Una persona tiene fiebre si la temperatura corporal aumenta sobre el rango normal de 98 a 100 °F (36 a 37 °C). Esta es una señal común de una infección.

A medida que aumenta la temperatura corporal de una persona, puede sentir frío hasta que se nivela y deja de subir. Las personas lo describen como “escalofríos”.

Comer, hacer ejercicio, dormir, el momento del día y los factores individuales también pueden afectar la temperatura.

Cuando aparece una infección, el sistema inmunitario atacará para intentar eliminar la causa. Una temperatura corporal alta es una parte normal de esta reacción.

Una fiebre usualmente se aliviará sola. Sin embargo, si la temperatura corporal aumenta demasiado, puede ser un síntoma de una infección grave que necesita tratamiento médico. En este caso, un médico puede recomendar los medicamentos para reducirla.

Lee para saber más sobre los síntomas de una fiebre, al igual que algunas causas y opciones de tratamiento.

a woman with a fever lying on her sofa and checking her temperature with a thermometerShare on Pinterest
Una fiebre es una señal común de una infección.

Cuando alguien tiene fiebre, también puede:

  • temblar o sentir frío cuando nadie más lo siente
  • sudar
  • tener poco apetito
  • mostrar señales de deshidratación
  • incrementar la sensibilidad al dolor
  • estar sin energía y sentirse somnoliento
  • tener dificultad para concentrarse

Si un bebé tiene fiebre, puede:

  • sentirse caliente al tacto
  • tener las mejillas coloradas
  • estar sudoroso o pegajoso

Con una fiebre alta, también puede haber irritación, confusión, delirio o convulsiones.

Síntomas de COVID-19

Si una persona tiene fiebre con tos seca, pueden tener síntomas de COVID-19.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) urgen a las personas con estos síntomas a quedarse en casa y mantenerse alejadas de otras personas. La persona también debería cubrirse la cara si está cerca de otra gente.

En muchos casos, los síntomas mejorarán sin un tratamiento especializado.

Sin embargo, si la persona también desarrolla fuerte dolor de pecho o dificultad para respirar, deberá llamar al 911 y pedir ayuda médica.

Para tomar la temperatura, la mayoría de las personas ahora utiliza un termómetro digital. Los expertos no recomiendan utilizar un termómetro de vidrio, ya que pueden ser peligrosos. Algunas personas utilizan una banda para la frente, pero esta puede ser menos precisa.

Una persona puede poner un termómetro debajo de su brazo o en su boca.

Para usar un dispositivo digital:

  1. Limpia la punta utilizando agua fría y jabón, y luego enjuágala.
  2. Enciende el dispositivo.
  3. Coloca la punta debajo de la lengua, hacia el fondo de la boca y cierra la boca. O bien, colócalo debajo de la axila y sostén el dispositivo cerca del cuerpo.
  4. Espera hasta que titile una luz o el termómetro suene.
  5. Lee la temperatura.

La temperatura normal de la axila será alrededor de 0.5 a 0.9 ºF (0.3 a 0.5 °C), menor que la temperatura oral.

Si la lectura es 100.4 °F (38 °C) o más, la persona tiene fiebre.

Los termómetros están disponibles para compra de venta libre o en línea.

¿Es posible tomar la temperatura de una persona sin un termómetro? Encuéntralo aquí.

Los médicos clasifican las fiebres según la duración, si vienen y se van y cuán altas son.

Gravedad

La temperatura corporal central varía según la persona.

La mayoría de los expertos consideran que una temperatura de 100.4 °F (38 °C) ya es una fiebre; sin embargo, en niños, puede ser menor, en 99.5 °F (37.5 °C).

La hiperpirexia puede aparecer cuando la temperatura de una persona incrementa a más de 106 °F (41.1 °C).

Sin tratamiento, esto puede ocasionar complicaciones.

Lee aquí más sobre la temperatura corporal normal y cuándo debería de preocuparse una persona.

Duración

Una fiebre puede ser:

  • aguda si dura menos de 7 días
  • subaguda si dura hasta 14 días
  • crónica o persistente si dura más de 14 días

Las fiebres que duran días o semanas sin explicación son llamadas fiebres de origen desconocido.

Principio del formulario

Una fiebre moderada es parte de la respuesta del sistema inmunitario a las bacterias, virus y otros patógenos. Esto ayuda al cuerpo a combatir las infecciones.

Sin embargo, puede ser incómodo y, algunas veces, una fiebre alta puede causar complicaciones.

Por esta razón, algunas veces, los médicos pueden recomendar medicamentos llamados antipiréticos para reducir la temperatura de una persona.

Los ejemplos incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno. El acetaminofeno (Tylenol) también puede reducir la fiebre. La aspirina puede ayudar, pero no es adecuada para niños, y puede no ser adecuada para algunas personas que toman anticoagulantes.

Los AINE y el Tylenol están disponibles para compra de venta libre o en línea.

Si una persona suda demasiado, puede experimentar deshidratación. En este caso, deberá consumir suficientes líquidos para evitar complicaciones.

Cómo tratar la causa

Una fiebre es un síntoma, no una enfermedad.

Es posible que un médico desee realizar pruebas para identificar la causa. Si la fiebre se debe a una infección bacteriana, puede recetar un antibiótico.

Si proviene de una infección viral, el médico puede recomendar utilizar AINE para aliviar los síntomas.

Los antibióticos no detendrán un virus. Un médico no los recetará para una infección viral.

Los AINE no ayudarán si la fiebre se debe al clima caliente o ejercicio extenuante continuo. En estos casos, es esencial enfriar a la persona. Si está confundida o inconsciente, necesita atención médica inmediata.

COVID-19

Es posible que una persona con síntomas de COVID-19 no necesite ningún tratamiento médico.

Sin embargo, si desarrolla dolor fuerte de pecho y tiene dificultad para respirar, es posible que necesite tratamiento médico.

Algunas personas necesitarán pasar un tiempo en un respirador, el cual es un dispositivo que les ayudará a respirar.

La fiebre puede ser el resultado de varios factores, incluyendo:

  • una infección, como faringitis estreptocócica, gripe, varicela, neumonía o COVID-19
  • artritis reumatoide
  • algunos medicamentos
  • sobreexposición de la piel a la luz solar o quemaduras solares
  • insolación, ya sea debido a una alta temperatura ambiente o a ejercicio extenuante prolongado
  • deshidratación
  • silicosis, que es un tipo de enfermedad pulmonar causada por exposición prolongada al polvo de sílice
  • abuso de anfetaminas
  • abstinencia alcohólica

Los niños con temperatura alta pueden desarrollar una convulsión febril. Es más probable que estas convulsiones ocurran entre los 12 y 18 meses de edad.

A menudo son el resultado de una infección de oído, gastroenteritis o un virus respiratorio, y por lo general no son graves. Con menos frecuencia, pueden provenir de enfermedades más graves, como meningitis, una infección renal o neumonía.

Las convulsiones pueden ocurrir cuando la temperatura corporal aumenta rápidamente.

Existen dos tipos de convulsión febril: simples y complejas.

Convulsiones febriles simples

Este tipo de convulsiones febriles pueden durar desde unos cuantos segundos hasta 15 minutos. Pero, en general, duran menos de 5 minutos. Esto no vuelve a ocurrir en un período de 24 horas.

Aproximadamente 80% a 85% de las convulsiones febriles son de este tipo.

Por lo general abarcan todo el cuerpo y los síntomas incluyen:

  • rigidez en el cuerpo
  • contracción en los brazos y piernas
  • pérdida de conciencia mientras los ojos permanecen abiertos

También puede observarse:

  • respiración irregular
  • micción, defecación o ambos
  • vómitos

Convulsiones febriles complejas

Este tipo de convulsiones febriles dura más de 15 minutos, vuelve a aparecer con más frecuencia y tiende a afectar solo una parte del cuerpo en lugar de todo el cuerpo.

Las convulsiones febriles complejas son más graves que las convulsiones febriles simples.

Un niño con una convulsión febril compleja tiene más probabilidad de experimentar epilepsia a medida que crece.

De hecho, aproximadamente 30% a 40% de los niños que tienen cualquiera de estos tipos de convulsiones tendrán otras similares posteriormente.

Cuándo consultar a un médico

En la mayoría de los casos, un niño que tiene una convulsión debería ver a un médico. El médico puede sugerir que se controle su temperatura con acetaminofeno y asegurarse de que tome abundante líquido.

Si es necesario, también puede recetar un anticonvulsivo, como valproato sódico o clonazepam.

La fiebre es un síntoma, no una enfermedad. Un médico puede diagnosticar una fiebre al controlar la temperatura corporal de una persona, pero también necesitará diagnosticar la razón de dicha fiebre.

Para eso, examinará a la persona y le hará preguntas sobre cualquier otro síntoma así como sobre su historia clínica.

Si la persona recientemente ha experimentado otra infección o se sometió a una cirugía, o si tiene dolor o hinchazón en alguna parte del cuerpo, se determinará el tipo de infección que probablemente está presente.

Para confirmar un diagnóstico, el médico puede recomendar:

  • un análisis de sangre
  • un análisis de orina
  • exámenes de imágenes

El tratamiento que recete dependerá de la causa de la fiebre.

Para evitar la fiebre, las personas deberán seguir los pasos comunes para reducir el riesgo de una infección.

Estos incluyen lavarse las manos regularmente y permanecer alejado de las personas que no se sienten bien.

Cómo evitar la COVID-19

Para reducir el riesgo de transmitir o contraer la COVID-19, los CDC recomiendan:

  • lavarse las manos regularmente con jabón y agua durante al menos 20 segundos cada vez
  • usar desinfectante para manos que contenga al menos 60% de alcohol si no tienes disponible jabón y agua
  • no tocarse la cara con las manos sin lavar
  • cubrirse la cara con una mascarilla o paño cuando estés cerca de otras personas, excepto para los niños menores de 2 años
  • limpiar y desinfectar las superficies regularmente
  • toser y estornudar en un pañuelo, luego desecharlo y lavarse las manos
  • evitar el contacto cercano con personas que están enfermas

Para obtener información sobre cómo hacer y utilizar una mascarilla, consulta los consejos de los CDC aquí.

Usualmente, una fiebre es un síntoma de una infección. Por lo general, no es causa de preocupación, pero la enfermedad subyacente puede requerir tratamiento médico.

Con frecuencia, una fiebre desaparecerá sin atención médica. Sin embargo, si un niño o un adulto mayor tienen fiebre, si además tienen otros síntomas graves o que empeoran, o si tienen un sistema inmunitario debilitado, deberán buscar ayuda médica.

Si una persona tiene tos seca con fiebre, posiblemente tanga COVID-19. Si empieza a experimentar dificultad para respirar, alguien debería llamar al 911 y pedir ayuda de emergencia.

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