El asma es una enfermedad pulmonar que causa inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias. Los síntomas comunes incluyen dificultad para respirar, falta de aliento, sibilancias, tos y opresión en el pecho.
Los síntomas pueden variar de una persona a otra y de leves a graves. Es posible experimentar síntomas en determinadas situaciones, como cuando alguien hace ejercicio. En algunos casos, el asma puede poner en peligro la vida.
En este artículo, discutimos los síntomas del asma en niños, adultos y otros grupos, como personas mayores y mujeres embarazadas.
Los síntomas del asma pueden incluir opresión en el pecho y tos.
Los adultos con asma suelen desarrollar esta enfermedad en su niñez. Con menos frecuencia, una persona puede desarrollar asma en la edad adulta. En este caso, los médicos lo llaman asma de adulto.
Los principales síntomas del asma en los adultos incluyen:
- opresión en el pecho
- tos, especialmente por la noche o al reír
- dificultad para respirar
- falta de aire
- problemas para dormir que son el resultado de problemas respiratorios
- sibilancias, un silbido en el pecho al exhalar
Los síntomas del asma pueden provocar daño pulmonar permanente a lo largo de la vida de una persona.
Estos síntomas suelen empeorar cuando alguien tiene un resfriado, gripe u otro virus respiratorio. Ciertos desencadenantes del asma, como los olores fuertes, ácaros del polvo y el humo también pueden exacerbar los problemas respiratorios.
Es importante conocer los síntomas del asma. Una intervención rápida puede prevenir un ataque de asma o reducir su gravedad.
¿Qué es un ataque de asma?
Un ataque de asma, o la exacerbación del asma, ocurre cuando los síntomas del asma empeoran por un período corto.
Las personas experimentan ataques cuando sus vías respiratorias se contraen más de lo habitual debido a la presencia de inflamación y mucosidad.
Los ataques de asma varían en gravedad, pero pueden causar:
- respiración muy acelerada
- ansiedad y pánico
- piel pálida y húmeda
- dificultad para hablar
- empeoramiento de los síntomas, como opresión en el pecho, tos o sibilancias más graves
- síntomas que no desaparecen después de usar un inhalador
- lecturas bajas en un espirómetro, que mide la función pulmonar
Las primeras señales de advertencia de un ataque inminente pueden incluir:
- síntomas de resfriado o alergia, que incluyen dolor de cabeza, congestión o secreción nasal o dolor de garganta
- tos o sibilancias después de hacer ejercicio
- dificultad para dormir
- sentirse de mal humor o irritable
- cansancio o debilidad durante la actividad física
Los ataques leves suelen responder bien al tratamiento en casa, mientras que ataques graves requieren atención médica urgente.
La intervención médica en el caso de ataques graves es necesaria porque las dificultades respiratorias que causan pueden poner en peligro la vida.
Cualquiera que sospeche estar teniendo un ataque severo debe consultar a un médico de inmediato.
Según la Fundación Americana de Asma y Alergia (Asthma and Allergy Foundation of America), el asma afecta con frecuencia a personas mayores de 65 años y es común que los síntomas aparezcan por primera vez entre los 70 y los 80 años.
Estos síntomas son iguales a los de adultos más jóvenes, pero pueden tener consecuencias más graves si no se tratan. Incluso los episodios aparentemente leves de síntomas pueden provocar insuficiencia respiratoria en las personas mayores.
Los síntomas del asma en los adultos mayores pueden ser más difíciles de diagnosticar. Esto se debe a que son similares a los síntomas de otras afecciones que comúnmente afectan a este grupo de edad, como:
- bronquitis crónica
- insuficiencia cardíaca congestiva
- enfisema
- enfermedad cardíaca
El diagnóstico puede complicarse aún más por el hecho de que los adultos mayores tienden a ser menos activos que las personas más jóvenes. Los médicos suelen diagnosticar el asma cuando los síntomas se presentan con el esfuerzo físico, por eso es difícil identificar este efecto en las personas mayores.
Los adultos mayores también tienen menos probabilidades de experimentar períodos de remisión, cuando los síntomas desaparecen o su gravedad se ve reducida.
En los niños muy pequeños, identificar los síntomas puede resultar difícil.
La mayoría de las personas con asma – aproximadamente el 95%, según algunas investigaciones – desarrollan síntomas por primera vez antes de los 6 años.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que 1 de cada 12 niños vive con asma.
Identificar los síntomas en niños muy pequeños puede resultar difícil. Si bien las sibilancias son un síntoma común en los niños, no todos los niños con asma las tienen.
En cambio, podrían presentar tos crónica o problemas respiratorios que los médicos y los padres atribuyen a otras afecciones respiratorias comunes.
El Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (American College of Allergy, Asthma, and Immunology, AAAAI) recomienda que los padres presten atención a los síntomas respiratorios recurrentes, ya que a veces puede ser la señal más clara de que un niño tiene asma.
Los síntomas pueden empeorar debido a factores desencadenantes como el polvo, el humo y la caspa de las mascotas.
Además, la falta de ejercicio puede empeorar los síntomas del asma en niños y adolescentes, según una revisión sistemática de 2016.
El asma es una de las enfermedades más comunes entre las mujeres embarazadas. Para algunas, los síntomas del asma empeoran o mejoran durante el embarazo, mientras que otras mujeres desarrollan los síntomas por primera vez.
Durante el embarazo, es importante trabajar con el médico para reconocer, controlar y tratar los síntomas del asma.
Sin tratamiento, el asma puede aumentar el riesgo de desarrollar lo siguiente:
- preeclampsia, una afección médica grave
- bajo peso al nacer
- retraso del crecimiento fetal
- parto prematuro
Principio del formulario
La tos, la falta de aliento y las sibilancias son los síntomas más comunes del asma. Sin embargo, no se presentan en todas las personas con la afección.
Algunas personas tienen síntomas más inusuales, que incluyen:
- ansiedad
- tos crónica sin sibilancias
- cansancio excesivo
- suspiros
Ciertas situaciones, enfermedades o sustancias pueden desencadenar síntomas de asma en algunas personas.
Entre ellas:
Ejercicio
La enfermedad conocida como broncoconstricción inducida por el ejercicio, broncoespasmo o asma inducida por el ejercicio puede causar sibilancias y dificultades respiratorias durante o después de los períodos de actividad física.
El aire frío y seco puede empeorar los síntomas.
Irritantes en el trabajo
Es posible que las personas con asma ocupacional solo presenten síntomas mientras trabajan en presencia de irritantes pulmonares, como gases, productos químicos o polvo.
La AAAAI estima que, en los Estados Unidos, el 15.7% de los casos actuales de asma en adultos están relacionados con el trabajo.
Alergias
Los alérgenos comunes pueden representar al menos el 30% de los casos de asma en adultos.
Estos incluyen:
- deshechos de cucarachas
- ácaros del polvo
- esporas de moho
- caspa de las mascotas
- polen
Infecciones
Las infecciones virales o bacterianas, que producen resfriados o la sinusitis, pueden desencadenar ataques de asma. Esto puede ser especialmente problemático en niños y adultos mayores.
Además, las personas con asma tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la influenza, como neumonía, bronquiolitis e infecciones bacterianas.
Los síntomas de asma más comunes incluyen tos, sibilancias y dificultad para respirar. Sin embargo, no todas las personas presentan los mismos síntomas, lo que puede dificultar el diagnóstico.
Si crees que tú o tus hijos presentan síntomas de asma debes consultar a un médico para una evaluación. Con tratamiento, es posible controlar el asma y mejorar la calidad de vida.
Sin tratamiento, el asma grave puede poner en peligro la vida, especialmente entre los adultos mayores y los niños. También puede representar un riesgo para el feto durante el embarazo.