La artritis reumatoide es una enfermedad crónica en la que el sistema inmunitario ataca sus propios tejidos. Esta afección suele causar hinchazón, rigidez y dolor en las articulaciones. Sin embargo, también puede afectar otras zonas del cuerpo, como el sistema cardiovascular, los riñones, la piel y los ojos.

Para algunos, los síntomas de la artritis reumatoide pueden afectar significativamente su capacidad para realizar las tareas cotidianas. En estas situaciones, la persona puede tener derecho a los beneficios por discapacidad.

En este artículo analizamos cuándo la artritis reumatoide es una discapacidad, cómo saber si una persona que vive con artritis reumatoide tiene derecho a tales beneficios y cómo reclamarlos. También ofrecemos consejos sobre cómo controlar los síntomas de la artritis reumatoide.

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Stefania Pelfini, La Waziya Photography/Getty Images

La artritis reumatoide es una afección progresiva, lo que significa que empeora con el tiempo. El ritmo de avance de la enfermedad dependerá de múltiples factores, entre ellos:

  • la ocupación de la persona
  • su peso y nivel de actividad
  • si está tomando medicamentos para controlar su artritis

En un estudio de 2008 sobre la artritis reumatoide y la discapacidad laboral en Estados Unidos, el 35 por ciento de las personas dejaron de trabajar en los 10 años siguientes a su diagnóstico inicial de artritis reumatoide.

Según la Global Healthy Living Foundation, para calificar para los beneficios por incapacidad, una persona tendría que demostrar que está incapacitada para trabajar durante un año, o que trabajar le puede provocar la muerte.

¿En qué momento el gobierno considera la artritis reumatoide como una discapacidad?

La Administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés) considera que la artritis reumatoide es una discapacidad si una persona cumple los siguientes criterios de elegibilidad:

  • la afección de la persona es tan grave que tendrá que estar sin trabajar durante 12 meses o más
  • la persona ha obtenido suficientes créditos de trabajo para ser elegible para los beneficios por discapacidad

La SSA calcula los créditos de trabajo basándose en la cantidad total que una persona gana cada año. Según la SSA, en 2021, una persona puede recibir un crédito por cada 1,470 dólares de ingresos ganados hasta un máximo de cuatro créditos por año.

Aunque la cantidad necesaria por crédito suele aumentar cada año, una persona puede acumular créditos en diferentes momentos de su vida. No desaparecerán si la persona deja de trabajar durante varios años.

Las personas que reúnen los requisitos necesarios pueden acceder a los beneficios por discapacidad, más conocidos como ingresos por discapacidad del Seguro Social (SSDI, por sus siglas en inglés). Para calificar, la persona debe haber trabajado y pagado al seguro social durante varios años.

La SSA establece el número de años que una persona debe haber trabajado para tener derecho al SSDI. El número de años varía en función de la edad de la persona. Según la SSA, las personas de entre 31 y 42 años tienen que haber obtenido 20 créditos en los 5 años anteriores a la discapacidad.

Sin embargo, una persona de 62 años o más tiene que haber obtenido 40 créditos en los 10 años anteriores a su discapacidad.

Según el perfil estadístico mensual de la SSA, el beneficio mensual medio en junio de 2021 para los menores de 65 años con una discapacidad era de 1,310 dólares.

La SSA clasifica la artritis reumatoide como “artritis inflamatoria”.

Según la SSA, para tener derecho al SSDI, una persona con artritis reumatoide debe cumplir con uno o varios de los siguientes criterios:

  • Inflamación persistente o deformidad de una o más de las principales articulaciones periféricas de las piernas o los pies que provoca una de las siguientes situaciones:
    • incapacidad para caminar
    • incapacidad para utilizar ambos brazos en las funciones diarias para el trabajo o las actividades de la vida independiente
  • Inflamación o deformidad en una o más articulaciones principales de un brazo o una pierna con al menos dos órganos o sistemas corporales afectados, y al menos dos síntomas, como:
    • fatiga
    • fiebre
    • pérdida de peso
    • indisposición
  • La presencia de espondilitis anquilosante grave, o de otra espondiloartropía.
  • Los brotes continuos de artritis, junto con algunos síntomas, como la fiebre o la pérdida de peso, y la incapacidad de funcionar plenamente en lo siguiente:
    • actividades de la vida diaria
    • funcionamiento social
    • completar de manera eficiente las tareas del trabajo en tiempo y forma

Consideraciones adicionales

Para determinar los beneficios, la SSA también tendrá en cuenta la capacidad de la persona para mantener el trabajo basándose en las directrices médico-profesionales del Seguro Social.

Las directrices utilizan la capacidad funcional residual (CFR) para determinar la cantidad de trabajo que puede realizar razonablemente una persona con AR. La clasificación de CFR establece cuatro categorías amplias basadas en las exigencias físicas del trabajo de la persona. Estas incluyen:

  • estilo de vida sedentario
  • leve
  • medio
  • fuerte

Si una persona no puede realizar el trabajo previsto en función de su discapacidad y su nivel de experiencia, puede optar por los beneficios completos. Sin embargo, una persona que puede realizar un trabajo ligero o sedentario podría no ser elegible si puede trabajar en una posición sedentaria.

El CFR también tiene en cuenta los siguientes factores para determinar si una persona debe recibir el SSDI:

  • edad de la persona
  • su nivel educativo o de habilidades
  • su experiencia laboral previa
  • las recomendaciones del médico

Las personas pueden solicitar los beneficios del SSDI en línea aquí, o llamando al 800-772-1213.

La SSA ofrece una “Lista de comprobación de discapacidad para adultos” para ayudar a las personas a determinar lo que necesitan antes de solicitar los beneficios por discapacidad. Ofrecen una lista de comprobación para completar una solicitud en línea y otra para completar una solicitud por teléfono.

La lista de comprobación detalla los documentos y la información que una persona necesita para solicitar los beneficios. Algunos de los datos que una persona necesitará son:

  • datos de nacimiento, como la fecha y el lugar de nacimiento
  • información sobre el matrimonio y el divorcio
  • nombres de los hijos y de las personas a cargo
  • registros del servicio militar de Estados Unidos
  • datos del empleador
  • antecedentes de trabajo
  • formación y educación relacionadas con el trabajo
  • nombres e información sobre los profesionales médicos que trabajan con la persona
  • lista de afecciones médicas

No existe una cura para la artritis reumatoide, pero hay formas de controlar sus síntomas y retrasar su progresión. El objetivo de la mayoría de los planes de tratamiento es:

  • proporcionar un alivio de los síntomas
  • reducir la hinchazón o la inflamación
  • prevenir daños en los órganos o en las articulaciones
  • prevenir o reducir los daños a largo plazo
  • mantener la remisión de la actividad de la enfermedad
  • minimizar efectos secundarios de los medicamentos

Algunas opciones de tratamiento estándar incluyen:

  • Medicamentos: estos pueden incluir uno o más de los siguientes:
    • medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre
    • prednisona
    • fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad FARME)
    • medicamentos biológicos
  • Terapias: terapia física u ocupacional para ayudar a mantener o restaurar la función.
  • Cirugía: para reparar o sustituir las articulaciones dañadas.
  • Cambios en el estilo de vida: estos pueden incluir los siguientes:
    • ejercicio
    • seguir una dieta balanceada
    • terapia de frío o calor
    • cremas tópicas
    • control del estrés
    • conseguir un sueño reparador

Una persona debe hablar con su médico si nota que los síntomas empeoran o continúan. Trabajar estrechamente con su médico es importante para controlar los síntomas y reducir la gravedad de la artritis reumatoide.

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que afecta principalmente las articulaciones, pero también puede afectar otras partes del cuerpo. La afección puede progresar hasta el punto de que a una persona le resulte difícil o imposible mantener su ocupación.

La SSA clasifica la artritis reumatoide como un tipo de artritis inflamatoria. Una persona con artritis reumatoide puede calificar para beneficios si queda incapacitada para trabajar. Una persona debe documentar que cumple los criterios de discapacidad del Seguro Social antes de recibir cualquier beneficio.

Aunque no existe una cura para la artritis reumatoide, la persona puede controlar la enfermedad con medicamentos, terapias y cambios adecuados en su estilo de vida.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 28 de mayo de 2022.

Versión original escrita el 26 de agosto de 2021.

Última revisión médica realizada el 26 de agosto de 2021.