La frecuencia respiratoria cambia en función de muchos factores de salud y actividad. La frecuencia respiratoria normal también difiere en los adultos y en los niños.
La frecuencia respiratoria es el número de respiraciones que alguien realiza cada minuto. Es uno de los principales signos vitales, junto con la presión arterial, el pulso y la temperatura.
Cuando una persona inhala, el oxígeno entra en sus pulmones y viaja a los órganos. Al exhalar, el dióxido de carbono sale del cuerpo. Una frecuencia respiratoria normal desempeña un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio de oxígeno y dióxido de carbono en el organismo.
Este artículo examina las frecuencias respiratorias normales en adultos y niños. También se analizan las causas de las frecuencias respiratorias altas o bajas y cuándo una persona debe ponerse en contacto con su médico.
Aunque la frecuencia respiratoria normal puede variar ligeramente entre una persona y otra, existe un rango que los médicos y los enfermeros consideran habitual. En la siguiente tabla se describen las frecuencias respiratorias normales en función de la edad:
Edad | Respiraciones por minuto |
Desde el nacimiento hasta un año | 30–60 |
De 1 a 3 años | 24–40 |
De 3 a 6 años | 22–34 |
De 6 a 12 años | 18–30 |
De 12 a 18 años | 12–16 |
Más de 18 años | 12–20 |
Los autores de un artículo de 2021 afirman que los niños tienen una frecuencia respiratoria más alta que los adultos. Una vez que el niño alcanza la edad de 2 años, la frecuencia respiratoria se reduce de 44 respiraciones por minuto a 26.
La frecuencia respiratoria normal de los adultos saludables es de entre 12 y 20 respiraciones por minuto. Con esta frecuencia respiratoria, el dióxido de carbono sale de los pulmones al mismo ritmo que el cuerpo lo produce. Las frecuencias respiratorias inferiores a 12 o superiores a 20 pueden significar una alteración de los procesos respiratorios normales.
Es esencial medir la frecuencia respiratoria de una persona en reposo para determinar si es normal. El ejercicio o incluso cruzar una habitación puede afectarla.
Según Johns Hopkins, la frecuencia respiratoria se refiere al número de respiraciones que realiza una persona en un minuto. Para tomar una medida precisa, observa cómo sube y baja el pecho de la persona. Una respiración completa comprende una inhalación cuando el pecho sube, seguida de una exhalación cuando el pecho baja.
Para medir la frecuencia respiratoria, cuenta el número de respiraciones durante un minuto entero, o cuenta durante 30 segundos y multiplica ese número por dos.
La respiración depende de la coordinación entre el centro de control del cerebro y los músculos respiratorios. Un área en la base del cerebro controla la respiración. El cerebro envía señales desde el cerebro a los músculos de la respiración.
A veces, el cuerpo necesita ajustar la frecuencia respiratoria. Los receptores del cerebro detectan niveles bajos de oxígeno o niveles altos de dióxido de carbono y envían señales al cuerpo, lo que puede modificar la frecuencia respiratoria.
Tener una frecuencia respiratoria anormal puede indicar varias cosas. En algunos casos, la frecuencia respiratoria alta o baja se debe a una actividad, como el ejercicio, y no es una indicación de que haya algo malo.
Sin embargo, a veces, diversas enfermedades, lesiones y sustancias pueden provocar un cambio en la respiración. En un entorno médico, la frecuencia respiratoria anormal, especialmente si es demasiado rápida, puede indicar un problema de salud.
Un estudio en el que participaron más de 15,000 personas que habían acudido al servicio de urgencias indicó que la frecuencia respiratoria elevada era un factor de predicción del empeoramiento de los problemas médicos tras el alta. Las personas que tuvieron una frecuencia respiratoria más alta volvieron al hospital más a menudo que las que tuvieron una frecuencia respiratoria normal.
Hay varios factores que afectan la frecuencia respiratoria de una persona, como las lesiones, el ejercicio, las emociones, el estado de ánimo y una serie de enfermedades.
Los médicos denominan taquipnea a una frecuencia respiratoria elevada, superior a 20 respiraciones por minuto.
Las causas más comunes de la frecuencia respiratoria elevada incluyen:
- Ansiedad. Las personas pueden respirar más rápido cuando tienen miedo o ansiedad. La respiración rápida, o hiperventilación, es un síntoma común de los ataques de pánico. La respiración rápida suele pasar una vez que la ansiedad desaparece.
- Fiebre. Como la temperatura corporal aumenta con la fiebre, la frecuencia respiratoria también puede aumentar. El aumento es la forma que tiene el cuerpo de intentar deshacerse del calor.
- Afecciones respiratorias. Las afecciones que pueden aumentar la frecuencia respiratoria de una persona incluyen:
- enfermedad pulmonar obstructiva crónica
- asma
- neumonía
- intoxicación por monóxido de carbono
- derrames pleurales
- embolia pulmonar
- Problemas cardíacos. Si el corazón no bombea correctamente para hacer llegar el oxígeno a los órganos, el organismo puede reaccionar mediante una respiración acelerada. Un estudio de 2015 señala que la dificultad respiratoria es común en quienes padecen insuficiencia cardíaca.
- Deshidratación. La deshidratación puede aumentar la frecuencia respiratoria, ya que el cuerpo trata de llevar energía a las células.
Otras causas de una frecuencia respiratoria elevada son las reacciones alérgicas y la cetoacidosis diabética.
Los médicos denominan bradipnea a una frecuencia respiratoria baja, inferior a 12 respiraciones por minuto. Esto puede ocurrir como resultado de un empeoramiento de una afección respiratoria subyacente.
También puede ocurrir como resultado de obstrucciones de las vías respiratorias y paro cardíaco.
Otras causas incluyen:
- Sobredosis de droga. El consumo de alcohol y otros depresores del sistema nervioso central, como los narcóticos y las benzodiacepinas, pueden deprimir el impulso respiratorio en el cerebro, lo que provoca frecuencia respiratoria baja.
- Apnea obstructiva del sueño. La apnea del sueño consiste en un bloqueo de las vías respiratorias, a menudo debido a la relajación de los tejidos blandos de la garganta. La obstrucción provoca pausas breves en la respiración y puede disminuir la frecuencia respiratoria general.
- Traumatismo craneoencefálico. Los traumatismos craneoencefálicos pueden afectar la zona del cerebro que desempeña un papel en la respiración, lo que puede provocar una disminución de la frecuencia respiratoria.
Una leve variación de la frecuencia respiratoria normal puede no ser motivo de preocupación. Pero en algunos casos, la frecuencia respiratoria demasiado alta o demasiado baja puede ser señal de un problema médico.
Si la frecuencia respiratoria es muy anormal o la persona presenta señales de infección como fiebre, fatiga o dolor de garganta, puede ser conveniente que consulte a un médico.
Las personas con enfermedades pulmonares, como el enfisema, el asma y la bronquitis crónica, también pueden acudir al médico si su frecuencia respiratoria es anormal. Puede ser una señal de que su enfermedad pulmonar está empeorando.
Busca asistencia inmediata si se presenta alguno de los siguientes:
- dolor en el pecho
- cianosis, cuando la piel se torna azulada
- sonidos de gorgoteo durante la respiración
- tomar muy pocas respiraciones por minuto
Un niño puede necesitar tratamiento médico urgente si:
- tiene dificultades graves para respirar
- se agota por tratar de respirar
- los músculos debajo de las costillas se contraen con cada respiración
- se queja al exhalar
- un adulto no puede despertar al niño
- se despertó, pero está muy somnoliento y no puede mantenerse despierto
- su respiración se detiene durante más de 20 segundos, o tiene pausas cortas y regulares en su respiración mientras está despierto
- su piel se vuelve muy pálida o azulada
- el interior de los labios y la lengua se vuelven azules
- ha tenido un ataque por primera vez
También es conveniente buscar atención médica inmediata para un niño si su frecuencia respiratoria aumenta de la siguiente manera:
- Bebés de entre 2 meses y 1 año: más de 50 respiraciones por minuto.
- Niños de 1 a 12 años: más de 40 respiraciones por minuto.
- Niños mayores de 12 años: más de 20 respiraciones por minuto.
El pronóstico de una persona con una frecuencia respiratoria baja o alta depende de la causa subyacente.
La frecuencia respiratoria normal varía según la edad y el nivel de actividad. Sin embargo, diversas afecciones, como las enfermedades y las lesiones, también pueden provocar una frecuencia respiratoria demasiado alta o demasiado baja.
Es importante realizar una medición precisa de la frecuencia respiratoria para determinar si es anormal o no. En algunos casos, la frecuencia respiratoria anormal puede indicar un problema médico subyacente.
La frecuencia respiratoria de una persona es el número de respiraciones que realiza por minuto. Esto puede variar de una persona a otra. Sin embargo, una frecuencia respiratoria normal debe estar dentro de un rango específico.
La frecuencia respiratoria normal de un adulto es de 12 a 20 respiraciones por minuto. La frecuencia respiratoria normal de los niños varía en función de su edad.
La frecuencia respiratoria alta o baja puede ser una señal de un problema subyacente.
Las causas más comunes de la frecuencia respiratoria elevada son la ansiedad, la fiebre, las enfermedades respiratorias, las enfermedades cardíacas y la deshidratación.
Las causas más comunes de la frecuencia respiratoria baja son las sobredosis de drogas, la apnea obstructiva del sueño y los traumatismos craneoencefálicos.
Si una persona experimenta frecuencia respiratoria anormal, debe ponerse en contacto con su médico.
Una persona debería buscar ayuda médica inmediata si experimenta frecuencia respiratoria anormal combinada con dolor en el pecho, piel azulada, sonidos de gorgoteo durante la respiración, o si respira muy pocas veces por minuto.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español el 8 de abril de 2022.
Versión original actualizada el 21 de diciembre de 2021.
Última revisión médica realizada el 21 de diciembre de 2021.