobreproducción de células cutáneas es lo que provoca la aparición de placas y lesiones en la piel.

Algunas personas también tienen artritis psoriásica, una enfermedad en la que la inflamación afecta las articulaciones.

Los síntomas de la psoriasis y su gravedad varían según las personas. La mayoría de las personas también experimentan reagudizaciones, cuando los síntomas empeoran, y remisiones, cuando los síntomas pueden desaparecer por completo durante un tiempo.

Tratamientos convencionales

El tratamiento dependerá del tipo de psoriasis que tenga la persona y de la gravedad de los síntomas.

Los tratamientos convencionales buscan detener o retrasar el ritmo de recambio celular y evitar la inflamación en curso.

Dependiendo de los síntomas y de su gravedad, el médico puede recetar:

  • Cremas o ungüentos tópicos. Suprimirán el sistema inmunitario, reducirán la inflamación y aliviarán los síntomas de la piel.
  • Humectantes. La aplicación de una crema hidratante espesa y sin perfume puede ayudar a aliviar las molestias y reducir la sequedad y las grietas.
  • Terapia con luz. La luz del sol o las fuentes artificiales de luz ultravioleta (UV) también pueden ayudar a controlar los síntomas.
  • Medicamentos sistémicos. Su objetivo es reducir la actividad del sistema inmunitario. Algunos ejemplos son el metotrexato, la acitretina (Soriatane) y la ciclosporina (Neoral).
  • Medicamentos biológicos. Se trata de un tipo de fármaco relativamente nuevo que se dirige a la actividad de células específicas. El médico puede recetar un fármaco biológico del factor de necrosis tumoral (TNF-alfa), como etanercept (Enbrel), infliximab (Remicade) y adalimumab (Humira).

La curcumina y la cúrcuma forman parte desde hace tiempo de la práctica médica tradicional. Estas son algunas de las afecciones que pueden ayudar a tratar.

Depresión

Algunos estudios han sugerido que la curcumina podría tener efectos antidepresivos.

En 2017, los investigadores administraron a personas con trastorno depresivo mayor dosis variables de extracto de curcumina o de curcumina con azafrán. En general, los participantes experimentaron una mejora de sus síntomas de depresión y ansiedad.

Sin embargo, los investigadores aún no saben con exactitud cómo la curcumina puede mejorar el estado de ánimo de una persona.

Artritis

Una revisión de estudios publicada en 2016 concluyó que la curcumina podría ayudar a las personas con artritis, incluyendo la osteoartritis y la artritis reumatoide. La curcumina tiene un papel como tratamiento antiinflamatorio en la medicina tradicional china y ayurvédica.

Según la AF, las personas pueden utilizar cápsulas o la raíz en polvo para tratar sus síntomas.

Diabetes

Los hallazgos de un estudio en ratas publicado en 2016 sugirieron que la curcumina podría ayudar a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre y a controlar la diabetes tipo 2 si las personas la combinan con modificaciones del estilo de vida y con una terapia de insulina.

Control del peso corporal

Los científicos que llevaron a cabo un estudio en ratones en 2009 plantearon que la cúrcuma puede ayudar a quemar grasa y a perder peso. Los investigadores piden que se realicen más investigaciones para ver cómo una ingesta de curcumina en alguna forma podría reducir el riesgo de obesidad.

Salud vascular

Las personas que padecen una afección llamada trombosis vascular suelen utilizar fármacos anticoagulantes para frenar o prevenir la coagulación de la sangre. La cúrcuma tiene propiedades anticoagulantes, y se ha visto prometedora para ayudar a reducir la coagulación en estas situaciones.

Una revisión de estudios publicada en 2018 concluyó que la curcumina apoya positivamente la hemostasia, la anticoagulación y la fibrinólisis.

Estas funciones son cruciales para detener las hemorragias excesivas, por un lado, y para evitar la formación de coágulos, por otro.

Nunca se debe utilizar la cúrcuma como sustituto de los medicamentos recetados. Cualquier persona que desee utilizar la cúrcuma para una afección diagnosticada debe consultarlo con un médico.

Los investigadores han estudiado el uso de la cúrcuma en la prevención y el tratamiento de una serie de afecciones, especialmente las que implican inflamación.

La curcumina puede ayudar a aliviar la psoriasis y otras afecciones inflamatorias de la piel, pero aún es necesario investigar más para averiguar la mejor manera de tomarla, y qué dosis serán eficaces y seguras.

También conviene recordar que las investigaciones se han centrado en la curcumina, que es el ingrediente activo de la cúrcuma, y no en la especia alimenticia, la cúrcuma. Es poco probable que el consumo de platillos que contengan cúrcuma suponga una gran diferencia en los síntomas de una persona, pero puede ser beneficioso, y es improbable que cause algún daño.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 27 de junio de 2022.

Versión original escrita el 19 de febrero de 2019.

Última revisión médica realizada el 19 de febrero de 2019.