Un espasmo muscular es un movimiento repentino e involuntario en uno o más músculos. Las personas también pueden llamarlo calambre, calambre muscular o tirón.

Estos movimientos pueden ocurrir en cualquier músculo del cuerpo, y son muy comunes. Los espasmos musculares con frecuencia ocurren debido al estrés, ejercicios o deshidratación. Usualmente no son causa de preocupación.

Los espasmos musculares son muy comunes. Pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero tienden a afectar:

  • pies
  • manos
  • brazos
  • muslos
  • abdomen
  • músculos intercostales, que están alrededor de la caja torácica

El dolor muscular, la fatiga y el uso excesivo son las causas más comunes de los espasmos musculares. Otras causas incluyen el estrés o ansiedad, que pueden causar un tirón muscular en el rostro. Los nervios atrapados pueden causar espasmos en la espalda.

Los atletas que no precalientan antes de hacer ejercicio o hacen ejercicio en condiciones muy calurosas, también pueden experimentar espasmos musculares. El calambre, por ejemplo, es un término que las personas con frecuencia usan para describir los espasmos en los músculos de la pantorrilla de los corredores. Tomar suficiente agua antes de hacer ejercicio también puede causar espasmos musculares.

Algunas personas son más propensas que otras a los espasmos musculares. Las que están en mayor riesgo son:

  • adultos mayores
  • atletas
  • personas con sobrepeso u obesidad
  • mujeres embarazadas

Las personas que tienen ciertas afecciones médicas, como trastornos nerviosos o problemas relacionados con la tiroides, también tienden a experimentar una frecuencia de espasmos musculares más alta que el promedio.

Usualmente, los espasmos musculares no son motivo de preocupación, pero en algunos casos, pueden ser una señal de una afección médica neurológica subyacente. Las afecciones médicas neurológicas afectan el cerebro, que es responsable de producir los movimientos musculares.

No todos los espasmos musculares son dolorosos, pero algunos pueden causar dolor. Se pueden sentir como si el músculo está saltando o moviéndose por sí solo, esta sensación usualmente dura solo unos cuantos segundos. Algunas personas podrían hasta poder ver al músculo moverse.

Algunas veces, puede sentirse como si todo el músculo se ha acalambrado y no se puede mover. Este efecto ocurre muy comúnmente en las piernas, y puede ser doloroso. El músculo puede sentirse duro al tacto. Aunque la sensación de calambre tiende a pasar en unos cuantos minutos, el músculo puede continuar dolorido por algún tiempo después.

Si un espasmo muscular es parte de una afección de salud neurológica, la persona usualmente experimentará otros síntomas. Estos pueden incluir:

  • dolor en la espalda, el cuello o la cabeza
  • debilidad en los músculos
  • entumecimiento de la piel
  • sensación de pinchazos
  • temblores
  • parálisis
  • mala coordinación
  • movimientos lentos
  • visión doble
  • problemas para dormir

Los espasmos musculares usualmente se solucionan por sí solos. Podría tomar unos cuantos segundos o hasta varios minutos para que se detengan, pero con frecuencia no necesitan tratamiento. Tomar suficiente agua puede ayudar a aliviar los calambres musculares relacionados con la hidratación.

Si alguien tiene un calambre doloroso, puede intentar unos cuantos métodos para ayudar a aliviar los síntomas. La Asociación Americana Osteopática recomienda:

  • suspender cualquier actividad que cause el calambre; correr, por ejemplo
  • aplicar suave masaje al músculo con calambre
  • estirar suavemente al músculo acalambrado
  • usar una compresa caliente para relajar los músculos tensos
  • aplicar una compresa de hielo para aliviar el dolor muscular

Si el dolor está en el músculo de la pantorrilla, la persona puede intentar poner el peso en la pierna afectada y doblar su rodilla ligeramente. Hacer esto estirará el músculo.

Si el calambre afecta los cuádriceps — los músculos al frente del muslo — la persona puede intentar sostener el pie de la pierna afectada hacia atrás y jalarla suavemente hacia sus glúteos, manteniendo las rodillas juntas.

En casos en donde una afección neurológica subyacente cause espasmos musculares, los médicos pueden recomendar un medicamento antiespasmódico.

Tomar suficiente agua y estirar los músculos antes de hacer cualquier ejercicio o movimiento repetitivo puede ayudar a evitar los espasmos musculares.

Algunas personas experimentan calambres musculares en las piernas durante la noche. Estirar las extremidades antes de acostarse puede ayudar a evitar que esto ocurra.

Los espasmos musculares, tirones y calambres no son usualmente una causa de preocupación. Son perfectamente normales, particularmente en los atletas y otras personas que hacen ejercicio regularmente.

En algunos casos, sin embargo, pueden indicar una afección médica subyacente como esclerosis múltiple, enfermedad de la tiroides o cirrosis hepática. También pueden indicar problemas con:

  • nutrición
  • circulación
  • metabolismo
  • nervios
  • hormonas

Cualquier persona que sufra espasmos musculares graves o frecuentes debería hablar con el médico.

Los espasmos musculares son muy comunes, y las personas no necesitan usualmente preocuparse. El ejercicio excesivo, la deshidratación y el estrés son las causas más comunes.

Los espasmos ocurren cuando el músculo se mueve involuntariamente de forma repentina. Los espasmos musculares pueden sentirse como un leve tirón o un calambre doloroso, y pueden ocurrir en los músculos en cualquier parte del cuerpo.

Los espasmos musculares pueden durar solo unos cuantos segundos o hasta varios minutos, pero tienden a desaparecer por sí solos sin ningún tratamiento. Estirar o aplicar masaje suavemente al área afectada o usar una compresa caliente o de hielo puede ayudar.

Algunas veces, los espasmos musculares pueden ser una señal de una afección médica subyacente. Cualquier persona que sufra espasmos musculares graves o frecuentes debería hablar con un médico.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 23 de junio de 2021.

Versión original escrita el 5 de mayo de 2020.

Última revisión médica realizada el 5 de mayo de 2020.