La artritis psoriásica es una enfermedad crónica, inflamatoria y autoinmune que puede aparecer con la psoriasis. Puede tener un efecto significativo en la vida de una persona, pero un tratamiento oportuno y adecuado puede ayudar a reducir su impacto.

La artritis psoriásica y la psoriasis son aspectos de la enfermedad psoriásica, una afección sistémica que puede presentar síntomas en todo el cuerpo. En la psoriasis, las lesiones cutáneas son el resultado del crecimiento excesivo de las células de la piel. La artritis psoriásica implica dolor e hinchazón en las articulaciones.

La artritis psoriásica suele desarrollarse entre los 30 y los 50 años. Suele aparecer unos 10 años después de que la persona desarrolle los primeros síntomas de la psoriasis. Aproximadamente, el 30 por ciento de las personas que padecen psoriasis experimentan artritis psoriásica.

La psoriasis suele aparecer entre los 15 y los 25 años, pero puede empezar a cualquier edad. Puede afectar a personas con cualquier tono de piel.

Los síntomas de la enfermedad psoriásica van y vienen, empeoran durante los brotes y mejoran o desaparecen durante los períodos de remisión. En ocasiones, los síntomas pueden empeorar con el tiempo.

En este artículo, analizamos las perspectivas de las personas con artritis psoriásica, su efecto en la calidad de vida y las soluciones disponibles.

La evolución de la artritis psoriásica dependerá de varios factores, como el tipo de artritis psoriásica, su etapa en el momento del diagnóstico, el tratamiento que reciba la persona y cómo responda al mismo.

En las primeras etapas, puede haber pocos o ningún síntoma. Puede haber daños en los tejidos, pero el daño óseo podría no aparecer en una radiografía.

Cuando se presentan síntomas, estos incluyen inflamación, dolor, hinchazón y calor en las articulaciones y los tejidos circundantes. Con el tiempo, los espacios entre las articulaciones se estrechan, lo que provoca una pérdida de hueso, y posiblemente osteoporosis.

La erosión ósea puede afectar a las articulaciones de uno o ambos lados del cuerpo. Los síntomas pueden variar desde un dolor leve hasta cambios que afectan las actividades diarias. A medida que la erosión empeora, pueden aparecer espolones óseos, y las articulaciones se deforman.

¿Los síntomas empeoran con el tiempo?

Algunas personas con síntomas leves descubren que sus síntomas no empeoran con el tiempo, y pueden seguir funcionando en su vida diaria. Sin embargo, otros pueden sufrir daños progresivos de largo plazo.

El impacto puede ser más grave si la persona:

  • tiene altos niveles de inflamación
  • tiene una enfermedad erosiva o dactilitis
  • tiene una enfermedad muy activa o de rápida evolución
  • tiene síntomas que afectan su capacidad para utilizar una o más articulaciones

Un plan de tratamiento eficaz a menudo puede prevenir el daño progresivo y ayudar a controlar los síntomas.

Sin embargo, en las primeras etapas puede ser difícil predecir el curso de la enfermedad.

Progresión de la psoriasis y la artritis psoriásica

La mayoría de las personas que desarrollan artritis psoriásica ya han tenido psoriasis durante unos 10 años, pero no siempre es así.

En 2016, los investigadores observaron que entre las personas que tienen tanto artritis psoriásica como psoriasis, el 70 por ciento experimenta cambios en la piel antes de que aparezcan los síntomas de artritis psoriásica, mientras que el 15 por ciento desarrolla cambios en la piel después de tener síntomas de artritis psoriásica durante unos 2 años. El otro 15 por ciento desarrolla ambas afecciones al mismo tiempo.

El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a una persona a controlar los síntomas de la psoriasis y la artritis psoriásica, y a reducir el riesgo de brotes y futuras complicaciones.

La forma en que la artritis psoriásica afecta a una persona puede variar en función de la gravedad de los síntomas y de la parte del cuerpo a la que afecte.

Estos son algunos de los tipos de artritis psoriásica que puede experimentar una persona:

  • La artritis psoriásica oligoarticular afecta hasta cuatro articulaciones.
  • La artritis psoriásica poliarticular afecta a más de cuatro articulaciones y es más grave.
  • La espondilitis psoriásica se refiere a la inflamación de la columna vertebral. Afecta del 7 por ciento al 32 por ciento de las personas con artritis psoriásica, y puede afectar al movimiento del cuello, la zona lumbar y el punto de unión de la pelvis con la columna vertebral.
  • La entesitis es una inflamación que afecta al lugar donde los tendones o ligamentos se unen al hueso. Alrededor de la mitad de las personas con artritis psoriásica tienen entesitis.
  • La dactilitis provoca la hinchazón de un dedo de la mano o del pie debido a la inflamación en y alrededor de las articulaciones pequeñas. Alrededor del 40 por ciento de las personas con artritis psoriásica la experimentará.
  • La artritis mutilante es un tipo grave e infrecuente de artritis psoriásica que se desarrolla en alrededor del 5 por ciento de los afectados. La inflamación grave puede causar daños en las articulaciones y pérdida ósea.

La artritis psoriásica es más probable que afecte las articulaciones de los brazos y las piernas, pero puede presentarse en la columna vertebral, las caderas, los hombros y la mandíbula.

La artritis psoriásica no suele afectar la esperanza de vida, pero una persona con artritis psoriásica puede tener un mayor riesgo de padecer otras afecciones, como enfermedades cardiovasculares.

Comorbilidades

Las comorbilidades son afecciones que pueden ocurrir junto con otra enfermedad.

Las comorbilidades de la artritis psoriásica incluyen aspectos del síndrome metabólico:

También pueden darse las siguientes afecciones:

  • uveítis, una enfermedad ocular
  • enfermedad hepática
  • osteoporosis, que debilita los huesos
  • enfermedad de Crohn

La persona también puede experimentar cansancio, cambios de humor, depresión y ansiedad, lo cual puede afectar su calidad de vida, y potencialmente su esperanza de vida.

Las directrices de 2018 recomiendan que las personas con artritis psoriásica tomen las siguientes medidas para minimizar el riesgo de progresión de la enfermedad:

  • alcanzar o mantener un peso corporal saludable
  • participar en una actividad física adecuada
  • dejar de fumar o evitar el humo de segunda mano, siempre que sea posible

Las directrices también recomiendan pruebas de detección de enfermedad cardíaca, diabetes y otras afecciones que pueden presentarse con la artritis psoriásica y que plantean problemas adicionales.

Riesgo de cáncer

Existen pruebas de que las personas con enfermedad psoriásica tienen un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, pero no está claro si es la psoriasis o una combinación de otros factores, como el tabaquismo, lo que aumenta el riesgo.

La Fundación Nacional de Psoriasis señala que el uso de infliximab (Remicade) o infliximab-dyyb (Inflectra) junto con la fototerapia puede aumentar el riesgo de cáncer de piel.

Cómo reducir el riesgo de complicaciones

Las personas que padecen psoriasis, artritis psoriásica o ambas pueden reducir el riesgo de complicaciones al:

  • mantener un peso moderado
  • seguir una dieta variada con mucha fruta y vegetales frescos y fibra
  • limitar el consumo excesivo de alcohol
  • hacer ejercicio regularmente
  • evitar o dejar de fumar
  • buscar exámenes de rutina para el cáncer y otras afecciones

El tratamiento oportuno de los cambios en la piel, la presión arterial alta y otros síntomas puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones posteriores.

Dos retos para las personas con artritis psoriásica son el dolor y el bienestar mental.

Dolor

La artritis psoriásica puede causar dolor, rigidez y otros síntomas. Si se producen síntomas en la piel, estos también pueden provocar molestias. Los síntomas graves pueden limitar la capacidad de una persona de realizar sus actividades cotidianas.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre, como el ibuprofeno y el naproxeno, pueden ayudar con el dolor leve.

Si esto no funciona, es posible intentar lo siguiente:

  • Hablar con un médico, que puede ayudar a encontrar nuevas opciones para aliviar el dolor.
  • Llevar un diario del dolor, con detalles de los niveles, las actividades que lo empeoran y las medidas que lo alivian.
  • Hacer terapia física y ejercicio para ayudar a mantener la flexibilidad de las articulaciones y la fuerza muscular.
  • Ver a un terapeuta ocupacional, que puede ayudar a encontrar nuevas formas de hacer las cosas cuando las tareas cotidianas se vuelven difíciles de llevar a cabo.

Entre las actividades que pueden ser adecuadas para las personas con articulaciones doloridas o inflamadas se incluyen:

  • yoga
  • tai chi
  • nadar
  • otros ejercicios en el agua
  • ciclismo

Un médico puede recomendar ejercicios específicos para personas con movilidad limitada.

Bienestar mental

Los síntomas físicos de la enfermedad psoriásica pueden tener un impacto negativo en las relaciones personales, sociales y laborales, y aumentar el riesgo de ansiedad y depresión. Estos problemas, a su vez, pueden empeorar los síntomas físicos.

Cualquier persona que sienta que la artritis psoriásica está afectando su salud mental debería hablar con su médico, ya que puede haber un tratamiento disponible.

El médico podría sugerir:

  • medicamentos
  • consejería
  • terapia cognitivo conductual
  • unirse a un grupo de apoyo local

Otros consejos que pueden ayudar incluyen:

  • Hacer ejercicio regular y seguir una dieta saludable para mejorar la sensación de bienestar general.
  • Aprender sobre la enfermedad y sus opciones de tratamiento, ya que esto puede aumentar la sensación de control de la persona.
  • Hacer yoga, meditación o tai chi en grupo para ayudar a controlar el estrés.

Varios medicamentos pueden ayudar a controlar la artritis psoriásica, dependiendo de la gravedad de los síntomas y de cómo afecten al individuo.

Las opciones farmacológicas para el tratamiento de la artritis psoriásica incluyen los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME). Estos pueden reducir la inflamación, y pueden ayudar a prevenir brotes, controlar los síntomas y retrasar o prevenir el daño articular.

Los tipos de FAME para la artritis psoriásica incluyen:

  • metotrexato, por vía oral
  • tofacitinib (Xeljanz), por vía oral, adecuado para personas que no han respondido bien a otros medicamentos
  • medicamentos biológicos, como adalimumab (Humira), etanercept (Enbrel) e infliximab (Remicade), usados por inyección o infusión
  • FAME dirigidos, tomados por vía oral

Los FAME afectan al sistema inmunitario, lo que puede aumentar el riesgo de infección. Es posible que no sean adecuados para todos.

Los corticosteroides pueden reducir el dolor y la inflamación, pero pueden tener efectos adversos, por lo que no son adecuados para su uso a largo plazo.

Vivir con una enfermedad inflamatoria crónica puede ser un reto. La enfermedad psoriásica, incluida la psoriasis y la artritis psoriásica, puede tener un profundo efecto en el bienestar físico y mental de una persona.

Para una persona con artritis psoriásica, el diagnóstico y el tratamiento tempranos son fundamentales para mantener la movilidad y seguir disfrutando de una buena calidad de vida.

A medida que los científicos desarrollan nuevas opciones de tratamiento, el pronóstico para quiene viven con artritis psoriásica mejora. Algunas personas podrían interesarse en participar en un ensayo clínico para la artritis psoriásica. Los ensayos clínicos pueden dar a una persona acceso a nuevos tratamientos que de otra manera no estarían disponibles.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 20 de marzo de 2022.

Versión original actualizada el 25 de julio de 2021.

Última revisión médica realizada el 25 de julio de 2021.