El trauma psicológico es una respuesta a un evento que una persona encuentra altamente estresante. Algunos ejemplos incluyen estar en una zona de guerra, un desastre natural o un accidente. El trauma puede causar una amplia gama de síntomas físicos y emocionales.

No todos los que experimentan un evento estresante desarrollarán trauma. También hay varios tipos de trauma. Algunas personas desarrollarán síntomas que se resuelven después de unas pocas semanas, mientras que otras tendrán efectos más a largo plazo.

Con el tratamiento, es posible abordar la causa raíz del trauma y encontrar formas constructivas de manejar los síntomas.

En este artículo, analizamos los diversos tipos de trauma, los síntomas de trauma y las opciones de tratamiento disponibles.

A soldier talks with his therapist and what he is discussing is his experience with trauma.Share on Pinterest
Abordar la causa raíz del trauma puede ser una manera efectiva de manejar los síntomas físicos y emocionales.

Según la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), el trauma es “una respuesta emocional a un evento terrible como un accidente, una violación o un desastre natural”.

Sin embargo, una persona puede experimentar un trauma como respuesta a cualquier evento que encuentre física o emocionalmente amenazante o perjudicial.

Una persona traumatizada puede sentir diversas emociones tanto inmediatamente después del evento como a largo plazo. Puede sentirse abrumada, indefensa, conmocionada o tener dificultades para procesar sus experiencias. El trauma también puede causar síntomas físicos.

El trauma puede tener efectos prolongados en el bienestar de la persona. Si los síntomas persisten y no disminuyen en gravedad, puede indicar que el trauma se ha convertido en un trastorno de salud mental llamado trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Hay varios tipos de trauma, incluyendo:

  • Trauma agudo: resulta de un solo evento estresante o peligroso.
  • Trauma crónico: resulta de la exposición repetida y prolongada a eventos altamente estresantes. Los ejemplos incluyen casos de abuso infantil, intimidación o violencia doméstica.
  • Trauma complejo: resulta de la exposición a múltiples eventos traumáticos.

El trauma secundario, o trauma vicario, es otra forma de trauma. Con esta forma de trauma, una persona desarrolla síntomas de trauma por el contacto cercano con alguien que ha experimentado un evento traumático.

Los miembros de la familia, los profesionales de la salud mental y otras personas que cuidan a quienes han experimentado un evento traumático corren el riesgo de sufrir un trauma indirecto. Los síntomas a menudo reflejan los del trastorno de estrés postraumático.

Los síntomas del trauma pueden pasar de leves a severos. Muchos factores determinan la manera en que un evento traumático afecta a una persona, incluyendo:

  • sus características
  • la presencia de otras afecciones de salud mental
  • exposición previa a acontecimientos traumáticos
  • el tipo y las características del evento o eventos
  • sus antecedentes y el enfoque para manejar las emociones

Respuestas emocionales y psicológicas

Una persona que ha experimentado un trauma puede sentir:

  • negación
  • ira
  • miedo
  • tristeza
  • vergüenza
  • confusión
  • ansiedad
  • depresión
  • entumecimiento
  • culpa
  • desesperación
  • irritabilidad
  • dificultad para concentrarse

Pueden tener arrebatos emocionales, les resulta difícil hacer frente a cómo se sienten o se alejan de los demás. Los flashbacks, o escenas retrospectivas, cuando una persona revive el evento traumático en su mente, son comunes, al igual que las pesadillas.

Respuestas físicas

Junto con una reacción emocional, el trauma puede causar síntomas físicos, como:

  • dolores de cabeza
  • síntomas digestivos
  • fatiga
  • aceleración del ritmo cardíaco
  • sudoración
  • sentirse nervioso

A veces, una persona también experimenta hiperexcitación, que es la sensación de estar en alerta constante. Esto puede hacer que sea difícil dormir.

Las personas también pueden desarrollar otros problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y problemas de abuso de sustancias.

Algunas investigaciones estiman que del 60 al 75 por ciento de las personas en Norteamérica experimentan un evento traumático en algún momento. La organización benéfica Mind en el Reino Unido enumera las siguientes causas potenciales de trauma:

  • acoso
  • hostigamiento
  • abuso físico, psicológico o sexual
  • agresión sexual
  • accidentes de tráfico
  • dar a luz
  • enfermedades que ponen en riesgo la vida
  • pérdida repentina de un ser querido
  • ser atacado
  • sufrir un secuestro
  • actos de terrorismo
  • desastres naturales
  • la guerra

Los eventos traumáticos pueden ser eventos aislados, o continuos o repetidos. Una persona también puede experimentar un trauma después de haber presenciado algo traumático en otra persona.

Las personas tienen diferentes reacciones a eventos traumáticos. Por ejemplo, varias personas que viven el mismo desastre natural pueden responder de manera muy diferente a pesar de experimentar el mismo evento.

El trastorno de estrés postraumático se desarrolla cuando los síntomas del trauma persisten o empeoran en las semanas y meses después del evento estresante. El TEPT es angustiante e interfiere con la vida cotidiana y las relaciones de una persona.

Los síntomas incluyen ansiedad severa, escenas retrospectivas y recuerdos persistentes del evento.

Otro síntoma de trastorno de estrés postraumático son las conductas de evitación. Si una persona intenta evitar pensar en el evento traumático, visitar el lugar donde ocurrió o evitar sus desencadenantes, puede ser una señal de TEPT.

El trastorno de estrés postraumático puede durar años, aunque el tratamiento puede ayudar a las personas a controlar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.

Los factores de riesgo para desarrollar trastorno de estrés postraumático incluyen:

  • trauma previo
  • dolor o lesión física
  • tener poco apoyo después del trauma
  • enfrentar otros factores estresantes al mismo tiempo, como dificultades financieras
  • ansiedad o depresión previa

La mayoría de las personas que experimentan un evento traumático no desarrollan trastorno de estrés postraumático. El Instituto Nacional de Salud Mental estima que la prevalencia a lo largo de la vida del TEPT en Estados Unidos es del 6.8 por ciento.

Las investigaciones indican que los niños son especialmente vulnerables a los traumas porque sus cerebros todavía están en desarrollo.

Los niños experimentan un estado elevado de estrés durante acontecimientos terribles, y sus cuerpos liberan hormonas relacionadas con el estrés y el miedo.

Este tipo de trauma del desarrollo puede interrumpir el desarrollo normal del cerebro. Como resultado, el trauma, especialmente el trauma continuo, puede afectar significativamente el desarrollo emocional, la salud mental, la salud física y el comportamiento a largo plazo del niño.

La sensación de miedo e impotencia puede persistir hasta la edad adulta. Deja a la persona en un riesgo significativamente mayor de los efectos de un trauma futuro.

Varios tratamientos pueden ayudar a las personas con trauma a sobrellevar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.

Terapia

La terapia es un tratamiento de primera línea para el trauma. Idealmente, la persona trabajará con un terapeuta informado sobre el trauma o enfocado en el trauma.

Los tipos de terapia de los que una persona con trauma podría beneficiarse incluyen:

Terapia cognitivo conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC) ayuda a las personas a cambiar sus patrones de pensamiento para poder influir en sus comportamientos y emociones. La evidencia apoya la TCC como el enfoque más efectivo para el trastorno de estrés postraumático.

Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares

La desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular, es otra terapia común de trauma.

Durante la desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular, los individuos reviven brevemente experiencias traumáticas específicas mientras el terapeuta dirige sus movimientos oculares. Esto tiene como objetivo ayudar a las personas a procesar e integrar recuerdos traumáticos.

Varios ensayos controlados aleatorios han demostrado que la desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular es un tratamiento efectivo para el trastorno de estrés postraumático.

Terapias somáticas

Algunos terapeutas usan técnicas somáticas o corporales para ayudar a la mente y al cuerpo a procesar el trauma.

Una revisión de la literatura en el Psychotherapy and Counselling Journal of Australia encontró que las terapias basadas en el cuerpo podrían ayudar a una variedad de personas. Estas terapias incluyen:

  • Experiencia somática: este enfoque implica que un terapeuta ayude a una persona a revivir recuerdos traumáticos en un espacio seguro.
  • Psicoterapia sensoriomotora: este tipo de terapia combina la psicoterapia con técnicas basadas en el cuerpo para convertir recuerdos traumáticos en fuentes de fortaleza.
  • Estimulación del punto de acupuntura: esto implica que un especialista aplique presión a puntos específicos del cuerpo, lo que induce un estado de relajación.
  • Terapias de contacto: otras terapias de contacto incluyen el Reiki, el tacto curativo y la terapia de tacto terapéutico.

En la actualidad, no hay suficiente evidencia para probar la efectividad de las terapias somáticas como la hay para la terapia cognitivo conductual y la desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular. Los investigadores señalan que más información sobre estos métodos ayudará a determinar cómo funcionan.

Medicamentos

La medicación sola no puede curar el trauma o el trastorno de estrés postraumático, pero puede ayudar a una persona a manejar síntomas como ansiedad, depresión y trastornos del sueño. Una persona debe hablar con su médico sobre sus opciones.

Practicar el autocuidado puede ayudar a las personas a sobrellevar los síntomas emocionales, psicológicos y físicos del trauma. Los ejemplos de autocuidado para el trauma incluyen:

Ejercicio

El trauma puede activar la respuesta de lucha o huida del cuerpo. El ejercicio puede ayudar a mitigar algunos de estos efectos.

La investigación sugiere que el ejercicio aeróbico puede ser una terapia eficaz para las personas con trastorno de estrés postraumático.

Las personas pueden tratar de hacer ejercicio durante al menos 30 minutos al día en la mayoría de los días de la semana.

Atención plena o mindfulness

La respiración consciente y otros ejercicios basados en la atención plena pueden hacer que las personas se conecten al presente, lo que puede impedirles revivir el evento traumático.

Los estudios sugieren que los tratamientos basados en la atención plena son una intervención prometedora para el trastorno de estrés postraumático, ya sea solo o junto con otros tratamientos.

Conexión con los demás

Excluirse de los demás es un síntoma común de trauma. Sin embargo, conectarse con amigos y familiares es importante.

De acuerdo con la Asociación de la Ansiedad y la Depresión de Estados Unidos, mantenerse en contacto con las personas puede ayudar a evitar que el trauma se convierta en trastorno de estrés postraumático.

No es necesario hablar del trauma con otras personas si es demasiado difícil. Simplemente interactuar con otros puede mejorar el estado de ánimo y el bienestar. Algunas personas sienten un beneficio al sacar a la luz el trauma con personas en las que confían.

Un estilo de vida equilibrado

Una persona con trauma puede encontrar difícil relajarse o dormir bien. Sin embargo, el sueño, la relajación y la dieta juegan un papel en la salud mental. Si es posible, una persona debe tratar de:

  • dormir de 7 a 9 horas por noche
  • seguir una dieta balanceada
  • evitar el alcohol y las drogas
  • aliviar el estrés con actividades significativas o disfrutables

Apoyo

Si es necesario, las personas pueden pedir apoyo de otros. Esto incluye hablar con seres queridos de confianza o unirse a un grupo de apoyo para sobrevivientes de trauma.

Las personas que experimentan síntomas persistentes o graves de trauma deben buscar ayuda de un profesional de salud mental. Es especialmente importante buscar ayuda si los síntomas del trauma interfieren con el funcionamiento diario o las relaciones con otras personas.

Incluso aquellos con síntomas leves pueden sentirse mejor después de haber hablado con alguien.

Prevención del suicidio

Si conoces a alguien en riesgo inmediato de autolesión, suicidio o daño a otra persona:

  • Haz la pregunta difícil: “¿Estás considerando el suicidio?”
  • Escucha a la persona sin juzgarla.
  • Llama al 911 o al número de emergencia local o envía un mensaje de texto con la palabra HOME al 741741 para comunicarte con un consejero de crisis capacitado.
  • Quédate con la persona hasta que llegue la ayuda profesional.
  • Intenta eliminar cualquier arma, medicamento u otros objetos potencialmente dañinos.

Si tú o alguien que conoces tiene pensamientos suicidas, una línea directa de prevención puede ayudar. La Línea Nacional de Prevención del Suicidio está disponible las 24 horas del día llamando al 888-628-9454 en español. Durante una crisis, las personas que tienen dificultad auditiva pueden llamar al 800- 799- 4889.

La mayoría de las personas experimentarán un evento traumático en algún momento de su vida. Algunas podrían experimentar síntomas de shock y angustia, y la mayoría se recuperará en un corto tiempo.

Una minoría experimentará efectos traumáticos a largo plazo, como el desarrollo del estrés postraumático. La terapia y el autocuidado pueden ayudar a las personas con síntomas persistentes de trauma a manejar estos síntomas y mejorar su calidad de vida.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 27 de agosto de 2021.

Versión original en inglés actualizada el 3 de junio de 2020.

Última revisión médica en inglés realizada el 3 de junio de 2020.