Durante el embarazo, muchas mujeres sienten presión o pesadez alrededor de la vagina. Esto es normal y puede ocurrir en el primer, segundo o tercer trimestre.

El útero de una mujer embarazada se expandirá, del tamaño de una naranja llegará a tener el tamaño de una sandía o más grande. Su cuerpo no solo necesitará brindar espacio y nutrientes para que una nueva persona se desarrolle, sino que tendrá que producir un órgano completamente nuevo en forma de una placenta.

Con todos los cambios que se producen, no es sorprendente que muchas mujeres noten cambios repentinos e inusuales en cómo se sienten sus cuerpos. La presión vaginal, pélvica o en el abdomen bajo es común en los tres trimestres del embarazo.

Sigue leyendo para conocer las causas y los síntomas de la presión vaginal durante cada etapa del embarazo, así como las opciones de tratamiento y las posibles complicaciones.

Pregnant woman sat on bed holding bump experiencing vaginal pain
La presión vaginal es una experiencia común en el embarazo.

Las mujeres sentirán diferentes niveles de presión vaginal durante el embarazo.

Algunas pueden sentir una presión intensa en la vagina, mientras que otras tendrán un dolor vago en toda la pelvis, o sentirán la presión que ejerce un peso sobre toda la parte inferior del cuerpo.

Al final del embarazo, esta presión suele deberse al peso del bebé presionando el piso pélvico, pero muchos otros factores pueden causar presión pélvica durante el embarazo.

Aquí analizamos las diferentes causas de la presión vaginal según el trimestre en que se encuentra una mujer:

Primer trimestre

Para la mayoría de las mujeres, el primer trimestre es demasiado temprano en el embarazo para que el aumento de peso cause presión vaginal.

En cambio, la responsable suele ser la hormona relaxina. Esta hormona ayuda a relajar los músculos, lo que facilita que el bebé pase a través del área pélvica durante el parto. Sin embargo, los niveles de relaxina son más altos al comienzo del embarazo. Los niveles altos de esta hormona pueden ayudar al óvulo fertilizado a implantarse en el revestimiento del útero.

En algunas mujeres, la relaxina puede causar dolor muscular o tensión, incluso dentro o alrededor de la vagina.

Según estudios en modelos animales, la relaxina también puede debilitar los ligamentos que sostienen la pelvis. Esto puede provocar una sensación de presión, como si algo estuviera haciendo presión sobre la vagina.

Segundo y tercer trimestres

En el segundo y tercer trimestre, la combinación de un piso pélvico debilitado y un mayor peso ejerciendo presión sobre la pelvis puede causar presión vaginal.

El piso pélvico se asemeja a un cabestrillo hecho de músculo. Da soporte a los órganos de la pelvis, incluidos el útero, la vagina, la uretra y la vejiga. El embarazo puede debilitar el piso pélvico.

Es posible que las mujeres que han dado a luz previamente tengan daños en el piso pélvico, lo que podría debilitarlo aún más con un embarazo posterior.

El peso adicional del embarazo a menudo se vuelve más notable en el segundo trimestre. A medida que el embarazo avanza, el útero ejerce cada vez más presión sobre la parte inferior del cuerpo.

Y al irse debilitando el piso pélvico, esta presión puede causar una sensación de llenura en la vagina o dolor generalizado y presión en la cadera y la pelvis.

Para algunas mujeres en las últimas etapas del embarazo, una presión en la pelvis puede ser una señal temprana de parto. Si también se presentan calambres en el estómago o sienten una sensación de que algo les presiona el útero, podría significar que están a punto de dar a luz.

Problemas comunes en todos los trimestres

Worried pregnant woman sitting on sofa.
Son varias las afecciones que pueden causar presión vaginal.

Algunos factores pueden causar una sensación de presión vaginal o pélvica en todas las etapas del embarazo. Estos incluyen:

Constipación

Muchas mujeres luchan con la constipación durante todo el embarazo. La constipación puede causar una sensación de llenura o presión en la vagina, especialmente cuando hay heces duras o han pasado varios días desde una evacuación intestinal.

Tomar mucha agua y comer frutas y otros alimentos ricos en fibra pueden ayudar con la constipación.

Infecciones de la vejiga

Para algunas mujeres, la presión o el dolor pueden significar una infección de la vejiga. Las mujeres son más propensas a desarrollar una infección de vejiga durante el embarazo.

Si junto con la presión vaginal o pélvica se presenta dificultad para ir al baño, dolor al orinar o fiebre, es esencial consultar a un médico.

Las infecciones de la vejiga son fáciles de tratar, pero, sin tratamiento, pueden empeorar y aumentar el riesgo de problemas de salud durante el embarazo.

Prolapso de órganos pélvicos (POP)

Si la presión vaginal es intensa, podría ser una señal de POP. El POP ocurre cuando los órganos en la pelvis o cerca de ella se desplazan hacia abajo, a veces hacia la vagina o el recto.

El POP es tratable, pero puede causar incontinencia, dolor intenso y complicaciones graves.

Las mujeres que sienten una presión intensa de forma repentina, tienen dificultades para controlar el intestino o la vejiga, o notan que algo parece estar empujando hacia la vagina, deben consultar a un médico.

Un cuello uterino débil

Algunas mujeres tienen un cuello uterino débil, que a veces se conoce como incompetencia cervical o insuficiencia cervical.

Algunas mujeres con esta afección podrían tener un aborto espontáneo o un parto prematuro porque el cuello uterino no es lo suficientemente fuerte como para sostener el útero. En la mayoría de los casos, un cuello uterino débil es tratable con intervención temprana.

Las mujeres que sienten una presión vaginal inexplicable, especialmente al principio del embarazo, pueden pedirle a un médico que chequee su cuello uterino. Un procedimiento o lesión cervical previa, incluyendo los que son consecuencia del parto, podría aumentar el riesgo de un cuello uterino débil.

Dado que la presión vaginal a menudo se debe a la debilidad muscular y la presión sobre la pelvis, los estiramientos suaves podrían ayudar. Intenta hacer estiramientos de la espalda y las caderas para aliviar el dolor y la presión.

Una clase de yoga o estiramientos suaves para el embarazo pueden ayudar a encontrar estiramientos cómodos y seguros.

Usar un rodillo de espuma puede ayudar a aflojar los músculos tensos. Si el dolor es intenso, aplicar una almohadilla térmica en el área adolorida podría ayudarte. Mantén el calor bajo, y retira la almohadilla después de un máximo de 10 minutos.

Otras estrategias podrían no ofrecer alivio inmediato, pero pueden reducir el riesgo de ciertas afecciones que causan presión vaginal. Estas estrategias incluyen:

  • Hacer ejercicios de piso pélvico de Kegel. Aprieta los músculos del piso pélvico como si trataras de evitar orinar, mantenlo así durante 10 segundos y luego suéltalos. Repite 10 veces al menos dos veces al día. Esto también puede fortalecer los músculos que el cuerpo usa para empujar al bebé hacia afuera.
  • Permanece activa durante el embarazo. Incluso los ejercicios de baja intensidad, como caminar, pueden ayudar a fortalecer los músculos y promover una buena postura. Esto puede aliviar el dolor y la presión, y mantener fuertes los músculos pélvicos.
  • Toma suficiente agua. Mantén el cuerpo hidratado, especialmente después de hacer ejercicio y en climas cálidos. Esto puede ayudar a prevenir la constipación, que de lo contrario podría generar presión.

Pregnant woman having checkup with doctor.
Un médico te indicará un tratamiento si la causa de la presión vaginal es una infección.

En la mayoría de los casos, la presión vaginal es solo un efecto secundario desagradable del embarazo como resultado de la debilidad en los músculos pélvicos y el aumento de peso.

Sin embargo, a veces una causa más grave necesitará tratamiento para que no dañe a la mujer ni al bebé. Por ejemplo, una infección no tratada puede extenderse por todo el cuerpo y poner al bebé en peligro. Incluso podría causar un parto prematuro.

Los músculos pélvicos muy débiles pueden provocar POP. Esta afección dolorosa puede causar incontinencia, dolor durante las relaciones sexuales y cambios en la apariencia de los genitales.

Algunas mujeres experimentan lesiones musculares durante el embarazo o al dar a luz. La hormona relaxina podría aumentar el riesgo de lesiones musculares. Por lo tanto, es importante mantenerse físicamente activa para mantener los músculos fuertes. Cuando levantes cosas, usa siempre las piernas, no la espalda y consulta a un médico si tienes un dolor muscular inexplicable.

Cualquier lesión que una mujer experimente durante el embarazo puede hacer que el parto se dificulte. Las complicaciones relacionadas con el embarazo también pueden hacer que el período posparto sea más difícil, y podría retrasar la recuperación y entrañar riesgos potenciales para la salud mental.

Debes acudir a tus médicos o parteras de forma rutinaria durante el embarazo. Es vital que en estas consultas se analicen todos los síntomas, incluso si parecen menores.

Al principio del embarazo, las mujeres ven al médico cada pocas semanas. Si experimentas presión o dolor intenso o tienes otros síntomas, como fiebre, dolor al orinar, sangrado o un cambio en los movimientos del bebé, es importante que busques atención médica de inmediato.

Si dura varias horas, debes ir a la sala de emergencias. El tratamiento inmediato de las afecciones del embarazo puede salvar tanto a la mujer como al bebé.

La presión vaginal durante el embarazo es solo uno de los muchos síntomas que las mujeres podrían experimentar durante el embarazo. Normalmente, no debería ser motivo de preocupación y puede ser una buena señal de que el cuerpo está liberando las hormonas correctas y que el útero está creciendo como se esperaba.

Un poco de precaución en el embarazo puede ayudar a detectar problemas antes de que se conviertan en emergencias. Nunca dudes en consultar a un médico, incluso si el problema parece menor. Es poco probable que haya un problema grave, pero la tranquilidad puede hacer que el embarazo resulte más fácil. Si hay algún problema, es mejor abordarlo tan pronto como sea posible.

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