La sarna es una de muchas afecciones de la piel que pueden causar picazón y sarpullido. Esta es una afección dermatológica causada por sarcoptes scabiei, un ácaro microscópico de ocho patas.

La sarna es contagiosa y se puede diseminar rápidamente de una persona a otra a través del contacto físico cercano. Esto hace que sea probable un brote en entornos como en una familia, lugares de cuidado de niños, un salón de clase, una residencia de personas mayores o una cárcel.

Puede afectar a personas de todas las edades, sea cual sea su situación de vida y su nivel socioeconómico. Si una persona tiene sarna, él o ella y cualquier persona con la que tenga contacto cercano deben ser tratados al mismo tiempo.

Datos básicos sobre la sarna

  • Si bien el ácaro de la sarna necesita piel para alimentarse y sobrevivir, puede vivir sin un huésped humano durante 48 a 72 horas.
  • La picazón de la sarna es el resultado de la reacción alérgica del cuerpo a los ácaros, sus huevos y sus desechos.
  • Una persona con sarna tiene alrededor de 10 a 15 ácaros.
  • El mayor riesgo de desarrollar sarna costrosa lo tienen aquellas personas con un sistema inmunitario comprometido, los ancianos y personas que viven en residencias institucionales. 
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La sarna produce una erupción cutánea con picazón que consiste en pequeñas protuberancias rojas y ampollas.

Cada año, la sarna afecta a millones de personas de todas las razas, edades y nivel socioeconómico.

Es altamente contagiosa, se propaga fácilmente a través del contacto físico cercano y al compartir ropa de cama, ropa y muebles infestados con ácaros.

Se estima que la sarna infecta a más de 300 millones de humanos en todo el mundo cada año, incluido 1 millón de personas en los Estados Unidos.

La sarna ocurre con mayor frecuencia en niños y adultos jóvenes, y los brotes más comunes suceden en centros de cuidado infantil y escuelas.

El inicio de los síntomas de la sarna varía dependiendo de si una persona ha estado expuesta o no a los ácaros. La primera vez que una persona se expone al ácaro de la sarna, los síntomas pueden tardar de dos a seis semanas en aparecer.

Este período de tiempo es significativamente más corto si la persona ha tenido sarna anteriormente, ya que el sistema inmunitario del cuerpo reacciona más rápido, generalmente en uno a cuatro días.

Las señales y síntomas de la sarna incluyen:

  • Picazón: suele ser peor por la noche y puede ser grave e intensa. La picazón es uno de los síntomas más comunes de la sarna.
  • Sarpullido: cuando el ácaro de la sarna se introduce en la piel hace pequeños túneles que escarba más comúnmente en los pliegues de la piel. Estos se asemejan a urticaria, picaduras, piquetes, granos o parches de piel escamosa. También pueden aparecer ampollas.
  • Llagas: aparecen en áreas infestadas donde se ha rascado la piel. Las llagas abiertas pueden provocar impétigo, comúnmente causado por una infección secundaria con Staphylococcus aureus.
  • Costras gruesas: la sarna costrosa, también conocida como sarna noruega, es una forma de sarna severa en la que cientos de miles de ácaros y huevos de ácaros se albergan dentro de las costras, causando síntomas graves en la piel.

Muy a menudo, los afectados con sarna costrosa exhiben costras extendidas, grisáceas, gruesas y desmenuzadas.

Los ácaros en las costras desprendidas pueden vivir más de una semana sin necesidad de contacto humano debido al alimento que les proporcionan las costras.

El sitio más común de infestación en adultos y niños mayores incluye:

  • entre los dedos
  • alrededor de las uñas
  • axilas
  • cintura
  • partes internas de las muñecas
  • parte interna del codo
  • plantas de los pies
  • los senos, particularmente las áreas alrededor de los pezones
  • genitales masculinos
  • glúteos
  • rodillas
  • omóplatos

Los bebés y los niños pequeños experimentan infestación en otras áreas del cuerpo, que incluyen:

  • cuero cabelludo
  • cara
  • cuello
  • palmas de las manos
  • plantas de los pies

En ocasiones, los niños pueden presentar una infestación generalizada, que cubre la mayor parte del cuerpo. Los niños pequeños contagiados de sarna tienden a presentar síntomas de irritabilidad y dificultades para dormir y alimentarse.

La sarna es altamente contagiosa, por lo que a cualquier persona que viva con un paciente diagnosticado con esta afección o que haya tenido contacto cercano con el paciente, probablemente se le recomendará un tratamiento para la sarna, incluso si no presenta ningún síntoma. Esto incluye a cualquier persona con quien el paciente haya tenido contacto íntimo reciente.

La sarna se suele tratar con medicamentos tópicos como crema de permetrina al 5%, crema de crotamitón o loción de lindano. En algunos casos, se puede usar una loción de benzoato de bencilo al 25% o una pomada de azufre al 10%. La mayoría de las preparaciones tópicas se aplican por la noche y se lavan a la mañana siguiente.

La ivermectina, un medicamento oral, puede recomendarse para personas con sistemas inmunitarios comprometidos, personas con sarna costrosa o aquellas que no respondieron a la terapia tópica.

Este medicamento no debe usarse durante el embarazo, período de lactancia ni en niños que pesen menos de 33 libras.

Para aliviar los síntomas, se pueden recetar otros medicamentos, como antihistamínicos, lociones contra la picazón como la loción de pramoxina, antibióticos y cremas con esteroides.

El tratamiento con medicamentos recetados, por lo general, eliminará los ácaros rápidamente. La picazón y el sarpullido pueden empeorar inicialmente.

Sin embargo, la curación de la piel debería verse a las 4 semanas después del tratamiento. Algunas personas requieren más de un curso de tratamiento para que se eliminen por completo los ácaros.

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Pruebas y diagnóstico.

La sarna a veces puede confundirse con dermatitis o eccema, dado que estas afecciones de la piel también causan picazón y protuberancias en la piel. Cualquiera que no esté seguro de la causa de una afección de la piel debe consultar a su médico, ya que los remedios de venta libre no pueden erradicar la sarna.

Un médico puede diagnosticar la sarna examinando la piel o analizando los raspados de piel con un microscopio.

La sarna es una infestación del ácaro sarcoptes scabiei, también conocido como el ácaro de la sarna humana.

Después de meterse debajo de la piel, el ácaro hembra pone sus huevos en el túnel que ha creado. Una vez que son incubadas, las larvas se mueven hacia la superficie de la piel y se extienden por todo el cuerpo o hacia otro huésped a través del contacto físico cercano.

Los humanos no son las únicas especies afectadas por los ácaros. Los perros y los gatos también pueden infectarse. Sin embargo, cada especie alberga una especie diferente de ácaros, y aunque los humanos pueden experimentar una reacción cutánea leve y transitoria al contacto con ácaros animales no humanos, es rara una infección humana en toda regla con ácaros animales.

La sarna es altamente contagiosa y se propaga a través del contacto directo de piel a piel o al usar una toalla, ropa de cama o muebles infestados con ácaros. Entre las personas más propensas a infectarse con ácaros se incluyen:

  • niños que asisten a guarderías o escuelas
  • padres de niños pequeños
  • adultos jóvenes sexualmente activos y personas con múltiples parejas sexuales
  • residentes de centros de atención a largo plazo
  • adultos mayores
  • personas con sistemas inmunitarios comprometidos, incluidas aquellas con VIH/SIDA, receptores de trasplantes y otras personas que toman medicamentos inmunosupresores

Las soluciones caseras para la sarna no suelen ser recomendables.

Algunas infestaciones pueden resolverse sin tratamiento. Los siguientes pasos son útiles como prevención para las personas con sarna sin tener que visitar a un médico.

Los tratamientos herbales, como los aceites de árbol de té y de neem, no han demostrado tratar la sarna de modo sistemático. Por lo tanto, es aconsejable visitar a un médico y pedirle una receta.

Para evitar la reinfestación y propagación, sigue los siguientes pasos:

  • Lava o limpia en seco toda la ropa, toallas, ropa de cama, etc. Cuando laves, usa agua jabonosa caliente y seca a un nivel alto de calor. Coloca las prendas que no se pueden lavar en una bolsa de plástico sellada durante una o varias semanas para que los ácaros no tengan qué comer y se mueran.
  • Aspira toda la casa el día en que inicie el tratamiento, incluidas las alfombras, tapetes, tapicería, etc., y desecha la bolsa o limpia a fondo el recipiente de la aspiradora.

Si te preocupa que puedas tener sarna, o si estás en riesgo de contraerla, habla con un médico.

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