La dificultad para concentrarse o confusión mental puede ser un síntoma de una serie de afecciones médicas. Afecta una variedad de procesos mentales, incluyendo la memoria y la concentración.
Puede ocurrir a causa de la esclerosis múltiple, durante el embarazo y como resultado de factores del estilo de vida, como el estrés, la falta de sueño o una dieta poco saludable.
La confusión mental puede ser frustrante y confusa, pero hay formas de afrontarla cuando se presenta.
La niebla mental puede hacer que una persona sienta que los procesos de pensar, comprender y recordar no están funcionando como debieran.
También puede afectar:
- la memoria, incluyendo la capacidad de almacenar y recuperar información
- el uso y la comprensión del lenguaje
- la capacidad para procesar y comprender la información
- habilidades visuales y espaciales para dibujar, reconocer formas y recorrer espacios visualmente
- capacidad para calcular y resolver cosas
- habilidades de funcionamiento ejecutivo para organizar, resolver problemas y planificar
Si una o más de estas funciones no actúan de manera eficaz, puede resultar difícil comprender, concentrarse en y recordar cosas. Puede provocar estrés y fatiga mental.
Varias afecciones pueden provocar confusión mental.
Esclerosis múltiple
Las personas que viven con esclerosis múltiple pueden experimentar algunos cambios en su capacidad para tomar decisiones, y procesar y recordar información.
Estos cambios suelen ser de leves a moderados, y no afectan la capacidad de una persona para vivir de forma independiente. Sin embargo, pueden generar frustración y dificultad para completar las tareas diarias, como encontrar las llaves de la casa o hacer las compras.
Fibromialgia y síndrome de fatiga crónica
La fibromialgia causa dolor en todo el cuerpo y puede afectar la concentración y la memoria de una persona.
El síndrome de fatiga crónica es otra afección crónica o prolongada. Puede resultar en cansancio severo y problemas para pensar.
Depresión y estrés
La depresión es un trastorno grave del estado de ánimo que afecta la forma en que alguien piensa y siente. Los problemas con la memoria, el enfoque y la toma de decisiones pueden contribuir a la sensación de confusión mental.
También puede haber problemas para dormir y falta de energía, lo que puede dificultar la concentración y la capacidad para completar las tareas.
El estrés y la ansiedad también pueden hacer que sea difícil pensar con claridad.
Anemia por deficiencia de hierro
Si los glóbulos rojos no pueden suministrar suficiente oxígeno a los órganos y tejidos del cuerpo, es posible que se experimente cansancio mental y físico, y otros síntomas, como dificultad para respirar y confusión mental.
Cambios hormonales
Los cambios en los niveles hormonales de una persona pueden afectar el funcionamiento de su cerebro, especialmente durante el embarazo o la menopausia.
Un pequeño estudio de 2013 encontró que los cambios hormonales durante la transición a la menopausia dificultaban que las mujeres asimilaran y recordaran información nueva, y centraran su atención en tareas desafiantes.
El hipotiroidismo y la tiroiditis de Hashimoto pueden provocar desequilibrios hormonales. Los problemas de memoria y pensamiento que son similares a la confusión mental son comunes en los trastornos de la tiroides.
Síndrome de taquicardia postural
Algunas personas experimentan cambios inusuales en el ritmo cardíaco y la presión arterial al ponerse de pie, una afección que los médicos denominan síndrome de taquicardia postural.
Un estudio publicado en 2013 informó que los adolescentes con síndrome de taquicardia postural dijeron que solían experimentar síntomas de confusión mental, como confusión, olvido, pensamientos “vagos”, y dificultad para concentrarse, pensar y comunicarse.
Enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia pueden incluir síntomas de confusión mental.
La enfermedad de Alzheimer ocurre por la acumulación de placas de proteína en el cerebro de una persona. Esta acumulación afecta el funcionamiento del cerebro, presentando varios síntomas cognitivos y de otro tipo.
Apnea del sueño
Durante el sueño, los músculos de la parte posterior de la garganta se relajan. En ocasiones, esto puede hacer que las personas tengan problemas para respirar por la noche.
Si una persona tiene pausas en la respiración durante la noche que interfieren con la calidad del sueño, es posible que tenga apnea del sueño.
Tratar la apnea del sueño puede mejorar la confusión mental que esta afección puede provocar.
Obesidad
Las personas con obesidad también pueden experimentar confusión mental. Los científicos creen que puede haber un vínculo entre la confusión mental, la obesidad y la inflamación, que es una característica de la obesidad.
Medicamentos
Algunos medicamentos pueden afectar el funcionamiento mental de una persona.
Estos incluyen:
- medicamentos de quimioterapia
- píldoras para dormir
- medicamentos para la ansiedad
- ciertos analgésicos
- estatinas
- corticosteroides
Es posible que las personas deseen hablar con un médico sobre cualquier efecto secundario adverso que estén experimentando por el medicamento que toman. Si no se puede cambiar el medicamento, un médico puede ayudar a la persona a desarrollar estrategias para lidiar con la confusión mental.
La confusión mental puede deberse a factores del estilo de vida como:
- estar demasiado ocupado para descansar y relajarse
- estrés
- falta de sueño
- factores de alimentación
- un estilo de vida sedentario
Los cambios en el estilo de vida a veces pueden ayudar a una persona a superar estos problemas.
Dieta
Los cambios en la dieta pueden aumentar los niveles de energía de una persona y mejorar la concentración mental.
Una dieta que se centra principalmente en alimentos procesados con un alto contenido de grasas y azúcares nocivos para la salud puede contribuir a la confusión o niebla mental.
Sustituir estos alimentos por frutas frescas, vegetales y otros alimentos frescos de origen vegetal puede contribuir a un pensamiento más claro.
Los alimentos que contienen una variedad de vitaminas A, B, C y D, y aceites omega-3 también pueden beneficiar la función cerebral.
Las personas también deben beber suficiente líquido para prevenir la deshidratación, pero es necesario limitar el consumo de cafeína y alcohol, ya que puede afectar el sueño y los niveles de energía.
Ejercicio
Una revisión publicada en 2018 concluyó que el ejercicio físico puede beneficiar al cerebro tanto física como psicológicamente. Los autores lo recomiendan para mejorar tanto la capacidad de pensamiento como el estado de ánimo.
Los lineamientos actuales aconsejan a los adultos realizar 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad de alta intensidad, a la semana, así como ejercicios para mejorar la fuerza y la flexibilidad.
Sueño y estrés
Estos son algunos consejos:
- practicar una buena “higiene del sueño”, incluyendo una hora regular para acostarse y dejar los dispositivos móviles en otra habitación
- participar en pasatiempos y pasar tiempo con familiares y amigos para reducir el estrés
- practicar la consciencia plena (mindfulness), ya que puede mejorar la relajación y la autoconciencia
Consejos para gestionar las tareas cotidianas
Varias estrategias pueden ayudar cuando se vuelve difícil pensar con claridad.
Evitar distracciones. Cuando sea posible, busca un lugar tranquilo para concentrarte en tus tareas y toma descansos regulares para ayudar con la concentración.
Obtén apoyo. Explica cómo te sientes a tus familiares y amigos y pídeles que hablen más despacio. Esto permitirá más tiempo para procesar la información.
Practica técnicas de organización. Puede ser útil llevar un diario o hacer listas. Los recordatorios en celulares pueden ayudarte a recordar cosas como completar tareas, tomar tus medicamentos o ir a las citas con el médico.
Almacena los artículos siempre en el mismo lugar. Encuentra un lugar en el hogar que puedas recordar para guardar los artículos que son fáciles de perder, como las llaves.
Las estrategias para ayudar con la memoria y la concentración pueden hacer que la situación se vuelva más manejable en los casos en que la confusión mental sea parte de una afección a largo plazo.
Es necesario consultar a un médico si:
- tienes otros síntomas que pueden indicar una enfermedad subyacente
- notas que la confusión mental ha comenzado, o empeorado, repentina o significativamente
- no ves ninguna mejora a pesar de hacer cambios en tu estilo de vida
Un médico generalmente te pedirá información sobre tu salud mental, dieta y otros síntomas antes de realizar las pruebas.
Hay muchas causas posibles de confusión mental y el tratamiento dependerá de la causa.
Un médico puede trabajar con el paciente para desarrollar un plan de atención que incluya medicamentos, fisioterapia y autocuidado a través de la dieta y el ejercicio.
A veces, un médico puede recetar medicamentos específicos para ayudar con aspectos del proceso de pensar, como:
- depresión
- fatiga
- cambios de humor
Donepezil, un tratamiento para personas con enfermedad de Alzheimer, también puede ayudar a quienes tienen confusión mental por la esclerosis múltiple.
La confusión mental o niebla mental puede ocurrir por varias razones, incluyendo una afección médica, estrés, mala alimentación, falta de sueño o el uso de algunos medicamentos. Si los síntomas son el resultado de una afección médica, pueden mejorar con tratamiento.
Los consejos para reducir el impacto de los problemas de memoria y concentración incluyen hacer listas, ceñirse a las rutinas y explicarles a los amigos y familiares cómo pueden ayudar.
Última revisión médica realizada el 12 de junio de 2019