La hepatitis C en los recién nacidos puede ocurrir si la persona que los dio a luz ha adquirido la infección con el virus de la hepatitis C (VHC). Esto sucede cuando un niño por nacer contrae la infección mientras está en el vientre.

Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) afirman que el riesgo de esto es muy bajo, aproximadamente del 4 por ciento al 7 por ciento. Los CDC también recomiendan que los niños recién nacidos de personas con el virus de la hepatitis C se sometan a exámenes de detección del virus cuando tengan entre 1 y 2 meses. Además, recomiendan realizar pruebas de detección de anticuerpos contra el VHC después de que los bebés cumplan 18 meses.

Muchos bebés con el VHC no tienen síntomas, pero pueden crecer más lentamente y no aumentar de peso. El VHC desaparece sin tratamiento en aproximadamente del 25 por ciento al 50 por ciento de los bebés cuando llegan a los 4 años. Para los niños de 3 años que todavía tienen el VHC, existen tratamientos antivirales eficaces disponibles.

Continúa leyendo para obtener más información sobre los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento de la hepatitis C en recién nacidos.

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Cavan Images/Getty Images

Los bebés recién nacidos tienen riesgo de hepatitis C mientras están en el vientre si la persona embarazada ha contraído la infección. La probabilidad es del 4 por ciento al 7 por ciento por embarazo, pero el riesgo es mayor si la persona embarazada tiene una carga viral alta, que es la cantidad de virus en la sangre. También existe una mayor probabilidad de que desarrollen una coinfección del VIH.

Tener un parto por cesárea no aumenta el riesgo.

También es seguro que la persona con el VHC amamante a su bebé ya que no existe evidencia que demuestre que se pueda transmitir de esta manera. Sin embargo, si la persona que está amamantando tiene pezones agrietados y que sangran, debe dejar de amamantar temporalmente. Ya que el VHC se propaga a través de la sangre que transporta la infección por el VHC, es mejor retrasar la lactancia hasta que los pezones hayan sanado.

Si un padre o cuidador masculino tiene el VHC, no puede transmitir el virus a un bebé. Para que esto ocurra, sería necesario que ellos transmitan el VHC a la persona embarazada primero, y luego la persona embarazada tendría que transmitir el VHC al bebé. La probabilidad de dicho escenario es casi cero.

Los médicos consideran que el VHC es una afección crónica en niños que todavía tienen una infección por el VHC cuando tienen 2 años. La mayoría de los bebés con una infección crónica por hepatitis C no tienen síntomas, pero sus pruebas de laboratorio pueden mostrar niveles de enzimas hepáticas que caracterizan esta afección.

Además, los bebés con VHC pueden:

  • tener problemas para aumentar peso
  • crecer más lentamente
  • tener hígado o bazo dilatados

La mayoría de los niños que adquieren el VHC cuando eran un feto tienen una enfermedad hepática leve. Hasta el 80 por ciento tiene poca o ninguna cicatrización al momento en el que tienen 18 años. Sin embargo, entre el 20 por ciento y el 25 por ciento desarrolla una forma más agresiva de la enfermedad y puede tener cicatrización grave cuando tiene 8 años.

No hay tratamientos recomendados disponibles para niños menores de 3 años. La infección desaparece sin ninguna intervención médica en aproximadamente el 25 por ciento al 50 por ciento de los bebés con hepatitis C.

Aunque los médicos no recomiendan el tratamiento para los bebés, aconsejan la detección del VHC para todos los bebés nacidos de una madre con la infección. Debe consistir en pruebas de ARN para el VHC después de los 1 a 2 meses de edad, las cuales miden la cantidad de material genético del VHC en la sangre. Debe comenzar cuando tiene de 1 a 2 meses de edad o después. También debe incluir una prueba basada en anticuerpos, que determina si el cuerpo ha producido proteínas que combaten el VHC. No debería comenzar hasta que los bebés tengan 18 meses porque hasta este momento, tienen anticuerpos en la sangre por su madre.

En niños mayores de 2 años, el diagnóstico implica un procedimiento de dos pasos: el primer paso es la detección con una prueba de anticuerpos para el VHC. Luego, si es positivo, los médicos usan una prueba de ARN para el VHC para confirmar el diagnóstico.

La Fundación Estadounidense del Hígado (ALF, por sus siglas en inglés) recomienda que los niños con VHC se vacunen contra la hepatitis A y B, y contra la influenza una vez al año. También aconsejan los siguientes seguimientos:

  • controlar la nutrición y el crecimiento
  • medir la carga viral y determinar la cepa particular del VHC presente
  • detectar el cáncer de hígado para las personas con enfermedad hepática significativa

Otra medida de seguimiento consiste en realizar pruebas a las enzimas hepáticas alanina transaminasa (ALT) y aspartato transaminasa (AST). Estos niveles a veces pueden aumentar en la mayoría de los niños con VHC. Aquellos con ALT y AST con niveles altos tienen enfermedad hepática agresiva, pero otros pueden tener una forma agresiva de la enfermedad sin elevaciones mayores de las enzimas.

Una vez que un niño llega a los 3 años de edad, los médicos recomiendan el tratamiento antiviral, según un estudio de 2020. Las nuevas clases de terapias antivirales de acción directa son muy eficaces en los niños, quienes generalmente las toleran bien. Estos medicamentos funcionan al atacar varios productos de proteínas que produce el VHC.

Hay informes de complicaciones del VHC crónico en niños, pero no son comunes. Incluyen:

  • hipertensión portal, un aumento de la presión arterial en la vena que transporta la sangre desde los órganos digestivos hasta el hígado
  • ascitis, una inflamación por la presencia de líquido en una cavidad del abdomen
  • carcinoma hepatocelular, el término para el tipo más común de cáncer hepático
  • sangrado varicoso, sangre proveniente de venas agrandadas en el esófago

Cuando un recién nacido o un niño recibe un diagnóstico de VHC, es posible que un padre o cuidador quiera preguntarle al médico lo siguiente:

  • ¿Cuáles son los síntomas que se deben observar que indican un progreso de la condición?
  • ¿Cuánto tiempo necesita el niño tomar el medicamento?
  • ¿El medicamento tiene efectos secundarios?
  • ¿Debe el niño tener alguna restricción en las actividades?
  • ¿Con qué frecuencia debe el niño hacerse un chequeo?

En casos raros, un recién nacido puede tener hepatitis C si la persona que dio a luz tiene el virus y lo transmite al niño en el vientre. Si la persona embarazada tiene una carga viral alta o VIH, la probabilidad es mayor.

Debido a que los bebés con VHC pueden crecer más lentamente y tener problemas para aumentar suficiente peso, los médicos necesitan controlar su crecimiento y nutrición.

Los médicos no recomiendan iniciar el tratamiento para niños menores de 3 años. Sin embargo, después de llegar a esta edad, los médicos aconsejan comenzar ciertos medicamentos antivirales, que son efectivos y seguros.

La mayoría de los niños que contraen el VHC mientras están en el vientre tienen una enfermedad hepática leve. Ha habido informes de complicaciones graves del VHC en niños, como cáncer de hígado, pero no son comunes.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 26 de noviembre de 2021.

Versión original escrita el 20 de agosto de 2021.

Última revisión médica realizada el 20 de agosto de 2021.