La enfermedad de Crohn y la intolerancia a la lactosa pueden causar síntomas digestivos similares, como diarrea y dolor abdominal. Sin embargo, las causas y el tratamiento de estas dos afecciones son muy diferentes.
En este artículo, analizamos la enfermedad de Crohn y la intolerancia a la lactosa con más detalle y comparamos sus causas, síntomas, factores de riesgo, diagnóstico y tratamiento.
La enfermedad de Crohn es una afección a largo plazo que causa inflamación del tracto digestivo. La enfermedad de Crohn es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal. Según estimaciones, en 2015 los médicos diagnosticaron a más de 3 millones de adultos en Estados Unidos con enfermedad inflamatoria intestinal.
La intolerancia a la lactosa afecta a alrededor de 30 a 50 millones de adultos en EE.UU. Las personas con esta afección no pueden digerir un tipo de azúcar llamado lactosa, que está presente en la leche y en la mayoría de los otros productos lácteos.
Para las personas con intolerancia a la lactosa, el consumo de productos que contienen este azúcar puede causar síntomas similares a los de la enfermedad de Crohn. Sin embargo, las dos afecciones tienen causas y tratamientos muy diferentes.
Enfermedad de Crohn
La causa exacta de la enfermedad de Crohn no está clara, pero los médicos piensan que puede tener características autoinmunes, lo que significa que el sistema inmunitario ataca por error los tejidos sanos del cuerpo. Los expertos también piensan que los genes de una persona y otros factores, como el tabaquismo o una infección previa, pueden desempeñar un papel en el desarrollo de esta afección.
La enfermedad de Crohn puede ocurrir en cualquier parte del tracto digestivo, pero afecta más comúnmente al intestino delgado o en la primera parte del colon. La inflamación puede afectar varias áreas del tracto digestivo a la vez, y los síntomas pueden variar considerablemente.
Intolerancia a la lactosa
Las personas con intolerancia a la lactosa son incapaces de descomponer la lactosa porque no producen suficiente cantidad de una enzima llamada lactasa. El cuerpo utiliza la lactasa para descomponer la lactosa en dos azúcares más simples llamados glucosa y galactosa.
La lactosa no digerida pasa al colon, donde las bacterias la fermentan. Este proceso conduce a una acumulación de gases y líquidos que causan los síntomas de la intolerancia a la lactosa.
La intolerancia a la lactosa afecta a las personas de manera diferente. Muchas personas con esta intolerancia pueden consumir pequeñas cantidades de lactosa sin experimentar síntomas, pero otras no.
Hay tres tipos principales de intolerancia a la lactosa:
- La deficiencia de lactasa primaria resulta de un gen que se encuentra en algunas poblaciones. Los síntomas de este tipo de intolerancia a la lactosa suelen manifestarse después del destete.
- La deficiencia de lactasa secundaria se desarrolla cuando una enfermedad, infección u otra afección daña el intestino delgado. Este tipo de intolerancia a la lactosa a veces es solo temporal.
- La deficiencia congénita de lactasa es poco común, pero generalmente comienza desde el nacimiento.
Tanto la enfermedad de Crohn como la intolerancia a la lactosa afectan el sistema digestivo. Por esta razón, los síntomas coinciden. Ambas afecciones causan los siguientes síntomas:
- diarrea
- dolor abdominal o cólicos
- náusea
Sin embargo, cada afección también tiene sus propios síntomas específicos.
Enfermedad de Crohn
Los síntomas específicos de la enfermedad de Crohn incluyen:
- pérdida del apetito
- pérdida de peso involuntaria
- anemia
- irritación y enrojecimiento de los ojos y la piel
- fatiga
- fiebre
- dolor o molestias en las articulaciones
- menos comúnmente, heces con sangre
Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden variar dependiendo de la ubicación de la inflamación dentro del tracto digestivo y su gravedad.
Intolerancia a la lactosa
Los síntomas específicos de la intolerancia a la lactosa incluyen:
- gas
- hinchazón
- vómitos
- gruñidos de estómago
Los factores de riesgo para la enfermedad de Crohn y la intolerancia a la lactosa también son diferentes:
Enfermedad de Crohn
Muchos factores ambientales pueden aumentar el riesgo de la enfermedad de Crohn, incluyendo:
- fumar
- tomar anticonceptivos
- infecciones del tracto digestivo
- uso de antibióticos
- extirpación del apéndice
También puede haber ciertos factores genéticos que aumentan la probabilidad de la enfermedad de Crohn, lo que significa que la afección puede ser hereditaria.
Intolerancia a la lactosa
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de intolerancia a la lactosa:
- parto prematuro
- infecciones, enfermedades o afecciones que lesionan el intestino delgado, que pueden incluir enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedad celíaca
- factores genéticos
Hay una mayor prevalencia de intolerancia a la lactosa en las zonas del mundo donde las personas rara vez consumen leche y otros productos lácteos. Por ejemplo, más del 90 por ciento de las personas de ascendencia asiática oriental son intolerantes a la lactosa.
El diagnóstico de la enfermedad de Crohn y la intolerancia a la lactosa generalmente implican un examen físico y la evaluación del historial médico de una persona.
Un médico también puede realizar pruebas adicionales para diagnosticar cada una de estas afecciones.
Enfermedad de Crohn
Para diagnosticar la enfermedad de Crohn, el médico puede usar muchas pruebas y exploraciones diferentes, que incluyen:
- Análisis de sangre para verificar si hay señales de inflamación
- Análisis de heces para descartar otras afecciones
- Endoscopía o colonoscopía, en la que un médico insertará un tubo delgado con una luz y una cámara en la garganta o por el recto para comprobar si hay inflamación dentro del tracto digestivo
- Radiografías o tomografías computarizadas, que permiten a un médico ver dentro del cuerpo para comprobar si hay señales de la afección
El médico puede usar una combinación de estas pruebas para confirmar un diagnóstico.
Intolerancia a la lactosa
Para determinar si alguien tiene o no intolerancia a la lactosa, el médico puede pedirle que evite todos los alimentos y bebidas que contengan lactosa durante unas semanas. Si los síntomas desaparecen, es probable que la causa sea la intolerancia a la lactosa.
En algunos casos, el médico puede pedirle a una persona que se someta a una prueba de hidrógeno en el aliento. La prueba consiste en beber un líquido que contiene una pequeña cantidad de lactosa y luego inhalar en una bolsa de plástico cada 15 o 30 minutos durante 2 a 3 horas.
Las personas con intolerancia a la lactosa tienen niveles más altos de hidrógeno en el aliento después de consumir lactosa. Si los niveles de hidrógeno en la respiración de la persona aumentan durante la prueba y sus síntomas empeoran, es probable que sean intolerantes a la lactosa.
Tanto la enfermedad de Crohn como la intolerancia a la lactosa son afecciones a largo plazo sin cura, por lo que el objetivo del tratamiento es controlar los síntomas.
Enfermedad de Crohn
El tratamiento para la enfermedad de Crohn dependerá del tipo y la gravedad de los síntomas de una persona, pero puede incluir:
- Aminosalicilatos. Los médicos suelen recetarlos para los síntomas leves, y funcionan reduciendo la inflamación.
- Corticosteroides. Estos medicamentos son adecuados para personas con síntomas de moderados a graves. Suprimen el sistema inmunitario y reducen la inflamación.
- Inmunomoduladores. Los médicos tienden a recetarlos cuando otros tratamientos no alivian los síntomas de una persona. Los inmunomoduladores inhiben el sistema inmunitario, pero pueden tardar varias semanas en hacer efecto.
- Terapias con medicamentos biológicos. Estos medicamentos utilizan sustancias biológicas, como anticuerpos, para atacar y desactivar las proteínas del sistema inmunitario, lo que ayuda a reducir la inflamación. Estas terapias son otra opción a la que recurren los médicos cuando los síntomas de una persona no responden a otros tratamientos.
El médico también puede recetar o recomendar otros medicamentos para tratar síntomas específicos, como:
- paracetamol para el dolor leve
- antibióticos para tratar las infecciones del tracto digestivo
- loperamida para aliviar la diarrea
También puede ser posible que las personas reduzcan o prevengan sus síntomas haciendo ciertos cambios en el estilo de vida, como:
- dejar de fumar y dejar de usar otros productos de tabaco
- evitar alimentos con alto contenido en fibra
- evitar los refrescos cola, las sodas y otras bebidas carbonatadas
- llevar un diario de alimentos para identificar los que desencadenan o empeoran los síntomas
- adoptar una dieta específica que un médico o nutricionista recomiende
Para los casos más graves de la enfermedad de Crohn, el médico puede recomendar cirugía. La cirugía puede tratar complicaciones que plantean un riesgo de salud significativo, como sangrado interno u obstrucciones intestinales.
Intolerancia a la lactosa
El tratamiento para la intolerancia a la lactosa generalmente implica restringir el consumo de lactosa o eliminarla por completo de la dieta, dependiendo de la cantidad de lactosa que una persona pueda tolerar.
Una dieta baja en lactosa o libre de lactosa puede ser difícil ya que el uso de los productos lácteos está muy extendido en la mayoría de las dietas occidentales. Las personas también deben tener cuidado de compensar cualquier cambio en la dieta para asegurarse de que no les faltan nutrientes, como la vitamina D y el calcio.
Un médico o nutricionista puede aconsejar sobre un plan de dieta para satisfacer las necesidades específicas de una persona. Para algunas personas, el médico puede recomendar el uso de productos de lactasa, que son tabletas o gotas que contienen lactasa para ayudar al cuerpo a digerir la lactosa.
La enfermedad de Crohn y la intolerancia a la lactosa afectan el sistema digestivo y pueden causar síntomas similares. Sin embargo, las causas, los factores de riesgo, el diagnóstico y el tratamiento de las dos afecciones son diferentes.
La enfermedad de Crohn ocurre debido a un problema con el sistema inmune, y los síntomas resultan de la inflamación en el tracto digestivo. Las personas con intolerancia a la lactosa no producen suficiente lactasa y experimentan síntomas cuando consumen productos que contienen lactosa.
Ambas pueden ser afecciones de por vida, pero la intolerancia a la lactosa es generalmente más fácil de manejar que la enfermedad de Crohn.
Los médicos suelen tratar a una persona con la enfermedad de Crohn usando medicamentos que reducen la inflamación y suprimen el sistema inmunitario. La cirugía a veces puede ser necesaria para tratar complicaciones graves.
Las personas con intolerancia a la lactosa pueden prevenir los síntomas adoptando una dieta baja en lactosa o libre de lactosa.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español por Stella Miranda el 9 de julio de 2021.
Versión original escrita el 5 de octubre de 2018.
Última revisión médica realizada el 5 de octubre de 2018.