Las personas que viven con hepatitis C crónica tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas de COVID-19 más graves que las personas sin la afección. Aquellas personas que sí desarrollan la enfermedad grave también pueden tener un mayor riesgo de daño hepático.

Sin embargo, un estudio de 2021 determinó que, a pesar del mayor riesgo de enfermedad severa, las personas con hepatitis C no tenían un mayor riesgo de ser admitidas en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o de muerte debido a COVID-19 en comparación con las que no tenían la afección.

Continúa leyendo para conocer más sobre la hepatitis C y la COVID-19, incluyendo los riesgos, cómo interactúan las dos afecciones y si las personas con hepatitis C pueden recibir una vacuna contra la COVID-19.

Todos los datos y estadísticas se basan en datos disponibles al público al momento de la publicación. Alguna información podría estar desactualizada.

A woman looking out of a window with a mug of coffee in her hand. She is isolating due to having hepatitis C and COVID-19.Share on Pinterest
martin-dm/Getty Images

Sí; los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) describen la enfermedad hepática como un factor de riesgo para desarrollar enfermedad grave por COVID-19. La hepatitis C es un tipo de enfermedad hepática.

El riesgo de síntomas graves de COVID-19 pueden depender del nivel de cicatrización del hígado, o cirrosis, que tenga una persona. Según un estudio de 2021, las personas con el virus de la hepatitis C (VHC) tienen más probabilidad de desarrollar síntomas graves de COVID-19 y recibir tratamiento en el hospital si tienen una puntuación alta de fibrosis 4, un método que los médicos usan para estimar la cirrosis hepática.

A pesar del alto riesgo de una enfermedad grave, las personas con el VHC no parecen tener un riesgo mayor de ser admitidos en la UCI o de fallecer en comparación con los que no tienen el VHC. Sin embargo, es posible que tengan mayor riesgo de complicaciones.

La evidencia sugiere que COVID-19 grave puede causar daño hepático y que esto puede ser especialmente dañino para las personas con enfermedad hepática preexistente.

Una revisión de 2020 determinó que hasta la mitad de las personas hospitalizadas con COVID-19 habían elevado los niveles de enzimas hepáticas, lo cual puede indicar daño hepático. Este resultado era más común en las personas que:

  • eran mayores
  • tuvieron varios síntomas de COVID-19
  • ya tenían hepatitis o cirrosis

El estudio de 2021 también indica que, en las personas con cirrosis previa, la COVID-19 tiene relación con un deterioro de la función hepática.

Sin embargo, es importante indicar que la mayoría de las personas con el VHC no desarrollan síntomas graves de COVID-19, mientras que la lesión hepática es menos frecuente entre las personas con síntomas leves.

El VHC no puede matar el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19. Tener el VHC no protege a alguien de la enfermedad.

Sin embargo, ambos virus comparten una estructura similar. Ambos son virus ARN monocatenarios positivos que causan una respuesta similar del sistema inmunitario. Debido a esto, algunos medicamentos antirretrovirales que atacan al VHC también pueden afectar el SARS-CoV-2.

La efectividad de los medicamentos contra el VHC para tratar la COVID-19 todavía es desconocida. Actualmente, el único medicamento con aprobación de la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar la COVID-19 es remdesivir, un antiviral que los médicos pueden usar con o sin el medicamento antiinflamatorio dexametasona.

Sí, las personas con hepatitis C pueden vacunarse contra COVID-19.

Los CDC incluyeron a toda persona con una afección médica que aumente el riesgo de COVID-19 grave en su grupo prioritario de la fase 1 para la vacuna. Esto significa que cualquier persona entre 16 y 64 años con el VHC pudo recibir una vacuna antes que los adultos mayores. Ahora, la vacuna está disponible para todos los adultos.

La única situación en donde una persona con el VHC no podría recibir la vacuna contra COVID-19 es si tiene:

  • alergias graves a cualquier ingrediente de la vacuna
  • una reacción alérgica seria a su primera dosis, que evitaría que recibiera la segunda
  • otra afección médica crónica que podría afectar la manera en la que reacciona a la vacuna

Las personas pueden hablar con el médico si tienen alguna preocupación sobre la seguridad de una vacuna contra la COVID-19.

La manera más efectiva de permanecer seguro contra la COVID-19 es evitar tener contacto con el virus que causa la enfermedad. Las acciones que todas las personas puedan tomar para evitar propagar la COVID-19 incluyen:

  • llevar una mascarilla que cubra la nariz y la boca cuando se está alrededor de otras personas
  • evitar lugares concurridos y poco ventilados cuando sea posible
  • permanecer a 6 pies de distancia de los demás
  • cubrirse la boca con un pañuelo descartable al toser y estornudar y desecharlo de manera segura
  • lavarse las manos regularmente con agua y jabón durante 20 segundos
  • usar un desinfectante para manos que contenga al menos 60 por ciento de alcohol si no hay disponibilidad de jabón y agua
  • evitar tocarse la cara y la boca
  • vacunarse contra COVID-19, si o cuando sea posible

También hay precauciones especiales que las personas con el VHC pueden tomar para protegerse. Incluyen:

  • quedarse en casa siempre que sea posible
  • evitar viajes innecesarios
  • continuar con el tratamiento o control del VHC, incluso si esto significa tener citas por teléfono en lugar de en persona
  • mantener al menos un suministro de medicamentos de 30 días en casa para reducir los viajes a la farmacia
  • continuar con el cuidado preventivo, como vacunas contra la hepatitis A, B e influenza (gripe)
  • mantener una dieta balanceada y hacer ejercicio regularmente
  • cuidar la salud mental
  • dejar de fumar, vapear o fumar cannabis, ya que esto puede aumentar el riesgo de las enfermedades respiratorias

Si una persona usa drogas o tiene un trastorno de abuso de sustancias, no debería retrasar la búsqueda de ayuda de un médico o asesor. Las personas con un trastorno de abuso de sustancias están en mayor riesgo de COVID-19 grave. Sin embargo, existen tratamientos virtuales y programas de recuperación que pueden ayudar.

Es posible que las personas con el VHC deseen hablar con un médico para obtener información sobre COVID-19 y cómo puede afectarles. Algunas posibles preguntas que debes hacer incluyen:

  • ¿Estoy en riesgo de una enfermedad grave?
  • ¿Qué factores de riesgo tengo y existe algo que pueda hacer para reducirlos?
  • ¿Qué servicios de telemedicina ofrece que pudieran ayudar?
  • ¿Puedo empezar o continuar con el tratamiento contra el VHC durante este tiempo?
  • ¿Es posible tener más recetas de mis medicamentos para ir menos a la farmacia?
  • ¿Qué tan rápido puede vacunarme contra COVID-19?
  • ¿Necesito tomar precauciones especiales cuando me vacune para evitar la transmisión del VHC?
  • ¿Existe alguna razón por la que no debería vacunarme?

Si alguien considera que tiene síntomas de COVID-19, debería quedarse en casa y seguir la guía de su autoridad médica local. Los síntomas de COVID-19 pueden variar, pero los más comunes incluyen:

  • fiebre
  • escalofríos
  • tos
  • dificultad para respirar
  • respiración dificultosa
  • nueva pérdida del gusto u olfato
  • fatiga
  • dolor de cuerpo o muscular
  • dolor de cabeza
  • congestión o secreción nasal
  • dolor de garganta
  • náuseas
  • vómitos
  • diarrea

Llama al 911 o al departamento de emergencias más cercano y diles que una persona puede tener COVID-19 si sus síntomas empeoran repentinamente o si desarrolla cualquiera de los siguientes:

  • decoloración azul o blanca en la piel, boca o uñas
  • dificultad para respirar
  • dificultad para permanecer despierta
  • dolor o presión en el pecho
  • nueva confusión

Las investigaciones sugieren que las personas con el VHC tienen más probabilidad de experimentar enfermedad grave u hospitalización si desarrollan COVID-19. También pueden estar en riesgo más alto de daño hepático o función hepática reducida como resultado de la enfermedad. Sin embargo, las personas con el VHC no parecen tener índices de mortalidad más altos que las personas sin la afección.

Cualquier persona con una enfermedad hepática o cirrosis puede ayudar a reducir su riesgo de complicaciones graves al vacunarse contra COVID-19 si son elegibles. También es importante continuar tomando precauciones. Las personas pueden permanecer en casa lo más posible y asegurarse de contar con servicios de apoyo médico virtual y de salud mental.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 29 de octubre de 2021.

Versión original escrita el 19 de julio de 2021.

Última revisión médica realizada el 19 de julio de 2021.