La enfermedad de Crohn es una afección de por vida que causa inflamación e irritación a lo largo del tracto digestivo. Conocer los datos sobre la enfermedad Crohn puede ayudar a una persona a entender y manejar mejor su afección.

En este artículo, exploramos la enfermedad de Crohn y sus causas, factores de riesgo y prevalencia.

También se describen las diferencias entre la colitis ulcerosa debido a Crohn y el síndrome del intestino irritable. Luego investigamos las complicaciones, el diagnóstico, el tratamiento y los costos de tratar la enfermedad de Crohn.

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La enfermedad de Crohn es una afección que requiere un tratamiento de por vida.

La enfermedad de Crohn es un tipo de enfermedad intestinal inflamatoria.

Causa inflamación que puede afectar cualquier parte del tracto digestivo, pero ocurre más comúnmente en el intestino delgado y la primera parte del intestino grueso, o el colon.

Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden variar considerablemente entre una persona y otra, pero por lo general incluyen diarrea, y dolor abdominal y calambres.

Otros síntomas pueden incluir:

  • pérdida de peso
  • pérdida de apetito o náusea
  • fatiga
  • sangre en las heces
  • ojos rojos y doloridos
  • dolor de articulaciones
  • manchas rojas de piel sensible
  • fiebre
  • anemia

Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden aparecer y desaparecer, y a veces pueden desaparecer durante semanas o incluso meses.

Los médicos describen los períodos de pocos o ningún síntoma como remisión. Cuando los síntomas regresan o empeoran repentinamente, se refieren a esto como un brote o recaída.

No existe cura para la enfermedad de Crohn. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, lograr y mantener la remisión.

Los médicos aún no han identificado una causa específica de la enfermedad de Crohn. El consenso general entre los investigadores es que la enfermedad es el resultado de una falla del sistema inmunitario.

Según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), las bacterias en el tracto digestivo pueden hacer que el sistema inmunitario ataque los tejidos sanos, lo que conduce a la inflamación.

La enfermedad de Crohn también puede presentarse en familias y parece ser más común en personas que tienen un familiar cercano con la afección.

Se están investigando los factores de riesgo de la enfermedad de Crohn. Algunos expertos piensan que una dieta rica en lácteos, azúcar y alimentos procesados puede aumentar el riesgo de una persona. La depresión y la ansiedad también pueden jugar un papel en el desarrollo de la enfermedad.

El NIDDK afirma que “el estrés y comer ciertos alimentos no causan la enfermedad de Crohn”. Sin embargo, también apuntan a investigaciones que sugieren que el estrés y ciertos alimentos pueden desencadenar o empeorar los síntomas en algunas personas.

La investigación indica que otros factores de riesgo incluyen:

  • fumar cigarrillos
  • haber tenido una apendicectomía
  • el uso frecuente de ciertos medicamentos, como fármacos antiinflamatorios no esteroides, antibióticos y la píldora anticonceptiva

Según investigaciones de 2013, más de 1.17 millones de adultos en Estados Unidos tenían enfermedad inflamatoria intestinal. De este grupo, alrededor de 565,000 tenían la enfermedad de Crohn y 593,000 tenían colitis ulcerosa, que es otro tipo de enfermedad inflamatoria intestinal.

La enfermedad de Crohn parece ser cada vez más común en EE.UU. y otras partes del mundo, según el NIDDK.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) informan que los médicos diagnostican de 3.1 a 14.6 nuevos casos de Crohn por cada 100,000 personas al año. También señalan que la enfermedad inflamatoria intestinal es más común en países desarrollados.

Cualquier persona puede desarrollar la enfermedad de Crohn, pero es más común en las personas más jóvenes, en particular entre los 20 y 29 años.

La afección también es más común en personas que tienen un familiar cercano con enfermedad inflamatoria intestinal, y fumar puede duplicar la probabilidad de desarrollar Crohn.

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La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa afectan el sistema digestivo.

La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son tipos de enfermedades inflamatorias intestinales, y comparten muchos síntomas y factores de riesgo. Las opciones de tratamiento para las dos afecciones también pueden ser similares.

Sin embargo, también hay algunas diferencias importantes, por ejemplo:

  • La enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto digestivo, mientras que la colitis ulcerosa solo se desarrolla en el colon y el recto.
  • La enfermedad de Crohn tiende a causar parches de inflamación con áreas de tejido sano en el medio, mientras que la colitis ulcerosa causa inflamación ininterrumpida a lo largo del colon.
  • La enfermedad de Crohn puede afectar todas las capas de la pared intestinal, pero la colitis ulcerosa solo se presenta en el revestimiento interno del colon.

Algunas investigaciones sugieren que la colitis ulcerosa es ligeramente más común que la enfermedad de Crohn en América del Norte.

La enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome del intestino irritable afectan el sistema digestivo y pueden causar síntomas similares, como diarrea y malestar abdominal.

Sin embargo, son diferentes afecciones con diferentes causas y tratamientos.

Mientras que la enfermedad inflamatoria intestinal puede causar daño duradero a los intestinos, el síndrome del intestino irritable no causa inflamación ni signos visibles de lesión intestinal.

Algunas diferencias clave entre la enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome del intestino irritable incluyen:

  • La enfermedad inflamatoria intestinal es una enfermedad autoinmune, mientras que el síndrome del intestino irritable es el resultado de cambios en la forma en que los intestinos se contraen y se relajan.
  • Los síntomas y complicaciones de la enfermedad inflamatoria intestinal tienden a ser más graves que los del síndrome del intestino irritable.
  • El tratamiento del síndrome del intestino irritable normalmente se centra en el estilo de vida y los cambios en la dieta, mientras que las personas con enfermedad inflamatoria intestinal suelen necesitar tomar medicamentos que ayudan a reducir la inflamación en el tracto digestivo.

Es posible tener tanto enfermedad inflamatoria intestinal como síndrome del intestino irritable.

La enfermedad de Crohn puede llevar a una serie de complicaciones graves, particularmente en personas que no reciben tratamiento o si el tratamiento no tiene éxito.

Las posibles complicaciones de la enfermedad de Crohn pueden incluir:

  • Abscesos. La infección en el tracto digestivo puede conducir a áreas inflamadas, dolorosas y llenas de pus llamadas abscesos.
  • Fisuras anales. Pequeños desgarros o rasgaduras al final del canal anal, cerca del recto. Pueden causar picazón, sangrado y dolor.
  • Obstrucción intestinal. La inflamación grave puede conducir a bloqueos parciales o completos que impiden el movimiento de alimentos y desechos a través de los intestinos. Estas obstrucciones pueden poner en riesgo la vida y requieren atención médica inmediata.
  • Fístulas. Si la inflamación atraviesa la pared intestinal, se pueden formar estructuras anormales similares a túneles (fístulas) entre partes de los intestinos, o entre los intestinos y otras partes del cuerpo.
  • Inflamación externa. Más allá del tracto digestivo, la enfermedad de Crohn puede causar inflamación en las articulaciones, los ojos y la piel.
  • Desnutrición. La diarrea, la pérdida del apetito y otros síntomas de Crohn pueden significar que una persona no está comiendo y absorbiendo suficientes nutrientes para mantenerse saludable.
  • Úlceras. Las llagas abiertas pueden desarrollarse en cualquier lugar a lo largo del tracto digestivo.

Para diagnosticar la enfermedad de Crohn, el médico suele preguntar sobre los síntomas, la historia clínica y los antecedentes familiares. Luego, puede examinar el abdomen para verificar si hay hinchazón e inflamación.

Los médicos también podrían necesitar ordenar algunas otras pruebas que lo ayuden con el diagnóstico. Estas pruebas pueden incluir:

  • Pruebas de sangre. Un profesional de salud tomará una pequeña muestra de sangre y la analizará para detectar señales de inflamación, anemia y otras afecciones.
  • Análisis de heces. Es necesario que una persona proporcione una muestra de sus heces en un recipiente especial. Los médicos usan estas muestras para comprobar la existencia de otras afecciones que pueden causar problemas digestivos.
  • Endoscopia. Un endoscopio es un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara en el extremo. El médico utiliza esta herramienta para revisar el interior del tracto digestivo en busca de señales de inflamación, ya sea insertándolo en la garganta de una persona o a través de su ano.
  • Exámenes de imágenes. Estos crean imágenes del interior del cuerpo de una persona y pueden incluir radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas. El médico puede usar las imágenes para identificar y evaluar la gravedad de la inflamación dentro del tracto digestivo.
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La persona puede hablar con su médico para desarrollar un plan de tratamiento para la enfermedad de Crohn.

Actualmente no hay cura para las personas con enfermedad de Crohn o una enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo, los tratamientos pueden ayudar a:

  • buscar y mantener la remisión
  • reducir la inflamación
  • prevenir cualquier daño en los intestinos
  • detener los brotes antes de que sucedan

Los medicamentos que el médico receta dependen del tipo y la gravedad de los síntomas de una persona y de qué tan bien responde la enfermedad de Crohn a otros tratamientos.

Los medicamentos para la enfermedad de Crohn pueden incluir:

  • aminosalicilatos
  • medicamentos esteroides
  • inmunomoduladores
  • terapias con medicamentos biológicos
  • antibióticos
  • antidiarreicos

Estos fármacos pueden ayudar a reducir la inflamación, limitar la respuesta inmunitaria, aliviar los síntomas y tratar las infecciones.

Los médicos también pueden sugerir cambios en la dieta, y el uso de suplementos nutricionales para ayudar a aliviar o prevenir los síntomas.

Cuando ocurren complicaciones o los síntomas no responden a los medicamentos, una persona podría requerir cirugía.

Según el NIDDK, la investigación sugiere que casi el 60 por ciento de las personas necesitarán cirugía dentro de los 20 años del diagnóstico de la enfermedad de Crohn.

El costo del tratamiento de la enfermedad de Crohn puede variar considerablemente, según los síntomas, complicaciones y el tipo de tratamiento.

En términos generales, el tratamiento puede ser costoso. Un estudio encontró que, en EE.UU., el cuidado para la enfermedad de Crohn puede costar de $25,282 a $26,192 por año, por persona.

Los factores que influyen en el alto costo del tratamiento de Crohn son la cirugía, las terapias con fármacos biológicos y la hospitalización.

Las personas con inflamación y complicaciones más graves tienden a pagar más por el tratamiento. La investigación sugiere que el 2 por ciento de las personas con los costos más altos representan alrededor del 34 por ciento de los costos generales de tratamiento de la enfermedad de Crohn en EE.UU.

La enfermedad de Crohn es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal que puede causar problemas digestivos, como diarrea y una amplia gama de otros síntomas.

Aunque es una enfermedad de por vida, sin cura, el tratamiento exitoso puede ayudar a las personas a lograr y mantener la remisión durante años.

Un aspecto importante del manejo de la enfermedad de Crohn es entender la afección, qué la causa y cómo manejar los síntomas.

Por ejemplo, la dieta de una persona no causa la enfermedad de Crohn, pero comer más saludable y evitar ciertos alimentos puede ayudar a reducir los brotes. Llevar un diario de alimentos puede ayudar a una persona a determinar qué alimentos calman o desencadenan sus síntomas.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 15 de julio de 2021.

Versión original en inglés escrita el 5 de marzo de 2019.

Última revisión médica en inglés realizada el 5 de marzo de 2019.