Debido a que los perros tienen un sentido del olfato extremadamente sensible, los investigadores están cada vez más interesados en determinar si pueden detectar la enfermedad. Un nuevo estudio que analiza a los perros de raza Beagle ha determinado que pueden “olfatear” con éxito el cáncer de pulmón con una precisión extremadamente alta.

close up of beagle
Los beagles no solo son amigables y extremadamente cariñosos; pueden detectar el cáncer con precisión.

Datos recientes indican que el cáncer de pulmón no microcítico (también llamado de células no pequeñas) “es el segundo cáncer más común” que los médicos diagnostican en Estados Unidos. Este tipo de cáncer también es responsable del número más elevado de muertes relacionadas con el cáncer.

Por este motivo, el diagnóstico temprano es crucial. Atacar el cáncer en sus etapas más tempranas puede permitir a los médicos encontrar y aplicar los tratamientos más efectivos.

Sin embargo, los métodos más comunes para diagnosticar el cáncer — a través de tomografías computarizadas y por emisión de positrones — pueden ser muy costosos y algunas veces son inexactos o no confiables.

Un nuevo estudio ha recurrido a las habilidades superiores para olfatear de los perros para descubrir si podrían detectar el cáncer de pulmón con precisión solo usando su sentido del olfato.

“La agudeza olfativa de un perro es al menos 10,000 veces más sensible que la de un humano, lo que posiblemente se debe a su epitelio olfativo y receptores olfativos más amplios, y a su capacidad de retener el aire en su nasofaringe durante la exhalación”, explican los autores del estudio en The Journal of the American Osteopathic Association.

El equipo de investigación — liderado por el Prof. Thomas Quinn de la Universidad de Medicina Osteopática de Lake Erie en Erie, Pennsylvania — trabajó con tres beagles, a quienes entrenaron para que “olfatearan” el cáncer de pulmón no microcítico en muestras de plasma (sangre).

El Prof. Quinn y sus colegas eligieron a los beagles debido a que son sabuesos, un tipo de perro que las personas crían tradicionalmente para atrapar pequeños animales de caza durante una cacería.

“Los beagles son miembros medianos de la familia de los sabuesos y tienen 225 millones de receptores olfativos. En comparación, los humanos tenemos 5 millones de receptores olfativos”, indican los autores del estudio.

Los investigadores entrenaron inicialmente a cuatro beagles durante ocho semanas, aunque uno mostró poco interés en la tarea asignada así que no fue parte del estudio.

Después del período de entrenamiento, el equipo pidió a los tres beagles que distinguieran correctamente entre las muestras de sangre tomadas de personas con cáncer de pulmón no microcítico y un conjunto de muestras de sangre obtenidas de personas sanas.

Los investigadores pusieron todas las muestras en una habitación, a una altura en la que los perros pudieran olfatearlas cómodamente. El equipo había entrenado a los beagles para que se sentaran cuando pudieran olfatear el cáncer o que se movieran si la muestra era de una persona sana.

Los perros distinguieron satisfactoriamente entre los dos tipos de muestras, identificando la presencia de cáncer con un 97.5% de especificidad y un 96.7% de sensibilidad.

“Usamos a los perros para clasificar los niveles de olores hasta que identificamos los biomarcadores delatores”, dijo el Prof. Quinn, agregando que, aunque “todavía hay mucho trabajo por hacer, […] estamos progresando bastante”.

Actualmente, los investigadores están completando un estudio que prueba la capacidad de los perros de identificar muchas otras formas de cáncer, incluyendo cáncer de mama y cáncer colorrectal.

Esta vez, los beagles tendrán acceso a las muestras de aliento del paciente, que los investigadores recolectaron al pedirle a los voluntarios que respiraran en una mascarilla especial. Aunque los resultados de este estudio todavía no aparecen en línea o impresos, los investigadores dicen que continúan apoyando la agudeza excepcional de los perros para detectar el cáncer.

En el futuro, el equipo de investigación está interesado en separar las muestras recopiladas de los pacientes de cáncer en fracciones con biomarcadores específicos, para poder entrenar a los perros para que identifiquen señales separadas relacionadas con la presencia de cáncer.

“Por ahora, parece que los perros tienen una mejor capacidad natural para detectar el cáncer que nuestra tecnología más avanzada. Una vez que determinemos qué saben y cómo, podremos ser capaces de detectarlo”.

Prof. Thomas Quinn

Finalmente, los científicos esperan desarrollar una prueba de detección de venta libre de bajo costo que permita que las personas hagan la prueba para detectar la presencia de cáncer simplemente respirando.

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