La enfermedad cardíaca puede causar dolor en el pecho, el cuello, la mandíbula o la espalda. Sin embargo, la enfermedad cardíaca en las mujeres puede causar síntomas diferentes. Las mujeres son más propensas a experimentar síntomas “atípicos” como náuseas, vómitos, cansancio o ningún síntoma en absoluto.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) reportan que la enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en mujeres en EE.UU. Sin embargo, solo el 56 por ciento es conscientes del riesgo.

En este artículo analizamos los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad cardíaca en las mujeres. También analizamos las disparidades en el tratamiento entre hombres y mujeres, y cómo reducir el riesgo.

Existen gamas de sexos y géneros. En este artículo utilizamos los términos “masculino”, “femenino” o ambos para referirse al sexo asignado al nacer.

An older woman bending over and holding her chest due to angina, a symptom of heart disease in women.Share on Pinterest
Maskot/Getty Images

Los síntomas de la enfermedad cardíaca varían según el tipo de enfermedad del corazón que tenga una persona. Algunas señales comunes incluyen:

  • angina, que se refiere a dolor por obstrucciones en los vasos sanguíneos, y puede causar dolor en el pecho y malestar
  • dolor en la mandíbula, cuello, garganta, abdomen o espalda
  • dificultad para respirar al hacer actividad física

Sin embargo, hay diferencias clave en cómo se manifiestan los síntomas de la enfermedad cardíaca entre hombres y mujeres. En comparación con los hombres, las mujeres:

  • tienen menor probabilidad de presentar síntomas de enfermedad arterial coronaria (EAC)
  • son algo menos propensas a experimentar dolor en el pecho
  • tienen mayor probabilidad de experimentar síntomas que pueden parecer no relacionados con el corazón, como náuseas, vómitos, mareos, fatiga y dolor de estómago
  • tienen mayor probabilidad de experimentar angina que no mejora con el reposo, o que se presenta durante las actividades diarias normales en lugar de durante el ejercicio

Las razones de estas diferencias son fisiológicas. Las mujeres suelen tener vasos sanguíneos más pequeños y sienten “dolor en el corazón” de manera diferente a los hombres.

También son más propensas a desarrollar tipos de enfermedades cardíacas que tienen menos síntomas obvios, como la enfermedad microvascular. Esto significa que las mujeres podrían tener bloqueos en los vasos sanguíneos pequeños o “vías secundarias” del corazón, mientras que la EAC generalmente consiste en enfermedad macrovascular o bloqueos en las “carreteras” del corazón.

Si una persona tiene cualquier señal que pueda indicar enfermedad cardíaca, debe buscar asistencia médica de inmediato.

Para diagnosticar una enfermedad cardíaca, el médico generalmente:

  • Prepara el historial médico: los médicos pueden preguntar cuándo comenzaron los síntomas, si algo los empeora o mejora, sobre la salud general y el estilo de vida de la persona.
  • Realiza análisis de sangre: esto puede incluir un recuento sanguíneo completo, perfil lipídico, prueba de proteína C reactiva, pruebas de sodio y potasio, y pruebas de función orgánica.
  • Realiza análisis no invasivos: que pueden incluir electrocardiograma (ECG), ecocardiograma, monitor de arritmia, resonancia magnética cardíaca o una prueba de esfuerzo.
  • Realiza análisis invasivos: si los médicos necesitan más información, pueden realizar pruebas más invasivas. Esto podría implicar cateterismo cardíaco, en el que el médico inserta un cable en una arteria para medir el flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos pequeños.

El médico puede realizar estas pruebas si la persona tiene factores de riesgo de enfermedad cardíaca, incluso si tiene pocos o ningún síntoma.

El tratamiento para la enfermedad cardíaca depende de una serie de factores, como el tipo de enfermedad, cuán avanzada está y cualquier otra afección que una persona pueda tener. Esto puede incluir una combinación de:

  • cambios en la dieta y el estilo de vida
  • medicamentos para reducir el colesterol, controlar la presión arterial o prevenir los coágulos sanguíneos
  • procedimientos médicos o cirugía

Para algunos, los cambios en la dieta y el estilo de vida son suficientes para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca a través del control del peso, el colesterol y la presión arterial. Sin embargo, las personas con enfermedad cardíaca podrían necesitar medicamentos. Algunos ejemplos comunes incluyen:

  • betabloqueantes
  • bloqueadores de los canales de calcio
  • inhibidores de la ECA
  • anticoagulantes
  • nitratos
  • estatinas
  • aspirina

Las personas con enfermedad cardíaca más grave podrían necesitar cirugía. Esto podría incluir:

  • intervención coronaria percutánea para colocar stents o abrir arterias bloqueadas
  • cirugía de bypass de la arteria coronaria para reparar arterias bloqueadas
  • sustitución o reparación de válvula
  • implante de marcapasos o catéter con globo (balloon)
  • cirugía de laberinto para redirigir las señales eléctricas en el corazón y corregir la fibrilación auricular

La enfermedad cardíaca es común en las mujeres en EE.UU. Es la principal causa de mortalidad para las mujeres negras y blancas no hispanas, representando 1 de cada 5 muertes en todo el país.

Entre las mujeres nativas americanas y de Alaska, la enfermedad cardíaca causa aproximadamente el mismo número de muertes que el cáncer. Entre las mujeres latinas, asiáticas y de las islas del Pacífico, la enfermedad cardíaca es la segunda causa más común de muerte.

Muchos factores elevan el riesgo de la enfermedad cardíaca en las mujeres, incluyendo:

  • fumar
  • la genética
  • contaminación del aire
  • falta de actividad física
  • falta de sueño
  • una dieta no equilibrada
  • afecciones de salud mental y estrés
  • trabajar con sustancias tóxicas
  • trabajar durante largas jornadas o turnos que afecten al sueño
  • enfermedad inflamatoria autoinmune
  • obesidad
  • diabetes
  • hipertensión arterial
  • colesterol alto
  • síndrome metabólico
  • aterosclerosis
  • VIH o SIDA
  • enfermedad renal crónica
  • endometriosis
  • síndrome de ovario poliquístico
  • anemia, especialmente durante el embarazo
  • diabetes gestacional, eclampsia o preeclampsia durante el embarazo, o tener un hijo con bajo peso al nacer
  • uso de anticonceptivos hormonales

Algunos de estos factores de riesgo son más comunes en las mujeres, como la obesidad y los factores de riesgo relacionados con el embarazo. Otros tienen un impacto más pronunciado en el riesgo de enfermedad cardíaca en las mujeres. Algunos ejemplos incluyen fumar y diabetes.

La edad también afecta el riesgo en las mujeres de manera diferente a los hombres debido al papel del estrógeno. Después de la menopausia, el riesgo de enfermedad cardíaca para las mujeres aumenta a medida que disminuye el estrógeno. Por lo tanto, las mujeres que experimentan una menopausia precoz antes de los 40 años tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca.

En general, la velocidad y la calidad de la atención médica para las mujeres con enfermedad cardíaca es menor que la de los hombres en EE.UU.

Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés), las mujeres son más propensas a experimentar retrasos para recibir un electrocardiograma cuando visitan el hospital debido a síntomas que podrían indicar enfermedad cardíaca en comparación con los hombres.

También es menos probable que los médicos realicen pruebas de diagnóstico para la enfermedad coronaria en las mujeres, mientras que las mujeres jóvenes son más propensas a recibir un diagnóstico incorrecto después de un evento cardíaco. Esto puede dar lugar a un diagnóstico erróneo, y a que las personas se retiren del hospital sin tratamiento.

Las mujeres también enfrentan barreras cuando reciben un diagnóstico. En comparación con los hombres, tienen:

  • 45 por ciento menos de probabilidades de recibir estatinas
  • 35 por ciento menos de probabilidades de recibir betabloqueantes
  • 28 por ciento más de probabilidades de visitar la sala de emergencias más de dos veces al año
  • menos probabilidades de recibir tratamiento de un cardiólogo
  • menos probabilidades de recibir un marcapasos o desfibrilador
  • menos probabilidades de ser sometidas a procedimientos, como una intervención coronaria percutánea o un bypass coronario

Esto repercute en los resultados de salud de las mujeres, lo que aumenta el riesgo de mortalidad.

Si bien las diferencias fisiológicas entre los sexos explican por qué los médicos son más propensos a pasar por alto las señales de enfermedad cardíaca en las mujeres, no explican completamente los niveles más bajos de atención una vez que una persona recibe un diagnóstico. Alguna evidencia sugiere que el sexismo dentro del sistema de salud tiene algo que ver.

En un estudio amplio de 2018 que incluyó a 10,000 mujeres con enfermedad cardíaca, los investigadores encontraron que las mujeres eran significativamente más propensas que los hombres a reportar problemas respecto a su atención médica.

Las mujeres tuvieron un 23 por ciento más de probabilidades de decir que su médico nunca o rara vez las escucha, y un 20 por ciento más de probabilidades de decir que su médico nunca o solo ocasionalmente les mostraba respeto. En general, 1 de cada 4 se sentía insatisfecha con su atención.

Estas disparidades se mantuvieron incluso después de que los investigadores controlaron otros factores, como la edad, el nivel de ingresos, el estatus de seguro, el nivel de educación y la etnia. Esto sugiere que el sesgo de género tiene un impacto en el tratamiento de las enfermedades cardíacas en las mujeres.

El estudio tiene algunas limitaciones. En el estudio, el 75 por ciento de las mujeres era de raza blanca, el 14 por ciento afroamericanas, el 10 por ciento hispanas y el 2 por ciento asiáticas. El estudio no analizó cómo el racismo de género también afecta la prevalencia o el tratamiento de las enfermedades cardíacas.

Los hombres y las mujeres también pueden tener expectativas diferentes de sus médicos. El cumplimiento de la medicación también podría explicar estas diferencias. Sin embargo, como el estudio también encontró disparidades significativas en las recetas de medicamentos y las visitas a urgencias, esto no explicaría completamente los resultados.

Las mujeres pueden disminuir su riesgo de enfermedades cardíacas tanto reduciendo los factores de riesgo cuando sea posible como informándose bien sobre las pruebas diagnósticas y las opciones de tratamiento disponibles.

Este conocimiento puede ayudar a las personas a abogar por sí mismas y entender si están recibiendo una atención adecuada.

Para disminuir su riesgo de enfermedades cardíacas, las personas pueden:

  • Seguir una dieta balanceada baja en grasas saturadas y sodio y alta en fibra.
  • Mantenerse activas y hacer ejercicio aeróbico regular.
  • Mantener un peso moderado.
  • Dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol.
  • Controlar su presión arterial.
  • Reducir el estrés y buscar tratamiento para cualquier afección de salud mental.
  • Controlar cualquier otra afección, como diabetes, hipertensión o apnea del sueño.

Para prepararse para las citas con el médico, la NHLBI recomienda:

  • conocer y compartir factores de riesgo personales con el médico
  • preguntar acerca de exámenes regulares para detectar la enfermedad cardíaca de forma temprana
  • aprender los síntomas de la enfermedad cardíaca en las mujeres y cómo pueden diferir de los síntomas “típicos” como la pesadez en el pecho
  • buscar ayuda médica de inmediato si se presenta algún síntoma, incluso síntomas atípicos o vagos
  • hacer preguntas sobre pruebas específicas y opciones de tratamiento

También es importante que los amigos y la familia conozcan las señales de la enfermedad cardíaca en las mujeres y que tomen conciencia de los riesgos.

Las mujeres deben hablar con un médico de inmediato si están experimentando síntomas que podrían indicar enfermedad cardíaca, incluso si parecen leves, o si aparecen y desaparecen. Estos incluyen angina, dificultad para respirar, náuseas o vómitos y fatiga.

Si alguien está experimentando los síntomas de un ataque cardíaco, llama al 911 o al departamento de emergencias más cercano de inmediato. Los síntomas de un ataque cardíaco para las mujeres pueden incluir cualquiera de los siguientes:

  • dolor y molestias en el pecho, a menudo en el centro o en el lado izquierdo del pecho, que pueden desaparecer y volver a aparecer
  • debilidad o aturdimiento
  • dificultad para respirar
  • dolor en la mandíbula, espalda o cuello
  • dolor en uno o ambos brazos
  • sudores fríos

La enfermedad cardíaca es muy común entre las mujeres en EE.UU. Sin embargo, muchas personas subestiman el riesgo, incluyendo los profesionales de salud.

Conocer los síntomas es importante para detectar las primeras señales de la enfermedad cardíaca. Aprender sobre las pruebas de diagnóstico y los tratamientos disponibles puede ayudar cuando se trata de acceder a la atención médica.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 1 de septiembre de 2021.

Versión original en inglés actualizada el 21 de febrero de 2021.

Última revisión médica en inglés realizada el 21 de febrero de 2021.