La enfermedad de Crohn es una afección inflamatoria que afecta el tracto gastrointestinal. Es una forma crónica, o de largo plazo, de la enfermedad inflamatoria intestinal.

Aunque la enfermedad de Crohn generalmente afecta el colon y el extremo final del intestino delgado, un área llamada íleon, puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal. Los síntomas incluyen dolor abdominal, hinchazón y diarrea.

Los científicos creen que la dieta puede jugar un papel crucial en la enfermedad de Crohn, y algunas personas encuentran que adaptar regularmente sus comidas puede ayudar a contrarrestar sus síntomas a medida que aparecen y desaparecen.

En este artículo, infórmate sobre los vínculos entre la dieta y la enfermedad de Crohn, y las estrategias alimentarias específicas para controlar los síntomas.

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Luis Alvarez/Getty Images

En una persona con la enfermedad de Crohn, los síntomas pueden mejorar o desaparecer por un tiempo y luego volver, en períodos conocidos como brotes.

La causa de la enfermedad no es clara, pero implica una respuesta inflamatoria que conduce a la hinchazón, dolor, diarrea y otros síntomas digestivos.

Lo que una persona come y bebe puede afectar sus síntomas y con qué frecuencia experimenta los brotes.

Los investigadores continúan explorando los potenciales vínculos entre la dieta y la enfermedad de Crohn. Hasta ahora, las conclusiones indican que:

  • Algunos alimentos parecen empeorar los síntomas, mientras que otros son más fáciles de tolerar.
  • Los cambios en la dieta pueden ayudar a equilibrar las poblaciones de bacterias en el intestino, y esto puede reducir la inflamación.
  • Los problemas de absorción y la limitación de la ingesta de alimentos pueden resultar en deficiencias nutricionales.
  • Algunos hábitos dietéticos pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal, ya que parece ser más frecuente en lugares con dietas occidentales.

Las personas con enfermedad de Crohn a menudo encuentran que ciertos alimentos y bebidas pueden desencadenar síntomas o empeorarlos.

Los desencadenantes específicos varían de persona a persona, pero pueden incluir:

  • alimentos picantes
  • alcohol
  • frituras
  • alimentos ricos en grasa
  • alimentos con alto contenido de azúcar
  • bebidas con cafeína, como café y algunos tés y gaseosas
  • productos lácteos, para personas con intolerancia a la lactosa
  • trigo, cebada, centeno y avena, para personas con intolerancia al gluten

Llevar un diario de alimentos puede ayudar a una persona con la enfermedad de Crohn a registrar sus comidas y síntomas, e identificar los posibles desencadenantes.

La persona podría necesitar adaptar su dieta de acuerdo con sus síntomas, algunos alimentos pueden ser seguros cuando no hay síntomas, pero más difíciles de tolerar en otros momentos.

Durante un brote

Cuando hay síntomas presentes, los alimentos adecuados probablemente incluyen:

  • frutas bajas en fibra, como bananas, melones y frutas cocidas
  • fuentes de proteína magra, como pescado, cerdo magro, huevos y tofu firme
  • granos refinados, como pan de masa fermentada, pasta blanca y avena
  • vegetales que no sean crucíferos, como papas y calabaza, que deberían estar bien cocidas
  • cualquier suplemento nutricional que el médico recomiende

Es importante tratar de mantener un equilibrio de nutrientes, e incluso evitar algunos alimentos. Además, bebe mucha agua para mantenerte hidratado.

Durante la remisión

Cuando los síntomas son leves o desaparecen, una persona puede agregar a su dieta:

  • alimentos ricos en fibra, como granos integrales, salvado de avena, frijoles, cebada y nueces, a menos que el médico aconseje lo contrario
  • una mayor variedad de frutas y vegetales
  • alimentos ricos en calcio, como verduras de hoja oscura y lácteos, si la persona puede tolerarlo

La persona también podría probar alimentos que contienen probióticos, como el kefir, miso, chucrut, kimchi y tempeh. No está claro si estos ayudan activamente a controlar los síntomas.

Tener un equilibrio de nutrientes es importante para todos. Para una persona con la enfermedad de Crohn, seguir una dieta específica puede ayudar a lograr este equilibrio y contrarrestar los síntomas.

Una dieta rica en ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos dietéticos son generalmente una parte importante de una dieta equilibrada, y algunos tienen beneficios específicos. Los ácidos grasos omega-3, por ejemplo, pueden reducir la inflamación en personas con enfermedad de Crohn.

Los alimentos ricos en omega-3 incluyen:

  • linaza
  • mariscos
  • pescado de agua fría
  • ciertos frutos secos
  • semillas de chía

Aunque los suplementos de omega 3 han demostrado ser prometedores en la reducción de la inflamación en personas con enfermedad inflamatoria intestinal, aún está confirmado si estos suplementos deben ser parte del tratamiento para todas las personas.

Dieta baja en residuos

Cuando los síntomas se exacerban, el médico puede recomendar una dieta baja en residuos, que tiene como objetivo reducir la cantidad de residuos que los alimentos dejan después de la digestión, ya que este residuo puede irritar el intestino.

Los alimentos que debes evitar incluyen:

  • alimentos con alto contenido en fibra
  • la grasa, el cartílago y la piel de la carne
  • ciertos productos lácteos
  • pieles y espinas de pescado

Otras maneras de evitar los residuos incluyen:

  • masticar lenta y completamente antes de tragar
  • licuar sopas y vegetales
  • optar por mantequillas de nuez suave
  • elegir jugos sin pulpa

Otras dietas para la enfermedad inflamatoria intestinal

Otras dietas especiales que una persona puede seguir por más tiempo incluyen:

  • una dieta baja en FODMAP, que limita la ingesta de algunos azúcares
  • una dieta mediterránea, que es rica en alimentos vegetales
  • otras dietas a base de vegetales
  • una dieta específica de carbohidratos, que contiene cantidades limitadas de muchos alimentos que pueden exacerbar los síntomas

Cualquier persona que planee cambiar su dieta debe primero hablar con un nutricionista o su médico, quien puede recomendar maneras de evitar las deficiencias nutricionales.

Intolerancia al gluten

La enfermedad celíaca implica una reacción autoinmune severa al gluten, una proteína en el trigo y algunos otros granos. Un estudio de 2015 encontró que las personas con enfermedad celíaca tienen hasta 10 veces más probabilidades que otras de desarrollar un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn.

Mientras tanto, las personas con enfermedad de Crohn pueden tener un mayor riesgo de reacciones adversas al gluten, incluso si no tienen enfermedad celíaca.

Esto sugiere que una dieta sin gluten puede ayudar a algunas personas con la enfermedad de Crohn.

Bacterias intestinales y enfermedad de Crohn

Hay un creciente interés en el papel que las bacterias intestinales podrían desempeñar en enfermedades inflamatorias como la de Crohn. El intestino contiene un equilibrio de bacterias que apoyan el sistema inmunitario y ayudan a prevenir la inflamación. Un desequilibrio puede aumentar el riesgo de los síntomas de Crohn.

Una revisión de 2019 encontró que las personas con la enfermedad de Crohn pueden tener menos variación en sus bacterias intestinales que aquellas sin la afección. Los investigadores también citaron diferencias en la flora intestinal entre las personas con Crohn en remisión y aquellas con síntomas actuales.

Algunos científicos han propuesto el uso de probióticos y prebióticos para ayudar a restaurar el equilibrio de las bacterias, pero todavía no han desarrollado un tratamiento eficaz.

Aunque algunos estudios sugieren que la suplementación probiótica puede ayudar a algunas personas con la enfermedad de Crohn, los resultados generales han sido variados. Cualquier persona interesada en tomar suplementos probióticos para los síntomas de Crohn debe consultar primero a un proveedor de salud con experiencia en esta área.

Las personas con la enfermedad de Crohn pueden necesitar tomar otros suplementos nutricionales, como B12, zinc, hierro y vitamina D, para evitar deficiencias.

La enfermedad de Crohn es una afección inflamatoria a largo plazo que afecta a los intestinos. Los síntomas generalmente brotan y retroceden en un ciclo.

Una persona con la enfermedad de Crohn debe tratar de mantener una dieta variada y equilibrada, incluso cuando hace cambios para adaptarse a sus síntomas. El objetivo es maximizar la ingesta de nutrientes, evitar los alimentos y bebidas desencadenantes y prevenir las deficiencias nutricionales. En este punto, un médico puede recomendar el uso de suplementos.

Llevar un diario de alimentos puede ayudar a una persona a registrar sus comidas e identificar alimentos y bebidas específicos que desencadenan los síntomas. Además, un nutricionista o un médico puede ayudar a una persona a desarrollar una dieta que ayude a mantener sus síntomas al mínimo.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 15 de julio de 2021.

Versión original en inglés actualizada el 8 de febrero de 2021.

Última revisión médica en inglés realizada el 8 de febrero de 2021.