La osteoporosis se desarrolla cuando disminuye la densidad ósea. El cuerpo reabsorbe más tejido óseo y produce menos para reemplazarlo.

En las personas con osteoporosis, los huesos se vuelven porosos y más débiles, lo que aumenta el riesgo de fracturas, especialmente en la cadera, las vértebras de la columna y algunas articulaciones periféricas, como las muñecas.

La Fundación Internacional de Osteoporosis estima que más de 44 millones de personas en Estados Unidos actualmente tienen osteoporosis.

En este artículo, analizamos cómo tratar la osteoporosis, qué la causa y cómo la diagnostica un médico.

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Fracturarse un hueso después de una caída leve puede ser una señal de osteoporosis.

La osteoporosis se desarrolla lentamente, y una persona podría no saber que la tiene hasta que experimenta una fractura o rotura después de un incidente menor, como una caída. Incluso la tos o un estornudo puede causar una ruptura en los huesos osteoporóticos.

Las personas que tienen osteoporosis con frecuencia sufren fracturas en la cadera, las muñecas o las vértebras de la columna.

Si se produce una ruptura en las vértebras de la columna, puede provocar cambios de postura, encorvamiento y curvatura de la columna. Las personas también pueden notar una disminución en la altura, o es posible que su ropa no les quede tan bien como antes.

Cuándo consultar al médico

Un malestar intenso en cualquiera de los lugares habituales del daño óseo osteoporótico podría indicar una fractura inesperada o no identificada.

Las personas deben buscar una evaluación médica tan pronto como noten este tipo de dolor.

El tratamiento tiene por objetivo:

  • retardar o prevenir el desarrollo de la osteoporosis
  • mantener una densidad mineral y una masa ósea saludables
  • evitar las fracturas
  • reducir el dolor
  • maximizar la capacidad de la persona para continuar con su vida diaria

Las personas en riesgo de osteoporosis y fracturas pueden usar medidas preventivas relacionadas con el estilo de vida, suplementos y ciertos medicamentos para lograr estos objetivos.

Terapia farmacológica

Los fármacos que pueden ayudar a prevenir y tratar la osteoporosis incluyen:

Bifosfonatos: Estos son medicamentos antirresortivos que ralentizan la pérdida ósea y reducen el riesgo de fractura de una persona.

  • Agonistas o antagonistas del estrógeno: los médicos también llaman a estos moduladores selectivos de receptores de estrógeno, o SERMS. Raloxifeno (Evista) es un ejemplo. Pueden reducir el riesgo de fracturas de columna vertebral en mujeres después de la menopausia.
  • Calcitonina (Calcimar, Miacalcin): ayuda a prevenir la fractura de columna en mujeres posmenopáusicas y puede ayudar a controlar el dolor después de una fractura.
  • Hormona paratiroidea, como teriparatida (Forteo): la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado esta hormona para el tratamiento de personas con riesgo elevado de fractura, ya que estimula la formación de hueso.
  • Anticuerpos monoclonales (denosumab, romosozumab): son terapias inmunitarias que toman algunas personas con osteoporosis después de la menopausia. El romosozumab tiene un recuadro de advertencia de la FDA (“black box”) debido a posibles efectos adversos. Otros tipos de estrógeno y terapia hormonal pueden ayudar.

El futuro del tratamiento de la osteoporosis

Los médicos podrían usar terapia de células madre para tratar la osteoporosis en el futuro. En 2016, los investigadores encontraron que inyectar un tipo particular de células madre en ratones revertía la osteoporosis y la pérdida ósea de una manera que también podría beneficiar a los seres humanos.

Los científicos consideran que los factores genéticos determinan fuertemente la densidad ósea. Los investigadores estudian qué genes son responsables de la formación y pérdida ósea con la esperanza de que esto pueda ofrecer un nuevo tratamiento para la osteoporosis en el futuro.

Los médicos han identificado varios factores de riesgo para la osteoporosis. Algunos son modificables, pero no es posible evitar otros.

El cuerpo absorbe continuamente el tejido óseo viejo y genera hueso nuevo para mantener la densidad, la fuerza y la integridad estructural de los huesos.

La densidad ósea alcanza su punto máximo cuando una persona está a finales de los 20 años, y comienza a debilitarse alrededor de los 35. A medida que una persona envejece, el hueso se descompone más rápido de lo que se reconstruye. La osteoporosis puede desarrollarse si esta descomposición se produce de forma excesiva.

Puede afectar tanto a hombres como a mujeres, pero es más probable que ocurra en mujeres después de la menopausia debido a la disminución repentina del estrógeno. El estrógeno normalmente protege a las mujeres contra la osteoporosis.

La Fundación Internacional de Osteoporosis advierte que una vez que las personas llegan a los 50 años, una de cada tres mujeres, y uno de cada cinco hombres sufrirán fracturas debido a la osteoporosis.

Factores inevitables

Según el Colegio Americano de Reumatología, los factores de riesgo no modificables incluyen:

  • Edad: el riesgo aumenta después de los 30, y especialmente después de la menopausia.
  • Reducción de las hormonas sexuales: los niveles más bajos de estrógeno parecen dificultar la regeneración de los huesos.
  • Etnia: los caucásicos y los asiáticos tienen un riesgo más alto que otros grupos étnicos.
  • Altura y peso: tener más de 5 pies y 7 pulgadas (170.18 centímetros) de alto, o pesar menos de 125 libras aumenta el riesgo.
  • Factores genéticos: tener un familiar cercano con un diagnóstico de fractura de cadera u osteoporosis hace que exista una mayor probabilidad de desarrollar osteoporosis.
  • Antecedentes de fracturas: una persona mayor de 50 años con fracturas previas después de una lesión de bajo nivel tiene más probabilidades de recibir un diagnóstico de osteoporosis.

Opciones de dieta y estilo de vida

Los factores de riesgo modificables incluyen:

  • la falta de actividad
  • la inmovilidad

El ejercicio con pesas ayuda a prevenir la osteoporosis. Coloca una tensión controlada en los huesos, lo que estimula el crecimiento de los huesos.

Fármacos y afecciones

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Tomar ciertos medicamentos puede aumentar el riesgo de osteoporosis.

Algunas enfermedades o medicamentos causan cambios en los niveles hormonales, y algunos medicamentos reducen la masa ósea.

Las enfermedades que afectan los niveles hormonales incluyen hipertiroidismo, hiperparatiroidismo y síndrome de Cushing.

Una investigación publicada en 2015 sugiere que las mujeres transgénero que reciben tratamiento hormonal pueden tener un mayor riesgo de osteoporosis. Sin embargo, el uso de antiandrógenos durante un año antes de comenzar la tratamiento hormonal puede reducir este riesgo.

Los hombres transgénero no parecen tener un alto riesgo de osteoporosis. Sin embargo, los científicos necesitan llevar a cabo más investigaciones para confirmar estos hallazgos.

Las afecciones que aumentan el riesgo incluyen:

  • algunas enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante
  • síndrome de Cushing, un trastorno de la glándula suprarrenal
  • trastornos de la glándula pituitaria
  • hipertiroidismo e hiperparatiroidismo
  • deficiencia de estrógeno o testosterona
  • problemas con la absorción de minerales, como la enfermedad celíaca

Los medicamentos que aumentan el riesgo incluyen:

  • glucocorticoides y corticosteroides, incluyendo prednisona y prednisolona
  • hormona tiroidea
  • anticoagulantes y diluyentes de la sangre, incluida la heparina y la warfarina
  • inhibidores de la bomba de proteínas (IBP), y otros antiácidos que afectan negativamente el estado mineral
  • algunos medicamentos antidepresivos
  • algunos medicamentos de vitamina A (retinoides)
  • diuréticos tiazídicos
  • tiazolidinedionas, utilizadas para tratar la diabetes tipo 2, ya que disminuyen la formación ósea
  • algunos agentes inmunosupresores, como la ciclosporina, que aumentan tanto la reabsorción como la formación de huesos
  • inhibidores de la aromatasa, y otros tratamientos que agotan las hormonas sexuales, como el anastrozol o Arimidex
  • algunos agentes quimioterapéuticos, como el letrozol (Femara), que se usan para tratar el cáncer de mama, y la leuprorelina (Lupron) para el cáncer de próstata y otras afecciones

La osteoporosis inducida por glucocorticoides es el tipo más común de osteoporosis que se desarrolla debido al uso de medicamentos.

Ciertas alteraciones en el estilo de vida pueden reducir el riesgo de osteoporosis.

Ingesta de calcio y vitamina D

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Los productos lácteos son una fuente abundante de calcio que puede ayudar a una persona a reducir el riesgo de osteoporosis.

El calcio es esencial para los huesos. Las personas deberían asegurarse de consumir suficiente calcio diariamente.

Los adultos de 19 años en adelante deben consumir 1,000 miligramos (mg) de calcio al día. Las mujeres mayores de 51 años y todos los adultos a partir de 71 años deben tener una ingesta diaria de 1,200 mg.

Las fuentes alimenticias incluyen:

  • productos lácteos, como leche, queso y yogur
  • vegetales de hoja verde, como la col rizada y el brócoli
  • pescado con espinas blandas, como el salmón y el atún en conserva
  • cereales fortificados para el desayuno

Si la ingesta de calcio de una persona es inadecuada, los suplementos son una opción.

La vitamina D también juega un papel clave en la prevención de la osteoporosis, ya que ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Las fuentes alimenticias incluyen alimentos fortificados, pescado de agua salada e hígado.

Sin embargo, la mayor parte de la vitamina D no proviene de los alimentos sino de la exposición al sol, por lo que los médicos recomiendan una exposición moderada y regular a la luz solar.

Factores de estilo de vida

Otras maneras de minimizar el riesgo son:

  • evitar fumar, ya que esto puede reducir el crecimiento de nuevos huesos, y disminuir los niveles de estrógeno en las mujeres
  • limitar el consumo de alcohol para estimular la salud de los huesos y prevenir caídas
  • hacer ejercicio de soporte de peso con regularidad, como caminar, ya que esto promueve la salud de los huesos y fortalece el apoyo de los músculos
  • ejercicios para favorecer la flexibilidad y el equilibrio, como el yoga, que pueden reducir el riesgo de caídas y fracturas

Para las personas que ya tienen osteoporosis, las técnicas de nutrición, ejercicio y prevención de caídas desempeñan un papel clave en la reducción del riesgo de fractura y la tasa de pérdida ósea.

Prevención de caídas

Los siguientes son algunos consejos para la prevención de caídas:

  • retirar los objetos con los que te puedas tropezar, como alfombras y objetos en el suelo
  • hacerte exámenes de la vista con regularidad, y mantener la graduación de tus anteojos actualizada
  • instalar barras de apoyo, por ejemplo, en el baño
  • asegurarte de que tu casa esté bien iluminada
  • practicar ejercicio que ayude con el equilibrio, como el tai chi
  • pedir al médico que revise tus medicamentos, para reducir el riesgo de mareos

El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos recomienda la detección de densidad ósea para todas las mujeres de 65 años en adelante, y para las mujeres más jóvenes que tienen un alto riesgo de sufrir una fractura.

Un médico considerará los antecedentes familiares y cualquier factor de riesgo. Si tiene sospechas de osteoporosis, solicitará una gammagrafía de densidad mineral ósea.

El escaneo de la densidad ósea utiliza un tipo de radiografía conocido como absorciometría con rayos x de energía dual. Esta puede indicar el riesgo de fracturas osteoporótica y ayudar a controlar la respuesta de una persona al tratamiento.

Dos tipos de dispositivos pueden realizar una exploración absorciometría con rayos x de energía dual:

  • Un dispositivo central: se trata de una exploración realizada en un hospital que mide la densidad mineral ósea de la cadera y la columna estando la persona acostada en una mesa.
  • Un dispositivo periférico: esta es una máquina móvil que hace pruebas en el hueso de la muñeca, el talón o el dedo.

Resultados de la prueba de absorciometría con rayos x de energía dual

Los médicos dan los resultados de la prueba como una puntuación T o Z.

La puntuación T compara la masa ósea de una persona con la masa ósea máxima de una persona más joven.

  • -1.0 o superior muestra buena resistencia ósea
  • de -1.1 a -2.4 sugiere pérdida ósea leve (osteopenia)
  • -2.5 o menos indica la presencia de osteoporosis

La puntuación Z compara la masa ósea con la de otras personas de constitución y edad similares.

Un médico generalmente repetirá la prueba cada 2 años, ya que esto les permite comparar los resultados.

Otras pruebas

Un ultrasonido del hueso del talón es otro método que los médicos utilizan para evaluar la osteoporosis, y pueden hacerlo en un entorno de atención primaria. Es menos común que la absorciometría con rayos x de energía dual, y los médicos no pueden comparar las mediciones con las puntuaciones de T.

A medida que los huesos se debilitan, las fracturas ocurren con más frecuencia y, con la edad, tardan más en sanar.

Esto puede provocar dolor continuo y pérdida de estatura a medida que los huesos de la columna vertebral comienzan a colapsar. Algunas personas tardan mucho tiempo en recuperarse de una fractura de cadera, y otras ya no pueden vivir independientemente.

A cualquier persona que le preocupe estar en riesgo de osteoporosis debe preguntar a su médico acerca de la detección.

Pregunta

¿La baja densidad ósea siempre conduce a la osteoporosis?

Respuesta

La osteopenia y la osteoporosis pueden existir durante algún tiempo antes de que una persona reciba un diagnóstico. La edad juega un papel importante en la aparición de osteopenia y el riesgo de osteoporosis. La densidad ósea alcanza su punto máximo a finales de los 20 años, y comienza a debilitarse a medida que una persona envejece.

Con la edad, el hueso se descompone más rápido de lo que se reconstruye, y esto es lo que determinará la aparición de osteoporosis.

Las respuestas representan las opiniones de nuestros expertos médicos. Todo el contenido es estrictamente informativo y no se debe considerar un consejo médico.
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Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 1 de octubre de 2021.

Versión original escrita el 22 de julio de 2019.

Última revisión médica realizada el 22 de julio de 2019.