Hay muchos tratamientos para la artritis psoriásica (AP) que ayudan a controlar la enfermedad. Si algún tratamiento deja de funcionar, es importante hablar con el médico.

Al tratar la artritis psoriásica, el médico intentará aliviar los síntomas de la persona y evitar la progresión de la enfermedad.

No todos los tratamientos funcionan bien para todos, y una persona podría necesitar probar varias combinaciones de terapias para encontrar la que mejor funcione.

En este artículo, aprende a reconocer cuándo los tratamientos para la artritis psoriásica no están funcionando como se esperaba.

La artritis psoriásica es un tipo de artritis progresiva e inflamatoria. La Fundación de la Artritis afirma que hasta el 30 por ciento de las personas con psoriasis desarrollan artritis psoriásica. Sin embargo, una revisión de estudios de 2019 informa que esta prevalencia es de alrededor del 20 por ciento.

Los síntomas más comunes de la artritis psoriásica incluyen:

  • dolor, sensibilidad, calor e hinchazón en los dedos de las manos, las muñecas, los tobillos, las rodillas y los dedos de los pies
  • inflamación e hinchazón donde los tendones y ligamentos se unen a los huesos, sobre todo en los pies, especialmente en los talones
  • una abrumadora sensación de fatiga
  • manchas escamosas y con picazón en la piel, a menudo en las principales articulaciones, como los codos
  • hendiduras y grietas en las uñas, que pueden despegarse del lecho ungueal

Si una persona con artritis psoriásica no recibe tratamiento, los síntomas pueden empeorar, y, con el tiempo, la inflamación subyacente puede dañar el organismo. Algunos problemas de salud relacionados con la artritis psoriásica no tratada o mal controlada incluyen:

  • daños en las articulaciones, huesos y cartílagos
  • huesos debilitados que pueden romperse más fácilmente
  • problemas oculares, que van desde el enrojecimiento y la irritación hasta la pérdida de visión
  • problemas gastrointestinales (GI), como diarrea e hinchazón
  • problemas pulmonares, como falta de aire y tos
  • daños en los vasos sanguíneos y el corazón
  • síndrome metabólico, que incluye hipertensión, niveles elevados de glucosa en sangre, exceso de grasa corporal en la cintura y niveles anormales de colesterol

Los médicos elaboran planes de tratamiento para las personas con artritis psoriásica con el fin de ayudar a reducir la gravedad de los síntomas, prevenir el empeoramiento de la enfermedad, disminuir el riesgo de enfermedades relacionadas y mejorar la calidad de vida.

Una revisión de 2020 de las directrices y recomendaciones de tratamiento señala que hay muchos objetivos del tratamiento de la artritis psoriásica, entre ellos:

  • alivio de los síntomas
  • mejorar la función y la movilidad de las articulaciones
  • prevenir daños articulares
  • reducir el riesgo de problemas de salud relacionados
  • mejorar la calidad de vida
  • lograr la remisión

Una variedad de medicamentos y terapias pueden ayudar a lograr estos objetivos, por ejemplo:

  • medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
  • inyecciones de corticosteroides
  • fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME)
  • fármacos biológicos

El plan de tratamiento más eficaz varía de una persona a otra, y no todas las terapias y medicamentos para la artritis psoriásica funcionan bien para todos. Puede tomar un poco de ensayo y error antes de que el médico encuentre el tratamiento o la combinación de tratamientos adecuados.

En algunos casos, un tratamiento puede proporcionar poco o ningún alivio. En otros casos, los tratamientos que antes funcionaban pueden perder su eficacia con el tiempo.

Los siguientes son algunos signos comunes de que un tratamiento para la artritis psoriásica no está funcionando, y de que el plan de tratamiento podría necesitar un ajuste.

Síntomas nuevos o que empeoran

El Colegio Americano de Reumatología señala que las personas con formas más leves de artritis psoriásica pueden necesitar solo tomar AINE, como ibuprofeno (Advil) o naproxeno (Aleve), para tratar el dolor y la hinchazón ocasionales.

Otras personas con formas más avanzadas de la enfermedad suelen necesitar terapias modificadoras de la enfermedad para ayudar a prevenir la progresión de la artritis psoriásica.

Para muchas personas, la artritis psoriásica progresa y empeora con el tiempo. Si una persona no recibe tratamiento, la enfermedad puede provocar daños permanentes en las articulaciones y, posiblemente, discapacidad. En estos casos, el tratamiento inicial de la artritis psoriásica puede perder eficacia, o pueden aparecer nuevos síntomas.

Habla con el médico sobre cualquier síntoma nuevo o que empeore. Esto puede ser un indicativo de que ha llegado el momento de cambiar de tratamiento.

Aumento de la duración o la frecuencia de los brotes

Una persona con artritis psoriásica puede experimentar un brote, es decir, un empeoramiento agudo de los síntomas en las articulaciones, en la piel o en ambos.

El grupo de defensa Global Healthy Living Foundation señala que hay varios factores que pueden desencadenar un brote de artritis psoriásica, entre ellos:

  • omitir o saltarse las dosis de medicación
  • el estrés
  • infección o lesión en la piel
  • enfermedad
  • dieta inadecuada
  • fumar

Informa al médico de cualquier brote que dure más tiempo, sea más frecuente o peor de lo habitual. Estos pueden ser signos de que el plan de tratamiento de la artritis psoriásica necesita ser reevaluado.

Síntomas que afectan la calidad de vida

Uno de los principales objetivos del tratamiento de la artritis psoriásica es mejorar la calidad de vida de la persona. Los medicamentos y otras terapias pueden ayudar a conseguirlo previniendo el daño articular, reduciendo el dolor y la hinchazón y aumentando la movilidad de las articulaciones.

De este modo, el plan de tratamiento adecuado también puede ayudar a apoyar el bienestar emocional de la persona.

Si los tratamientos para la artritis psoriásica ya no ayudan a una persona a tener una buena calidad de vida, debe hacérselo saber a su médico. El médico puede ajustar el plan de tratamiento para que controle más eficazmente la enfermedad.

Efectos secundarios de los tratamientos

Todos los medicamentos para la artritis psoriásica pueden provocar efectos secundarios, especialmente en dosis elevadas o durante períodos prolongados. Por ejemplo, los AINE pueden causar:

  • problemas gastrointestinales
  • moretones y hemorragia
  • reacciones alérgicas
  • ataque cardíaco o derrame cerebral
  • problemas renales o hepáticos
  • interacciones con otros medicamentos

La Fundación de la Artritis informa que los corticosteroides orales pueden provocar efectos secundarios como debilitamiento de los huesos, aumento de peso, aparición de hematomas e hinchazón de la cara.

Los FARME y los fármacos biológicos pueden hacer que una persona sea más susceptible a desarrollar infecciones.

Informa al médico de cualquier efecto secundario. Ajustar la dosis o cambiar a otro medicamento puede controlar la enfermedad con la misma eficacia sin causar efectos adversos.

Reaparición de los síntomas que antes estaban bien controlados

A medida que la artritis psoriásica avanza, los síntomas que antes estaban bien controlados pueden reaparecer, aunque la persona siga su plan de tratamiento.

Si esto ocurre, es necesario hablar con el médico. Un cambio en el enfoque del tratamiento puede ayudar a restablecer el control sobre los síntomas.

El tratamiento de la artritis psoriásica debe ayudar a aliviar los síntomas, evitar que la enfermedad progrese y mejorar la calidad de vida. El mejor enfoque varía de una persona a otra y depende, en parte, de la gravedad de la enfermedad.

Para tener el mejor control posible de los síntomas de la artritis psoriásica, la persona necesita trabajar con su médico, que actualizará el plan de tratamiento según sea necesario con el paso del tiempo.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 21 de marzo de 2022.

Versión original escrita el 22 de febrero de 2021.

Última revisión médica realizada el 22 de febrero de 2021.