El VIH es un virus que debilita el sistema inmunitario. Hay dos tipos principales de este virus: VIH-1 y VIH-2.

Ambos tipos de VIH son afecciones de salud a largo plazo, pero manejables. Con un tratamiento eficaz, las personas con VIH pueden vivir una vida larga y saludable.

Comprender los diferentes tipos de VIH ayuda a aumentar el conocimiento de esta afección. En este artículo, exploramos las diferencias y similitudes entre el VIH-1 y el VIH-2.

HIV testing in a lab for HIV 1 and HIV 2
El VIH-1 y el VIH-2 son genéticamente diferentes, pero tienen efectos similares en el cuerpo de una persona.

El VIH-1 es el tipo de VIH más común y se presenta en todo el mundo. Según la organización benéfica de concientización sobre el VIH Avert, cerca del 95 por ciento de las personas que viven con VIH tienen VIH-1.

El VIH-2 está presente principalmente en África occidental, pero está comenzando a aparecer lentamente en otras regiones, incluyendo Estados Unidos, Europa e India.

Si bien el VIH-1 y el VIH-2 son ambos retrovirus que pueden tener efectos similares en el cuerpo humano, genéticamente son diferentes. Un estudio de 2008 reveló que los genomas de los dos virus solo tenían una identidad de secuencia del 55 por ciento.

Esto significa que no todas las pruebas y tratamientos funcionan por igual para ambos tipos de VIH.

Es más difícil que las personas transmitan el VIH-2 que el VIH-1. Según una revisión de 2013, el modo más común de transmisión del VIH-2 es el sexo heterosexual. Sin embargo, las tasas de transmisión heterosexual del VIH-2 son de cinco a 10 veces más bajas que las del VIH-1.

Entre madres y bebés, las tasas de transmisión del VIH-2 son entre 20 y 30 veces más bajas que las del VIH-1.

Una persona puede contraer cualquier tipo de VIH a través del contacto directo con los fluidos corporales que contienen el virus, que incluyen:

  • sangre
  • fluidos sexuales
  • leche materna

Los factores de riesgo para la transmisión del VIH-1 y el VIH-2 incluyen tener relaciones sexuales sin condón y compartir agujas o jeringas.

Sin embargo, existe poco riesgo de transmitir el VIH a través del sexo si una persona toma los medicamentos contra el VIH correctamente y puede mantener una carga viral indetectable. Esto también puede reducir significativamente el riesgo de transmisión de madre a hijo.

Las diferencias genéticas entre el VIH-1 y el VIH-2 significan que, si una persona se hace una prueba del VIH-1, es posible que no se detecte el VIH-2. Para las personas con mayor riesgo de contraer el VIH-2, un proveedor de atención médica también puede realizar pruebas para detectar anticuerpos o antígenos del VIH-2.

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Un proveedor de atención médica suele recetar una combinación de medicamentos.

Para tratar el VIH, un médico suele recetar una combinación de varios medicamentos denominada terapia antirretroviral. Tomar estos medicamentos a diario según las instrucciones puede retrasar la progresión del VIH, prevenir la transmisión y ayudar a proteger el sistema inmunitario.

Debido a las diferencias genéticas, un médico puede recetar diferentes combinaciones de medicamentos para tratar el VIH-1 y el VIH-2.

El VIH-2 responde menos a ciertos medicamentos que pueden tratar el VIH-1. Estos incluyen:

  • inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleósidos
  • enfuvirtida

Aunque un médico puede recetar diferentes combinaciones de medicamentos, seguirá monitorizando el progreso de una persona. Esto incluye verificar su carga viral y recuentos de células CD4, así como buscar otras mejoras clínicas.

Las personas con VIH-2 tienden a tener una carga viral, o la cantidad de virus en sangre, más baja que las personas con VIH-1. Junto con el recuento de células CD4, que es una forma de determinar qué tan saludable está el sistema inmunitario, la carga viral le indica al médico qué tan bien está funcionando el tratamiento de una persona.

Si no se tratan, el VIH-1 y el VIH-2 debilitan el sistema inmunitario de una persona, dejándola más vulnerable a otras infecciones y enfermedades. Sin embargo, el VIH-2 tiende a desarrollarse más lentamente que el VIH-1.

Según una revisión de 2011, las personas con VIH-2 pueden tener un período más largo sin síntomas que las personas con VIH-1, y la tasa de progresión a la etapa 3 del VIH es más lenta. El VIH-2 también tiene una tasa de mortalidad más baja que el VIH-1.

Si bien actualmente no existe cura para ninguno de los tipos de VIH, el desarrollo actual de tratamientos efectivos significa que las personas con VIH pueden vivir una vida larga y saludable.

El VIH-1 y el VIH-2 son los dos tipos principales del virus de inmunodeficiencia humana. La mayoría de las personas que viven con VIH tienen VIH-1.

Ambos tipos de VIH debilitan el sistema inmunitario, pero el VIH-2 tiende a desarrollarse más lentamente y es menos fácil de transmitir que el VIH-1.

Las diferencias genéticas entre los dos virus significan que existen algunas diferencias en la forma en que los médicos diagnostican y tratan el VIH-1 y el VIH-2.

Lee el artículo en inglés.