En este momento, no hay cura para la enfermedad de Crohn. Los médicos no comprenden completamente qué causa la afección, y esto complica la búsqueda de una cura.

La enfermedad de Crohn es un trastorno crónico que puede causar irritación e inflamación en cualquier parte del tracto digestivo. Generalmente afecta el colon y el intestino delgado.

Con el tiempo, puede provocar complicaciones, como una fístula o túnel, que pasa a través de la pared del intestino hacia otros tejidos.

En este artículo, analizamos la investigación actual sobre una cura para la enfermedad de Crohn y las mejores opciones de tratamiento disponibles.

Los científicos exploran en la actualidad muchas opciones diferentes para tratar de encontrar una cura para la enfermedad de Crohn. El primer paso suele ser averiguar por qué ocurre una enfermedad. Entonces, los investigadores pueden abordar la causa. Esto es algo de lo que están explorando:

Bacterias MAP

Una teoría sobre la causa de la enfermedad de Crohn se relaciona con la Mycobacterium avium paratuberculosis (MAP), un tipo de bacteria. En muchos animales, causa una enfermedad con síntomas similares, conocida como la enfermedad de Johne.

Aunque no son idénticas, las dos enfermedades tienen algunas similitudes con respecto a los síntomas, cuándo comienzan y cómo afectan al cuerpo.

Además, los científicos han encontrado rastros de MAP en un número de personas con Crohn. Sin embargo, no han confirmado un vínculo. Por ejemplo, las bacterias no están presentes en todas las personas con Crohn y algunas personas tienen las bacterias, pero no la enfermedad.

Sin embargo, si los investigadores pueden establecer un vínculo, encontrar una manera de combatir las bacterias del MAP podría algún día conducir a una cura.

El microbioma intestinal

Otra teoría se centra en el microbioma intestinal. Este es una comunidad compleja de millones de bacterias presentes en todo el cuerpo. Las bacterias tienen una función esencial en el mantenimiento de la salud intestinal.

Una teoría es que los cambios en el equilibrio de estos tipos de bacterias podrían afectar la salud del intestino, incluyendo el riesgo de la enfermedad de Crohn.

Los científicos están tratando de descubrir qué agentes microbianos, de haberlos, podrían aumentar el riesgo y cuáles podrían formar la base del tratamiento.

Inflamación

La inflamación crónica es un aspecto clave de la enfermedad de Crohn. La inflamación surge como resultado de una respuesta inmune.

Los investigadores han analizado las formas en que se desarrolla la inflamación en el cuerpo, y han encontrado nuevas técnicas para contrarrestarla. Algunos de sus hallazgos parecen ser útiles para las personas con la enfermedad de Crohn.

Todos los anticuerpos monoclonales, inmunomoduladores y fármacos biológicos buscan cambiar la forma en que el sistema inmunitario funciona o la forma en que el cuerpo reacciona cuando se produce una respuesta inmunitaria.

Otras áreas de investigación

Otras áreas de exploración incluyen:

La genética

Los científicos están tratando de identificar un componente genético de la enfermedad inflamatoria intestinal, una categoría que incluye la enfermedad de Crohn, para determinar si esto podría conducir a una cura. La probabilidad de tener enfermedad inflamatoria intestinal si un pariente cercano la tiene parece estar entre 1.5 y 28 por ciento, lo que sugiere que algunas personas nacen con características genéticas que las hacen más susceptibles a desarrollar la enfermedad de Crohn.

Los investigadores ya han vinculado más de 200 genes con la enfermedad inflamatoria intestinal. Aprender más sobre cómo funcionan podría algún día conducir a una cura.

Factores ambientales

Los posibles desencadenantes incluyen la exposición a diferentes virus, fumar, la dieta, los contaminantes y el estrés mental. Estos desencadenantes pueden causar inflamación en muchas personas, pero no todos desarrollan Crohn.

Es posible que algunas personas tengan factores genéticos específicos que hacen que su respuesta inmunitaria continúe durante un tiempo prolongado después de la exposición. Su cuerpo no puede “desconectar” su respuesta inmunitaria después de que ocurre la exposición.

Nuevos enfoques médicos

Las opciones posibles incluyen dispositivos implantables, medicina regenerativa y tecnología de células madre.

Obtener un diagnóstico temprano puede aumentar las posibilidades de controlar la enfermedad de Crohn y prevenir complicaciones. Con el tiempo, la inflamación constante causará cicatrices en las paredes intestinales. Esto podría aumentar las probabilidades de complicaciones y reducir la eficacia de los medicamentos.

Objetivos del tratamiento

El tratamiento para la enfermedad de Crohn se centra en:

  • prevenir los brotes
  • controlar los síntomas
  • mejorar la calidad de vida
  • prevenir las complicaciones

Cuando una persona tiene la enfermedad de Crohn, es posible que no tenga síntomas todo el tiempo. Los síntomas empeorarán durante un brote y luego desaparecerán o serán menos graves durante la remisión.

El tratamiento tiene como objetivo aliviar los síntomas, y lograr y mantener la remisión durante el mayor tiempo posible. La remisión proporciona alivio a los síntomas y da a las paredes intestinales tiempo para sanar.

Medicamento

Los medicamentos para tratar la enfermedad de Crohn incluyen los siguientes, solos o combinados:

  • Los aminosalicilatos, como la sulfasalazina y la mesalamina, son medicamentos antiinflamatorios. Pueden ayudar a tratar los síntomas de leves a moderados.
  • Los corticosteroides, como la prednisona, pueden ayudar a controlar la inflamación. Sin embargo, pueden tener efectos adversos graves y solo son adecuados para uso a corto plazo.
  • Los inmunomoduladores, como la ciclosporina A y la azatioprina, ayudan a mantener la remisión al cambiar la forma en que funciona el sistema inmunitario.
  • Los medicamentos biológicos se enfocan en funciones específicas del sistema inmunitario para bloquear la respuesta inmunitaria. Los ejemplos incluyen infliximab (Remicade) y adalimumab (Humira).

Algunos de estos medicamentos son para uso prolongado, para ayudar a mantener la remisión. Otros ayudan a controlar los síntomas agudos.

Los antibióticos no pueden curar ni tratar la enfermedad de Crohn, pero el médico puede recetarlos para tratar un absceso u otra infección bacteriana.

Si los síntomas se vuelven graves, una persona puede necesitar dejar descansar los intestinos durante unos días. Es posible que necesite seguir una dieta líquida o recibir nutrientes a través de un tubo o por vía intravenosa.

Cirugía

Los médicos pueden recomendar la extirpación quirúrgica de las partes dañadas del intestino si se presentan complicaciones graves, como obstrucciones o fisuras. También podría ser necesaria la cirugía cuando los medicamentos ya no son efectivos.

Según la Fundación para la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa de Estados Unidos (CCFA, por sus siglas en inglés) alrededor del 70 por cienrto de las personas con enfermedad de Crohn necesitan cirugía en algún momento. Las recaídas son comunes y afectan a hasta un 60 por ciento de las personas dentro de los 10 años posteriores a la cirugía.

Algunos consejos de dieta y de estilo de vida pueden ayudar a controlar los síntomas.

Dieta

Las opciones nutricionales no curan la enfermedad de Crohn, pero pueden ayudar a controlar o prevenir los síntomas y prevenir las deficiencias nutricionales.

El Colegio Americano de Gastroenterología (ACOG, por sus siglas en inglés) recomienda lo siguiente:

  • comer una dieta nutritiva
  • tomar suficientes líquidos
  • evitar tomar sodas
  • evitar o limitar los alimentos ricos en fibra, como las palomitas de maíz y las pieles de los vegetales
  • evitar las comidas rápidas y los alimentos fritos o grasos
  • tomar suplementos si el médico los recomienda

Algunas personas con la enfermedad de Crohn encuentran útil limitar su consumo de productos lácteos, especialmente si son intolerantes a la lactosa.

Control del estrés

Las personas con Crohn pueden tener un mayor riesgo de ansiedad y depresión. A su vez, el estrés puede empeorar los síntomas.

Reducir los niveles de estrés puede ayudar a reducir la frecuencia de las crisis. Estas son formas de hacerlo:

  • relajación progresiva de los músculos
  • respiración diafragmática
  • yoga
  • tai chi
  • meditación
  • biorretroalimentación
  • terapia cognitivo conductual
  • ejercicio aeróbico ligero, como nadar
  • participar en un hobby
  • mantener contacto con amigos y familiares
  • preguntar a un médico sobre terapia cognitiva conductual o asesoramiento

Otros consejos

Algunas personas prueban la acupuntura, el aceite de pescado y los suplementos nutricionales, pero no hay suficiente evidencia para confirmar que son efectivos.

Dejar de fumar puede ayudar, ya que el consumo de tabaco parece ser un factor de riesgo que puede empeorar los síntomas.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno, pueden agravar los síntomas en algunas personas.

La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica. El tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas, pero no cura la afección.

Los científicos siguen investigando por qué ocurre la enfermedad de Crohn. Si pueden identificar una causa, podrían desarrollar una cura.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 1 de junio de 2021.

Versión original actualizada el 4 de febrero de 2021.

Última revisión médica realizada el 4 de febrero de 2021.