Las sibilancias son un síntoma común de varios trastornos respiratorios que causan tensión en la garganta. Hay varias formas en que una persona puede detener las sibilancias en casa sin usar un inhalador, pero estas dependerán de la causa.
Las sibilancias se producen cuando las vías respiratorias están tensas, bloqueadas o inflamadas, lo que hace que la respiración de una persona suene como un silbido o un chirrido. Las causas comunes incluyen resfriado, asma, alergias o afecciones más graves, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
La inhalación de vapor es un remedio casero eficaz para tratar las sibilancias.
Los siguientes tratamientos en casa para las sibilancias tienen como objetivo abrir las vías respiratorias, reducir los irritantes o la contaminación que respira una persona, o tratar las causas subyacentes de las mismas.
Si una persona tiene asma u otra afección médica que causa sibilancias, debe hablar con su médico y usar los medicamentos que le recete para tratarlas, como un inhalador para el asma.
Los remedios caseros eficaces para tratar las sibilancias incluyen:
1. Inhalación de vapor
Inhalar aire cálido y rico en humedad puede ser muy efectivo para limpiar los senos paranasales y abrir las vías respiratorias.
El siguiente método te ayudará a hacerlo:
- Vierte agua caliente en un recipiente grande e inhala el vapor.
- Coloca una toalla sobre la cabeza para atrapar la humedad extra.
- Agrega unas gotas de mentol o aceite de eucalipto al agua para hacer que el vapor sea más poderoso.
El aceite esencial de menta puede tener efectos analgésicos y antiinflamatorios. La investigación de 2013 sugiere que puede relajar los músculos del sistema respiratorio, lo que podría ayudar a aliviar las sibilancias y otros problemas respiratorios.
Si un baño de vapor no es atractivo para ti, una sala de sauna o ducha caliente también puede ayudar a aliviar la congestión. Dar golpecitos suaves en la espalda o el pecho y respirar profundamente puede ayudar a que el vapor funcione mejor.
2. Bebidas calientes
Las bebidas tibias y calientes pueden ayudar a aflojar las vías respiratorias y aliviar la congestión.
La miel es un antiinflamatorio y antimicrobiano natural, por lo que agregar una cucharadita de miel a una bebida caliente puede mejorar aún más los síntomas de una persona.
Un estudio de 2017 encontró que comer una cucharada de miel dos veces al día, junto con otros tratamientos, ayudaba a aliviar la congestión de la garganta.
Algunas personas encuentran que la menta u otros tés mentolados funcionan bien. La persona puede intentar experimentar con diferentes tés para encontrar uno que le ayude.
3. Ejercicios de respiración
Los ejercicios de respiración pueden ayudar con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la bronquitis, las alergias y otras causas comunes de sibilancias.
Un estudio de 2009 encontró que ciertas técnicas de respiración inspiradas en el yoga podrían ayudar con las dificultades respiratorias relacionadas con el asma bronquial, incluidas las sibilancias.
Los ejercicios de respiración a menudo incluyen inhalaciones y exhalaciones profundas y regulares. Un médico o terapeuta respiratorio puede ayudar a decidir qué técnicas de respiración son más efectivas para cada persona.
Una persona puede encontrar que se le dificulta respirar durante un ataque de pánico. Los ejercicios de respiración profunda también pueden ayudar si esto pasa. Puede ser útil intentar respirar lentamente, centrándose en respirar profundamente desde el vientre y contar las respiraciones.
4. Humidificadores
Un humidificador puede ayudar a reducir las sibilancias.
Las sibilancias suelen empeorar durante las temporadas secas. Un humidificador en el dormitorio puede ayudar a aflojar la congestión y reducir su gravedad.
La persona puede agregar menta u otros aceites al agua en el humidificador, aunque debe revisar las instrucciones del humidificador antes de agregar algo que no sea agua.
5. Filtros de aire
Muchas afecciones que causan sibilancias pueden empeorar en un entorno con aire contaminado o en respuesta a los alérgenos. Un filtro de aire casero puede reducir la presencia de irritantes que pueden desencadenar sibilancias y problemas respiratorios.
6. Identificar y eliminar desencadenantes
Las enfermedades crónicas como el asma y las alergias pueden empeorar en respuesta a ciertos desencadenantes, como el estrés o los alérgenos. Controlar estos desencadenantes, tanto como sea posible, puede ayudar.
Por ejemplo, una persona con una afección respiratoria crónica que también tiene alergias podría tomar medicamentos para la alergia y evitar así los desencadenantes de la alergia.
7. Medicamentos para la alergia
Las personas con alergia pueden beneficiarse de una amplia variedad de medicamentos para la alergia, incluyendo descongestivos, tabletas de corticosteroides y antihistamínicos.
Los aerosoles nasales pueden ser especialmente útiles para aliviar la opresión en el pecho, la congestión y la inflamación que puede causar sibilancias.
Las alergias más graves pueden requerir medicamentos recetados para la alergia.
8. Inmunoterapia para la alergia
La inmunoterapia es un proceso de readiestramiento del sistema inmunitario para que no reaccione a los alérgenos.
La forma más común de inmunoterapia son las vacunas antialérgicas. Una persona podría necesitar varios tratamientos, pero con el tiempo, la inmunoterapia puede reducir la frecuencia de las sibilancias.
La inmunoterapia también puede ser útil para las personas con otras afecciones crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que también padecen de alergias.
9. Broncodilatadores
Los broncodilatadores son medicamentos que ayudan a relajar los pulmones y evitan que las vías respiratorias se estrechen. Pueden ayudar con las sibilancias causadas por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma.
Los broncodilatadores vienen en dos formas:
- Broncodilatadores de acción corta. Pueden detener un ataque de asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, de ahí el nombre por el que muchas veces se conoce, inhaladores de rescate.
- Broncodilatadores de acción prolongada. Esta variedad ayuda a relajar las vías respiratorias a largo plazo, reduciendo la frecuencia y gravedad de los episodios de sibilancia.
Los broncodilatadores se deberían obtener de un médico para luego usarlo en casa, según sea necesario.
10. Otros medicamentos
Una amplia variedad de medicamentos puede tratar las sibilancias que son el resultado de una enfermedad subyacente. Una persona que experimenta sibilancias, por ejemplo, debido a una reacción alérgica grave, puede requerir epinefrina o corticosteroides.
Las personas con problemas de salud cardíaca pueden tomar medicamentos para la presión arterial o anticoagulantes para prevenir un mayor daño al corazón.
Es de vital importancia hablar con el médico sobre si los medicamentos pueden ayudar, y cómo varios medicamentos pueden interactuar entre sí.
A menudo es difícil diagnosticar la causa de las sibilancias basándose solo en los síntomas, y una persona debe ver a su médico si las sibilancias le están causando preocupación.
Si la persona experimenta alguno de los eventos a continuación, debe ir a la sala de emergencias:
- dificultad para respirar
- sibilancias que aparecen de repente
- otros síntomas, como dolor en el pecho
- señales de anafilaxia
Si una persona experimenta sibilancias pero puede respirar, podría esperar unos días antes de ver a su médico. Si las sibilancias empeoran, debe ver a su médico dentro de un día o dos.
Los recién nacidos respiran solo por la nariz, entonces cuando están congestionados o en la posición equivocada, pueden hacer un sonido sibilante o chirriante.
Mientras respiren a un ritmo normal y el pecho no se hunda, no hay nada de qué preocuparse.
Si el pecho de un bebé comienza a hundirse, respira rápidamente o las sibilancias tienen que ver con una enfermedad, es necesario llevarlos a su pediatra.
Cuando las vías respiratorias se estrechan debido a la irritación, una enfermedad o un bloqueo, el aire que se mueve a través de ellas puede hacer un sonido chirriante.
Algunas personas también experimentan otros síntomas, como malestar al respirar o sensación de asfixia.
Las causas incluyen:
- Asma. Un trastorno respiratorio crónico que hace que las vías respiratorias se estrechen e inflamen.
- Alergias. Las alergias estacionales y las alergias alimentarias pueden causar irritación respiratoria, congestión y dificultad para respirar.
- Bloqueo físico. Cuando la tráquea se bloquea con comida u otro objeto, generalmente se considera una emergencia médica.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Esta afección es un grupo de enfermedades pulmonares que incluye bronquitis crónica y enfisema.
- Pánico. Un ataque de pánico puede hacer que la garganta de una persona se contraiga y dificulte la respiración.
- Bronquitis. La bronquitis es una inflamación de los bronquios que suele ser causada por una infección viral o bacteriana.
- Catarro o gripe. Las infecciones que causan el resfriado común o la gripe pueden causar inflamación y problemas respiratorios.
- Neumonía. La neumonía es una infección de los pulmones.
- Enfermedad cardíaca. La enfermedad cardíaca puede causar problemas respiratorios, tos y líquido en los pulmones.
El pronóstico a largo plazo de las sibilancias en última instancia depende de su causa. Incluso cuando las sibilancias se deben a una enfermedad crónica, a menudo se puede manejar bien con medicamentos y tratamientos caseros.
Sin embargo, la atención médica continua sigue siendo importante, y las personas cuyos síntomas no mejoran deben consultar a su médico. Considera hacer un seguimiento de los síntomas para identificar cualquier desencadenante.
Si las sibilancias son motivo de preocupación, es fundamental mantener la calma, ya que el pánico puede empeorar la situación. Mantén la respiración lenta y regular y busca tratamiento médico cuando sea necesario.
Incluso cuando las sibilancias se deben a una afección médica grave, los medicamentos pueden mejorar los síntomas.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español por Suan Pineda el 18 de noviembre de 2022.
Versión original escrita el 9 de enero de 2020.
Última revisión médica realizada el 9 de enero de 2020.