Un absceso gingival es una bolsa de infección en las encías o el espacio entre los dientes y las encías.

Las bacterias pueden llegar al área debido a un absceso dental u otro problema de higiene bucal, como la periodontitis.

Los abscesos gingivales son ligeramente diferentes a los abscesos dentales, aunque pueden compartir algunos de los mismos síntomas y tratamientos. Los remedios caseros pueden ayudar a tratar los síntomas, pero un dentista deberá tratar y drenar el absceso.

En este artículo, conoce más sobre los abscesos gingivales y cómo tratarlos.

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Absceso gingival. Crédito de imagen: DRosenbach, 2010.

Un absceso gingival es una bolsa infectada de tejido en las encías.

La boca y las encías están normalmente llenas de bacterias buenas y malas. Una acumulación de bacterias nocivas contribuye a la formación de placa y sarro, lo que puede provocar caries dentales y otros problemas en los dientes.

Si las bacterias malas llegan a un área de tejido abierto, pueden ocuparla, multiplicarse y causar una infección.

El cuerpo responde enviando glóbulos blancos para combatir la infección. Para hacerlo, ocasionará inflamación para tratar de bloquear y eliminar las bacterias. El resultado es una bolsa inflamada y dolorosa de pus llamada absceso.

Hay dos tipos principales de abscesos en las encías: gingivales y periodontales.

Los abscesos gingivales solo ocurren en el tejido de las encías. No tienen nada que ver con los dientes. Pueden ocurrir si un pedazo afilado de alimento se aloja directamente en las encías y causa una infección.

Los abscesos periodontales se presentan en el espacio entre los dientes y las encías. Estos son más comunes en las personas con enfermedad periodontal, aunque también pueden desarrollarse debido a lesiones o alimentos que quedan atrapados entre los dientes y las encías.

Las opciones de tratamiento para un absceso gingival incluyen:

Procedimientos dentales

En el consultorio del dentista, el tratamiento para un absceso gingival incluye drenar el absceso, así como eliminar cualquier contaminante del área entre las encías y los dientes.

Si una persona tiene cualquier señal de acumulación de placa o enfermedad periodontal, el dentista puede recomendar procedimientos de limpieza especializados para ayudar a eliminar la acumulación de placa y sarro.

El absceso también necesitará ser drenado. El dentista puede hacer una pequeña incisión en el área inflamada para drenarla.

Cuando el absceso está abierto y secreta pus, simplemente pueden aplicar presión sobre el área para permitir que el pus drene por completo.

Los dentistas suelen ordenar una radiografía para determinar si el absceso ha causado alguna ruptura del hueso. La pérdida ósea puede ocurrir en una infección grave, o si el absceso de las encías no se trata durante mucho tiempo.

Si la pérdida ósea es grave, el dentista puede recomendar procedimientos para ayudar a reparar el hueso y los tejidos circundantes.

Si un absceso gingival afecta la pulpa interna del diente, será necesario un tratamiento de conducto. En algunos casos, el dentista también puede recomendar extraer el diente junto con el absceso.

Las personas con abscesos periapicales, que ocurren cuando las bacterias invaden la pulpa dental debido a las caries generalizadas, trauma, o un diente agrietado, por ejemplo, pueden necesitar un tratamiento de conducto o una extracción.

Antibióticos

Los medicamentos antibióticos son otra parte clave del proceso de tratamiento estándar para un absceso gingival.

Los antibióticos orales pueden matar las bacterias que causan la infección y evitar que la infección se propague o vuelva a infectar el área. Esto también puede reducir la inflamación y el dolor en el área.

Sin embargo, los antibióticos no son un reemplazo para el trabajo dental, y no curarán el absceso.

Remedios caseros

El dentista también puede recomendar algunos remedios caseros simples para ayudar a aliviar los síntomas. Por ejemplo, tomar analgésicos de venta libre (OTC, en inglés) como ibuprofeno (Advil) puede reducir el dolor y la hinchazón.

Además, enjuagar la boca con agua tibia con sal puede ayudar a reducir el dolor y la sensibilidad.

Los remedios caseros pueden ayudar a controlar los síntomas, pero la bolsa de bacterias y pus necesitará tratamiento de un dentista.

Los principales síntomas de un absceso gingival son dolor e inflamación en el área. Dependiendo de dónde se encuentre el absceso a lo largo de las encías, también puede causar dolor al masticar o morder.

Una persona podría notar un bulto o protuberancia en el área del absceso que causa dolor y presión.

La persona también puede experimentar:

  • mal aliento
  • secreción de pus en la boca
  • sabor desagradable en la boca
  • dientes flojos
  • sangrado de las encías
  • dientes o encías sensibles
  • retroceso de las encías
  • fiebre

La causa de un absceso gingival es una acumulación de bacterias en los tejidos entre los dientes y las encías. Sin embargo, hay algunas razones posibles para la aparición de esta infección bacteriana, incluyendo:

Mala higiene bucal y periodontitis

Los abscesos gingivales pueden ser más comunes en personas con mala higiene bucal. La mala higiene bucal puede causar periodontitis o enfermedad periodontal de las encías.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) señalan que el 46 por ciento de todos los adultos mayores de 30 años muestra señales de enfermedad de las encías, mientras que “la enfermedad grave de las encías afecta a aproximadamente al 9 por ciento de los adultos”.

La enfermedad de las encías rompe las encías y los tejidos en la boca que mantienen los dientes en su lugar. Esto puede crear un espacio entre los dientes y las encías donde las bacterias pueden vivir y multiplicarse, lo que potencialmente conduce a la formación de abscesos.

Algunos otros factores pueden aumentar el riesgo de periodontitis. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial señala que fumar es el factor de riesgo más importante para la enfermedad periodontal de las encías.

Otros factores de riesgo para la enfermedad periodontal incluyen:

  • diabetes
  • obesidad
  • artritis
  • enfermedad cardíaca
  • hepatitis C
  • cambios hormonales (en mujeres)
  • algunas enfermedades
  • ciertos medicamentos que interrumpen el flujo de saliva
  • la genética

Sistema inmunitario comprometido

Una persona con un sistema inmunitario más débil también puede ser más propensa a experimentar un absceso gingival, ya que al cuerpo se le puede dificultar más combatir las infecciones.

Las afecciones que afectan el sistema inmunitario, como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), pueden hacer que al cuerpo le resulte más difícil combatir las bacterias que provocan la enfermedad de las encías y los abscesos.

Otras infecciones

Un absceso gingival puede ocurrir debido a otra infección en la boca, como un diente con absceso o una infección en una bolsa periodontal.

Una bolsa periodontal es el espacio que se desarrolla entre la encía y el diente como resultado de una enfermedad de la encía. Las bolsas más profundas pueden hacer más espacio para que las partículas y gérmenes de los alimentos diminutos se queden allí atascados.

En estos casos, la acumulación bacteriana puede propagarse desde el sitio original de la infección e infectar la encía que la rodea.

Estrictamente hablando, un absceso gingival se produce en las encías, mientras que un absceso dental se produce en el propio diente. Sin embargo, tienen ciertos elementos en común. Por ejemplo, un absceso periodontal a menudo afecta tanto al diente como a la encía.

Además, a veces, una infección en el diente y la pulpa puede conducir a una infección en las encías. Esto puede ser un diente que tiene una gran cavidad o caries en la raíz, que crea espacio dentro del diente y el tejido circundante para que las bacterias se multipliquen.

Otras veces, un absceso gingival profundo puede empeorar y comenzar a afectar el diente y la pulpa.

Las infecciones graves, como las que involucran tanto el diente como la encía, a menudo requieren un tratamiento extenso.

Un dentista puede referirse a varios abscesos en la boca como “abscesos bucales” e identificará y tratará cada tipo.

Cualquier persona que experimente síntomas de un absceso en las encías o un absceso dental debe ver a un dentista tan pronto como sea posible.

Los remedios caseros pueden proporcionar un alivio temporal de síntomas como el dolor. Sin embargo, un dentista tendrá que drenar y tratar la bolsa de pus.

El diente o la sección de la encía afectada también necesitará tratamiento para prevenir más infecciones o controlar los síntomas de problemas como la enfermedad periodontal.

Un absceso gingival es una bolsa de pus y bacterias por una infección en las encías. El absceso puede desarrollarse debido a una mala higiene bucal o como resultado de otras infecciones o afecciones.

Los tratamientos y remedios caseros pueden ayudar a eliminar la infección. Sin embargo, un dentista necesitará drenar el absceso para prevenir más infecciones.

Leer el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Stella Miranda el 18 de julio de 2021.

Versión original en inglés escrita el 27 de enero de 2020.

Última revisión médica en inglés realizada el 27 de enero de 2020.