Aunque no hay recomendaciones específicas sobre la dieta para las personas con asma, la investigación ha demostrado que varios alimentos apoyan la función pulmonar, mejoran el sistema inmunitario y reducen los síntomas del asma. Sin embargo, ciertos alimentos pueden empeorar los síntomas del asma o aumentar la probabilidad de que se desarrolle.

El asma es una afección crónica común. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), poco menos de 25 millones de personas en Estados Unidos tienen asma, y los niños constituyen alrededor de una quinta parte de este número.

Un artículo en Nutrition Reviews (texto en inglés) afirma que el asma es más común en los afroamericanos y en personas de posición socioeconómica más baja.

En este artículo analizamos qué alimentos pueden evitar las personas con asma, qué alimentos pueden mejorar o incluso prevenir el desarrollo de los síntomas del asma, así como los factores de estilo de vida que pueden ayudar a una persona a manejar esta enfermedad crónica.

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Crédito de la imagen: Getty Images

Los siguientes alimentos pueden tener algunos beneficios para las personas con asma.

Alimentos o suplementos de vitamina D

La evidencia sugiere que los niveles bajos de vitamina D se relacionan con un mayor riesgo de ataques de asma en niños y adultos. También indica que tomar un suplemento de vitamina D todos los días puede reducir significativamente el riesgo de hospitalización debido a un ataque grave de asma.

La vitamina D también puede apoyar a la función pulmonar y reducir las infecciones respiratorias superiores, como el resfriado común.

La vitamina D se produce naturalmente en solo unos pocos alimentos, por lo que la mayoría de las personas en Estados Unidos obtienen su vitamina D dietética de alimentos fortificados, como cereales para el desayuno, yogur y jugo de naranja.

Los alimentos que son buenas fuentes de vitamina D incluyen:

  • pescado graso, como el salmón, el atún y la caballa o macarela
  • hongos
  • yema de huevo
  • queso
  • hígado

Frutas y vegetales frescos

Una dieta saludable y equilibrada rica en frutas y vegetales puede reducir el riesgo de desarrollar asma.

Un artículo de 2020 afirma que varios estudios han encontrado que consumir frutas y vegetales abundantes reduce el riesgo de que adultos y niños desarrollen asma.

Una revisión de 2017 de más de 80 estudios encontró asociaciones entre un alto consumo de frutas y vegetales y la disminución de los síntomas del asma, como sibilancias.

Vitaminas

Las frutas y vegetales frescos son ricas fuentes de antioxidantes, como la vitamina C, la vitamina E y el betacaroteno, que ayudan al cuerpo a combatir las toxinas que pueden dañar los tejidos.

Esto, a su vez, puede ayudar a mejorar la función pulmonar y controlar los síntomas del asma.

Las fuentes ricas de vitamina C incluyen:

  • cítricos, como naranjas y toronjas
  • kiwi
  • fresas
  • melón
  • pimientos rojos y verdes
  • brócoli
  • patatas horneadas
  • tomates

Son buenas fuentes de vitamina E:

  • nueces, como almendras, maníes y avellanas
  • semillas de girasol
  • brócoli
  • alimentos fortificados como cereales para el desayuno, jugo de fruta, margarina y productos untables

Betacaroteno

Las frutas y vegetales anaranjados y rojos contienen betacaroteno.

Algunos ejemplos incluyen:

  • zanahorias
  • camote (batata o papa dulce)
  • calabaza
  • pimientos rojos y amarillos
  • melón
  • albaricoques
  • verduras de hojas verdes oscuras, como la col rizada y las espinacas

Flavonoides y selenio

Las frutas y vegetales también contienen antioxidantes llamados flavonoides y selenio, que tienen beneficios antiinflamatorios.

Una amplia variedad de frutas contienen flavonoides, incluyendo:

  • manzanas
  • bayas
  • uvas
  • té negro y verde

Algunos alimentos que contienen selenio incluyen:

  • mariscos
  • carne
  • aves de corral
  • huevos
  • productos lácteos
  • pan
  • cereales

Conoce más sobre alimentos y antioxidantes aquí.

Alimentos integrales

Los alimentos integrales también pueden contribuir a reducir los síntomas del asma.

Un estudio de 2017 encontró que las personas que disfrutaron de una dieta saludable, incluyendo alimentos integrales, experimentaron menos síntomas de asma y un mejor control de su afección.

Los alimentos integrales incluyen avena integral, pasta integral, trigo negro y trigo bulgur.

La Asociación del Pulmón de Estados Unidos (ALA, por sus siglas en inglés) ha identificado alimentos y bebidas clave que las personas con asma deberían evitar porque pueden empeorar los síntomas de asma.

Entre ellos:

Alimentos que contienen sulfitos

Los sulfitos son un tipo de conservante que a menudo se encuentra en alimentos y bebidas en conserva, como alcohol, alimentos en escabeche, jugo de limón y limón embotellado y frutas secas.

Las personas con asma que tienen niveles altos de sulfitos en su dieta pueden encontrar que sus síntomas de asma empeoran. La ALA advierte que los alimentos que contienen sulfitos, particularmente el vino, pueden incluso desencadenar un ataque de asma. Un estudio de 2018 confirma que el vino blanco puede provocar reacciones de intolerancia en personas con asma.

Salicilatos

Los salicilatos son compuestos que se encuentran en tés, cafés, alimentos picantes o alimentos con sabor a hierbas. Aunque es poco frecuente, las personas con asma a veces son sensibles a estos compuestos y podrían ser más propensas a experimentar un brote de síntomas.

Comida rápida

Las personas con asma deben identificar y evitar los desencadenantes que pueden empeorar los síntomas o provocar otro ataque de asma. La ALA proporciona asesoramiento e información sobre factores desencadenantes comunes, entre ellos:

  • medicamentos de venta libre (OTC, en inglés), como la aspirina o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
  • alergias alimentarias comunes, como maníes y mariscos
  • humo, como humo de cigarrillo, fogatas o de chimeneas de leña
  • mal tiempo, como clima tormentoso, ventoso, frío o húmedo
  • contaminación del aire, niebla tóxica (smog), humo de escape de vehículos o humos químicos
  • caspa y saliva de animales con pelaje o plumas
  • exposición ambiental a ácaros del polvo, moho o esporas

La ALA recomienda controlar el asma de manera proactiva. Trabajar con un proveedor de salud puede ayudar a las personas con asma a desarrollar un plan de acción para evitar los desencadenantes y usar los medicamentos recetados de manera efectiva y en el momento adecuado.

Estar atento a los síntomas y registrarlos ayudará a las personas con asma a identificar las medidas que pueden tomar para evitar alimentos, actividades o entornos que puedan causar un ataque de asma.

La obesidad puede exacerbar los síntomas del asma. Mantenerse activo y disfrutar de una dieta baja en grasas y alta en frutas y vegetales ayudará a las personas con asma a mantener un peso corporal saludable.

Una revisión de 2019 indica que las infecciones virales también pueden desencadenar síntomas de asma. Tomar medidas sencillas para evitar las infecciones, como lavarse las manos y vacunarse contra la gripe, puede ayudar a reducir el riesgo.

Aunque no hay una dieta específica para reducir o prevenir el asma, hay muchos alimentos que pueden afectar positiva o negativamente sus síntomas.

Una dieta rica en frutas y vegetales, y baja en comida rápida y alimentos grasos o fritos puede ayudar a controlar los síntomas del asma.

Hacer un seguimiento de los desencadenantes y síntomas, y trabajar con un proveedor de salud, puede ayudar a las personas con asma a controlar su afección de manera más efectiva.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 15 de junio de 2021.

Versión original actualizada el 22 de diciembre de 2020.

Última revisión médica realizada el 22 de diciembre de 2020.