El asma hace que las vías respiratorias se inflamen y se hinchen, reduciendo la cantidad de aire que puede entrar y salir de los pulmones. Sin embargo, existen varios tipos diferentes de asma y cada uno tiene sus propios detonantes.
El asma afecta a aproximadamente 9.4% de niños y 7.7% de adultos en Estados Unidos.
En muchos casos, el asma es una afección de por vida que se puede controlar usando medicamentos y evitando los detonantes que causan ataques de asma.
Aunque el asma infantil y el asma en la adultez tienen similitudes, los síntomas pueden diferir en gravedad. Conoce más sobre las diferencias entre el asma en la adultez e infantil aquí.
Ciertos activadores en el medio ambiente también pueden empeorar los síntomas del asma y causar ataques de asma.
Sigue leyendo para conocer más sobre los diferentes tipos, incluyendo los síntomas y las opciones de tratamiento.
La medicación puede ayudar a una persona a controlar los síntomas del asma.
El asma alérgica es el tipo más común, afectando a aproximadamente el 60% de las personas con asma en Estados Unidos.
Aproximadamente 8 de cada 10 personas con asma alérgica también tendrán otra afección alérgica, como eccema, rinitis alérgica o alergia a los alimentos.
Ciertos alérgenos en el medio ambiente pueden activar el asma alérgica. Algunos alérgenos comunes incluyen:
- polen
- caspa de las mascotas
- esporas de moho
- alimentos como leche, huevos y ciertas nueces
- ácaros del polvo, cucarachas y heces de las cucarachas
- irritantes en el aire, como humo del tabaco y gases de los automóviles y químicos
- productos con demasiado aroma, como perfumes
Tratamiento
Es importante que las personas con asma alérgica busquen tratamiento de un especialista, para que pueda ayudarlos a controlar su afección. También deberían tomar cualquier medicamento con receta médica que indique un especialista.
Los siguientes consejos también pueden ayudar a las personas con el asma alérgica a evitar los alérgenos comunes:
- Aspira y sacude regularmente para eliminar la caspa de las mascotas, ácaros del polvo y alérgenos de la cucaracha.
- Mantén a las mascotas fuera de las habitaciones.
- Evita las actividades al aire libre cuando los niveles de polen y contaminación del aire son altos.
- Evita los alimentos que activan las reacciones alérgicas, como leche, huevos, mariscos, maníes y nueces de árbol, incluyendo avellanas, nueces y almendras.
- Reduce el uso de químicos agresivos o productos con demasiada fragancia en casa.
El asma no alérgica, o intrínseca, no requiere un alérgeno para activar un ataque.
Es menos común que el asma alérgica, con un total de aproximadamente 10% a 33% de todos los casos de asma. Es más probable que aparezca en la adultez y afecte más a las mujeres que a los hombres.
Los expertos consideran que el asma no alérgica se desarrolla debido a factores genéticos y ambientales.
Por ejemplo, los síntomas pueden ocurrir cuando una persona está expuesta a:
- frío
- humedad
- estrés
- ejercicios
- contaminación
- irritantes en el aire, como humo
- infecciones respiratorias, como un resfriado, gripe o infección de los senos nasales
Tratamiento
Las personas con síntomas como dificultad para respirar, sibilancia o tos deberían de buscar ayuda de un especialista en asma. Esto les ayudará a determinar qué está activando sus síntomas. Sin embargo, puede tomar más tiempo determinar qué causa el asma no alérgica.
Para controlar los síntomas, también deberían tomar cualquier medicamento con receta médica que indique un especialista.
En el asma estacional, los síntomas reaparecen en ciertas condiciones o en épocas particulares del año.
Por ejemplo, una persona con asma estacional puede notar que los síntomas empeoran, o solo se observan, durante:
- la temporada de fiebre del heno, cuando los niveles del polen están más altos
- el clima frío o caliente, tormentas eléctricas y cambios repentinos de temperatura
- los días cuando es peor la contaminación del aire, como días quietos y fríos
- los meses de invierno, cuando existen más virus de gripe y resfriado alrededor
En muchas formas, el asma estacional es similar al asma alérgica. De hecho, las personas pueden usar ambos términos para describir los ataques del asma que ocurren durante la temporada de polen.
Tratamiento
Las personas con asma estacional deberían de buscar tratamiento médico. Esto les ayudará a controlar su enfermedad durante períodos en los que es posible que los síntomas empeoren.
También deberían tomar cualquier medicamento con receta médica que indique un médico.
Los siguientes consejos también pueden ayudar a reducir los síntomas del asma estacional:
- Pon atención a los reportes del clima locales sobre la calidad del aire y los niveles de polen, y solo planifica actividades al aire libre para cuando exista menos probabilidad de que las condiciones activen un ataque de asma.
- Mantén las ventanas y puertas cerradas, tanto en casa como cuando viajes en automóvil.
- Utiliza una bufanda sobre la boca y nariz en clima frío para calentar el aire que llega a tus pulmones.
- Mantén el medicamento a mano para aliviar rápidamente los síntomas.
- Lleva un diario para anotar qué condiciones del clima parecen propiciar los síntomas.
Las personas con asma ocupacional pueden notar que sus síntomas empeoran mientras trabajan, o que mejoran cuando descansan del trabajo.
De hecho, hasta el 15% de los casos de asma en Estados Unidos pueden deberse a la exposición por trabajo a químicos de pinturas, aerosoles, insecticidas u otras sustancias dañinas.
El tiempo que los síntomas tomen en aparecer puede depender del nivel de exposición a estas y otras sustancias. Algunas personas pueden tener un ataque de asma después de una exposición de 24 horas. En otras, puede tomar meses, o hasta años, para que se desarrolle cualquier síntoma.
Tratamiento
Las personas con asma ocupacional deberían buscar tratamiento de un médico o proveedor de atención médica. Esto les ayudará a identificar qué está causando sus síntomas, evitar exposición adicional y aliviar los síntomas.
También deberían tomar cualquier medicamento con receta médica que indique un médico o especialista.
El asma inducida por ejercicios ocurre cuando los síntomas aparecen durante o inmediatamente después de hacer ejercicio u otra forma de actividad extenuante. Esto puede suceder alrededor de 5 a 20 minutos después del ejercicio.
Aunque es común experimentar dificultad para respirar después del ejercicio, el asma inducida por ejercicios también puede causar tos, sibilancia y dolor de pecho, que va desde leve a severo.
Aproximadamente 90% de las personas con asma también experimentan asma inducida por ejercicios, y la mayoría de casos tienen una forma leve que responde bien al tratamiento.
Los siguientes factores también pueden empeorar los síntomas del asma inducida por ejercicios:
- piscinas con cloro
- exposición a aire contaminado mientras corres o conduces bicicleta al aire libre
- aire frío y seco mientras patinas en hielo o juegas hockey
- aire cálido y húmedo mientras haces yoga con calor
Tratamiento
Los medicamentos para el asma con frecuencia pueden tratar los síntomas efectivamente. Sin embargo, es importante que las personas consulten con un médico si sus síntomas no responden al medicamento regular.
Los siguientes consejos también pueden ayudar a reducir el riesgo de un ataque de asma durante o después del ejercicio:
- Utiliza un inhalador antes de hacer ejercicios y mantenlo a la mano cuando hagas ejercicios.
- Evita hacer ejercicios con una infección viral.
- Haz calentamiento antes de hacer ejercicio para ayudar a aflojar las vías respiratorias.
- Enfríate después de hacer ejercicios para ayudarte a respirar despacio gradualmente.
- Utiliza una bufanda sobre la nariz y la boca cuando hagas ejercicios al aire libre.
- Evita los ejercicios que dificulten la respiración o la hagan pesada.
Aunque el asma difícil de controlar no es un subtipo o diagnóstico aceptado, algunas personas consideran que sus síntomas son más difíciles de controlar.
Estos síntomas pueden suceder frecuentemente, o la persona puede tener ataques de asma fatales.
Existe una diversidad de motivos por los que puede ser difícil controlar el asma, incluyendo:
- tener otra afección médica subyacente, como enfermedad cardíaca o diabetes
- fumar o estar con frecuencia en entornos con humo
- no tomar el medicamento correctamente, a las horas correctas o en la dosis correcta
Tratamiento
Es importante que las personas con asma difícil de controlar consulten con un especialista de asma sobre su medicamento y cualquier afección médica subyacente o factores ambientales que consideren puedan estar involucrados.
Un especialista puede ayudar a la persona a tomar su medicamento de la manera correcta y a la hora indicada. Un estudio de 2017 sugiere que esta puede ser una forma efectiva para controlar el asma.
El asma severa, o el asma frágil, afecta a aproximadamente el 4% de todos los adultos con asma.
Los expertos consideran que el asma es severa cuando los síntomas no mejoran con los medicamentos estándar. Es probable que las personas con asma severa:
- tengan más ataques de asma que las personas con asma leve a moderada
- pasen más tiempo en el hospital como resultado de su asma
- tomen tabletas de esteroides por períodos prolongados
Los síntomas del asma severa son los mismos que los del asma leve a moderada, pero pueden ser mucho más intensos. Algunas veces, también pueden ser fatales.
Tratamiento
Las opciones de tratamiento para el asma severa pueden variar dependiendo de los síntomas y cómo una persona responde a ciertos medicamentos.
Es importante buscar el consejo de un especialista, quien puede determinar qué tratamientos específicos son mejores para cada persona.
En los últimos años, el tratamiento ha avanzado para las personas con asma severa.
Actualmente, los médicos están usando anticuerpos monoclonales para mejorar los síntomas asociados con el asma severa. Este tipo de tratamiento también puede reducir la dosis de esteroides que las personas necesitan tomar, lo que puede conducir a una mejor calidad de vida.
El asma significa inflamación crónica de las vías respiratorias en los pulmones. Puede desarrollarse o aparecer a cualquier edad, y los síntomas pueden variar desde leves hasta severos.
Existen varios tipos de asma, que los expertos suelen clasificar según sus detonantes. Los detonantes incluyen alérgenos y ejercicio.
Sin importar el tipo, las personas generalmente pueden controlar el asma en forma efectiva con los tratamientos adecuados.
Consultar con un especialista del asma y tomar los medicamentos correctamente puede ayudar a una persona a vivir una vida plena y activa.
El tratamiento para el asma grave continúa desarrollándose.