La tendinitis del peroneo ocurre cuando los tendones del peroneo se inflaman. Esto sucede cuando hay una carga aumentada y exceso de uso de los tendones, lo que hace que se froten con el hueso.

Esta fricción hace que los tendones se hinchen. Con el tiempo, los tendones aumentan de tamaño para tratar de controlar la carga aumentada con más eficiencia.

La tendinitis del peroneo es particularmente común en atletas y especialmente corredores, ya que tienen más probabilidad de doblar el pie hacia afuera, causando fricción entre el tendón y el hueso.

Close up of feet in running shoes, person walking.
Los tendones del peroneo se encuentran en el pie, conectando el músculo al hueso. Ayudan a soportar el peso y mantener la estabilidad.

Un tendón es una banda de tejido que conecta el músculo al hueso.

Existen dos tendones del peroneo en cada pierna. Están ubicados uno al lado del otro a lo largo del hueso inferior de la pierna (fíbula) y detrás del bulto óseo del lado exterior del tobillo llamado maléolo lateral.

Un tendón del peroneo conecta el exterior del pie a la base del dedo meñique del pie (quinto metatarso). El otro tendón va debajo del pie y se conecta al interior del arco.

Los tendones del peroneo proporcionan estabilidad al tobillo cuando soporta peso y lo protegen de esguinces. También ayudan a girar el pie hacia afuera y estabilizar el arco al caminar.

Las personas que participan en un deporte que implica el movimiento repetitivo del tobillo son más propensas a la tendinitis del peroneo.

Los factores que pueden contribuir a la tendinitis del peroneo incluyen:

  • uso excesivo
  • un aumento repentino en el entrenamiento, particularmente en actividades en las que se lleva peso, como caminar, correr y saltar
  • técnicas inadecuadas de entrenamiento
  • calzado inadecuado o sin soporte

También existen otros problemas que pueden aumentar el riesgo de desarrollar tendinitis del peroneo:

  • tener arcos del pie más altos
  • problemas entre los músculos y articulaciones de las extremidades inferiores
  • desigualdades en los músculos de las extremidades inferiores

Si alguien no completa un programa de rehabilitación después de una lesión en el tobillo, como un esguince, también tiene más probabilidad de desarrollar tendinitis del peroneo.

Con el tiempo, los tendones del peroneo dañados aumentarán en tamaño a medida que el tejido cicatrizal intenta reparar el área dañada. Esto debilita los tendones y los hace más propensos al desgarre.

La tendinitis del peroneo puede ser aguda, lo que significa que aparece repentinamente; o puede ser crónica, lo que significa que se desarrolla con el tiempo.

En ambos casos, existen algunos síntomas comunes:

  • dolor en la parte posterior del tobillo
  • dolor que empeora durante la actividad y se alivia al descansar
  • dolor cuando se gira el pie hacia adentro y afuera
  • hinchazón en la parte posterior del tobillo
  • inestabilidad del tobillo cuando carga peso
  • área está caliente al tacto

Para empezar, el médico tomará el historial médico de la persona. Esto suele indicar exceso de uso, aumento en la actividad o alguna otra causa de tendinitis del peroneo.

Es importante determinar que el dolor está en los tendones del peroneo y no en la fíbula, ya que podría indicar un problema diferente.

Un fisioterapeuta o médico usará varias técnicas en un examen físico para identificar síntomas, generalmente moviendo el pie y el tobillo hacia diferentes posiciones y aplicando presión.

Las radiografías, los ultrasonidos o los estudios de imágenes por resonancia magnética (IRM) también podrían usarse para descartar cualquier fractura, identificar hinchazón anormal o un tejido cicatrizal y para ayudar con el diagnóstico.

Debido a que el exceso de uso de los tendones suele ser la causa de tendinitis del peroneo, el descanso es determinante para sanar.

La persona debería evitar caminar o cualquier otra actividad que pueda agravar la lesión hasta que el dolor haya desaparecido. El área necesita tiempo para recuperarse y, con el tiempo, el dolor se aliviará.

Algunos tratamientos no quirúrgicos que son comunes en casos de tendinitis del peroneo incluyen:

  • Inmovilización: Evitar que el pie y el tobillo se muevan usando una bota o soporte.
  • Medicamentos: Los medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón.
  • Fisioterapia: La terapia con hielo, calor y ultrasonido puede reducir el dolor y la hinchazón. Una vez que mejoren los síntomas, se pueden introducir ejercicios que fortalezcan los músculos y mejoren el equilibrio y el movimiento.
  • Soportes ortopédicos: Algunas personas pueden necesitar un soporte ortopédico para usar durante las actividades que involucran movimiento repetitivo del tobillo.
  • Inyección de cortisona: En raros casos, los médicos pueden recomendar este poderoso medicamento antiinflamatorio. Sin embargo, si la cortisona se inyecta en los tendones del peroneo, existe la posibilidad de ruptura.

La cirugía para tratar la tendinitis del peroneo se usa en muy pocos casos, y solo se considera como última opción si los métodos no quirúrgicos no ayudan a reducir el dolor.

Si el tejido alrededor de los tendones está causando irritación, el cirujano puede utilizar un procedimiento llamado liberación del tendón para eliminarlo.

Si ha ocurrido un desgarre debido al uso excesivo de los tendones del peroneo, el cirujano también tratará de reparar el tendón.

Existen varias cosas que las personas pueden hacer para tratar y evitar la tendinitis del peroneo.

  • Usar zapatos apropiados que soporten adecuadamente el pie y el tobillo.
  • Elongar la pantorrilla y los músculos del peroneo. Si esto se hace durante la recuperación, el paciente deberá esperar hasta que la inflamación y el dolor hayan desaparecido.
  • Aumentar el entrenamiento gradualmente.
  • Mantener un nivel de actividad durante toda la recuperación. Esto es particularmente importante para los deportistas durante la temporada de descanso.

Las personas que experimentan tendinitis del peroneo usualmente se recuperan por completo, pero tomará tiempo. Es esencial no apresurarse para retomar las actividades.

Las lesiones agudas se recuperan más rápido que las lesiones crónicas, pero en ambos casos, la rehabilitación es determinante. Es importante que las personas completen su programa individual de recuperación para reducir el riesgo de repetir la lesión.

En el caso de los atletas, el pronóstico es muy bueno. En casi todos los casos de tendinitis del peroneo, podrán volver a su deporte al mismo nivel en el que estaban antes de la lesión.

Sin embargo, esto solo puede ocurrir si las personas siguen instrucciones para la rehabilitación de su terapeuta físico y médico.

Si no se trata, la tendinitis del peroneo puede causar un desgarre. A su vez, esto puede aumentar la posibilidad de un tobillo torcido o daño a un nervio. Por eso es extremadamente importante tratarlo tan pronto como sea posible y seguir un programa de recuperación.

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