Un fibroadenoma es un tipo de bulto que puede desarrollarse en el seno, generalmente en las mujeres. Los fibroadenomas son muy comunes pero son benignos, lo que significa que no son cancerosos.
Además del bulto en sí, es poco probable que una persona con fibroadenoma experimente algún síntoma.
En este artículo, analizamos las causas de los fibroadenomas y cómo los médicos lo diagnostican y tratan.
Un fibroadenoma se desarrolla en los senos y es común en las mujeres.
Un fibroadenoma es un tumor benigno que puede crecer en el seno. Los médicos no saben por qué algunas personas los desarrollan y otras no. Son comunes en las mujeres, pero son raros en los hombres.
Los tumores constan de un tejido glandular y conectivo, y pueden variar en tamaño. Algunos son tan pequeños que una persona no los puede sentir, mientras que otros son fáciles de localizar durante la autoexploración.
Una persona puede tener uno o muchos fibroadenomas. Los fibroadenomas pueden mantener su tamaño o crecer o reducirse con el tiempo.
Si un fibroadenoma es suficientemente grande al tacto, usualmente se sentirá como un bulto redondo y relativamente firme que puede moverse debajo de la piel.
Los médicos clasifican los fibroadenomas como simples o complejos. Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), los fibroadenomas simples son todos iguales cuando un médico los examina debajo de un microscopio. Los fibroadenomas complejos usualmente son más grandes y tienen diferentes características.
Por lo general, un fibroadenoma no es doloroso o sensible al tacto. La mayoría de las personas no experimentan ningún síntoma además del bulto.
Sin embargo, según Breast Cancer Care (BCC, por sus siglas en inglés) los fibroadenomas pueden sentirse más sensibles antes del período de una persona. También pueden crecer durante el embarazo, lactancia o mientras se toma una terapia de reemplazo hormonal.
Sin embargo, usualmente regresarán a su tamaño anterior después de las fluctuaciones hormonales.
Según la ACS, los médicos pueden detectar un fibroadenoma mediante un examen físico inicial si es suficientemente grande. Si el médico tiene sospecha de un fibroadenoma, lo confirmarán con una prueba de imágenes, como una mamografía, un ultrasonido o ambos.
Para estar seguros que el bulto es un fibroadenoma, el médico puede recomendar una biopsia. La persona recibirá un anestésico local, después el médico extirpará una pequeña muestra del bulto para enviarlo a un laboratorio para analizar.
Si un fibroadenoma tiene alguna anormalidad, un médico puede recomendar la extirpación quirúrgica.
Este procedimiento puede realizarse bajo anestesia local o general.
La decisión dependerá de las características del fibroadenoma y su ubicación en el seno.
Sin embargo, según una investigación de 2015, la cirugía es raras veces necesaria si las células del fibroadenoma parecen normales. La cirugía podría dejar cicatrices en el seno, lo cual podría interferir con las pruebas de imágenes futuras.
Un fibroadenoma puede crecer o reducirse. Si esto ocurre, un médico puede sugerir chequeos regulares para monitorear estos cambios.
Generalmente, los fibroadenomas no causan ninguna complicación. Es posible que una persona pueda desarrollar cáncer de mama debido a un fibroadenoma, pero esto es altamente improbable.
Según la investigación, solo del 0.002 al 0.125 por ciento de los fibroadenomas se vuelven cancerosos.
En la mayoría de los casos, un fibroadenoma permanecerá igual o se reducirá, y esto no afectará la vida de una persona.
Sin embargo, es esencial que toda persona que encuentre un bulto en su seno, busque asesoría médica adicional. Identificar un fibroadenoma es determinante, y a menudo, el tratamiento no es necesario, pero un diagnóstico puede darle tranquilidad a una persona.