Muchos adultos no saben que tienen trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Los síntomas del déficit de atención e hiperactividad pueden afectar tanto a los adultos como a los niños, incluso entre las personas que recibieron un diagnóstico cuando eran jóvenes.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una afección del desarrollo neurológico que afecta el comportamiento de una persona. Las personas con este trastorno tienen dificultad para concentrarse y se distraen con facilidad.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es común en los niños, y hasta el 11 por ciento de los niños en edad escolar reciben un diagnóstico de este trastorno. La Asociación Americana de Psiquiatría señala que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad también afecta a alrededor del 2.5 por ciento de los adultos en Estados Unidos.

Según algunas investigaciones, muchos adultos con síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad no reciben un diagnóstico de la afección. Esto puede afectar la probabilidad de una persona de recibir tratamiento. Sin tratamiento, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede afectar el desempeño laboral, la salud mental y las relaciones.

Sigue leyendo para obtener más información sobre los riesgos del trastorno por déficit de atención e hiperactividad no tratado en adultos, así como los síntomas, las causas y las opciones de tratamiento. Este artículo también cubre cuándo debes consultar a un médico.

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El trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede afectar tanto a niños como a adultos, pero la afección a menudo pasa desapercibida en personas de 18 a 44 años.

No existen pruebas de laboratorio que diagnostiquen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Al tratar los síntomas en adultos, el doctor puede evaluar el historial médico y de desarrollo y observar sus comportamientos y cómo interactúan con quienes los rodean.

Según un estudio de 2020, los médicos son capaces de identificar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad más fácilmente en los hombres. Esto puede ser porque las mujeres tienden a tener diferentes síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad y no siempre muestran los comportamientos típicamente asociados con el trastorno.

Por ejemplo, los síntomas “internalizados”, como la falta de atención, son más prominentes en las mujeres que los “externalizados”, como la hiperactividad y la impulsividad. Según algunas investigaciones, esto significa que “existe un bajo índice de sospecha clínica” en este grupo, lo que significa, a su vez, que es menos probable que los médicos detecten la afección.

La misma investigación también señala que las mujeres con trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden tener más probabilidades de desarrollar mejores mecanismos que los hombres para afrontar el trastorno, ocultando sus síntomas. Esto puede provocar un diagnóstico erróneo o la falta de tratamiento.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede tener un impacto significativo en los adultos si no reciben tratamiento para la afección. También puede afectar a las personas que viven con ellos.

Algunos de los riesgos asociados con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad no tratado en adultos incluyen:

Baja autoestima, depresión y ansiedad

Las mujeres son más propensas a tener baja autoestima si tienen trastorno por déficit de atención e hiperactividad. También son más propensas a experimentar angustia psicológica importante, como ansiedad y depresión graves.

El estrés crónico debido a estos problemas también puede conducir a otras afecciones, como la fibromialgia.

Dificultad en las relaciones

Un estudio de 2016 encontró que los cónyuges de personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden sentirse más desatendidos que aquellos que viven con personas sin síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

El estudio solo utilizó una pequeña muestra, pero encontró que los cónyuges de personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad reportan una menor intimidad y satisfacción marital. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el estudio utilizó cuestionarios de autoevaluación en lugar de analizar el historial médico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad de los participantes.

Algunas investigaciones también indican que los esposos de mujeres con trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden ser menos tolerantes con los comportamientos de sus parejas que las esposas de hombres con trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Deben continuar realizándose estudios con muestras más grandes en esta área antes de que los investigadores puedan sacar conclusiones firmes.

Inestabilidad laboral

Una revisión sistemática de múltiples estudios encontró que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad no tratado en adultos puede conducir a la inestabilidad laboral.

Las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden ser menos propensas a graduarse de la universidad o la escuela secundaria y, por lo tanto, pueden encontrar más difícil tener un ingreso estable, en comparación con aquellos sin trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Otro estudio apoya esta idea, lo que sugiere que los adultos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden ser incapaces de concentrarse en el trabajo, lo que podría generar dificultades para mantener un trabajo durante un período prolongado.

El estudio también señala que los adultos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden ser menos propensos a tener independencia debido a las limitaciones financieras que pudieran enfrentar.

Interacciones negativas entre padres e hijos

Según otro estudio, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad no tratado en adultos puede causar conflictos en una relación padre e hijo.

Los padres con trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden tener más dificultades para controlar sus emociones e impulsos, lo que puede generar frustración y conflicto con los hijos.

Abuso de drogas y alcohol

El mismo estudio también relaciona los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad con una mayor probabilidad de abusar de sustancias psicoactivas, del alcohol y ser más susceptible a la adicción a la nicotina.

Aumento de la tasa de mortalidad

Un estudio de 2015 asocia el trastorno por déficit de atención e hiperactividad con una tasa de mortalidad significativamente más alta. La tasa de mortalidad fue incluso mayor en aquellos que recibieron un diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad en la edad adulta, en comparación con las personas que recibieron un diagnóstico correcto de trastorno por déficit de atención e hiperactividad en la infancia.

Según el Instituto Nacional de Salud Mental, algunos síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad incluyen:

  • falta de atención, que ocurre cuando una persona tiene dificultad para concentrarse y no puede mantenerse enfocada
  • hiperactividad o inquietud, que ocurre cuando una persona habla o se inquieta excesivamente
  • impulsividad, que ocurre cuando una persona carece de inhibición o hace algo sin pensar en las consecuencias a largo plazo

Los adultos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad también pueden:

  • distraerse fácilmente
  • extraviar cosas
  • perder los estribos rápidamente
  • encontrar difícil seguir instrucciones
  • irritarse o impacientarse
  • interrumpir a las personas mientras hablan
  • les resulta difícil lidiar con el estrés
  • tienen cambios de humor
  • no cumplen con los plazos
  • son incapaces de permanecer sentados o quietos

Aún no se conoce la causa del trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales afirma que los investigadores están utilizando herramientas de imagen cerebral para ayudarles a aprender más sobre la afección.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) creen que un factor que aumenta las probabilidades de que una persona tenga trastorno por déficit de atención e hiperactividad es la genética.

Por ejemplo, las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienen más probabilidades de tener hijos con los mismos síntomas. De hecho, 3 de cada 4 niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienen un pariente con la misma afección.

Por eso, un estudio de 2016 sugiere que los padres que buscan ayuda para sus hijos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad también deben someterse a exámenes de detección y tratamiento para la misma afección.

Otros factores que pueden llevar al desarrollo del trastorno por déficit de atención e hiperactividad incluyen:

  • lesión cerebral o desarrollo cerebral irregular
  • uso de tabaco, estrés y consumo de alcohol durante el embarazo
  • parto prematuro
  • bajo peso al nacer
  • falta de nutrientes como magnesio, ácido fólico, zinc o ácidos poliinsaturados

Aunque el trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede presentar desafíos, también hay varios rasgos positivos que pueden acompañar a la afección.

Un estudio destaca las siguientes áreas:

Dinamismo cognitivo

Las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad pueden, en ocasiones, beneficiarse de procesos de pensamiento espontáneos y no secuenciales, así como de períodos de intensa concentración mental.

Valentía y audacia

Ser valiente es otro rasgo que puede acompañar al trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Algunos participantes del estudio describieron la necesidad de participar en más actividades en “busca de emociones fuertes”, como los deportes extremos.

El estudio sugiere que esta valentía y sed de aventura proviene de la espontaneidad que las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienden a experimentar.

Energía

Algunos participantes describieron su energía extra como “una especie de espíritu”. También describieron una sensación de que eran parte de algo “más grande”.

También existe el deseo entre las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad de poder “aprovechar” su energía y motivación adicionales y usarlas de manera productiva para “alcanzar su potencial”, según el estudio.

Humanidad

Esto abarca la inteligencia social, el humor y el reconocimiento de los sentimientos. Los participantes en el estudio también reconocieron su propia capacidad para tener un enfoque mental más positivo, que se relaciona con más “éxito social”.

Poder de recuperación

Las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienden a desarrollar fortalezas protectoras, que les permiten prosperar y resistir las dificultades y desafíos asociados con su afección.

Hay varios planes de tratamiento y opciones para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Estos incluyen:

Medicamentos

La organización Niños y Adultos con Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad señala que los medicamentos que tratan el trastorno por déficit de atención e hiperactividad en los niños también pueden ayudar a controlar los síntomas en los adultos.

Algunos de estos medicamentos incluyen:

Estimulantes

Estos regulan las sustancias químicas del cerebro que apoyan el pensamiento y aumentan la concentración.

Los médicos pueden recetar estimulantes como dextroanfetamina o metilfenidato.

Sus efectos secundarios pueden incluir:

  • dolores de cabeza
  • dolor abdominal
  • alteración del sueño
  • ansiedad
  • pérdida del apetito

Medicamentos no estimulantes

Si los estimulantes no son efectivos, el médico puede recetar medicamentos para el trastorno por déficit de atención e hiperactividad no estimulantes. Estos incluyen guanfacina, atomoxetina y clonidina.

Estos medicamentos pueden provocar efectos secundarios como cólicos estomacales y diarrea.

Antidepresivos

La Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no ha aprobado el uso de antidepresivos para el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Sin embargo, los médicos pueden recetarlos si una persona con trastorno por déficit de atención e hiperactividad también tiene depresión.

Estos medicamentos incluyen nortriptilina, desipramina e imipramina, entre otros.

Tratamientos conductuales

Los médicos pueden ayudar a las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad a encontrar nuevas formas de mejorar y controlar sus comportamientos. Por ejemplo, estas opciones pueden incluir:

  • aprender a lidiar con el estrés
  • aprender a administrar el tiempo de manera efectiva
  • aumentar la productividad
  • ser un modelo por seguir para sus hijos
  • organizarse
  • pasar tiempo con personas solidarias
  • establecer metas realistas
  • limitar el tiempo frente a una pantalla

Remedios y alternativas naturales

Algunos remedios y cambios en el estilo de vida, como alteraciones en la dieta, también pueden ayudar a aliviar algunos de los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

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Una persona debe comunicarse con un médico si cree que podría tener trastorno por déficit de atención e hiperactividad sin tratar o sin diagnosticar.

El médico podrá recomendar un plan de tratamiento basado en los síntomas de la persona y su estado de salud general.

Recibir un diagnóstico correcto, y tratar y controlar ciertos comportamientos desafiantes puede ayudar a los adultos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad a sobrellevar mejor los síntomas de la afección.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una afección de salud mental que afecta el comportamiento de una persona. Suele aparecer durante la niñez, pero los síntomas también pueden persistir hasta la edad adulta.

Muchas personas no saben que tienen trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Un médico puede sugerir diferentes planes de tratamiento o terapias conductuales que ayudan a controlar los síntomas.

Si una persona con trastorno por déficit de atención e hiperactividad no recibe ayuda, puede tener dificultades para mantenerse enfocada y mantener relaciones con otras personas. También puede experimentar frustración, baja autoestima y otras afecciones de salud mental.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 14 de julio de 2021.

Versión original en inglés escrita el 27 de febrero de 2019.

Última revisión médica en inglés realizada el 27 de febrero de 2019.