La relación entre la diabetes tipo 2 y el alcohol es compleja. Cuando las personas con esta afección toman alcohol, esto conlleva riesgos. Sin embargo, no significa que las personas con diabetes tipo 2 no puedan tomar alcohol. Los riesgos dependen de la cantidad de alcohol que consume una persona, así como del tipo.

Person with diabetes smiling and holding a glass of wine. Share on Pinterest
alvarez/Getty Images

La diabetes es muy común. Según el Informe Nacional de Estadísticas de la Diabetes de 2020, 34.2 millones de personas en Estados Unidos tenían diabetes en 2018. El porcentaje de la población con diabetes aumenta según la edad, alcanzando el 26.8 por ciento en adultos de 65 años o más.

El consumo moderado de alcohol no aumenta el riesgo de diabetes tipo 2; sin embargo, el consumo excesivo sí lo podría aumentar.

En general, el consumo de alcohol conduce a niveles de azúcar en la sangre menos predecibles y esto puede ser un riesgo.

Continúa leyendo para conocer más sobre cómo el alcohol afecta a las personas con diabetes, incluyendo los tipos de alcohol y cómo el alcohol puede causar hipoglucemia o niveles bajos de azúcar en la sangre.

El alcohol no causa diabetes. Sin embargo, según la Sociedad de Diabetes de Estados Unidos (ADA, por sus siglas en inglés), el consumo excesivo, y no consumirlo en absoluto, aumentan el riesgo. La ADA también indica que una o dos bebidas pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y el control del azúcar.

Un metaanálisis de 2015 revisó 38 estudios de cohortes (los que hacen el seguimiento de los participantes a lo largo de determinado tiempo) para determinar si el alcohol es un factor de riesgo para la diabetes. Determinó que el consumo moderado parecía ofrecer cierta protección contra la afección en las mujeres y las poblaciones asiáticas, mientras que el consumo fuerte aumentaba el riesgo en casi todos los grupos.

Debido a que incluso el consumo moderado de alcohol puede afectar adversamente muchos aspectos de la salud, lo negativo parece superar lo positivo. Se debe continuar investigando este ámbito.

La ADA no prohíbe que una persona con diabetes consuma alcohol, pero tampoco lo aconseja. Si alguien con diabetes decide tomar alcohol, la ADA recomienda limitar el consumo moderado. Esto se traduce en una bebida al día para las mujeres y hasta dos al día para los hombres.

Sin embargo, la ADA agrega que si una persona con diabetes ya no bebe, no significa que deba comenzar a hacerlo.

A continuación, se presentan algunos efectos perjudiciales del alcohol sobre la diabetes:

  • Impide controlar el azúcar en la sangre. Tomar más de tres bebidas al día aumenta el azúcar en la sangre.
  • Hace que los niveles de azúcar en la sangre sean menos predecibles. Debido al efecto del alcohol en el cuerpo y sus interacciones con los medicamentos y otros factores, el consumo causa niveles impredecibles de azúcar en la sangre.
  • Promueve el aumento de peso. Las calorías en el alcohol pueden aumentar y causar aumento de peso, un factor de riesgo para la diabetes.
  • Eso aumenta el riesgo de complicaciones de la diabetes. El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, presión arterial alta, daño neurológico y problemas oculares, los cuales son complicaciones de la afección.
  • El consumo con metformina representa un riesgo. El consumo excesivo de alcohol mientras se toma el medicamento común para la diabetes, metformina, puede aumentar la probabilidad de una afección rara pero peligrosa llamada acidosis láctica. Los síntomas incluyen:
    • ritmo cardíaco lento
    • debilidad
    • dificultad para respirar

Los médicos aconsejan a algunas personas con diabetes que se abstengan de tomar alcohol por razones no relacionadas con su azúcar en la sangre. El Departamento de Asuntos de Veteranos (DVA, por sus siglas en inglés) advierte que las personas con diabetes pueden tener otras afecciones que el alcohol podría afectar. Además, ciertos medicamentos no diabéticos no se mezclan bien con el alcohol.

Debido a que el alcohol es altamente adictivo y las investigaciones relacionan el fuerte consumo con una diversidad de efectos adversos para la salud, evitar la bebida es la opción más saludable para cualquier persona.

La conclusión es que cualquier persona con diabetes que desee consumir alcohol debe hablar primero con el médico.

La siguiente información puede ayudar a alguien a cumplir con el límite de una bebida al día para las mujeres y con el límite de dos bebidas al día para los hombres.

Estas cantidades incluyen una bebida estándar:

  • 5 onzas (oz) de vino
  • una cerveza de 12 onzas
  • 1.5 onzas de licor de 80 grados, como ron, ginebra o vodka
  • 8 onzas de licor de malta

Cuando las personas calculan cuánto alcohol pueden consumir mientras se encuentran dentro de las directrices recomendadas, deben saber que algunas bebidas alcohólicas comunes contienen más de una “porción” estándar de una bebida. Por ejemplo:

  • Una margarita contiene 2 porciones.
  • Un martini contiene 1.4 porciones.
  • Una piña colada de 9 onzas contiene 2 porciones.
  • Un té helado Long Island contiene 4 porciones.
  • Una cerveza normal de 40 onzas contiene más de 3 porciones.
  • Un licor de malta de 40 onzas contiene 5 porciones.
  • Un bourbon de 6 onzas y agua contiene 1.5 porciones.

Una persona debe evitar el licor endulzado o el alcohol mezclado con sodas o ponche.

La mayor preocupación relacionada con el alcohol para alguien con diabetes implica el riesgo de hipoglucemia, que es el bajo nivel de azúcar en la sangre. La hipoglucemia se produce cuando el nivel de azúcar en la sangre desciende por debajo de 70 mg/dL.

El consumo de alcohol puede disminuir el azúcar en la sangre, al igual que algunos medicamentos para la diabetes. Si estas disminuciones ocurren al mismo tiempo, puede causar hipoglucemia.

Esto sucede porque el hígado almacena carbohidratos y los libera en la sangre entre las comidas y durante la noche para estabilizar el azúcar en la sangre. El hígado también es responsable de descomponer el alcohol para que los riñones puedan expulsarlo del cuerpo.

El problema es que el hígado no puede realizar ambas funciones al mismo tiempo. Cuando una persona consume alcohol, el hígado comienza a descomponerlo. Cuando está ocupado haciendo esto, no libera carbohidratos almacenados para mantener el azúcar en la sangre, lo que significa que los niveles de azúcar en la sangre pueden caer a niveles peligrosos.

El ejercicio también puede aumentar el riesgo de hipoglucemia cuando se combina con otros factores, como el consumo de alcohol. Los médicos animan mucho a las personas con diabetes a que participen en actividad física regular porque reduce el azúcar en la sangre. Sin embargo, hacer ejercicio, tomar alcohol y tomar medicamentos para bajar el azúcar en la sangre podría causar hipoglucemia.

Los síntomas de la hipoglucemia incluyen:

  • somnolencia
  • problemas al hablar
  • confusión
  • dificultad para caminar

El riesgo de hipoglucemia es la razón por la que los expertos aconsejan a las personas con diabetes que no beban alcohol si su nivel de azúcar en la sangre ya es bajo. Si una persona decide tomar, siempre debe comer al mismo tiempo e incluir carbohidratos, como frutas, verduras o granos en su comida.

También deben controlar cuidadosamente su nivel de azúcar en la sangre para que puedan reaccionar rápidamente si los niveles caen demasiado bajo.

Los CDC describen los siguientes factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2:

  • tener 45 años o más
  • prediabetes, una afección que implica un nivel de azúcar en la sangre ligeramente elevado
  • sobrepeso
  • estar físicamente activo menos de 3 veces a la semana
  • tener un hermano, hermana o padre con la enfermedad
  • tener diabetes durante el embarazo o haber dado a luz a un bebé que pesa más de 9 libras
  • der de origen hispano, latinoamericano, afroamericano, asiático-americano, nativo-americano o nativo de Alaska

La diabetes tipo 2 y el alcohol no siempre son una combinación beneficiosa. Mientras que el consumo moderado de alcohol reduce el azúcar en la sangre, el consumo excesivo es perjudicial para la diabetes y otros aspectos de la salud.

La ADA no prohíbe ni aconseja a las personas que tomen alcohol. Sin embargo, la organización recomienda que las mujeres con diabetes limiten su consumo a una bebida al día y los hombres limiten su consumo a dos bebidas al día.

Si alguien decide consumir alcohol, debe comer a la vez y controlar cuidadosamente su nivel de azúcar en la sangre.

Lo más importante es que si las personas desean tomar alcohol de forma moderada, primero deben hablar con su médico.

Lee el artículo en inglés.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 31 de diciembre de 2021.

Versión original escrita el 15 de agosto de 2021.

Última revisión médica realizada el 15 de agosto de 2021.