Los síntomas de la colitis ulcerosa pueden afectar la salud mental y física, causando angustia.

La colitis ulcerosa es una enfermedad intestinal inflamatoria crónica que provoca ulceración e inflamación del revestimiento del intestino grueso. Los investigadores siguen estudiando la conexión bidireccional entre la colitis ulcerosa, y la depresión y la ansiedad.

A continuación, exploramos los vínculos entre la colitis ulcerosa y las afecciones de salud mental, y qué estrategias y tratamientos pueden ayudar.

El vínculo entre el intestino y el sistema nervioso central se denomina eje intestino-cerebro. El músculo y la mucosa gastrointestinal se controlan mediante señales nerviosas, y el intestino también se comunica con el sistema nervioso central.

Más recientemente, las investigaciones han descubierto que el microbioma intestinal puede afectar las señales cerebrales, activando áreas del cerebro que regulan las emociones.

Las personas con colitis ulcerosa son más propensas que otras a sufrir ansiedad o depresión. Un tercio de las personas con enfermedad inflamatoria intestinal experimenta síntomas de ansiedad, y una cuarta parte experimenta síntomas de depresión.

La preocupación por el tiempo y el alcance de los síntomas de la colitis ulcerosa puede ser una fuente de ansiedad y estrés, y las pruebas indican que la ansiedad y el estrés pueden, a su vez, provocar la reagudización de enfermedades intestinales inflamatorias como la colitis ulcerosa.

Por este motivo, puede ser importante recibir tratamiento para los efectos fisiológicos y psicológicos de la colitis ulcerosa.

La Fundación para la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa de Estados Unidos (CCFA, por sus siglas en inglés) también señala que las personas con esta afección pueden ser más propensas que otras a:

  • sentirse abrumadas
  • estar “en negación” sobre los efectos en su salud
  • tener una mala imagen de sí mismas
  • tener conductas de dependencia

En un estudio de 2015 con participantes con colitis ulcerosa y un trastorno de salud mental, los investigadores encontraron que era más probable que los trastornos del estado de ánimo precedieran a la colitis ulcerosa que a la inversa.

En un estudio de 2017, los investigadores encontraron que alrededor del 30 por ciento de las personas recientemente diagnosticadas con una enfermedad inflamatoria intestinal también experimentaron ansiedad o depresión. Recomiendan que los médicos examinen y controlen las señales de estas afecciones.

En una revisión de 2012, los investigadores confirmaron que tanto la ansiedad como la depresión pueden empeorar los síntomas de la colitis ulcerosa. En un estudio realizado cuatro años después, los investigadores encontraron resultados similares, y observaron que las personas con depresión tenían una mayor recurrencia de brotes.

Explorar el vínculo bidireccional entre el cerebro y el intestino ayuda a los expertos en salud a comprender que abordar las afecciones de salud mental puede ayudar a reducir los síntomas digestivos de la colitis ulcerosa.

La CCFA destaca dos tratamientos principales para la depresión: la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la medicación antidepresiva recetada.

La TCC consiste en trabajar con un psicólogo para identificar patrones de pensamiento y comportamientos perjudiciales o inútiles.

Las personas con colitis ulcerosa también pueden beneficiarse de las siguientes formas de aliviar la ansiedad y el estrés:

  • Otras formas de psicoterapia. Un psicólogo o consejero puede ayudar a una persona a comprender las fuentes de su ansiedad y a encontrar estrategias de tratamiento eficaces.
  • Técnicas de relajación. Los ejercicios de respiración, la meditación, el yoga, el tai chi y otras técnicas de relajación interrumpen la respuesta del cuerpo al estrés.
  • Grupos de apoyo. Reunirse, virtualmente o en persona, con otras personas que se enfrentan a los mismos problemas de salud mental y física puede ayudar, al igual que crear una red de familiares, amigos y profesionales de salud que te apoyen.

El dolor y la fatiga son síntomas comunes de la colitis ulcerosa. Cada uno de ellos puede causar angustia, y hay una serie de estrategias y tratamientos que pueden ayudar.

El primer enfoque del médico es reducir estos síntomas controlando la enfermedad subyacente. También puede recetar paracetamol (Tylenol) para aliviar el dolor. A diferencia de los antiinflamatorios no esteroides (AINE), el paracetamol no se asocia a un mayor riesgo de brotes de colitis ulcerosa.

También puede valer la pena señalar que una revisión sistémica de 2018 no encontró pruebas concluyentes de que los AINE aumentaran el riesgo de brotes.

Los médicos a veces recetan anticonvulsivos para aliviar el dolor de los nervios, aunque hay pruebas muy limitadas de que estos fármacos puedan tratar el dolor cuando se relaciona con los síntomas intestinales.

También recetan antidepresivos a las personas que padecen el síndrome del intestino irritable como “analgésico coadyuvante”, es decir, un fármaco que no solo sirve para aliviar el dolor, sino que se utiliza con ese fin.

Mientras tanto, la fatiga afecta del 42 por ciento al 47 por ciento de las personas con colitis ulcerosa. El tratamiento para reducir la inflamación puede ayudar con la fatiga, al igual que los fármacos llamados inmunomoduladores, y los aminosalicilatos.

Para controlar el dolor y la fatiga, la CCFA también recomienda:

  • ejercicios de mente y cuerpo, como el yoga y la meditación
  • cannabis medicinal
  • fisioterapia
  • ejercicios ligeros

Para apoyar y mejorar el bienestar mental al tratar con la colitis ulcerosa, una persona podría probar:

  • comer alimentos sanos y nutritivos que no causen molestias digestivas
  • limitar el consumo de alcohol y cafeína
  • hacer ejercicio regularmente
  • intentar dormir lo suficiente cada noche
  • practicar técnicas de relajación, como ejercicios de respiración profunda o yoga
  • usar suplementos, si el médico lo recomienda

Las siguientes técnicas también pueden ayudar a reducir la ansiedad y la depresión:

  • establecer metas alcanzables, comenzando con metas pequeñas, y trabajar para alcanzar metas más grandes
  • establecer una rutina diaria
  • desafiar los pensamientos negativos o las dudas que surjan sobre uno mismo
  • aceptar que no todo se puede controlar
  • celebrar los mejores esfuerzos, no los logros perfectos
  • conocer y controlar los factores desencadenantes

Contar con apoyo social también puede ayudar. Las personas pueden beneficiarse de:

  • dedicar tiempo a una actividad divertida o a una interacción social agradable cada día
  • asumir nuevas responsabilidades, como el voluntariado
  • hablar con un amigo o familiar de confianza o con otra persona que te apoye

Informa a tu profesional de salud de confianza sobre cualquier síntoma de depresión o ansiedad. Puede recetarte medicamentos o remitirte a un terapeuta.

Algunas señales y síntomas generales de la depresión pueden ser:

  • encontrar poco o ningún placer en actividades que antes eran agradables
  • tener sentimientos de inutilidad que son excesivos
  • sentirse constantemente de mal humor
  • moverse o hablar más lento de lo habitual
  • tener menos energía de la habitual
  • tener dificultad para estar quieto
  • tener dificultad para dormir
  • experimentar dolores de cabeza persistentes
  • tener pensamientos de suicidio o de muerte

La ansiedad puede manifestarse como:

  • sensación de entumecimiento u hormigueo
  • sofocos, sudoración, temblores o escalofríos
  • dificultad para respirar
  • molestias o dolor en el pecho o la garganta
  • náuseas o malestar abdominal
  • dolores y molestias
  • inquietud, irritabilidad e hipersensibilidad
  • mareos, aturdimiento o desvanecimiento
  • preocupación por la muerte o la pérdida de control
  • sentirse desconectado de uno mismo
  • dificultad para dormir

Se puede empezar por hablar con un profesional de salud de confianza, que puede recomendar grupos de apoyo, psicólogos y otros recursos útiles.

Para encontrar apoyo y recursos de salud mental, una persona también puede ponerse en contacto con la línea de ayuda nacional de la Dirección de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental al 1-877-696-6775 en español y 1-800-662-HELP (4357) en inglés.

Además, la Fundación Roma ofrece un directorio de terapeutas especializados en ayudar a personas con afecciones gástricas.

Una persona con colitis ulcerosa puede ser más propensa que otras a desarrollar depresión, ansiedad o ambas, y estas condiciones pueden empeorar los síntomas de la colitis ulcerosa.

El manejo de los aspectos físicos y psicológicos de la enfermedad puede aliviar los síntomas, y existen varios enfoques médicos y holísticos eficaces.

Un médico puede proporcionar recursos, tratamiento y orientación, y los familiares, amigos y grupos de apoyo de confianza también pueden ayudar.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 2 de mayo de 2022.

Versión original escrita el 9 de mayo de 2021.

Última revisión médica realizada el 9 de mayo de 2021.