La hepatitis A, B, C y D son tipos de enfermedades virales que afectan el hígado. Aunque existen vacunas contra la hepatitis A y B, actualmente no existe vacuna para la hepatitis C.
Los científicos están trabajando en una vacuna, pero los desafíos específicos de la hepatitis C han dificultado históricamente desarrollar la vacuna.
Los tratamientos disponibles para la hepatitis C con frecuencia pueden curar la enfermedad, pero estos medicamentos pueden ser costosos y necesitar semanas de tratamiento.
Una vacuna contra la hepatitis C podría evitar daños hepáticos y la transmisión del virus.
Este artículo describirá el progreso más reciente de la vacuna contra la hepatitis C, al igual que las opciones de tratamiento actuales.
Los investigadores descubrieron el virus de la hepatitis C a finales de 1980, y pudieron desarrollar el virus como un cultivo de células en 2005.
Antes de esto, los investigadores no pudieron estudiar cómo los medicamentos o vacunas podrían cambiar el virus.
El virus de la hepatitis C tiene siete genotipos, los cuales pueden ser distintos entre sí hasta en un 70 por ciento. El virus también muta con facilidad, lo que dificulta que el sistema inmunitario se mantenga al día.
Además de estos desafíos, los investigadores todavía tienen que identificar un modelo animal adecuado en el que probar la eficacia de la vacuna.
Los investigadores han usado roedores y chimpancés para probar cómo podrían funcionar las vacunas en humanos. Sin embargo, los sistemas inmunitarios de los animales con frecuencia eliminan el virus de la hepatitis C, lo que dificulta saber si los resultados se obtuvieron por la vacuna o por la inmunidad natural del animal.
Las vacunas requieren tiempo y pruebas considerables antes de que estén disponibles al público. Además, deben comprobar su efectividad para la mayoría de las personas antes de que estén disponibles para la venta.
Actualmente, se encuentran en proceso dos ensayos clínicos de vacunas contra la hepatitis C. Cada uno usa distintos enfoques para evitar la transmisión de la hepatitis C.
Las fechas finales y los resultados de estos ensayos aún no están claros, pero su continuación parece prometedora en la investigación de la vacuna contra la hepatitis C.
Una persona contrae hepatitis C del contacto con la sangre de una persona infectada. Compartir agujas para drogas intravenosas es la forma más común de transmitir el virus.
Sin embargo, antes de 1992, los médicos no realizaban pruebas rutinarias de hepatitis C al suministrar sangre en Estados Unidos, así que muchas personas pudieron haber contraído la enfermedad por medio de una transfusión de sangre.
Una persona también puede contraer la hepatitis C a través de las relaciones sexuales, pero esto es menos común.
Para evitar la hepatitis C:
- Nunca compartas las agujas, incluyendo los suministros para realizar pruebas de glucosa.
- Asegúrate de que las condiciones para hacerte un tatuaje o perforación sean estériles, con agujas nuevas y estrictas medidas para protegerte contra infecciones.
- Si una persona no está en una relación monógama en la que la pareja sea negativa para hepatitis C, debe usar preservativos correcta y consistentemente.
- En un centro de salud, sigue las prácticas de prevención de infecciones, como usar guantes y desecha las agujas usadas.
- Siempre limpia la sangre seca con una solución con cloro. Una persona puede contraer hepatitis C por la exposición a la sangre seca que contiene el virus.
- Evita compartir objetos de cuidado personal que puedan tener sangre, como un cepillo de dientes o una rasuradora.
Cualquier persona que pueda tener contacto con la sangre de una persona que tiene hepatitis C deberá pedirle a su médico que realice las pruebas.
Actualmente, los médicos recetan antirretrovirales de acción directa para tratar el virus de la hepatitis C.
Los médicos recetan varios medicamentos para tratar la hepatitis C. Estos se llaman medicamentos antirretrovirales de acción directa. Estos evitan que el virus de la hepatitis C se replique y eventualmente lo destruyen.
Sin embargo, debido a que existen varios genotipos de la hepatitis C, no todos los tratamientos funcionan para todas las personas. El médico debe realizar pruebas para determinar qué tratamiento tiene posibilidades de ser más efectivo.
Es posible que una persona deba tomar más de un tratamiento para curar la hepatitis C, y cada tratamiento puede tomar de 8 a 12 semanas para que funcione. También son muy costosos, pueden llegar hasta los $100,000 en EE.UU.
Aunque hay asistencia disponible para obtener estos medicamentos, y algunas compañías de seguros pagan el tratamiento, evitar la enfermedad será significativamente más económico.
Además del medicamento, los médicos pueden recomendar formas de reducir las demandas del hígado, como evitar el alcohol y tomar ciertos medicamentos, si es posible.
Aunque muchos tratamientos están disponibles para la hepatitis C, una vacuna tiene el potencial de aliviar la carga de la enfermedad a nivel mundial. Por este motivo, encontrar una vacuna sigue siendo una prioridad.
Cualquier persona que pueda tener cualquier forma de hepatitis debe hablar con el médico sobre las opciones de tratamiento.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español por Stella Miranda el 26 de octubre de 2021.
Versión original en inglés actualizada el 31 de octubre de 2018.
Última revisión médica en inglés realizada el 31 de octubre de 2018.