El hematocrito es el porcentaje de glóbulos rojos en la sangre de una persona. Los niveles bajos de glóbulos rojos indican afecciones como la anemia. Los niveles elevados de glóbulos rojos podrían indicar policitemia, lo que puede aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle un coágulo de sangre.

Si una persona se siente cansada, mareada o le falta el aire, el médico podría querer analizar sus niveles de hematocrito para determinar si esos niveles están o no dentro de un rango normal.

Tanto los niveles altos como los bajos de hematocritos pueden ser perjudiciales para la salud, y pueden ser el resultado de una variedad de afecciones y factores de estilo de vida.

Sigue leyendo para saber más sobre lo que significa esta medida del volumen de glóbulos rojos, los síntomas de los niveles anormales y lo que pueden indicar los niveles bajos y altos.

blood samples in test tubes to check hematocrit levelShare on Pinterest
WLADIMIR BULGAR/SCIENCE PHOTO LIBRARY/Getty Images

El hematocrito es una medida del porcentaje de glóbulos rojos en el cuerpo. Por ejemplo, si una persona tiene 50 mililitros (ml) de glóbulos rojos en 100 ml de sangre, su nivel de hematocrito es del 50 por ciento.

Los glóbulos rojos transportan el oxígeno por el cuerpo y dan a la sangre su color rojo característico. Además de oxígeno, también contienen hemoglobina, una proteína que se une a las moléculas de oxígeno. Esto permite que los glóbulos rojos tomen oxígeno de los pulmones y lo lleven a todo el cuerpo.

Tener una cantidad adecuada de glóbulos rojos es esencial para que los procesos del organismo funcionen correctamente.

Sin embargo, el porcentaje de glóbulos rojos en la sangre puede cambiar en función de diversos factores del estilo de vida e incluso de los cambios ambientales. Según las investigaciones, el recuento de glóbulos rojos tiende a aumentar a gran altura.

El ejercicio, especialmente el entrenamiento de fuerza, también puede afectar los niveles de hematocrito. Un estudio de 2018 encontró que las mujeres que participaron durante 16 semanas en rutinas de ejercicio de fuerza tenían niveles más bajos al final en comparación con cuando comenzaron.

Sin embargo, el estudio tuvo una muestra pequeña de 26 mujeres sedentarias de mediana edad en Turquía. Esto significa que estos resultados no son necesariamente representativos de una población más amplia.

Hay muchas afecciones que pueden afectar la producción de glóbulos rojos, o su ciclo de vida. Esto puede dificultar el diagnóstico de estas afecciones por parte de un profesional médico. El médico utilizará una prueba de hematocrito para confirmar si el recuento de glóbulos rojos de una persona está influyendo en una afección de salud.

Los médicos suelen analizar los niveles de hematocrito como parte de un recuento sanguíneo completo (CBC, en inglés).

Un recuento sanguíneo completo se compone de una serie de pruebas, y puede incluir:

  • recuento de glóbulos rojos
  • recuento de reticulocitos (glóbulos rojos jóvenes)
  • un análisis de los niveles de hemoglobina
  • un análisis de glóbulos rojos, incluyendo su tamaño y forma
  • pruebas de glóbulos blancos
  • pruebas de plaquetas

El médico también tendrá en cuenta el sexo, la raza y la edad de la persona. Es importante señalar que algunas enfermedades relacionadas con la sangre, como la anemia falciforme, afectan a determinados grupos demográficos en mayor medida.

La deshidratación puede elevar los niveles de hematocrito, por lo que esta prueba es útil si el médico sospecha que la deshidratación grave es la causa de los síntomas de una persona.

El médico puede solicitar pruebas frecuentes de hematocrito para controlar el efecto de la quimioterapia en la médula ósea de la persona.

Los niveles normales de hematocrito son:

  • Hombres: 41 por ciento a 50 por ciento
  • Mujeres: 36 por ciento a 48 por ciento
  • Niños: 30 por ciento a 44 por ciento, dependiendo de su edad y sexo

Los recién nacidos tienen niveles altos de hematocrito que disminuyen gradualmente a medida que crecen.

Si una persona ha recibido recientemente una transfusión de sangre, esto puede afectar sus resultados. Además, las mujeres embarazadas pueden tener niveles más bajos de lo habitual porque el cuerpo aumenta su volumen de sangre durante el embarazo.

Otros factores pueden elevar los niveles a un rango más alto, como fumar y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Cuando una persona tiene niveles bajos de hematocrito suele presentar los siguientes síntomas:

  • tez pálida
  • debilidad
  • fatiga
  • poca energía
  • dificultad para respirar
  • ritmo cardíaco irregular
  • manos o pies fríos

Estos síntomas también indican anemia, una afección en la que los niveles de hemoglobina son más bajos de lo normal. La hemoglobina es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y que transporta el oxígeno por el cuerpo.

La anemia leve es tratable, y es especialmente frecuente en las mujeres. La anemia severa podría indicar una afección de salud subyacente más seria que requiere un tratamiento más extenso.

Los médicos asocian la anemia con varias afecciones de salud que incluyen:

Deficiencia de nutrientes

Una persona puede no tener suficiente vitamina B12, folato o hierro en su dieta.

Hemorragia crónica

Esto ocurre comúnmente debido a las úlceras del tracto digestivo, que son llagas causadas por la bacteria H. pylori o el uso crónico de medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno, otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y aspirina. Muchas mujeres también experimentan una pérdida excesiva de sangre por el sangrado menstrual abundante.

Trastorno de la médula ósea

Esto incluye la anemia aplásica, que daña las células madre de la médula ósea.

Cáncer

Son cánceres que se extienden a la médula ósea, como la leucemia y el linfoma.

Insuficiencia renal

Las enfermedades renales pueden disminuir la producción de glóbulos rojos, reduciendo los niveles de hematocrito.

Talasemia

Cuando una persona tiene esta enfermedad, su cuerpo no produce suficiente hemoglobina.

Anemia falciforme

Esta afección cambia la forma de los glóbulos rojos. Estas células mueren antes de lo normal y, además, se aglutinan, lo que dificulta el flujo sanguíneo.

Enfermedad autoinmune

Afecciones como la artritis reumatoide y el lupus pueden reducir el recuento de glóbulos rojos.

Cuando una persona tiene niveles altos de hematocrito tiende a presentar estos síntomas:

Estos síntomas son una señal de policitemia, una afección en la que el cuerpo produce demasiados glóbulos rojos. Esto significa que la sangre es más espesa y se coagula más fácilmente.

Los médicos no pueden curar la policitemia, por lo que el tratamiento tiende a centrarse en el control de los síntomas. El objetivo principal es evitar el ictus y la trombosis venosa profunda (TVP), que es un coágulo de sangre que suele producirse en una vena profunda de la pierna.

En algunos casos, la deshidratación causa la policitemia. Cuando una persona no bebe suficientes líquidos, sus niveles de plasma descienden, y esto aumenta la proporción de glóbulos rojos en su volumen sanguíneo. Una persona puede reducir su recuento de glóbulos rojos rehidratándose.

Algunas afecciones que pueden causar niveles altos de hematocrito incluyen:

Enfermedad pulmonar o de los pulmones

Cuando los pulmones no pueden absorber el oxígeno de forma eficaz y los niveles de oxígeno descienden, el cuerpo lo compensa produciendo más glóbulos rojos. Una de las enfermedades pulmonares más comunes que causan esto es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Enfermedad cardíaca

Si la estructura del corazón reduce su capacidad de bombear sangre por el cuerpo, ya no puede mantener los órganos vitales con oxígeno. Para intentar superar el déficit de oxígeno, el cuerpo produce más glóbulos rojos.

Cáncer de riñón

A veces, las células del cáncer de riñón crean más eritropoyetina. La eritropoyetina es una hormona que le indica a la médula ósea que cree más glóbulos rojos.

Enfermedad genética

El gen JAK2, que controla el número de células sanguíneas producidas en la médula ósea, puede influir en ciertas afecciones. Cuando alguien tiene un gen JAK2 mutado, el cuerpo podría fabricar una proteína que le indica a la médula ósea que cree más glóbulos rojos de los que necesita.

Una persona debe hablar con un médico si experimenta alguno de los síntomas mencionados anteriormente que podrían ser una señal de niveles altos o bajos de hematocrito, incluyendo fatiga, debilidad, problemas de visión y mareos.

Estos síntomas también pueden indicar una afección subyacente, por lo que es importante que la persona se ponga en contacto con un médico a tiempo para prevenir complicaciones futuras.

Si una persona está recibiendo tratamiento de quimioterapia, el médico debe realizar pruebas periódicas de hematocrito para controlar la salud de la médula ósea.

El hematocrito es el porcentaje de células sanguíneas en el volumen de sangre de una persona. El médico puede decidir analizar el nivel de hematocrito de una persona debido a determinados síntomas.

Un nivel de hematocrito bajo significa que hay muy pocos glóbulos rojos en el cuerpo. En estos casos, una persona puede experimentar síntomas que señalan la presencia de anemia. Los síntomas más comunes son la fatiga, la debilidad y la falta de energía.

Si una persona tiene demasiados glóbulos rojos, tiene un nivel de hematocrito alto. La persona puede experimentar mareos y dolores de cabeza, que pueden ser una señal de policitemia.

Los factores demográficos y de estilo de vida pueden influir en los niveles de hematocrito de una persona. Por ejemplo, los hombres tienden a tener niveles más altos que las mujeres. Las mujeres embarazadas pueden experimentar una disminución de los niveles de hematocrito, y el entrenamiento de fuerza también puede reducir los niveles.

También hay una serie de afecciones de salud que pueden causar niveles de hematocrito fuera del rango normal. Las hemorragias excesivas, la talasemia y las enfermedades renales son causas de niveles bajos. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la anemia falciforme pueden provocar niveles elevados.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 24 de abril de 2022.

Versión original escrita el 25 de mayo de 2021.

Última revisión médica realizada el 25 de mayo de 2021.