El dolor pélvico afecta la parte más baja del abdomen, entre el ombligo y la ingle. En las mujeres, el dolor pélvico puede ser una señal de calambres menstruales, ovulación o un problema gastrointestinal como la intolerancia a algún alimento. También puede desarrollarse debido a un problema más grave.

A veces, el dolor pélvico indica una infección o problema con el sistema reproductivo u otros órganos en el área. Cuando este es el caso, es recomendable consultar con un médico.

En este artículo, analizamos 15 posibles causas de dolor pélvico en mujeres.

1. Dolor y cólicos menstruales

Woman holding her stomach due to pelvic pain
Los cólicos menstruales son una causa común de dolor pélvico.

El dolor y los cólicos menstruales son una causa común de dolor pélvico en las mujeres.

De todos los trastornos menstruales, las mujeres reportan que lo que experimentan más comúnmente es dolor, según American College of Obstetricians and Gynecologists (Colegio estadounidense de obstetras y ginecólogos, ACOG).

Más de la mitad de las mujeres que menstrúan experimentarán cierto dolor durante al menos 1 a 2 días cada ciclo.

Los cólicos menstruales suelen ocurrir inmediatamente antes de que comience el periodo de una mujer, ya que el útero se contrae y su revestimiento se desprende. El dolor puede parecerse a un espasmo muscular o un dolor punzante.

Con una almohadilla térmica tibia puedes aliviar la sensación. Los medicamentos de venta libre, como el ibuprofeno (Advil) y el naproxeno (Aleve), también pueden ayudarte a aliviar el dolor.

En casos de dolor intenso por la menstruación, los médicos pueden recomendar otros medicamentos.

2. Ovulación

Si una mujer siente dolor en un lado de la pelvis en la mitad de su ciclo menstrual, puede estar experimentando mittelschmerz. Los médicos usan esta palabra alemana para describir el dolor durante la ovulación.

Cuando una mujer ovula, los ovarios liberan un óvulo, junto con algún otro líquido. El óvulo luego viaja por la trompa de Falopio hasta el útero. El líquido liberado por el ovario puede extenderse dentro del área pélvica, y a veces causar irritación en la pelvis y dolor.

La molestia puede durar minutos u horas, y puede cambiar de lado del cuerpo, dependiendo del ovario que libere el óvulo. El dolor es temporal y no requiere tratamiento específico.

3. Cistitis intersticial

También es posible que una mujer experimente inflamación persistente de la vejiga sin una causa conocida. El término médico para esto es cistitis intersticial, y los médicos actualmente no están seguros de su causa.

La cistitis intersticial puede causar dolor pélvico y síntomas como dolor al orinar, necesidad de orinar con frecuencia y dolor durante las relaciones sexuales. El tratamiento suele consistir en controlar los síntomas lo mejor posible.

4. Cistitis o infecciones del tracto urinario (infecciones urinarias)

La cistitis se refiere a la inflamación en la vejiga debido a una infección bacteriana. Esto sucede porque las bacterias en la vagina, el recto y la piel pueden ingresar a la uretra y llegar a la vejiga.

Una infección del tracto urinario (ITU) puede ocurrir en cualquier parte del sistema, mientras que la cistitis ocurre solo en la vejiga.

Ambas afecciones son comunes en las mujeres. Estas infecciones a veces desaparecen solas, pero un tratamiento breve con antibióticos generalmente tratará la cistitis y otras infecciones urinarias.

5. Infecciones de transmisión sexual

couple holding hands in bed during sex
Una infección de transmisión sexual puede causar dolor pélvico.

El dolor pélvico puede indicar la presencia de una infección de transmisión sexual (ITS) como gonorrea o clamidia. Cualquier persona que sea sexualmente activa podría exponerse a una ITS.

La clamidia afecta a alrededor de 2.86 millones de personas cada año en los Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Los CDC también estiman que la gonorrea afecta a 820,000 personas cada año.

Junto con el dolor pélvico, otros síntomas de las ITS pueden incluir dolor al orinar, sangrado entre periodos y cambios en el flujo vaginal.

Cualquier persona que experimente estos cambios debe consultar a su médico; es posible que le diagnostique una ITS y le recete un tratamiento, que generalmente incluye antibióticos. También es fundamental hablar con las parejas sexuales sobre la infección para evitar que se propague.

6. Enfermedad pélvica inflamatoria

La enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) es una infección en el útero que puede dañar el tejido circundante. La EPI puede surgir si las bacterias de la vagina o el cuello uterino ingresan al útero.

Suele ser una complicación de una ITS, como gonorrea o clamidia. Junto con el dolor pélvico, es posible experimentar otros síntomas, como flujo vaginal anormal y sangrado.

La EPI aumenta el riesgo de infertilidad de una mujer. Los CDC señalan que 1 de cada 8 mujeres que ha tenido EPI también experimenta problemas para quedar embarazada.

El tratamiento usualmente implica tomar antibióticos para tratar la infección bacteriana. Sin embargo, estos no pueden tratar las cicatrices, por lo que es fundamental el tratamiento temprano.

7. Endometriosis

La endometriosis ocurre cuando el endometrio, o el tejido que recubre el interior del útero, crece fuera del útero.

La endometriosis puede ser una de las causas del dolor pélvico crónico y persistente en algunas mujeres. Cuando comienza el periodo de una mujer, este tejido que está fuera del útero responde ante cambios hormonales, que pueden causar sangrado e inflamación en la pelvis.

Algunas personas pueden experimentar dolor que va de leve a intenso. En algunas mujeres, la endometriosis puede hacer más difícil quedar embarazadas. Los médicos podrían recomendar varios tratamientos, según la gravedad de los síntomas.

8. Síndrome del intestino irritable

El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno intestinal que causa dolor y síntomas, como estreñimiento, diarrea e hinchazón.

Los síntomas del SII tienden a intensificarse y desaparecer con el tiempo, especialmente después de defecar. Al momento no hay cura para el SII, así que el tratamiento se enfoca en controlar los síntomas a través de cambios en la dieta, niveles de estrés y medicamentos.

9. Apendicitis

La apendicitis es la inflamación en el apéndice, un órgano pequeño en la parte inferior derecha del abdomen. Una infección es la causa de esta afección y, aunque es común, puede ser grave.

Si alguien experimenta un dolor agudo en la parte inferior derecha del abdomen, junto con otros síntomas como vómitos y fiebre, debe buscar atención médica inmediata, ya que esto puede ser una señal de apendicitis.

10. Cálculos urinarios

Los cálculos en el tracto urinario son depósitos de sales y minerales, como calcio, que el cuerpo no puede eliminar en la orina con facilidad.

Estos minerales pueden acumularse y formar cristales en la vejiga o los riñones que suelen causar dolor en la pelvis o la espalda baja. Las piedras también pueden hacer que la orina cambie de color, a menudo tornándola rosada o rojiza con sangre.

En algunos casos, los cálculos no requieren tratamiento, pero expulsarlos del cuerpo puede ser doloroso. En otras ocasiones, un médico puede recomendar medicamentos para romper los cálculos o cirugía para eliminarlos.

11. Embarazo ectópico

Un embarazo ectópico ocurre cuando un embrión se implanta en cualquier lugar fuera del útero y comienza a crecer.

La mujer podría sentir un dolor muy agudo y calambres en la pelvis, que generalmente se sienten en solo un lado. Otros síntomas incluyen náusea, sangrado vaginal y mareos.

Cualquiera que sospeche que tiene un embarazo ectópico debe buscar atención médica inmediata, ya que esta es una afección que puede poner en riesgo la vida.

12. Adherencias pélvicas

Una adhesión es el tejido cicatricial que se produce dentro del cuerpo y conecta dos tejidos que no deberían estar conectados. Esto puede provocar dolor, ya que el cuerpo lucha por adaptarse a la adhesión.

El tejido cicatricial podría formarse debido a una infección anterior, endometriosis u otros problemas en esa área. Las adherencias pélvicas pueden provocar dolor crónico en algunas mujeres y pueden causar otros síntomas, según donde aparezca el tejido cicatricial.

Un médico podría recomendar algunas cirugías mínimamente invasivas para ayudar a reducir las adherencias y aliviar los síntomas.

13. Quistes de ovario

Los quistes de ovario se desarrollan cuando los ovarios no pueden liberar un óvulo. Es posible que el folículo que contiene el óvulo no se abra por completo para liberar el óvulo o esté obstruido por líquido.

Cuando esto sucede, se forma un crecimiento llamado quiste en el área, lo que puede causar hinchazón, presión o dolor pélvico en el lado del ovario con el quiste.

Según el ACOG, la mayoría de los quistes no son cancerosos. En muchos casos, los quistes de ovario desaparecen solos. En algunos casos, un quiste puede sangrar o reventarse, lo que puede causar un dolor agudo y severo en la pelvis, y puede requerir tratamiento médico.

Los médicos pueden identificar quistes ováricos por medio de ultrasonido y pueden recomendar tratamientos que van desde monitorearlos por un tiempo hasta hacer una cirugía.

14. Fibromas uterinos

Los fibromas son masas de músculo y tejido fibroso dentro del útero. Si bien no son cancerosos y no tienden a causar síntomas, estos crecimientos pueden ser dolorosos. Pueden causar molestias en la pelvis o la parte baja de la espalda o dolor durante las relaciones sexuales.

Los fibromas también pueden causar sangrado excesivo o calambres durante la menstruación.

Algunos fibromas no requieren tratamiento. En el caso de que resulte difícil controlar los síntomas, los médicos pueden recomendar uno de los muchos tratamientos, incluyendo medicamentos, procedimientos no invasivos o cirugía.

15. Tumor

En casos poco comunes, un crecimiento maligno en el sistema reproductivo, el tracto urinario o el sistema gastrointestinal puede ser la razón del dolor en la pelvis. El tumor también puede causar otros síntomas, dependiendo de dónde aparezca.

Para identificar un tumor, los médicos deben realizar una evaluación completa, generalmente utilizando análisis de sangre y pruebas de diagnóstico por imágenes. Podrán recomendar el tratamiento adecuado después de haber diagnosticado el problema.

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Si una persona siente dolor pélvico que nunca había sentido, será necesario que visite a un médico.

No es necesario buscar atención médica por muchas de las causas del dolor pélvico.

Sin embargo, en ciertas ocasiones las mujeres deberían consultar con un médico.

Cualquier dolor nuevo y severo requiere evaluación. Por ejemplo, si alguien sospecha que una infección es la causa de su dolor pélvico, debería visitar a un médico. Si bien algunas infecciones desaparecen solas, la posibilidad de complicaciones en general no justifica el riesgo de esperar.

Ahora, si se presenta sangrado vaginal inesperado y dolor intenso es necesario consultar a un médico de inmediato.

Si una persona tiene una afección conocida y experimenta cambios repentinos en el dolor, como retorcijones agudos o dolor intenso repentino, debe buscar atención médica, ya que esto podría ser una señal de un cambio grave en la afección.

Otros síntomas que aparecen junto con el dolor pélvico, como fiebre, náusea y vómitos, también son señales de que es necesario ir al médico. Él o ella hará una evaluación completa y ayudará a diseñar un plan de tratamiento adecuado.

Por lo general, el dolor pélvico en las mujeres aparece como resultado de un problema común como calambres menstruales o dolor durante la ovulación. Sin embargo, si hay señales de que un problema subyacente más grave está causando el dolor, es aconsejable consultar a un médico.

Un diagnóstico minucioso es esencial en todos los casos para evitar complicaciones potencialmente graves y encontrar el mejor tratamiento.