La hepatitis C es una infección del hígado causada por el virus de la hepatitis C (VHC). Si la infección se convierte en crónica, puede causar daño hepático con el tiempo. Sin embargo, la hepatitis C en niños es tratable y con frecuencia responde bien al medicamento.

Adicionalmente, aproximadamente del 25 por ciento al 40 por ciento de los niños que nacen con el VHC elimina el virus de sus cuerpos sin medicamento en el término de 2 años. Del 6 por ciento al 12 por ciento adicional de niños que contrajeron el VHC al nacer, lo eliminaron espontáneamente antes de convertirse en adultos.

Este artículo observa la hepatitis C en niños. También observa las señales y síntomas de la infección del VHC y cómo los médicos diagnostican, controlan y tratan la afección.

A doctor performing a blood test for HCV in a child in a doctor's office.Share on Pinterest
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Los niños pueden contraer el VHC de varias maneras. La vía de transmisión más probable depende de su edad.

Bebés y niños

En los bebés, la vía más común de transmisión del VHC es la transmisión vertical, de la madre al bebé. Esto puede ocurrir en el vientre o durante el nacimiento al tomar contacto con la sangre materna. El 60 por ciento de los niños con el VHC lo adquieren de esta manera.

Aproximadamente el 5 por ciento de las personas embarazadas con el VHC transmitirán el virus al feto. Las personas que tienen el VHC y el VIH tienen hasta cuatro veces más riesgo de transmitir el VHC al feto.

Los médicos usualmente no tratan el VHC mientras una persona está embarazada, pero pueden considerarlo dependiendo del caso. Las personas pueden hablar de los riesgos y beneficios de esto con un médico.

Niños mayores y adolescentes

Los niños mayores y los adolescentes que no tenían el VHC anteriormente también pueden contraer el virus de la misma manera que los adultos. Esto puede ocurrir a través de cualquier exposición a sangre que contiene el virus.

Los comportamientos que aumentan el riesgo del VHC incluyen:

  • uso de drogas intravenosas o compartir agujas con otra persona
  • tatuajes y perforaciones con agujas no estériles
  • actividad sexual que cause exposición a la sangre, aunque la transmisión sexual es rara

Formas en las que el VHC no se puede propagar

El VHC no se propaga a través de:

  • contacto casual, como abrazar o besar
  • compartir comida o bebidas
  • el aire

Tampoco existen casos registrados de que la lactancia cause la transmisión. Esto significa que amamantar a un niño es seguro, incluso si la madre tiene el VHC.

Sin embargo, si los pezones de una persona se agrietan o sangran, debería dejar de amamantar hasta que la piel sane por completo.

El VHC no siempre causa síntomas. Si así fuera, puede depender de si la persona tiene una infección aguda o crónica, entre otros factores. Las infecciones agudas son a corto plazo, mientras que las infecciones crónicas son a largo plazo.

Los síntomas de una infección aguda por el VHC pueden incluir:

  • fiebre
  • fatiga
  • dolor abdominal
  • ictericia
  • indigestión

La mayoría de los niños con el VHC tienen infecciones crónicas. En los niños, una infección crónica del VHC es la que aparece después de los 2 años.

Los niños con el VHC crónico pueden permanecer asintomáticos hasta que son adultos. Si experimentan síntomas, tienden a ser menos graves que los de los adultos que contraen el virus.

Un estudio que controló a los adultos con el VHC desde el nacimiento hasta pasados los 35 años, determinó que la enfermedad progresaba lentamente, con mejores resultados para las personas que lo contrajeron en los primeros años de vida.

Existen dos pruebas para diagnosticar el VHC. La primera es una prueba de anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas que el sistema inmunitario crea para contrarrestar los virus. Si la sangre contiene anticuerpos contra el VHC, esto confirma que una persona tuvo el VHC en algún momento de la vida.

La segunda prueba para el VHC es una prueba de PCR, que mide la concentración del virus en sí en la sangre. Esto confirma si alguien tiene la infección activa.

Los médicos usualmente realizan pruebas a bebés que pueden tener el VHC después de que cumplen 18 meses. Hasta este punto, una prueba de anticuerpos puede dar un resultado falso positivo, ya que un bebé puede tener anticuerpos maternos en su sangre durante este período de tiempo.

En algunos casos, los médicos pueden realizar pruebas antes de esto, una vez que el bebé cumple 3 meses. Por esta razón, los médicos usarán una prueba de PCR, en lugar de una prueba de anticuerpos.

Algunas veces, los médicos también realizan una biopsia de hígado, en la que extraen y examinan una pequeña muestra del tejido hepático para evaluar la salud del hígado.

Los médicos usualmente no tratan el VHC en niños hasta que tienen al menos 3 años. Hasta este momento, un médico con conocimiento de las infecciones del VHC pediátrico debería controlar la salud del niño regularmente para dar seguimiento al impacto del virus.

Algunas veces, los niños con el VHC eliminan el virus espontáneamente antes de cumplir los 3 años. Esto ocurre aproximadamente en el 25 por ciento al 40 por ciento de los casos. Si esto sucede, el niño no necesitará tratamiento.

Para los niños que no requieren tratamiento, los médicos pueden recetar medicamentos antivirales de acción directa (DAA, en inglés). Es importante tratar el VHC crónico lo antes posible, ya que esto puede reducir el riesgo de daño hepático y complicaciones posteriores en la vida.

Otras cosas que los niños y familias afectadas por el VHC necesitan saber hasta que el tratamiento termine incluyen:

  • Precauciones de seguridad. Hasta que los medicamentos o el sistema inmunitario eliminen el VHC, un niño puede transmitir el virus a otras personas a través de su sangre. Para evitar la transmisión, los niños y el resto de las personas que viven con ellos necesitan saber cómo se propaga el VHC y cómo evitarlo.
  • Hábitos saludables. Las personas con el VHC pueden reducir el riesgo de complicaciones posteriormente en la vida al adoptar un estilo de vida y dieta saludables, si es posible. Evitar el alcohol y otras sustancias que puedan dañar el hígado reduce el riesgo de daño hepático.
  • Vacunación. Las personas con múltiples tipos de hepatitis tienen mayores índices de enfermedad hepática grave. Como resultado, es importante que los niños con el VHC reciban las vacunas contra la hepatitis A y B. También deberían recibir la vacuna anual contra la influenza.

El consenso médico sobre los protocolos de tratamiento contra el VHC en niños puede continuar cambiando en respuesta a nuevas tecnologías y estudios.

El impacto a largo plazo del VHC depende de cómo un niño contrajo el virus y cuán rápido recibió tratamiento.

La mayoría de los niños que tienen el VHC desde el nacimiento, experimentan una enfermedad moderada. Muchos eliminarán el virus por sí solos, y el 80 por ciento o más no tendrá cicatrización hepática o esta será mínima para cuando cumplan 18 años.

Aproximadamente, del 20 por ciento al 25 por ciento de los niños pueden tener una enfermedad más agresiva y pueden experimentar cicatrización hepática antes de llegar a los 8 años. Es por eso que, el tratamiento inmediato es importante, sin importar cuán grave es la enfermedad cuando los médicos detectan por primera vez el VHC.

Aquellos que necesitan tratamiento, usualmente responden bien. Del 90 por ciento al 95 por ciento de los niños con el VHC genotipo 1 no tendrán el virus detectable en la sangre después de 12 semanas de tratamiento con DAA. El tratamiento causa efectos secundarios mínimos para la mayoría de las personas.

Los niños y adolescentes que adquieren el VHC a través de otras formas tendrán un diagnóstico similar cuando sean adultos con el VHC. El 80 por ciento o más desarrollarán el VHC crónico, y muchos desarrollarán cirrosis décadas después si no reciben tratamiento.

La hepatitis C es una de las causas principales de trasplantes de hígado en adultos, pero rara vez es necesario en niños que tienen el VHC desde el nacimiento. Sin el tratamiento, la propagación del VHC a través de cualquier medio puede causar una diversidad de enfermedades hepáticas, incluyendo cáncer de hígado.

Las personas que dan a luz mientras tienen una infección activa del VHC deberían hablar con un médico sobre el VHC lo más pronto posible. Los médicos pueden realizar pruebas a los padres, encargados del cuidado al igual que a los niños mayores de cierta edad, para confirmar si el VHC está presente. Pueden crear un plan de tratamiento.

Las personas también deberían realizar pruebas para los niños mayores y adolescentes que participan en comportamientos que los pone en mayor riesgo de contraer el VHC. Esto incluye el uso de drogas inyectadas, compartir agujas o tatuarse y perforarse en un entorno no higiénico.

Cualquier persona con síntomas que pudieran indicar una infección aguda del VHC debería hablar con un médico de inmediato.

La hepatitis C en niños puede ser más leve que en adultos, si el niño ha tenido el VHC desde el nacimiento. Los médicos usualmente realizan pruebas de VHC una vez que el bebé tiene al menos 18 meses, y un niño puede empezar el tratamiento tan pronto como cumpla 3 años.

El VHC es raro en niños y adolescentes, pero los comportamientos de alto riesgo pueden significar que algunos niños contrajeron el VHC a través de la exposición a la sangre. El tratamiento temprano puede evitar el progreso de la enfermedad y reducir el riesgo de futuras complicaciones.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 30 de octubre de 2021.

Versión original escrita el 20 de mayo de 2021.

Última revisión médica realizada el 20 de mayo de 2021.