La presión rectal puede hacer que una persona sienta que necesita usar el baño constantemente. La presión en el recto puede ser incómoda y hasta dolorosa.
El recto es la parte final del intestino grueso. Las heces pasan a través del recto antes de salir por el ano. El recto está cerca de muchos otros órganos pélvicos y usualmente se encuentra junto a la parte lumbar de la columna o sacro.
Si una persona experimenta presión rectal, deberá hablar con su médico sobre las posibles causas y opciones de tratamiento. Una persona no debería sentirse avergonzada de hablar sobre el tema con su médico, ya que es un síntoma común de muchos problemas tratables.
Las posibles causas de la presión rectal incluyen:
Estreñimiento
Una persona con presión rectal con frecuencia puede sentir la necesidad de ir al baño.
El estreñimiento es cuando una persona tiene dificultad para defecar, o lo hace con menos frecuencia de lo usual.
Cuando una persona está estreñida, sus heces pueden volverse duras y secas, lo que incrementa la sensación de presión en el recto.
Los síntomas comunes del estreñimiento incluyen:
- sensación de que los intestinos no están vacíos, aun después de defecar
- defecar tres veces, o menos, en una semana
- heces grumosas, secas o duras
- hacer esfuerzos para ir al baño
Aunque todos experimentan brotes ocasionales de estreñimiento, el estreñimiento crónico puede ser incómodo y puede deberse a otra afección gastrointestinal.
Hemorroides
Las hemorroides son venas inflamadas que pueden desarrollarse en el recto o alrededor de la abertura anal.
Aunque las hemorroides externas alrededor de la abertura anal usualmente son visibles o una persona las puede sentir, no se puede saber cuándo se tiene hemorroides dentro del recto.
Además de la presión rectal, los síntomas de las hemorroides incluyen:
- ardor al defecar
- picazón alrededor del área rectal
- pequeñas cantidades de sangre en el papel sanitario después de defecar
Según el Colegio de Gastroenterología de Estados Unidos (ACG, por sus siglas en inglés), aproximadamente el 50 por ciento de las personas en Estados Unidos habrán experimentado hemorroides al llegar a los 50 años.
Una persona está en gran riesgo de hemorroides cuando está embarazada si tiene historial de estreñimiento y a medida que envejece.
Absceso o fístula anal
Un absceso anal es un área llena de pus alrededor del ano. Un absceso puede desarrollarse cuando algo bloquea una glándula anal y las bacterias se multiplican.
Si una persona no recibe tratamiento para el absceso anal, puede desarrollar una fístula. La fístula crea un área acanalada entre el absceso y los glúteos.
Los síntomas de un absceso anal o fístula incluyen:
- secreción del canal anal que puede tener mal olor
- fiebre
- dolor
- inflamación de la abertura anal
Las personas con la enfermedad de Crohn están en mayor riesgo de experimentar un absceso o fístula anal. Algunas veces, una fístula puede requerir tratamiento quirúrgico.
Fisura anal
Una fisura anal ocurre cuando una parte del recubrimiento del recto o ano se desgarra.
Defecar con mucha fuerza puede causar este desgarro.
Además de la presión rectal, una persona también puede experimentar hemorragia y dolor rectal, particularmente cuando defeca.
Incontinencia fecal
La incontinencia fecal ocurre cuando una persona no puede controlar cuando tiene que defecar. Puede defecar accidentalmente antes de llegar al baño.
Además de la presión rectal, una persona puede defecar moco. Con frecuencia, las heces son blandas y similares a la diarrea.
Las afecciones como estreñimiento crónico, daño nervioso o lesión muscular pueden causar incontinencia.
Esta afección puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona, pero hay muchos tratamientos disponibles para reducir o detener los síntomas.
Prostatitis
Las náuseas y vómitos son posibles síntomas de la prostatitis.
La prostatitis es una afección que ocurre cuando la próstata, que es una pequeña glándula en los hombres que ayuda a producir semen, se inflama. La prostatitis se debe usualmente a una infección bacteriana, pero puede ocurrir sin causa conocida.
Al igual que la presión rectal, la prostatitis puede causar síntomas, incluyendo:
- sangre en la orina
- dificultad para orinar
- necesidad constante de orinar
- náusea
- dolor entre el escroto y el ano
- dolor en el pene
- eyaculación con dolor
- vómitos
Los tratamientos para la prostatitis dependerán de la causa subyacente.
Prolapso rectal
El prolapso rectal es cuando el recto se desliza hacia afuera del ano, invirtiéndose debido a la pérdida de conexiones que usualmente lo mantienen en su lugar.
Una persona con prolapso rectal puede tener la sensación de que algo cae fuera del recto cuando defeca. Algunas veces, una persona puede confundir el prolapso rectal con hemorroides.
Los síntomas adicionales relacionados con el prolapso rectal incluyen:
- dificultad para sentir cuando necesitan defecar
- incontinencia o defecar accidentalmente
- expulsión de moco del recto
- movimientos dolorosos del intestino
Sin tratamiento, el prolapso rectal puede empeorar con el tiempo.
Colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa (CU) es una forma de la enfermedad intestinal inflamatoria (EII) que causa inflamación y úlceras en el intestino grueso, incluyendo el recto.
La afección es crónica, así que una persona con CU aprenderá a controlar los brotes, pero también experimentará períodos sin síntomas cuando esté en remisión.
Las señales de que una persona puede tener CU incluyen:
- cólicos abdominales
- anemia
- pérdida del apetito
- sangre o pus en las heces
- fatiga
- fiebre
- náusea
Aunque los médicos no saben qué causa la CU, saben que las personas con historial familiar de EII tienen más probabilidad de desarrollarla.
Un médico puede usar un anoscopio para diagnosticar la causa de presión rectal.
Para diagnosticar la causa de presión rectal, un médico tomará en cuenta el historial médico de una persona y hará preguntas sobre los síntomas. Puede preguntarle a una persona cuándo notó la presión por primera vez, y si algo hace que la presión empeore o mejore.
Un médico usualmente realizará un examen físico del recto. Puede insertar un dedo protegido con un guante para saber si puede sentir alguna anormalidad, como hemorroides.
Un médico también puede recomendar pruebas adicionales para examinar el recto. Esto incluye insertar un instrumento llamado anoscopio o sigmoidoscopio. Estos son pequeños dispositivos con una cámara y una luz en el extremo que permiten que un médico vea el interior del intestino para visualizar cualquier problema.
Un médico también puede usar estudios de imágenes, como radiografías, tomografías o resonancias magnéticas por imágenes para identificar las anormalidades, por ejemplo, tumores, abscesos o fístulas.
Otras pruebas de diagnóstico incluyen manometría anorrectal, que es cuando un médico mide la presión promedio en el recto de una persona.
El tratamiento para la presión rectal dependerá de la causa subyacente.
Las personas pueden tratar el estreñimiento ocasional en casa con laxantes de venta libre, comiendo más fibra y tomando suficiente agua.
Un médico también puede recetar medicamentos para tratar el estreñimiento crónico.
Si una persona tiene prostatitis, un médico usualmente recetará antibióticos para tratar la infección subyacente.
Si una persona tiene una afección crónica, como la CU, enfermedad de Crohn o prostatitis crónica, un médico puede recetar medicamentos para ayudar a controlar sus síntomas.
Algunas veces, un médico puede recomendar la cirugía para corregir problemas como el prolapso rectal o las fístulas anales.
Una persona debería consultar al médico si la presión rectal se convierte en algo regular.
Si experimenta señales de infección o hemorragia aguda, deberá buscar atención médica lo más pronto posible.
La presión rectal es un síntoma común de muchas afecciones distintas. A menos que la presión rectal se deba a estreñimiento ocasional, la persona deberá consultar a un médico para obtener un diagnóstico.
Un médico puede recomendar tratamientos efectivos para la presión rectal y proporcionar consejo y medicamentos para evitar que suceda en el futuro.
Última revisión médica realizada el 28 de marzo de 2019.