El estómago revuelto es una sensación incómoda en el abdomen que puede producirse junto con náuseas y otros síntomas digestivos. Aunque el estómago revuelto suele ser temporal, a veces puede ser una señal de una enfermedad subyacente.
En este artículo, describimos 11 posibles causas del estómago revuelto. También explicamos cuándo debes acudir al médico, y te damos algunos consejos para tratar y prevenir el estómago revuelto.
La indigestión, o dispepsia, se refiere al dolor o malestar en la parte superior del abdomen.
Otros síntomas de indigestión pueden incluir:
- una sensación de ardor en la parte superior del abdomen
- llenarse demasiado pronto o sentirse incómodo al comer
- hinchazón
- estómago revuelto o con gorgoteo
- eructos o gases
- náuseas
- vómitos
No siempre hay una razón obvia para la indigestión, pero algunas causas comunes incluyen:
- comer o beber demasiado, o demasiado rápido
- comer alimentos picantes, grasos o ácidos
- beber demasiadas bebidas con cafeína o con gas
- el estrés
- fumar
A veces, la indigestión recurrente puede ser un síntoma de una afección médica subyacente, como:
- ardor de estómago y enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
- úlceras estomacales
- gastritis
- inflamación de la vesícula biliar
- infección por la bacteria Helicobacter pylori
- intolerancia a la lactosa
- síndrome del intestino irritable (SII)
- cáncer de estómago
Las personas con indigestión grave o recurrente deben acudir al médico. Deben buscar atención médica inmediata si la indigestión acompaña a cualquiera de los siguientes síntomas:
- pérdida de peso inexplicable
- dificultad para tragar
- vómitos severos o frecuentes, especialmente si el vómito contiene sangre
- heces negras, alquitranadas o con sangre
- falta de aliento
- dolor abdominal intenso y persistente
- dolor en el pecho, la mandíbula, el cuello o los brazos
- ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel y los brazos
El intestino y el cerebro comparten muchas de las mismas conexiones nerviosas. Por esta razón, el estrés y la ansiedad pueden tener un efecto significativo en el sistema digestivo.
Cuando una persona se siente estresada o ansiosa, su cuerpo libera hormonas del estrés.
Algunas de estas hormonas entran en el tracto digestivo, donde pueden provocar los siguientes síntomas y afecciones:
- estómago revuelto
- indigestión
- náuseas
- pérdida del apetito
- constipación
- diarrea
- úlceras pépticas
- síndrome del intestino irritable
Muchas personas padecen el síndrome premenstrual (SPM), lo que significa que experimentan una serie de síntomas en la semana anterior al periodo.
En un estudio de 2014 en el que participaron mujeres sanas, los científicos investigaron las relaciones entre los síntomas digestivos, el estado de ánimo y la menstruación.
De las 156 participantes, el 73 por ciento dijo haber experimentado al menos uno de los siguientes síntomas digestivos antes o durante su periodo:
- hinchazón
- dolor abdominal
- náuseas
- vómitos
- diarrea
- constipación
- dolor pélvico
Los problemas digestivos fueron más comunes entre los participantes que también experimentaron síntomas psicológicos, como estado de ánimo deprimido, ansiedad y fatiga. Los autores sugirieron que ciertas hormonas que el cuerpo libera durante la menstruación pueden afectar la función intestinal.
Los problemas digestivos son comunes durante el embarazo, y pueden ocurrir como resultado de los cambios hormonales que se producen en el cuerpo de la mujer.
En las últimas fases del embarazo, el aumento del tamaño del útero y del feto también puede ejercer una presión creciente sobre la cavidad abdominal.
Los problemas digestivos que pueden producirse durante el embarazo incluyen:
- acidez estomacal o reflujo gástrico
- diarrea
- constipación
- hinchazón
- eructos o gases
- náuseas y vómitos
La intoxicación alimentaria es una enfermedad común que afecta a las personas que han consumido alimentos o bebidas contaminadas. Las causas más comunes de la intoxicación alimentaria son las bacterias y los virus dañinos. Otras causas son ciertos parásitos, mohos y sustancias químicas.
Aunque cualquiera puede sufrir una intoxicación alimentaria, las siguientes personas tienen un mayor riesgo:
- niños pequeños
- mujeres embarazadas
- adultos mayores
- personas con sistemas inmunitarios debilitados, como las que se someten a trasplantes de órganos o las que viven con VIH
Los síntomas de la intoxicación alimentaria pueden ir de leves a graves, y pueden tardar horas o incluso días en aparecer después de que la persona consuma los alimentos contaminados.
Los síntomas más comunes de la intoxicación alimentaria incluyen:
- indigestión
- dolor abdominal y cólicos
- náuseas y vómitos
- diarrea
- fiebre
- escalofríos
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), cualquier persona que experimente alguno de los siguientes síntomas debe acudir al médico:
- una temperatura superior a 38.6 °C (101.5 °F)
- vómitos frecuentes
- deshidratación
- mareos al ponerse de pie
- diarrea por más de 3 días
- sangre en las heces
La gastroenteritis vírica, a la que se le suele llamar “gripe estomacal”, es una infección viral de los intestinos.
La causa más común de gastroenteritis vírica en adultos es el norovirus, que representa entre 19 millones y 21 millones de casos de la enfermedad cada año en Estados Unidos. En los niños, la causa más común de gastroenteritis viral es el rotavirus.
Los síntomas generales de la gastroenteritis viral incluyen:
- dolor abdominal y cólicos
- náuseas
- vómitos
- diarrea acuosa
- fiebre
La gastroenteritis viral no suele ser grave. Sin embargo, los vómitos y la diarrea frecuentes pueden provocar una deshidratación grave, especialmente en los bebés y los niños pequeños. Las señales y los síntomas de la deshidratación incluyen:
- sed
- boca seca
- micción infrecuente
- ojos o mejillas hundidas
- letargo
- reducción de la turgencia de la piel, que es cuando la piel se mantiene levantada después de pellizcarla
Los síntomas que requieren atención médica inmediata son:
- letargo o irritabilidad
- fiebre alta
- vómitos frecuentes
- diarrea por más de 2 días
- defecar seis o más veces heces blandas en un día
- heces negras, alquitranadas o con sangre
- dolor grave en el abdomen o el recto
El tratamiento de las personas con gastroenteritis vírica consiste principalmente en reponer los líquidos y electrolitos perdidos para evitar la deshidratación.
A veces, el estómago revuelto puede ser un síntoma de una intolerancia alimentaria, como la intolerancia a la lactosa.
Las personas con intolerancia a la lactosa experimentan síntomas digestivos después de consumir alimentos que contienen lactosa, un azúcar que está presente de forma natural en la leche y los productos lácteos. Estos síntomas se producen porque tu cuerpo no produce suficiente lactasa, una enzima que descompone la lactosa.
La intolerancia a la lactosa es diferente a la alergia a la leche, que se debe a una respuesta inmunitaria.
Los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden incluir:
- distensión abdominal y gases
- dolor abdominal y cólicos
- estómago revuelto
- náuseas o vómitos
- diarrea o heces blandas y con muy mal olor
Muchas personas con intolerancia a la lactosa pueden controlar sus síntomas haciendo cambios en la dieta para evitar este azúcar.
Las personas con enfermedad celíaca experimentan síntomas digestivos después de comer productos que contienen gluten. El gluten es una proteína que se encuentra principalmente en el trigo, la cebada y el centeno.
En las personas que padecen la enfermedad celíaca, el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada a la presencia de gluten, y comienza a atacar el revestimiento del intestino delgado.
Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden variar entre las personas. Sin embargo, algunos de los síntomas digestivos más comunes de esta enfermedad son:
- dolor abdominal o retorcijones
- náuseas
- vómitos
- distensión abdominal y gases
- diarrea o constipación persistente
- heces pálidas, grasas o con muy mal olor
Otros síntomas pueden incluir:
- pérdida o aumento de peso inexplicable
- dolor de huesos o articulaciones
- calambres musculares
- hormigueo o adormecimiento de las piernas
- llagas en la boca
- una erupción cutánea con picazón
- confusión y fatiga
- retraso del crecimiento o de la pubertad en los niños
Como los síntomas pueden ser similares a los de otros trastornos digestivos, la enfermedad celíaca puede ser difícil de diagnosticar para los médicos. Las personas con enfermedad celíaca pueden controlar sus síntomas siguiendo una dieta sin gluten.
El síndrome del intestino irritable es un trastorno que afecta el funcionamiento del intestino. Entre el 10 por ciento y el 15 por ciento de las personas en Estados Unidos tienen síndrome del intestino irritable.
Los expertos no saben cuál es la causa del síndrome del intestino irritable, pero creen que puede deberse a la mayor sensibilidad de los intestinos.
Los síntomas más comunes del síndrome del intestino irritable son:
- dolor o incomodidad abdominal
- hinchazón
- diarrea o constipación
Algunas personas con síndrome del intestino irritable también pueden experimentar una gama más amplia de síntomas, incluyendo:
- malestares y dolores musculares
- dolor de espalda
- fibromialgia
- fatiga
- dolores de cabeza
- dolor durante las relaciones sexuales
- síntomas urinarios
Los médicos suelen recomendar cambios en la dieta y el estilo de vida de las personas con síndrome del intestino irritable. Sin embargo, también podrían recetar medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas.
Una obstrucción intestinal es un bloqueo dentro del intestino delgado o grueso que puede impedir el paso de los alimentos digeridos y los productos de desecho.
Las causas de una obstrucción intestinal pueden ser:
- una hernia
- un tumor
- tejido cicatricial resultante de una cirugía intestinal
Los síntomas más comunes de una obstrucción incluyen:
- hinchazón y gorgoteo
- dolor abdominal que viene en oleadas
- incapacidad para expulsar gases
- náuseas
- vómitos
Las obstrucciones intestinales pueden provocar complicaciones que ponen en riesgo la vida. Las personas con síntomas de obstrucción deben buscar atención médica inmediata.
Algunos medicamentos pueden provocar síntomas digestivos, como estómago revuelto, como efecto secundario. Estos incluyen:
- laxantes
- ciertos antibióticos
- antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y el naproxeno
Las personas deben hablar con su médico si experimentan síntomas de estómago revuelto que empeoran, no mejoran o se repiten.
También es aconsejable buscar atención médica si el estómago revuelto acompaña a otros síntomas preocupantes, incluyendo:
- dolor intenso
- deshidratación severa
- diarrea o vómitos graves o persistentes
- sangre en el vómito o en las heces
- pérdida de peso inexplicable
- fiebre alta
El tratamiento del estómago revuelto depende de su causa subyacente. Sin embargo, algunas medidas que las personas pueden tomar para ayudar a prevenir o aliviar el estómago revuelto incluyen:
- controlar los niveles de estrés y ansiedad
- practicar una buena higiene de los alimentos
- evitar los alimentos que desencadenan los síntomas
- reducir el consumo de cafeína y alcohol
- consumir productos que contengan jengibre natural que puede ayudar a proteger contra los síntomas digestivos
- tomar antiácidos para calmar el ardor de estómago
- probar los probióticos, que pueden ayudar a promover una mejor salud intestinal
Hay muchas causas posibles del estómago revuelto, como la indigestión, el estrés y la ansiedad, así como tomar ciertos medicamentos.
El estómago revuelto a menudo solo causa un malestar temporal antes de resolverse sin tratamiento. Sin embargo, este síntoma puede ser a veces una señal de un problema de salud subyacente.
Las personas con estómago revuelto persistente o recurrente deben acudir al médico, especialmente si se producen junto a síntomas graves o preocupantes.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español el 11 de abril de 2022.
Versión original escrita el 13 de marzo de 2019.
Última revisión médica realizada el 13 de marzo de 2019.