Algunas personas con hepatitis C pueden recibir un trasplante de riñón si sus riñones fallan. Estas personas también pueden donar un riñón si están sanos, y el médico considera que es apropiado.

A nivel mundial, se estima que 58 millones de personas viven con hepatitis C crónica. Cada año, alrededor de 290,000 personas mueren por esta enfermedad.

Aunque la mayoría de las muertes por hepatitis C se deben a cirrosis y cáncer de hígado, los médicos reconocen que la infección con el virus de la hepatitis C (VHC) también es una posible causa de lesión renal y enfermedad renal crónica. Un trasplante de riñón puede ayudar a mejorar la esperanza y la calidad de vida de una persona.

En este artículo analizamos la hepatitis C y los trasplantes renales, incluyendo cómo el VHC afecta los riñones, si las personas con hepatitis C pueden donar un riñón y los efectos del procedimiento de donación.

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MEHAU KULYK/SCIENCE PHOTO LIBRARY/Getty Images

El VHC causa hepatitis C, que afecta principalmente al hígado. Sin embargo, en algunos casos, el virus también puede afectar a los riñones.

Un estudio de 2015 con 100,518 veteranos de Estados Unidos con hepatitis C encontró un vínculo entre la afección y:

  • mayor incidencia de disminución de la función renal
  • pérdida progresiva de la función renal
  • mayor riesgo de muerte

Insuficiencia renal aguda

Aunque no es común, el VHC puede conducir a una lesión renal aguda. Esto ocurre cuando los riñones se dañan repentinamente. Puede suceder si el VHC causa vasculitis, que es la hinchazón de los vasos sanguíneos, las arterias y las venas.

En casos raros, los medicamentos que los nefrólogos usan para tratar la hepatitis C también pueden aumentar la probabilidad de lesión renal aguda. Sin embargo, si una persona recibe tratamiento rápidamente, la afección suele resolverse y los riñones comienzan a funcionar de nuevo.

Enfermedad renal crónica

Ocasionalmente, el VHC también puede provocar enfermedad renal crónica, que causa daño a largo plazo a los riñones, y a menudo, causa deterioro con el tiempo. Esto puede ocurrir por varias razones.

El VHC puede causar una afección llamada glomerulonefritis, que hace que los filtros pequeños en los riñones, o glomérulos, se inflamen e hinchen. Esta inflamación causa daños irreversibles.

Las personas con hepatitis C también tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes, que es la principal causa de enfermedad e insuficiencia renal.

Es posible que las personas con VHC donen riñones saludables, ya sea durante su vida o después de morir. Sin embargo, depende de la salud de sus riñones.

Anteriormente, las personas con VHC no podían donar riñones, pero esto ha cambiado con la disponibilidad de medicamentos antivirales de acción directa (DAA, en inglés). Estos medicamentos ofrecen tasas de curación superiores al 95 por ciento para las personas que han contraído el virus y también tienen enfermedad renal crónica o enfermedad renal en etapa terminal.

En Estados Unidos hay una alta demanda de donantes de órganos, por lo que un médico puede recomendar el uso de un riñón sano de un donante VHC positivo, y luego tratar al receptor con DAA después de la cirugía de trasplante.

Algunas pruebas indican que las personas con VHC positivo que reciben riñones de donantes con VHC positivo tienen resultados ligeramente peores que las personas que reciben un riñón de donantes con VHC negativo. Sin embargo, tienen un tiempo de espera más corto, lo cual puede salvar vidas.

Las personas con VHC no son elegibles para donar un riñón si tienen algún daño o enfermedad renal.

Las personas con hepatitis C pueden recibir un trasplante de riñón, pero su equipo médico tendrá que considerar los riesgos y beneficios del procedimiento.

Por ejemplo, si una persona con hepatitis C tiene un daño hepático significativo, puede resultar peligroso que se someta a una cirugía de trasplante. Sin embargo, si pueden recibir un trasplante de hígado y riñón al mismo tiempo, podría ser factible recibir un riñón nuevo.

Antes de que las personas puedan someterse a un procedimiento de trasplante de riñón, deben encontrar un donante adecuado que se ajuste a sus criterios de salud específicos. Un donante puede ser una persona que ha fallecido recientemente y ha estipulado su deseo de donar un riñón, o puede ser un donante vivo que quiere dar un riñón a la persona que lo necesita.

Después de que el médico identifique al donante adecuado, el trasplante de riñón de un donante vivo generalmente implica los siguientes pasos:

  1. El médico ingresará al receptor y al donante en el hospital. Ambos serán sometidos a pruebas, como exámenes físicos, análisis de sangre y radiografías para confirmar su salud e idoneidad.
  2. El personal médico afeitará el pecho y el abdomen para eliminar cualquier vello como parte de la preparación para la cirugía. También insertarán vías intravenosas.
  3. El médico administrará un anestésico general para poner a ambas personas a dormir. También podría usar un anestésico local en el sitio donde hará la incisión.
  4. El cirujano hará una incisión en el abdomen del donante, extraerá el riñón que será donado y cerrará la herida.
  5. Luego, hará una incisión en el abdomen del receptor, a través de la cual colocará el riñón donado. Unirá los vasos sanguíneos esenciales y el uréter para conectar el riñón a la vejiga.
  6. A medida que sutura al receptor, el cirujano puede insertar un pequeño drenaje en el abdomen para eliminar el exceso de líquido. Este drenaje permanecerá en su lugar durante 10 días después de la cirugía. El cirujano también puede insertar un catéter en esta etapa, si aún no se ha colocado uno. Los catéteres permiten que la vejiga se vacíe.
  7. Un equipo médico vigilará de cerca a ambas personas mientras se despiertan y comienzan a recuperarse. Recibirán analgésicos durante unos días después de la cirugía. Es posible que el receptor reciba diálisis para eliminar cualquier sustancia en el riñón nuevo que el cuerpo pueda rechazar.

Con donaciones de personas fallecidas, el procedimiento para el receptor es muy similar. En lugar de tomar el riñón de un donante vivo, los médicos cuidadosamente enfrían y empaquetan un riñón de un donante recientemente fallecido y lo transportan al hospital.

Las personas con hepatitis C que reciben el riñón de un donante VHC negativo pueden tomar DAA para tratar la infección mientras esperan la cirugía. Las personas que tienen un donante de VHC positivo pueden recibir su trasplante antes, por lo que tomarán DAA después de la cirugía.

Todas las personas que reciben un trasplante de riñón tendrán que tomar medicamentos antirrechazo por el resto de sus vidas. Esto impide que el cuerpo rechace el riñón donado.

La evidencia sugiere que en la población general, las personas que donan un riñón pueden vivir una vida regular con su riñón restante, aunque existe un riesgo a largo plazo de presión arterial ligeramente alta.

Cuando los médicos extirpan un riñón, el riñón restante compensa aumentando su capacidad de filtrar la sangre. Las personas deben experimentar un retorno a la función renal total aproximadamente al 70 por ciento dentro de los 10 u 11 días de donar un riñón. En general, la donación de riñón puede reducir la esperanza de vida de una persona entre 0.5 y 1 año.

Hay poca investigación sobre cómo la donación de un riñón afecta a las personas VHC positivas. A menudo, los donantes de riñón VHC positivos son personas fallecidas que han solicitado que los médicos utilicen sus órganos en procedimientos de trasplante.

Si un individuo es VHC positivo y desea donar un riñón durante su vida, debe hablarlo con su médico. Como el VHC crónico puede dañar los riñones, podría no ser aconsejable donar uno debido al riesgo de que esta complicación se desarrolle más tarde.

En la mayoría de los casos, el trasplante de riñón mejora significativamente la calidad de vida de una persona. Una persona que recibe un riñón nuevo ya no necesita diálisis, y puede volver a una vida más normal.

Sin embargo, el trasplante de riñón no es una cura para la enfermedad renal crónica, y la persona debe tomar medicamentos por el resto de su vida. Como resultado, todavía podría experimentar algunos problemas de salud física y mental.

El estado del VHC de una persona también puede afectar su esperanza de vida después de un trasplante. En un estudio de 2010, los médicos encontraron que las personas con VHC positivo tenían una tasa de supervivencia a 5 años del 77 por ciento después de un trasplante, en comparación con el 90 por ciento de los pacientes con VHC negativo.

Sin embargo, esta tasa de supervivencia en los receptores de trasplante con VHC es mucho mejor que en aquellos que permanecen en diálisis.

El VHC afecta principalmente al hígado, pero a veces también puede dañar los riñones. En algunos casos, las personas con VHC podrían necesitar un trasplante de riñón. Si por lo demás son saludables, pueden ser elegibles para el procedimiento. Luego, los médicos pueden tratar la infección antes o después de la cirugía.

Algunas personas con VHC pueden querer donar uno de sus riñones a otra persona. En algunos casos, esto es posible durante su vida. Por otra parte, las personas pueden inscribirse para ser donantes de órganos cuando mueren.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 27 de octubre de 2021.

Versión original actualizada el 17 de agosto de 2021.

Última revisión médica realizada el 17 de agosto de 2021.