El virus de la hepatitis C (VHC) puede transmitirse al feto durante el embarazo, pero el riesgo de que esto suceda es bajo. Y si se produce la transmisión, el sistema inmunitario del bebé puede eliminar el virus por sí solo.

Si el sistema inmunitario del bebé no elimina el virus, existen tratamientos seguros y eficaces que los médicos pueden usar después de que el niño cumpla los 3 años.

Este artículo analiza la exposición al virus de la hepatitis C antes o durante el parto, si el virus puede afectar el embarazo de otras maneras, y cómo los médicos diagnostican y tratan la infección en los niños.

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El VHC puede pasar al feto durante el embarazo, y alrededor del 8 por ciento al 15 por ciento de los bebés nacidos de personas con hepatitis C tienen el virus al nacer. Vale la pena tener en cuenta que esta es una estimación y que se desconoce la tasa exacta de transmisión durante el embarazo. No hay forma de evitar que el virus se transmita.

Los científicos no entienden por completo en qué momento el VHC se transmite al feto. La probabilidad de que las partículas virales pasen a través de la placenta es baja. Esto sugiere que la transmisión puede ocurrir a través del contacto con la sangre durante el parto.

La transmisión al feto es más probable si la madre tiene una carga viral alta del VHC, tiene VIH o usa medicamentos intravenosos.

Se estima que entre 23,000 y 46,000 niños en Estados Unidos tienen hepatitis C. Alrededor del 0.15 por ciento de los niños de 6 a 11 años son positivos para VHC. La mayoría de estas infecciones se desarrollan durante el embarazo o el parto.

¿Pueden los hombres transmitir el VHC a un feto?

Es poco probable que los hombres puedan transmitir el VHC al feto a través de los espermatozoides durante la concepción.

Una revisión de estudios del año 2004, que investigaron la reproducción asistida encontró que, si bien algunos estudios han detectado el VHC en los espermatozoides, la evidencia sugiere que los espermatozoides eyaculados suelen ser seguros de usar en tratamientos de fertilidad, como la fertilización in vitro.

¿Puede el VHC transmitirse a través del sexo?

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) informan que el VHC puede transmitirse a través del sexo, pero que esta es una vía de transmisión poco común. La revisión anterior, de 2004, sugiere que el 5 por ciento de los casos de VHC se transmiten sexualmente.

La probabilidad de que el VHC se transmita a través del sexo aumenta si una persona tiene múltiples parejas, tiene una infección de transmisión sexual o se involucra en un comportamiento sexual que expone a alguien a la sangre. Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres pueden ser más propensos a contraer el VHC a través del sexo, sugieren los CDC.

Los médicos pueden saber si un bebé o un niño tiene VHC realizando análisis de sangre. Pueden usar una prueba de anticuerpos o una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Las pruebas de anticuerpos confirman si una persona ha tenido alguna vez la infección, mientras que las pruebas de PCR miden la cantidad de VHC en la sangre, lo que indica si hay una infección activa.

Por lo general, los médicos solamente realizan pruebas de anticuerpos para el VHC en bebés que tienen al menos 18 meses. Esto se debe a que los bebés tienen anticuerpos maternos en la sangre hasta este momento, lo que puede afectar los resultados.

En algunos casos, el médico puede realizar una prueba de VHC antes. Pueden administrar una prueba de PCR después de que el bebé tenga 3 meses.

Si un bebé da positivo para VHC, puede necesitar la monitorización de un médico con experiencia en el tratamiento de la hepatitis C en niños. Esto puede significar una consulta con un hepatólogo pediátrico.

El hepatólogo pediátrico controlará el crecimiento del bebé y evaluará su carga viral con un análisis de sangre. Esto determina la cantidad de virus que hay en el cuerpo.

Un médico también determinará el genotipo del VHC. Hay seis de estos genotipos, y los médicos a veces usan diferentes medicamentos para tratar diferentes tipos.

Antes y durante el tratamiento, los médicos revisarán periódicamente la función hepática del niño. También pueden recomendar vacunas para la hepatitis A y B, ya que tener múltiples tipos de hepatitis aumenta el riesgo de daño hepático. Los niños con VHC también deben recibir vacunas anuales contra la influenza.

El tratamiento principal para el VHC es la terapia antiviral de acción directa (DAA, en inglés). Esto implica tomar medicamentos antivirales. Los médicos generalmente no recomiendan estos medicamentos durante el embarazo, ya que no está claro si pueden afectar al feto.

Los médicos tampoco están seguros de los efectos de la DAA en los bebés durante la lactancia. Por esta razón, las mujeres comienzan o reanudan el tratamiento de la hepatitis C después de haber terminado de amamantar.

Los niños con VHC generalmente no comienzan el tratamiento hasta que alcanzan los 3 años. Sin embargo, a los 2 años, hay 40 por ciento de posibilidades de que el sistema inmunitario haya eliminado el virus por sí solo.

Si esto no sucede, o si el niño tiene signos de enfermedad hepática agresiva que podría progresar, los médicos podrían comenzar el tratamiento con DAA lo antes posible. Los fármacos específicos implicados pueden depender del genotipo del VHC.

Los niños generalmente responden bien al tratamiento y experimentan efectos secundarios mínimos. Por ejemplo, después de 12 semanas de tratamiento, alrededor del 90 por ciento al 95 por ciento de los niños con VHC de genotipo 1 no tienen carga viral detectable en la sangre.

Algunas pruebas indican que las personas con VHC tienen un mayor riesgo de ciertas complicaciones en el embarazo. Estas incluyen:

  • diabetes gestacional
  • parto prematuro
  • bajo peso al nacer en bebés

Esto puede significar que los bebés nacidos de personas con VHC tienen más probabilidades de requerir cuidados intensivos neonatales.

Sin embargo, la mayoría de las personas con VHC no experimentan complicaciones durante el embarazo. A veces, el embarazo puede disminuir la carga viral de una persona debido a los cambios que tienen lugar en el sistema inmunitario.

Después de dar a luz, hay varias maneras de prevenir la transmisión del VHC:

  • Lactancia materna. El VHC es un virus transmitido por la sangre. Las mujeres con el virus pueden amamantar de manera segura, pero deben detenerse si sus pezones se agrietan o comienzan a sangrar. En este caso, utiliza fórmula o leche donada hasta que tus pezones sanen, y desecha la leche extraída de manera segura.
  • Contacto físico. El contacto casual no puede transmitir el VHC. Es seguro para cualquier persona con la infección sostener y abrazar a un bebé, a menos que tengan sangre en ellos, como puede ser de una herida abierta. Por ejemplo, si una persona con VHC tiene un corte en la mano o una llaga en la boca, es posible que no sea seguro que toque o bese a un bebé. Mantén las heridas abiertas completamente cubiertas hasta que sanen y lava la sangre en la piel con jabón.
  • Higiene. Limpia cualquier derrame de sangre o mancha inmediatamente usando guantes de goma limpios, y esteriliza el área con lejía y agua. No compartas artículos personales, como cortaúñas o cepillos de dientes, con otras personas.

Si alguien tiene VIH y VHC, el médico podría recomendarte no amamantar.

Hasta el 40 por ciento de los niños que dan positivo para VHC eliminan el virus sin ningún tratamiento antes de cumplir los 2 años. Y los niños a veces pueden eliminar espontáneamente el virus hasta los 7 años.

Si esto no sucede, el niño puede recibir un diagnóstico de hepatitis C crónica. Alrededor del 80 por ciento de estos niños no tienen cicatrices o tienen cicatrices leves en el hígado cuando cumplen 18 años, y la mayoría no tiene síntomas o tiene síntomas leves de hepatitis C. Alrededor del 20 por ciento al 25 por ciento de los niños que adquieren el VHC antes o durante el nacimiento tienen una forma más agresiva de la enfermedad.

Los investigadores aún no entienden por completo el pronóstico a largo plazo para los niños con VHC debido a la falta de estudios a largo plazo con seguimientos, que duran 20 ó 30 años.

El VHC puede transmitirse a un feto durante el embarazo o nacimiento, pero el riesgo de que esto suceda es bajo. Si un bebé da positivo para el virus, su sistema inmunitario puede eliminar el virus por sí solo en unos pocos años.

Para los bebés que dan positivo para VHC y no eliminan el virus, el tratamiento puede comenzar después de los 3 años. Los niños generalmente responden bien al medicamento y experimentan efectos secundarios menores, si los hay.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 24 de octubre de 2021.

Versión original escrita el 13 de mayo de 2021.

Última revisión médica realizada el 13 de mayo de 2021.